Menos gasto, más espíritu navideño

Anticipar las compras, optar por regalos útiles y sobre todo, comparar precios puede ayudar a ahorrar una importante cantidad de dinero en estas fiestas
1 diciembre de 2013
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Menos gasto, más espíritu navideño

La crisis, el paro, la precariedad laboral y el recorte en prestaciones sociales son algunas de las razones que invitan a que las familias españoles se ajusten el cinturón otro año más. Sin embargo, la Navidad es la época del año en la que más se consume, cada uno de acuerdo a sus posibilidades. De hecho, el estudio de consumo navideño 2013 elaborado por Deloitte prevé que se gaste un 1,8% más que las pasadas navidades, una media de 671 euros por hogar. Lejos de responder al optimismo, el principal motivo del aumento de presupuesto es olvidar la situación de crisis. Y cabe tener en cuenta que se regalarán, sobre todo, obsequios prácticos: ropa, zapatos y libros. Así, a pesar de los tan cacareados brotes verdes y el fin de la recesión, los españoles de a pie continúan apostando por una política de gastar “sin pasarse”. Pero, ¿cómo se puede gastar menos en Navidad?

Los regalos

  1. Lista más corta y económica: Regalar porque sí, por tradición, ha pasado a segundo plano. La crisis ha traído consigo una reducción de las compras de obsequios. Ahora se compran menos regalos, más baratos y para menos gente. Los destinatarios son más escogidos. En la actual coyuntura, cualquier familiar puede entender que la situación de ahogo por la que pasan muchos ciudadanos justifica la necesidad de ahorrar ese dinero que podía destinarse otros años a tener un detalle. En el plano empresarial, también se da esta práctica. Numerosas compañías han reducido la entrega de pequeños incentivos a sus empleados en estas fiestas. Una solución para que todos los miembros del hogar cuenten con un obsequio puede ser apostar por el popular juego del “amigo invisible”. En él, cada persona se encarga de regalar a otra, de modo que todo el mundo concluye la fiesta con un presente.
  2. Obsequios prácticos y hechos a mano: Puestos a regalar, lo mejor es optar por la practicidad, por regalos necesarios. Los caprichos quedan a un lado. Hoy, los obsequios en el seno de miles de familias han pasado de ser lúdicos a imprescindibles. Una práctica socorrida es regalar comida o ropa a familiares que estén pasando por verdaderos apuros. En estos casos, cobra un mayor sentido este tipo de obsequios por encima de los tradicionales perfumes o corbatas. Además, otra opción es decantarse por los obsequios artesanos, hechos por uno mismo. Desempolvar la habilidad con las manualidades puede ser de gran ayuda para reducir gastos en Navidad. Y no hay que olvidar otra alternativa, los regalos solidarios. En Navidad, ayudar a los demás cobra más sentido que nunca, y este año se puede regalar ilusión a los más de cuatro millones de personas lo han perdido todo y necesitan asistencia urgente tras el paso del tifón Haiyan por Filipinas. Se puede renunciar a un regalo material, y enviar un poco de dinero a los más necesitados, entre toda la familia.
  3. Juguetes educativos y de calidad: La compra de juguetes es una de las grandes partidas de gasto en Navidad. Para 2013, la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes prevé un aumento del gasto y no se prevén incrementos fiscales en lo que queda de ejercicio. Sin embargo, los usuarios seguirán mirando “con lupa” qué juguetes adquieren y su calidad. A la hora de comprar juguetes, conviene optar por los educativos, que hacen una doble función: obsequio y formativa. Reducir el número de obsequios es muy buena elección. Se puede hacer entender al pequeño que los Reyes Magos también padecen la crisis, una palabra que es posible que haya oído en varias ocasiones en el entorno familiar. Además, siempre se puede elegir por los juguetes artesanos, hechos por uno mismo.

Compras

  1. Apuntarse a las compras anticipadas: Hacer un presupuesto y establecer una cantidad fija con la que se puede contar para estas navidades será de gran ayuda. En el presupuesto, conviene especificar qué cantidad puede destinarse a cada apartado imprescindible de estas fiestas: comidas, regalos, lotería… La planificación puede continuar con las compras anticipadas. En el ámbito doméstico, los precios de alimentos típicos navideños como el cordero o los mariscos tienden a crecer de forma importante los días previos a las fechas clave (Nochebuena, Nochevieja, Día de reyes). Anticipar las compras y, si corresponde, congelar la comida son dos buenos consejos para reducir la factura total de estas fiestas. En el caso de los presupuestos más ajustados, se puede prescindir de algunas compras innecesarias, como la de lotería.
  2. Confiar en Internet, un considerable ahorro: Una práctica que impone la situación de aprieto económico por la que pasan aún numerosas familias es la de comparar precios antes de hacer adquisiciones. Las diferencias entre establecimientos pueden ser muy significativas no solo al hacer la cesta de la compra, sino también cuando se plantea la adquisición de un regalo. Internet, en este sentido, puede ser de gran ayuda. En muchos casos, las entidades especializadas en comercio electrónico presentan precios más bajos de manera significativa.

Las ineludibles cenas

  1. Las de empresa y con amigos, más modestas: En las comidas con compañeros de trabajo, conviene optar por menús cerrados, con precio conocido de antemano, para evitar sorpresas futuras. En el caso de los encuentros con amigos, una alternativa son las “quedadas caseras” en la casa de algún miembro del grupo, lo que abarata mucho la velada.
  2. En familia, apostar por marcas blancas sin renunciar a la calidad: Junto con los regalos, la segunda partida a la que más dinero se le dedica en Navidad es la de las compras de comida. En los encuentros caseros, una buena forma de reducir el gasto es apostar por marcas blancas, muy admiradas en estos años de inestabilidad económica. Según datos del citado estudio de Deloitte, los españoles se decantarán por marcas blancas o de gran descuento, que aglutinan casi el 58% de las compras navideñas.