¿Cree justificadas las críticas realizadas al sector de la construcción?
Se ha construido mucho y posiblemente demasiado rápido. El año que más, 690.000 viviendas nuevas, con una demanda de 400.000, 500.000 como mucho. Con la crisis se ha notado mucho más que oferta y demanda estaban desacopladas. Los poderes públicos y los promotores de vivienda tenían que haber hecho un acto de regulación para adaptar el mercado. El empleo no se recuperará si no hay un incentivo rápido para obras.
¿Hace falta construir más?
No solo en construcción como tal, sino en otros sectores, como obra pública, edificación no residencial o rehabilitación. Hay mantenimientos y nuevas infraestructuras por hacer, pero no todo de golpe. Y hace falta obra residencial nueva. Según el Ministerio de Vivienda, ahora de Fomento, entre 25 y 26 provincias necesitan construir ya mismo. En algunas podría darse una subida de precios, porque hay mucha demanda y poca oferta. Así está toda la cornisa cantábrica, Extremadura, muchas provincias de Castilla y León o algunas zonas de Madrid. Pero falla la financiación.
¿La media de España es engañosa?
Sí. Por ejemplo, Castellón tiene 5.700 viviendas nuevas sin vender por cada 100.000 habitantes. Gipuzkoa 600, Extremadura 400, Madrid 1.500.
¿Cuántas viviendas se necesitan?
Estimamos que hay entre 1.000 y 1.500 viviendas nuevas sin vender por cada 100.000 habitantes. Todas las provincias por debajo necesitan viviendas.
¿España necesita la construcción para salir de la crisis?
En el sector construcción se han destruido más de un millón de empleos. Nosotros hemos perdido 280.000, con una media de 20 años en la empresa y cierta cualificación profesional. Nadie dice que España tenga que depender de la construcción dentro de 25 años, pero ahora no hay alternativa.
¿Que hacen para salir de la crisis?
Los que han resistido y exportan a países con demanda han empezado a repuntar. Los que no tienen capacidad de exportación, innovan para hacer en breve plazo productos mejores. El aislamiento térmico y acústico, la eficiencia energética, etc., vía rehabilitación aportan mejoras claras, sin costar mucho dinero, al usuario y al país en términos económicos y ambientales.
El informe Auken del Parlamento Europeo señaló graves impactos de la urbanización en España.
Es cierto que ha habido excesos, pero no generalizados. Si hay que tirar un hotel construido en zona prohibida, perfecto. Cuanto más se cumpla la normativa técnica y medioambiental, mejor. Así sobrevivirán los buenos del sector y saldremos de la crisis mejor. Pero se han generado muchas dudas en la población inglesa, alemana, etc., que quería una segunda residencia en España, buscado probablemente por competidores de otros países.
¿La normativa medioambiental se cumple correctamente?
Parte de la normativa no del todo. En nuestro caso pedimos a las administraciones públicas que hagan vigilancia de mercado. Pero nos dicen que hay escasez de recursos y que las competencias corresponden a las comunidades autónomas, donde cada una lo hace como quiere.
¿Qué medidas toman para reducir su impacto ambiental?
Estamos sometidos a una veintena de legislaciones ambientales y nuestra voluntad es cumplirlas. Ahora intentamos que el usuario sepa qué edificio compra en términos medioambientales.
¿Avanzan los materiales ecológicos?
Cada sector hace pruebas. Se estudian lanas orgánicas, aislamientos con recortes de madera, etc. Las empresas no están ahora muy capacitadas para hacer inversiones, pero su objetivo es utilizar lo ecológico en la medida de lo razonable y que la sociedad demande.
¿Por qué no se utilizan más?
A veces por inercia de los promotores y arquitectos por utilizar lo conocido. De la misma manera que hay proyectos que no cumplen el Código Técnico de Edificación.
¿Cuántas viviendas utilizan estos productos ecológicos?
Ganan cuota de mercado, pero poco a poco. El nuevo reglamento europeo de productos de construcción incluye el respeto medioambiental como un requisito esencial. Sea ecológico o no, cada producto debe cumplir la normativa.
¿Qué les diría a los consumidores?
Que exijan calidad. Si no, seguiremos con la especulación del metro cuadrado. Cuando adquieran una vivienda, que pregunten sus prestaciones técnicas, no solo el precio. Y si algo no se cumple, que reclamen vía legal al promotor o constructor.
Se dice que lo ecológico es más caro.
En construcción y edificación hay que mirar a largo plazo, y ahí lo sostenible es más rentable. Estamos demasiado acostumbrados al corto plazo. También habrá que demostrar que las cosas son ecológicas de verdad.