Usted señala con claridad a los que considera culpables de la crisis.
Yo diría que hay un origen de la crisis histórico, estructural, de cosas que se han ido dando en las economías desde hace muchos años pero es que últimamente los bancos habían optado por llevar a cabo una serie de operaciones de crédito y de especulación que les llevaron a acumular un riesgo inmenso. Y ese riesgo era insostenible. En Estados Unidos, en Reino Unido y en muchos más países: la banca ha ido a la banca rota como consecuencia de la especulación, de su mala práctica, de una asunción de riesgos tremenda… se ha llenado de lo que se llaman los activos tóxicos, de porquería, de basura financiera que no vale nada y se han descapitalizado y cuando se han descapitalizado han cerrado el grifo porque no pueden prestar. Pero la economía no puede funcionar sin crédito y si se entiende así la crisis es evidente que los responsables son los bancos.
¿Qué quiere decir exactamente que la banca está en bancarrota?
Cuando una persona deposita su dinero en un banco, el banco no lo mantiene. Hoy día si uno les da cien mantienen no más de nueve o diez, para hacer frente a posibles retiradas. Y con el resto presta dinero porque el negocio de los bancos es prestar. Y esos préstamos que da el banco son sus activos. ¿Qué ocurre? Que si esos activos no valen nada, el banco se descapitaliza, pierde su valor. Y eso es lo que ha ocurrido. Que con tal de obtener recursos para dar más préstamos el banco ha vendido contratos, ha metido los recursos en inversiones financieras que al final no valen nada. Por ejemplo, un banco que le haya dado 5 millones a un promotor para que haga 200 pisos. ¿Cuánto vale ese préstamos en el balance del banco? Cinco millones. Pero si ahora resulta que el promotor ha quebrado y no va a pagar ese activo del banco ya no vale cinco millones de euros. Valdrá lo que haya detrás de ese préstamo que muchas veces es nada porque si no se va a cobrar nada… valdría cero. Y el problema es que el banco con esos activos tiene que hacer frente a su pasivo, a su deuda, a su obligación. Claro, si antes tenía 1000 podía hacer frente a 1000 de obligación. Pero si ahora tiene 300, puede hacer frente sólo a 300 de obligaciones. Y esa es la bancarrota de los bancos.
¿La solución es nacionalizar la banca?
El problema de las autoridades es cómo intervienen. ¿Qué nacionalizo? ¿Cinco millones, que es lo que me dice el banco que tiene o un millón, que es lo que en realidad vale? Y ahí hay que estar muy atento. Los ciudadanos deberíamos pedir claridad, responsabilidad a los banqueros que han hecho esto y negarnos a que se pague con nuestro dinero activos que ellos han acumulado y que ahora ya no valen nada.
Ustedes los economistas explican la crisis con claridad pero, ¿la vieron venir?
Cualquier persona que analizara objetivamente la situación sabía que esto iba a estallar. De hecho, son decenas, cientos de economistas los que estos años veníamos advirtiendo lo que estaba pasando. Qué ocurre. Que uno en cada paso que da gana mucho dinero pensando que nunca se va a caer. Hasta que se cae. O piensa que se va a caer el otro. Era evidente que se iba a caer, absolutamente indiscutible. En términos financieros no se puede sostener una pirámide como la que se ha creado. Uno de los bancos que se ha sido intervenidos con un capital de 7 millones de euros tenía activos tóxicos por 27.000 millones. Esa desproporción es tan grande que es insoportable.
crisis a los consumidores”
¿De dónde sale el dinero que se inyecta a la banca?
De varios sitios. En primer lugar, Estados Unidos y el Reino Unido han emitido los últimos meses cientos de millones de dinero, de billetes. Han creado nuevo dinero. En segundo lugar, de un incremento del endeudamiento. En tercer lugar, los Estados Unidos tiene una moneda que impone al resto del mundo sin respaldo y luego está saliendo de las reservas de los bancos centrales, que eran muchas. Se ha producido un gigantesco incremento de esa masa monetaria a partir de las reservas, de los dólares y del dinero que han emitido Estados Unidos y Reino Unido que va a ser una carga impresionante los próximos años.
Cómo llega la crisis de las hipotecas de los Estados Unidos hasta el último rincón de la economía?
