El gasto de nunca acabar
Según el último estudio publicado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en marzo de 2001, más de la mitad de los jóvenes encuestados desea tener hijos, y a muchos les gustaría repetir la experiencia. Pero la realidad es que España cuenta con la tasa de natalidad más baja del mundo, 1,07 niños por mujer. Preguntados por el motivo que les frena a buscar descendencia, los jóvenes encuestados afirmaron categóricamente que son razones económicas las que les disuaden. Y es que tener un hijo es caro, no sólo por los gastos a los que hay que enfrentarse, sino por las escasas ayudas económicas que se reciben desde la Administración. La deducción familiar en la declaración de la renta por el primer hijo asciende sólo a 132,82 euros, cuando se estima que el desembolso durante el primer año de vida del bebé se sitúa en torno a los 6.000 euros. Así, los 377.809 niños que nacieron en nuestro país el año pasado tal vez llegaron con un pan bajo el brazo, pero seguro que su venida fue precedida de numerosas compras.
Antes del parto
Aunque el grueso del presupuesto se gastará una vez nacido el bebé, es obvio que las mujeres embarazadas han de realizar desembolsos extraordinarios en ropa interior y prendas de tallas grandes que, en muchas ocasiones, no volverán a salir del armario una vez sean madres. Se trata de vestidos, abrigos, faldas, pantalones y camisas cuyo precio se equipara al de cualquier conjunto, con el agravante de que su uso es temporal. Es habitual también hacer acopio de medias de premamá y descanso, pantys (desde 15 euros) que gracias a los avances experimentados en los tejidos de la última década alivian piernas cansadas o con problemas de circulación ocasionados por el sobrepeso. Fuera de la estética, vale tener presente que si la mujer acude a un ginecólogo privado para no limitar las visitas a las justas, cada consulta le supondrá en torno a 48,08 euros.
Cuna y otros complementos
Llegan a sumar más de 600 euros, incluso si se adquiere la gama más básica del mercado. El precio de una cuna no baja de los 150 euros, pero las hay que alcanzan los 600 euros; la diferencia de precios dependerá del material con que esté fabricada -si es de madera, está lacada, tiene ruedas, es regulable- y de las prestaciones que ofrezca.
A este gasto habrá de añadirse el correspondiente al colchón, cuyo precio también varía: si es de espuma (18 euros), muelles (48 euros) o látex (120 euros). Elegida la cuna habrá que vestirla con sábanas (a partir de 18 euros), edredón (60 euros) y chichoneras (18 euros).
Los moisés son muy empleados para trasladar al pequeño, y aquí la oferta comienza desde 90 euros. No hay que olvidar la bañera, elemento imprescindible para el baño del niño. Si se dispone de cambiador o simplemente se usa una mesa, se puede comprar el modelo adaptable al baño de la casa, que no supera los 36 euros. Si se opta por una que incluye cambiador y cajonera, se podrá encontrar a partir de los 60 euros. Finalmente, llegamos a la silla de paseo (desde 90 euros hasta 600 euros, si es coche y silla) y a la silla del coche. En este caso el requisito más importante es que la sillita esté homologada. Las marcas de automóviles ofrecen modelos propios a partir de 60 euros.
El capítulo de complementos imprescindibles finaliza aquí, si bien el mercado ofrece artículos que por la comodidad que aportan ganan adeptos. Se trata de la hamaca donde repostar al niño (43 euros), el trono donde sentarle a comer (60 euros) o el avisador electrónico (desde 18 euros).
Ropa y pañales
En sus tres primeros meses de vida un recién nacido necesita hasta ocho pañales diarios (uno después de cada toma). La cantidad se reduce a medida que el bebé crece, pero aún así el volumen es abrumador: durante el primer año de vida, un niño gasta unos 2.180 pañales. Si un paquete de 80 unidades cuesta en torno a 16,53 euros, la multiplicación es fácil: el montante final sólo en pañales no baja de los 450 euros al año. Y estrechamente relacionadas con los pañales están las líneas infantiles de higiene -que incluyen termómetro, cepillo, peines, colonia, corta uñas y jabón– y superan los 12 euros, a las que se suman los productos de protección epidérmica como talco, lociones y cremas, un gasto de 15 euros trimestrales.
