Mucho más que apagar fuegos
El fuego atrae y horroriza al mismo tiempo. El efecto de la combustión representa una fuerza devastadora capaz de convertir miles, millones de hectáreas en cenizas. En definitiva, metáfora de vida, el fuego lo es también de muerte. Para hacerle frente se organizó por primera vez bajo el mandato del emperador Augusto un grupo profesional de hombres capaces de prevenir, detectar y combatir sus peligros. El oficio, heredado por las civilizaciones posteriores, ha llegado a nuestros días, conservado su autoridad y su prestigio, y sus funciones, que han sido ampliadas. Hoy, los bomberos tienen encomendada la responsabilidad de apagar fuegos, pero también muchas otras.
Prevención
Hace escasas décadas, los cuerpos de bomberos fundamentaban su ejercicio en la atención de emergencias ligadas en la mayoría de las ocasiones al fuego. En este siglo, su primer objetivo es lograr adelantarse a las consecuencias de su amenaza y han ampliado su campo de actuación. Bajo los principios de celeridad, eficacia y proporcionalidad marcan las tareas que alcanzan a todos los elementos de riesgo susceptibles de causar un daño a las personas, a los bienes y al medio ambiente. Se repiten las salidas técnicas al detectarse olores a gas, conocerse derrames de líquidos tóxicos, intuir desprendimientos por el viento y evidenciarse inundaciones. La prevención ocupa un alto porcentaje de sus actuaciones.
Inspección
Las avanzadas de bomberos han asumido las competencias de examinar y vigilar el cumplimiento de normas en locales, edificios, redes de abastecimiento de agua tanto en el entorno urbano, como industrial, rural y forestal. Entre sus funciones está también proyectar y ensayar las medidas preventivas de situaciones de grave riesgo, y participar en la elaboración y puesta en práctica de los planes de emergencia.
Socorro
El rescate y salvamento de personas accidentadas en la carretera o extraviadas en la montaña, ríos, cuevas… marcan otra de sus actuaciones. Se trata de ofrecer un servicio de atención sanitaria no programada que en ocasiones resuelven urgencias vitales. Los equipos de bomberos prestan un primer auxilio a accidentados o enfermos, y si es necesario se practica su evacuación al centro sanitario.
Intervención
El de bomberos fue el primer grupo coordinado en llegar a Haití tras el terremoto que asoló el país caribeño el 12 de enero. Su preparación y sus funciones les conducen a las catástrofes donde se coordinan con otros servicios de intervención. Al ser ellos quienes ejecutan las labores iniciales y directas les corresponden las primeras maniobras. Y también son ellos quienes parten los últimos ya que entre sus potestades está el rehabilitar los servicios públicos esenciales.
Extinción
Los bomberos continúan jugándose la vida apagando fuegos. Si bien las estrictas normativas y las acciones de prevención han reducido los incendios urbanos e industriales, la plaga estival en forma de llamas devastadoras se perpetúa. A los profesionales se suman en verano brigadas forestales antiincendios, pero sólo la precaución individual, el compromiso de los ciudadanos y el cumplimiento de las medidas previsoras lograrán que decrezcan el número de hectáreas que pasan a engrosar las peores estadísticas, la de la naturaleza consumida por el fuego.