Cuando una persona suscribe una hipoteca, va al notario, lo firma, se va a su casa y lo mete en el cajón y paga religiosamente todos los meses. Pero el banco ese papel lo vende y al venderlo obtiene dinero. Para venderlo se oculta el riesgo que tiene y esa hipoteca circula y alguien la compra. Por eso el problema que hay ahora es que todavía no se sabe cuál es la envergadura o la extensión real de esa toxicidad de las hipotecas. Pero luego hay más. Porque no es sólo eso lo único que vendían los bancos. Ahora está el problema de la deuda de las tarjetas de crédito y seguramente haya más. Y luego además está el problema creado por la caída de los bancos y la quiebra de muchas empresas, de muchos paises incluso, enteros. Todavía no se sabe la magnitud de la crisis pero sí sabemos que es incomnesurable. Es el sistema financiero mundial está enfermo de muerte y eso hay que cambiarlo necesariamente, modificar su funcionamiento.
Hemos visto crisis otras veces. ¿Por qué esta es diferente?
A veces ocurre en la naturaleza que la cantidad cambia la calidad y en este caso la envergadura del asunto es tremenda. Estamos viviendo el nacimiento de un nuevo sistema financiero y eso puede ser más o menos traumático, más o menos duradero y luego naturalmente, se van a resistir los que están ganando mucho dinero y tienen muchos intereses.
¿Calificaría la situación de muy grave?
Yo creo, francamente, que estamos en una situación de emergencia porque al haberse cerrado de tal manera el crédito, ¿qué actividad financiera puede funcinar sin crédito? Sin crédito no funciona nada. Por lo tanto, el problema es que se ha agotado, es que han cerrado el grifo de la gasolina del motor y el motor sin la gasolina no funciona y si no funciona, las empresas empezarán a quebrar una detrás de otra. Eso hace que los trabajadores se queden sin empleo, que gasten menos, y cuando gastan menos las empresas venden menos. El otro día estuvo aquí una profesora islandesa y nos dijo que teníamos que ir al aeropuerto a recogerla porque no le dejaban sacar con la tarjeta más de 20 euros. En los países del este, Hungría, Letonia, están prácticamente en esa situación, el corralito, digamos. Puede ser que haya también una super inflación. Con todo el dinero que están metiendo al sistema. De momento está contenida pero eso va a provocar una inflación tremenda.
Incluso los más liberales están ahora a favor de intervenir, ¿significa que el mercado no se regula solo?
Eso es evidente. Los mercados son mecanismos de intercambio que están rodeados de derechos, de normas y esas normas, esos derechos tienen que ajustarse a objetivos. Se dice “el capitalismo sin intervención”, mentira. La intervención existe siempre aunque sea para decir “haga usted lo que quiera”. Tratar igual a los desiguales es una cosa tremenda, no lleva nada más que al caos social y al desorden. Y el mercado necesita normas, necesita regulación, porque el mercado puede ir en muchos sentidos, hay irresponsables, hay estafadores, hay operaciones que son absolutamente insostenibles y que hay que ponerles límite.
regulación, porque hay irresponsables, hay estafadores, hay
operaciones que son absolutamente insostenibles a las que
hay que ponerles límite”
¿Confía en que esta crisis alumbre un modelo económico más justo?
No lo sé. Es pronto. Estamos en el inicio de un periodo histórico que se va a resolver en los próximos veinte o treinta años. Esto no sabemos si va a ser niño o niña. Puede ser que de aquí salga un mundo más ordenado o más caótico. Hay que evitar que el dinero, y por tanto el poder, sea una creación privada. La fuente de la economía tiene que nacer del poder público dentro de una lógica social. Porque sino, llevamos a mundo que solo responde a los intereses de unos poquísimos. Y estos intereses son absolutamente contrarios a los intereses de la totalidad y no satisfacen las necesidades humanas. Es hora de que hagamos una reflexión moral sobre la forma de organizar la economía.
¿Los consumidores también se han endeudado demasiado?