Otro capítulo importante, en el que generalmente ayudan familiares y amigos, es el de la ropa de los pequeños. Hay prendas imprescindibles como bodys (desde 3 euros), pijama (18 euros) y ropa de calle (a partir de 15 euros), que resultan muy asequibles, aunque quien desee gastar más lo tiene fácil: los precios de las prendas infantiles cada vez se asemejan más a los de ropa para adultos, y muchas grandes marcas incluyen ya una línea infantil en sus colecciones.
Biberones y leche
Si la madre decide dar el pecho a su hijo este capítulo lo tendrá cubierto al menos durante los primeros meses y tan sólo habrá de comprar, si lo necesita, una tetina (5 euros). Pero tarde o temprano habrá de enfrentarse a la compra de leche maternizada -a partir de 18 euros- que los primeros días alcanzará para una semana, aunque conforme el niño gane peso aumentará el gasto en este apartado. Se estima que el coste de la alimentación del primer año oscila entre 1.080 euros y 1.500 euros. Imprescindibles resultan, pues, los biberones (desde 3 euros), y aunque se pueden esterilizar a la vieja usanza – baño maría- hoy hay pequeños electrodomésticos como calienta biberones (desde 25 euros a 60 euros si son aptos para microondas) y esterilizadores (25 euros). Por último, aunque los pediatras recomiendan un uso moderado y su precio resulta casi anecdótico, no hay que olvidar el constante cambio de chupetes (desde de 2,10 euros) que por higiene hay que terminar haciendo.
A los cuatro meses
La media de edad de las madres primerizas supera ya los 30 años, y aunque no todas trabajan fuera de casa, cada vez son más las que compatibilizan vida laboral y familiar. Tras la baja por maternidad que de momento toman mayoritariamente las mujeres, hay que encontrar un lugar o una persona que cuide al bebé. De esta forma, se añadirá un gasto más al primer año de vida del bebé, que se estima en 240,40 euros de media al mes si se opta por una guardería ó 6 euros por hora que habrá de pagar a una persona que cuide del bebé.
Sumando los conceptos citados no es exagerado determinar que cada nuevo niño, sobre todo si se trata del primero, supondrá en el presupuesto familiar un gasto de al menos 6.000 euros.
La belleza de la madre
No está de más contabilizar también el gasto que realiza la madre en productos de belleza. Es obvio que la gestante desea evitar el deterioro físico que esos nueve meses le causarán. El cuidado del pelo se convierte en todo un reto, porque debido a la alteración de hormonas y a la falta de hierro, el cabello se muestra opaco y le falta brillo. Se puede optar por seguir un tratamiento vitalizante a base de ampollas que fortalecen el pelo (14,88 euros), utilizar complejos que cuidan del cuero cabelludo (14 euros) o mascarillas reestructurantes (12,02 euros). Igual de importe es el cuidado de la piel durante y después del embarazo. Se emprende la lucha contra las estrías inevitables en la mayoría de las féminas -sobre todo en pecho y abdomen-, ya que si no se hidrata la piel todos los días, las fibras naturales de colágeno y elastina que se encuentran en la epidermis se rompen y ocasionan los surcos superficiales visibles tras el parto. Antiestrías (desde 8,26 euros), aceites nutritivos (25 euros) e hidratantes con propiedades antipruginosas (14,03 euros) son algunas de las soluciones que ofrecen la gran mayoría de marcas cosméticas del mercado. El uso de mascarillas tensoras y los geles reafirmantes, así como todo tipo de anticelulíticos que corrijan la flacidez han de posponerse hasta terminar la lactancia.