25 pasos para ahorrar en las facturas

El seguimiento de unas sencillas pautas puede ayudar a sobrellevar el coste de las facturas del butano, gas natural y electricidad
1 octubre de 2011
Img eco domestica

25 pasos para ahorrar en las facturas

En enero, en septiembre, en octubre… Con la situación económica actual muchas son las familias de nuestro país que cada mes se enfrentan a su particular “cuesta”. No ayuda que desde el 1 de julio los ciudadanos españoles
ya paguen entre un 5,70% y un 1,50% más por sus recibos de butano, gas natural y electricidad. El único consuelo es que el pasado junio el Índice de Precios al Consumo (IPC) bajó tres décimas para situar su tasa anual en el 3,2%. Aún así, más que nunca es preciso ahorrar y evitar sustos en las facturas domésticas. Una serie de sencillas pautas ayudarán a sobrellevar estas subidas.
Por ejemplo, la tarifa eléctrica de último recurso (TUR) subirá un 1,5% de media, lo que supone unos 0,50 euros más al mes para un consumidor de tipo medio. Es la segunda subida en este año, después de haber repuntado otro 9,80% en enero. Ello implica que ahora se tendrá que pagar un 11,30% más que a finales del pasado año. En el caso del gas natural, el incremento es mayor: los usuarios medios tendrán que pagar 2,37 euros más al mes, aunque esta cifra será superior en los hogares donde el gas no solo se utilice para la cocina y calentar agua, sino también para calefacción. Respecto al butano, la bombona media cuesta ya 14,80 euros, lo que significa que los consumidores de este gas tendrán que abonar en su factura un 5,70% más (80 céntimos más) que en el trimestre anterior.

Hábitos sencillos de ahorro

A pesar del alivio que suponen los datos del IPC, la situación económica hace que en muchos hogares se imponga ahorrar. Si se siguen unas sencillas pautas, en solo 20 pasos, es posible notar una reducción en el monto de las facturas de los suministros de una casa:

Luz

  1. La iluminación de una casa representa entre la cuarta y la quinta parte del recibo de la luz. Pero si la vivienda tiene orientación interior o, pese a ser exterior, se encuentra en zona sombría, llenarla de luz puede suponer hasta la mitad de la factura de electricidad. Una buena forma de reducir ese gasto es optar por la iluminación natural: mantener abiertas persianas y cortinas mientras haya claridad en el exterior ayuda a aprovechar la luz solar.
  2. Acostumbrarse a encender las luces solo cuando sean necesarias y apagarlas cuando no haya nadie en las habitaciones u otras estancias de la casa supone reducir la factura del mes siguiente.
  3. Elegir colores claros para la pintura de techos y paredes. La sensación
    de luminosidad es mayor y permanece por más tiempo en fondos blancos, cremas o de tonos pastel. Situar espejos en lugares con mucha luz ayuda a potenciar la sensación de luminosidad.
  4. Sustituir las bombillas tradicionales, incandescentes, por las eficientes, que proporcionan la misma luz, duran ocho veces más que las convencionales y ahorran hasta un 80% de energía. Basta con cambiar las tres bombillas de mayor consumo de toda la casa para que se reduzca a la mitad el gasto en iluminación.
  5. Instalar tubos fluorescentes en los espacios donde se necesite mucha luz y donde esta permanezca encendida por mucho tiempo: baños, cocina, trastero. Hay que evitar encenderlas y apagarlas continuamente.

Agua

  1. Sustituir el baño por la ducha: de esta manera, se consume la cuarta parte menos de agua y energía. Regular el termostato del agua entre 50ºC y 60ºC. Por encima de esa temperatura, además de malgastar energía, se reduce la vida útil del termo por la acción corrosiva del agua muy caliente.
  2. Los perlizadores de grifería son dispositivos que ayudan a controlar el gasto del agua. Su colocación es sencilla: se enroscan en el grifo y generan un chorro de agua gasificado al mezclarse el agua con el aire. Mantienen la misma presión o incluso la aumentan. Cuestan entre6 y 30 euros, en función del modelo del grifo, y con ellos se reduce hasta un 50% el consumo de agua.