España es el país de la OCD, de los 30 países más ricos del mundo en donde los salarios reales no han crecido en los últimos años. Claro, no es casual que el mayor endeudamiento coincida con el freno de los salarios reales. Tampoco hace falta ser un gran economista. Es una falacia culpar a la gente, a los consumidores. Es verdad que vivimos en un mundo en el que se estimula artificialmente el consumo, en el que el ocio y los espacios de vida están vinculados a las compras pero eso no lo han hecho las personas, eso es la lógica de este sistema. Entonces la deuda privada se ha destinado al consumo de bienes privados, mientras que la deuda pública podía haber creado infraestructuras, bienes sociales que hubieran hecho, entre otras cosas, la vida más agradable.
¿Y las empresas?
La pequeña y mediana empresa en españa bastante hace con lo que hace, que es crear el 95% de los empleos en unas condiciones malas de agotamiento de la demanda, de freno del crecimiento. Esas políticas que los economistas llamamos deflacionistas de ir con el freno echado constantemente, a la pequeña y mediana empresa la mata. La pequeña y mediana empresa necesita aire, empuje, mercado, apoyo, consumo, redes de distribución y eso es lo que se está frenando.
No les deja usted muchas alterantivas a los ahorradores para invertir.
La recomendación que doy a los que tienen ahorros es que inviertan en banca ética que son bancos que destinan los recursos a inversión productiva. Creo que es bueno que los consumidores conozcan la banca ética, que tiene bancos muy interesantes y muy importantes, cooperativas de crédito… es decir, que en los sitios en los que cada uno este que encuentre alternativas para ese dinero que va a ir a financiar actividades económicas mucho más positivas porque van a creer más empleo o más riqueza.
¿Qué soluciones ve para la economía española?
España tiene algunas particularidades, sobre todo que la burbuja inmobiliaria es muy fuerte y que la economía española los últimos años se ha descapitalizado mucho. La distribución, el transporte la industria, muchos servicios importantes están en manos de capital extranjero. Y ahora el gobierno no tiene resortes para poner en marcha para superar la crisis, no tenemos fuentes endógenas de creación de riqueza. Si interesa poner en marcha un plan nacional del sector hostelero no se puede, porque está en manos de capital extranjero. Y luego nuestra economía está especializada o se ha especializado los últimos años en servicios muy poco productivos, se ha bajado el gasto público. Hay que dar pasos para invertir en innovación, porque claro, las empresas que están aquí están aquí por intereses de mercado pero no tienen como objetivo estratégico mejorar el entorno general de la economía española. E ir a las reuniones internacionales para tratar de crear condiciones más favorables, no sólo por ir.
en un casino financiero”
Ha llegado a decir que la bolsa es como el casino.
Teóricamente la bolsa es donde se compra y se venden, por ejemplo, en relación a las acciones, el capital de las empresas. Entonces el valor de las acciones teóricamente debería estar en función de la situación financiera, económica de las empresas, de sus espectativas y no sería lógico que tuvieran esos movimientos tan extraordinarios. Son mercados puramente especulativos y eso es la sinrazón de la economía mundial de este momento, que la gran mayoría de recursos se va al movimiento especulativo, al casino financiero. El problema es que cuanto más dinero vaya al casino menos queda para financiar la actividad productiva. Es fácil imaginar lo que sería el mundo si todo ese dinero que está en el casino financiero estuviera financiando la economía productiva. Es verdad que la bolsa si no hubiera perdido su sentido original pues tiene sentido, es la manera en la que las empresas se pueden capitalizar, es una función importante y por eso es interesante pero se ha desnaturalizado.
Le dirán a usted que es un utópico
Es que en todos los mometos de la historia las cosas que salen más allá un poquito del corto plazo es utópico. O sea, un banquero todo lo que no sea ganar dinero como están ganando ahora es utópico, pero eso pasa siempre. Lo que tenemos que hacer los que tenemos independencia de pensamiento es decir lo que pensamos y hacerle ver a la gente lo que está pasando y las utopías sirven para eso, para ir avanzando. Lo que nosotros estamos planteando, economistas como yo es sencillamente, las medidas que se tomaban hace veinte años, treinta años. Una banca pública que esté pendiente de que no se paralicen los mercados. ¿Es una utopía pensar que la humanidad dedique diez o quince días de gasto militar para que no se muera nadie de hambre? Realizable es, si se quisiera. También era una utopía acabar con la esclavitud.