No sin mi móvil, ni mi portátil, ni mi mp3, ni...
Se pasa del todo a la nada, de 100 a cero, sin transición ni preparación alguna que ayude a sobrevivir en vacaciones desconectado de Internet gran parte del día. No todos los internautas y devotos de las nuevas tecnologías son capaces de soportar el estrés de permanecer unas semanas o un mes sin navegar, ya sea desde el móvil o el ordenador, y no consultar el correo electrónico, no mirar las fotografías que sus contactos cuelgan en Facebook, no jugar a videojuegos, no escuchar música desde su mp3, o no ver series televisivas por el móvil o el ordenador. Sin embargo, el cambio no tiene por qué ser tan radical ya que hay fórmulas para llevarse la tecnología de viaje, siempre que se tomen una serie de precauciones y se sigan determinados consejos que garantizan el buen mantenimiento de los aparatos.
Seguro que más de uno ha visto cómo las orillas de las playas y una parte de la piscina se llenan de niños y jóvenes que juegan con la videoconsola bajo la sombrilla mientras se refrescan los pies en el agua. Otra situación que no sorprende a nadie es la de encontrar a veraneantes provistos de teléfono móvil y ordenador portátil para navegar o hablar mientras la brisa les acaricia. Ahora bien, un golpe de mar o un descuido puede hacer que el aparato se estropee sin remedio, puesto que el agua salada es muy dañina en contacto con los dispositivos elaborados con microchips.
Una situación similar se puede vivir en la montaña. Es sencillo realizar una ruta en la que se lleve una mochila con un lector de libros electrónicos, un iPhone u otro teléfono de similares características, un ordenador portátil ligero o una videoconsola. Sin embargo, conviene evitar las caídas y el roce brusco de la mochila porque la supervivencia de estos aparatos está en juego. De ahí que se recomiende utilizar los acolchados más adecuados para cada tipo de mochila.
Las fórmulas más sencillas para llevar Internet encima durante un viaje o un traslado, si se desea disfrutar de las vacaciones en áreas cercanas a poblaciones grandes o no demasiado remotas, es hacerlo a través de los teléfonos inteligentes o ‘smartphones’ o de las tarjetas 3G que venden los principales operadores de telefonía y que se insertan vía USB en los ordenadores. Se caracterizan por ofrecer conexión y por permitir de forma sencilla el acceso web a los ordenadores gracias a un proceso llamado ‘tethering’.
No obstante, conviene considerar este tipo de acceso como una solución ocasional debido a que la relación entre el ancho de banda y el precio que ofrecen es muy mejorable. En otras palabras, la tarifa es cara y el margen de datos contratado es limitado si se usa el aparato de manera intensiva. Incluso, en ocasiones, si se excede el límite, se cobra el megabyte que se haya consumido de más a un precio abusivo.
Por esta razón se recomienda descargar todo lo que el usuario vaya a necesitar a su propio ordenador o reproductor de MP3 antes de salir de casa y usar después el acceso para necesidades puntuales. En ningún caso sale rentable su utilización para ver vídeos o escuchar música en streamig. Además, en zonas rurales o alejadas de núcleos turísticos, estos dispositivos tienen muy poca cobertura.
Otra opción de gran interés es aprovechar las conexiones wifi de los hoteles y apartamentos, sobre todo con los portátiles ultraligeros y las nuevas tabletas, del estilo del iPad, que se comercializarán estos meses. Cuando se selecciona el alojamiento, disponer de Internet vía wifi es un factor clave que facilita el acceso desde el ordenador propio a todos los servicios que utiliza el usuario.
La alternativa wifi se convierte en la única viable cuando se sale del país, ya que entonces las tarjetas 3G y los teléfonos entran en “modo roaming” (itinerante), en el que las comunicaciones y conexiones se encarecen de forma considerable ante la necesidad de ponerse de acuerdo las compañías de diferentes países para conceder el acceso. Aunque ya se han firmado acuerdos dentro de la Unión Europea sobre precios controlados para el “roaming” de conversación, no se ha hecho para el acceso a datos, por lo que el servicio todavía es muy caro y poco recomendable.
Los aparatos informáticos y digitales actuales están más preparados que hace unos años para salir de casa y llevarlos de viaje. Sin embargo, no cuentan con la protección suficiente como para transportarlos y utilizarlos durante un tiempo prolongado en el campo y playa. En tales ocasiones conviene tener en cuenta una serie de medidas y precauciones.
- Fundas protectoras y aislantes. En el caso de los móviles, la gama de precios y modelos es muy amplia. Son el mejor protector para estos dispositivos. Las videoconsolas también disponen de fundas de caucho especiales anticaídas.
- Acolchados en las mochilas. Los aparatos deben transportarse en una mochila bien acolchada, a ser posible recubierta con neopreno, y que disponga de numerosos bolsillos y cierres estancos. No sólo se trata de evitar caídas o golpes, también de que no entre en el interior ni agua ni arena, ambos muy agresivos. Respecto a los bolsillos, hay que pensar en baterías de repuesto para aumentar la autonomía del aparato y en los cargadores y los cables de los mismos.
- Cargadores. No deben olvidarse los cargadores de las distintas baterías cuando se sale de casa durante un largo periodo: entre teléfono, cámara, ordenador, videoconsola, etc., pueden reunirse media docena de cargadores con sus correspondientes cables. El mejor consejo es destinar una bolsa exclusiva a estos elementos. Por otro lado, no está de más llevar un cargador solar de baterías si se planea realizar rutas donde no es fácil hallar un enchufe. Se venden en tiendas especializadas de aventura en forma de chaleco con capacidad para cargar cartuchos de diversos tipos.
- Copias de seguridad. Hacer una copia de seguridad del disco duro del ordenador antes de salir evita muchos disgustos, así como procurar limpiar el historial del navegador y utilizarlo durante las vacaciones en el “modo privado” (los principales navegadores lo tienen). De este modo, si se extravía el portátil, nadie podrá acceder a los datos del usuario.
- Dispositivos dañados. Siempre que un dispositivo que contenga chips caiga al agua, algunos elementos pueden dañarse. No obstante, se puede intentar recuperarlos. La forma de hacerlo es desmontar el dispositivo hasta donde sea posible. Si se ha caído en agua salada, se deberán sumergir los componentes desmontados en agua dulce durante al menos doce horas, con cambios de agua cada cuatro horas para extraer las sales. Después, dichos componentes se pondrán a secar un día al sol con la máxima ventilación posible. Usar un secador también puede ser una solución eficaz. Pasado este tiempo, las piezas se vuelven a ensamblar y se comprueba si el dispositivo funciona.
- Garantías. Hay que comprobar antes de salir de viaje que se tienen todas las garantías y que no han caducado, por si ocurriese un accidente.
- Contratación de un seguro. Pensar en la contratación de un seguro tecnológico es una posibilidad que cada día gana más adeptos, sobre todo si los dispositivos que se llevan son caros.