La ciudad flotante del transporte
Olor a industria y salitre, grúas gigantes de colores primarios escalando hacia el cielo, camiones avanzando en hora punta, miles de contenedores de mercancía apilados, vagones de tren, buques pesados en plena descarga… Así suena la sinfonía diaria en un puerto comercial.
Bajo la batuta de la Autoridad Portuaria
España cuenta con 46 puertos comerciales, espacios regulados por su propia normativa y gestionados por una Autoridad Portuaria, vinculada al Ministerio de Fomento. Entre sus tareas está la de ceder, mediante licencias a las empresas privadas (estibadoras, navieras, de almacenaje y depósito, etc.) un espacio en el puerto para que realicen su actividad con plenas garantías.
Creadores de empleo y riqueza
Más de la mitad del comercio exterior español con el resto de la Unión Europea pasa por alguno de nuestros puertos, cuya actividad representa más del 1% del PIB español y da trabajo a cerca de 150.000 personas. Cualquier compañía que exporta sus productos o los importar por mar contrata los servicios de los transitarios, empresas especializadas que gestionan todas las operaciones administrativas y da transporte hasta el lugar de destino. Se ocupan de almacenar la mercancía, de solicitar los permisos, de contratar los seguros y de todos los trámites necesarios para entregar la mercancía en su destino.
Mercancías, pasajeros y transporte rodado
En los diversos muelles del puerto operan las empresas estibadoras, que se encargan de cargar y descargar los buques, mediante grúas, las mercancías. Los muelles se dividen y diferencian en función del tipo de carga: los de graneles líquidos, para productos petrolíferos y químicos y aceites; los de sólidos, para chatarras, cemento y minerales; los terminales de contenedores, que admiten productos variados, y los muelles de mercancía general. Los puertos de interés general también disponen de terminales de cruceros y cuentan con muelles habilitados, donde embarcan y desembarcan ferris y barcos que transportan automóviles y camiones.
La versatilidad del contenedor
Además de las grúas, propias del paisaje portuario, si algo llama la atención del espectador profano son los terminales de contenedores. Facilitan las labores de carga y descarga y permiten que un mismo barco viaje con mercancía de múltiples clientes. Además se emplea como una unidad de medida para contabilizar fácilmente la carga: un contenedor de 20 pies, que mide seis metros de largo y puede transportar más de 20 toneladas, equivale a un TEU, una unidad de medida de carga en el transporte marítimo.