Relaciones entre hermanos

Equilibrio, la mejor terapia contra los celos infantiles

Cuando un nuevo bebé entra en el hogar, es común que los niños asuman con dificultad que tienen que compartir su protagonismo en la familia pero los celos pueden controlarse con atención y comprensión antes, durante y después del nacimiento
1 abril de 2009
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Equilibrio, la mejor terapia contra los celos infantiles

La llegada de un nuevo miembro a la familia es un momento de gran felicidad, y de enormes cambios, de manera especial para el hermano o la hermana mayor, que ve en el recién llegado a un intruso que viene a usurpar su puesto de “rey de la casa”. Es habitual que los hermanos asuman con dificultad que tienen que compartir su protagonismo en la familia. La ausencia, o el control, de los celos infantiles dependerá en buena medida de la forma en que los padres gestionen el anuncio del embarazo y el nacimiento, momentos en los que el amor, la comprensión y la atención serán los instrumentos para que el niño no se sienta “destronado”.

Allanando el terreno ante la llegada del “intruso”

  • Elija el momento adecuado para informarle de la llegada de su nuevo hermanito. Explíquele qué es lo que va a suceder. Hágale saber cómo va a influir el nuevo bebé en su vida. Cuéntele tanto las cosas positivas, como las negativas: cambio de cuarto, compartir sus juguetes, ayudar a mamá y a papá, hacer de hermano o hermana mayor, etc.
  • Responda a sus preguntas e inquietudes de acuerdo a su edad y nivel de madurez. Satisfaga sus inquietudes acerca de cómo se desarrolla el bebé en la tripita de mamá en términos que pueda comprender.
  • Relacione el momento del nacimiento con momentos señalados. Nueve meses de espera son muy largos y difíciles de entender para una mente infantil. Póngale una fecha que pueda comprender: Navidad, cuando lleguen los Reyes Magos, el verano, etc.
  • Involúcrele en el proceso del embarazo. Llévelo a la consulta con el ginecólogo o la matrona para que escuche los latidos del corazón de su futuro hermanito o hermanita. También le puede acompañar a conocer el hospital o clínica en donde nacerá su futuro compañero de juegos.
  • Hágale participar en los juegos de estimulación prenatal. Anímele para que hable al bebé en el vientre, para que sienta los movimientos del bebé dentro de mamá, etc.
  • Explíquele el mundo de los recién nacidos. Muéstrele fotos y ropa de cuando era un bebé, y cuéntele la historia de sus primeros días, de la ilusión con que sus papás prepararon sus cosas. Le gustará saber que antes de su nacimiento se le prestó tanta atención como al nuevo bebé.
  • Si tiene la oportunidad, visite a amigos o familiares que tengan un recién nacido en casa, para que vea cómo se alimentan y cuánto duermen los primeros meses. Es muy normal que esperen que su hermanito o hermanita juegue con ellos nada más nacer, y se llevan una gran desilusión cuando comprueban que lo único que hace durante los primeros meses es dormir.
  • Comente con él o ella la situación de algún amiguito que tenga hermanos, y hágale pensar en lo bonito que es y las ventajas que tiene ser el primogénito.
  • Deje que participe en las conversaciones sobre el nuevo bebé, y cuente con su opinión para elegir nombre.
  • Al mismo tiempo, no deje de dedicarle una atención especial, a conversar de sus cosas, sus experiencias, sus inquietudes. No centre todas las conversaciones en el futuro bebé. Hágale sentir que siguen manteniendo una relación especial en la que sigue siendo único, a pesar de que lleguen más hijos o hijas.
  • Hágale partícipe de los cambios que va a realizar en casa para preparar la llegada del nuevo miembro, de manera que pueda colaborar y participar en ellos: preparar las cosas para el bebé, ordenar los armarios, etc.
  • Anímele a que escoja o prepare un regalo de bienvenida para el bebé.
  • Si la llegada del nuevo miembro de la familia implica un cambio de habitación, hágalo con la suficiente antelación para que el pequeño no lo asocie a la llegada del bebé, y no le culpe de ello.
  • Prevea con antelación quién cuidará de su hijo o hija el día del parto y los sucesivos, y explíqueselo para que se sienta cuidado y protegido en todo momento.
  • Lleve a cabo los cambios necesarios en la vida del niño con antelación a la llegada del bebé (quitarle el chupete, cambiarle de la cuna a la cama o llevarle a la guardería o al colegio) y así no los asociará con la llegada de su hermano.

El bebé ya ha nacido, y ahora ¿qué?

  • Trate de que el hermano, o la hermana, sea uno de los primeros en visitarle, y dedíquele en su primera visita atención exclusiva.
  • La primera vez que vea al bebé, es aconsejable no tenerlo en brazos y que sea él quien pueda acariciarlo e incluso cogerlo. Deje que toque y acaricie a su hermanito o hermanita desde el primer día.
  • De vuelta a casa, trate de que coopere en todo lo posible en el cuidado del bebé; que le dé el biberón, que ayude a vestirlo, o que meza la cuna para dormirlo.
  • Si la criatura ignora al recién llegado no fuerce la situación, cuando lo crea conveniente se acercará.
  • Mantenga y respete sus espacios y pertenencias.
  • Saque tiempo de donde pueda para dedicárselo en exclusiva.

Dedique tiempo y atención a su hijo o
hija mayor para que sienta que siguen
manteniendo una relación especial
aunque llegue un nuevo bebé

Qué hacer cuando aparecen los celos

  • Los celos no siempre aparecen tras la llegada del hospital. También surgen cuando el mayor siente al nuevo bebé como un rival que le roba el cariño y la atención de sus padres.
  • Preste atención a cualquier cambio en el carácter y forma de comportarse de su hijo o hija. Puede que no tenga ninguna reacción y se muestre indiferente hacia el recién llegado o que, por el contrario, quiera participar en todo momento en su cuidado. Cualquier extremo es una señal de que no ha entendido o aceptado el nacimiento del bebé, y que le está afectando.
  • Compruebe si muestra actitudes agresivas hacia el bebé, o si tiene conductas regresivas, es decir, propias de un niño de menor edad, como tartamudear, no querer comer, gatear, no avisar para que lo lleven al baño, etcétera. Ante estas reacciones no debe mostrar enfado, ya que el niño o la niña culpabilizará al bebé de la situación, y guardará su resentimiento hacia él. Mantenga la calma, y sea paciente, comprensivo y tolerante.
  • Reserve un tiempo especial para estar con su hijo mayor, y no permita que nada interfiera con ese momento. Abrácelo, cántele o léale un cuento. Mientras menos cambios se produzcan en su rutina, menos estrés sentirá.
  • Procure no hacer distinciones en el tiempo que dedica a uno y otro hijo, y en la atención que les da.
  • Evite establecer comparaciones. Se las tomará a mal y se sentirá menospreciado. Su mente las interpretará como una señal de que antes todo lo hacía bien y ahora su hermanito o hermanita le hace la competencia.
  • Informe a su entorno de los celos que sufre su hijo o hija mayor. Pida a amigos y familiares que muestren interés por el mayor, y que le alaben. En estos casos es muy habitual que todos digan lo rico que es el pequeño y que el hermano mayor pase desapercibido, lo que agudiza sus celos.