En la cocina

  1. Cocinar con recipientes de fondo igual o mayor que las dimensiones del fogón para aprovechar mejor la energía.
  2. Tapar las cacerolas y utilizar, siempre que la receta lo permita, la olla exprés.
  3. Para terminar el cocinado, aprovechar el calor residual que queda al apagar la placa.
  4. Abrir la puerta del horno solo cuando sea imprescindible para evitar fugas de calor.
  5. Instalar el frigorífico en un lugar fresco, ventilado y lejos de los focos de calor.
  6. Mantener la parte trasera de la nevera limpia y al menos a un par de centímetros de las paredes cercanas.
  7. Descongelar y limpiar a menudo el frigorífico, antes de que la capa de hielo aumente. Instalado en malas condiciones puede consumir un 15% más de energía.
  8. Mantener el congelador entre -18ºC y -15ºC; el frigorífico, entre 3ºC y 5ºC.
  9. Abrir las puertas del frigorífico solo lo necesario y no dejarlas abiertas: unos pocos segundos son suficientes para que se pierda buena parte del frío acumulado. Para recuperarlo, gastará más energía.

Con los electrodomésticos y la calefacción

  1. Apagar la televisión si no se utiliza. No se debe hacer de cualquier manera: hay que desconectarla a través de los interruptores de los propios aparatos porque cuando se apagan con el mando a distancia, algunos de sus componentes siguen activados y consumen energía.
  2. Comprar lavadoras y lavavajillas con etiqueta energética de categoría A o A+. Además, deben contar con ciclos económicos y cortos, y ofrecer la posibilidad de elegir entre distintas temperaturas de lavado. El mayor gasto de energía, tanto en la lavadora como en el lavavajillas, se registra al calentar el agua, por lo que seleccionar temperaturas bajas equivale a ahorrar electricidad: el ciclo de lavado a 60ºC consume el doble de electricidad que el de 40ºC.
  3. Utilizar la lavadora y el lavavajillas al máximo de su capacidad, pero sin llenarlos en exceso.
  4. Planchar la mayor cantidad posible de ropa en cada ocasión. Evitar repasar piezas sueltas a menudo, ya que supone multiplicar el consumo de electricidad.
  5. Reducir las fugas de calor y aislar la casa con doble acristalamiento y burletes en puertas y ventanas. Con un buen aislamiento térmico se puede ahorrar entre un 20% y un 40% en calefacción.
Cortarse con el teléfono

“¡Horror, 95 euros en la factura del teléfono!” No hace falta llegar a este extremo para aprender a controlar el gasto que se hace con el teléfono fijo y con el móvil.

  1. El primer paso es el de conocer el plan de precios o la tarifa que tenemos
    contratada. Muchas veces se hace un uso indiscriminado de estos aparatos sin tener en cuenta que el horario en el que se realiza la llamada y el número que la recibe son determinantes. Una vez identificada, se debe hacer un esfuerzo por llamar solo en aquellas franjas horarias que resulten más baratas según el plan de precios contratado.
  2. Controlar las llamadas de corta duración. Son las que más cuestan ya que en su primer minuto se cobra el establecimiento de llamada más la facturación propia de la duración de la conversación. Por ello, es conveniente enviar un mensaje de texto en vez de realizar una llamada de corta duración o realizar una larga que varías cortas con el mismo interlocutor a lo largo del día.
  3. Si el móvil es de última generación y cuenta con una tarifa de datos las
    aplicaciones de mensajería multimedia (como por ejemplo Whatsapp, Ping Chat! o Kik Messenger) son una solución rentable para reducir el coste de la factura
    del móvil: en lugar de hablar, se mensajea sin sobrecostes.
  4. Internet también puede ser un buen aliado a la hora de combatir las facturas telefónicas en el hogar. Gracias a la tecnología IP y a programas como
    Skype o el propio Messenger se pueden realizar llamadas a móviles, a fijos y
    a números del extranjero a precios muy competitivos. Pero, lo realmente atractivo es hablar “de gratis” con otros usuarios que también tengan una cuenta
    habilitada en estos sistemas.