María Jesús Vega, portavoz de ACNUR en España

"Las crisis de los refugiados han venido para quedarse"

1 noviembre de 2015
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¿Por qué han despertado la atención mundial los refugiados sirios?

La foto de Aylan, el niño ahogado en una playa de Turquía que parecía cualquiera de nuestros hijos, ha removido conciencias. Son ya cuatro millones de refugiados fuera de Siria y siete millones y medio de desplazados dentro.

¿Qué otras crisis necesitarían ese foco mediático?

En los últimos cinco años, más de quince conflictos han estallado o se han reactivado en África, Asia, Oriente Medio, Europa con Ucrania, etc. En el último año, más de medio millón de personas han huido en Sudán del Sur, 190.000 en Burundi, más de un millón en Yemen, 300.000 en Libia, cerca de 100.000 en Myanmar (Birmania), etc.

¿Cuántas personas sufren este problema en el mundo?

Es la cifra más alta registrada por ACNUR en su historia: 60 millones de refugiados fuera de su país y desplazados en su interior por guerras, violaciones de derechos humanos, persecución por motivos de raza, religión, políticos, de género, etc. En Colombia, hay unos seis millones de desplazados.

¿Cómo ha respondido Europa?

La respuesta de Europa ha dejado mucho que desear en esta crisis, la mayor a la que se enfrenta desde la Segunda Guerra Mundial. Y no es de inmigración económica, sino de refugiados, personas fuera de su país por un temor fundado de persecución y que carecen de protección. No se les puede devolver a su país porque se les pondría en peligro. Europa debe afrontarlo desde la solidaridad de los 28 países miembros, no desde un país en solitario; y menos Grecia, donde han llegado 450.000 personas en lo que va de año. Han muerto ya 3.000 personas ahogadas y el año pasado 3.500. Ha habido una respuesta más positiva, impulsada por la sociedad pidiendo que Europa cumpla con sus obligaciones legales.

¿Y España?

Ha tardado también. En septiembre aceptó la propuesta de la Comisión Europea de reubicar a unos 16.000 refugiados en los próximos dos años. Es urgente reforzar la capacidad de integración en Italia y Grecia, con centros de registro y acogida, mientras se les deriva a los distintos países. Pero esto no debe ser temporal, porque esta crisis viene para quedarse. Continuará llegando gente.

No solo vienen de Siria…

Sí. A las costas griegas e italianas llegan personas de Irak, Afganistán, Eritrea, República Centroafricana, Sudán del Sur, Somalia, etc. Turquía tiene ya dos millones de refugiados. Y su situación se deteriora porque las organizaciones humanitarias no recibimos medios suficientes.

¿Qué medios faltan?

ACNUR, que tiene la obligación de dar respuesta humanitaria y coordinarse con otras entidades, estaba hasta hace un mes al 37 % de la financiación para la crisis de Siria. A nivel global no llegará al 45 %. Dejamos a la gente en una situación dramática al recortar comida, atención médica, cobijo, atención psicológica, educación, etc. No pensábamos que en Europa tendríamos que trabajar como en los campos de refugiados de África, Oriente Medio, etc.

¿La sociedad va por delante de sus responsables institucionales?

Sí, marcando las políticas y dando lecciones de solidaridad. Y continúa en países como Grecia, donde llegan 6.000 personas cada día a las islas del Egeo. En España, la respuesta también es impresionante. Pero lo realmente necesario son vías legales, visados humanitarios y, para estudiantes, programas de reasentamiento y de reubicación familiar, etc. No deberíamos ver morir personas a las puertas de Europa ni de más sitios. Muchos han querido entrar legalmente, pero han acabado en manos de mafias, los principales beneficiarios de esta falta de respuesta común.

¿Cómo podemos ayudar?

Acoger ahora a un refugiado en casa no es la mejor idea, ya que acaban de vivir los horrores de una guerra. Les corresponde a los profesionales y hay que canalizarlo a través de las instituciones. También hace falta apoyo para quienes están aquí. No hay plazas de acogida suficientes, no se han incrementado los presupuestos para la atención de refugiados en los últimos tres años, con el doble de solicitudes. Hay gente en situación de marginación e indigencia. Para ayudar económicamente, nos pueden contactar en el 902 218 218 o en nuestra web (www.acnur.es), o colaborar con otras organizaciones humanitarias, cortar actitudes racistas o xenófobas, etc.

¿Qué les diría a quienes no son solidarios con esta crisis?

Hay mucha gente con perjuicios, que dificulta la integración. Los refugiados son gente muy capaz, con el valor de salir de sus casas, de una guerra, con lo puesto. Son como nosotros, se les ha privado de libertad y huyen de la violencia, no son los terroristas. Así que les diría que les traten como les gustaría que les trataran a ellos.