Eva Holgado. Presidenta de la Federación Española de Familias Numerosas.

"Hay que desdramatizar la maternidad: los hijos no son un horror"

1 enero de 2014
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¿Hijos sí o hijos no? ¿Cuál es su postura?

Depende. Lo importante es que cada uno pueda tener los hijos que quiera, y que el entorno social, económico y laboral apoye esta decisión. No animo a todo el mundo a tener hijos, eso sería una irresponsabilidad. Pero sí animo a la gente que tiene posibilidades y puede. El hecho es que hay que desdramatizar la maternidad: los hijos no son un horror ni suponen una carga, como mucha gente defiende. Yo prefiero hablar de que implican una responsabilidad. Los hijos son un regalo, una alegría; soy una convencida de eso. Pero también soy consciente de que hablo desde mi experiencia personal, y de que no todo el mundo piensa igual.

Uno de cada cinco hogares en España está formado por parejas sin hijos, según el INE. Y el número de parejas que renuncian a ser padres crece, una tendencia que se repite en muchos países europeos. ¿Por qué cree usted que cada vez más mujeres y hombres no desean tener hijos?

Hay varios aspectos. El primero es la incorporación de la mujer al trabajo. El hombre, en este sentido, necesita apoyar más la maternidad. Tiene que ceder parte de su rol en el trabajo para dedicarlo a un papel en el hogar; equilibrar los cuidados de los hijos. Otras parejas están motivadas por una cuestión educacional: es probable que procedan de hogares con solo uno o dos hijos. No tienen la experiencia previa de una familia múltiple, y piensan que no la necesitan. Por último, hay personas que analizan la posibilidad de tener descendencia. Ponen en valor su carrera profesional, su tiempo de ocio, su relación de pareja y consideran que la paternidad les va a dificultar todas estas otras parcelas de su vida.

Las personas que deciden no tener hijos de forma voluntaria, aunque física y económicamente sean capaces, ¿son egoístas?

No, eso sería juzgarlas. No puedo afirmar que sean egoístas, porque sería lo mismo que decir que yo soy súper generosa por tener cuatro hijas. Lo importante es que el entorno socioeconómico, laboral y educativo fomente la posibilidad de elegir libremente sobre la paternidad, que no ponga cortapisas a esta decisión.

“La maternidad es una forma de esclavitud”, defiende la filósofa y feminista francesa Elisabeth Badinter, en ‘La mujer y la madre’. ¿Está usted de acuerdo?

No, en absoluto.

Maticemos a Badinter… Ella defiende la tesis de que muchas mujeres, en torno a los 30 años de edad, están presionadas a abandonar temporalmente sus carreras profesionales por la maternidad. ¿Cree usted, al menos, que este escenario tiene algo de cierto o es una mala lectura de la maternidad?

Creo que es un poco extremista, aunque haya matices en este discurso que son algo ciertos. Yo soy trabajadora fuera de casa, llevo 22 años de ejercicio profesional, y he tenido cuatro hijas. Por supuesto que, en ocasiones, esto ha supuesto un sobreesfuerzo, pero no he renunciado a mi carrera y tampoco a mis hijos. No obstante, quizás sí he apartado, en parte, mi vida personal: he tenido menos tiempo para mí misma. Pero esa renuncia, para mí, no es un modo de esclavitud. La maternidad no es una esclavitud, aunque sí lo es la ausencia de apoyo de la sociedad a las familias.

En su opinión, ¿existe el instinto maternal o es una construcción social?

El instinto maternal existe, sin lugar a dudas. No solo eso, el instinto de tener hijos también lo tienen los padres, aunque para ellos haya sido más frecuente renunciar al ejercicio de esa paternidad, a causa del trabajo.

La tasa de natalidad retrocede en España desde el año 2009. Las mujeres y hombres que eligen no ser padres, denominados childfree (sin hijos por elección) en el mundo anglosajón, ¿tienen miedo a crecer?

Tras la renuncia a la paternidad hay cierto temor a perder el espacio personal. Pero, sobre todo, es una cuestión de prioridades. No obstante, las personas que eligen no dejar descendencia toman una decisión consciente. Y, como tal, es respetable.

Las personas que deciden no tener hijos, ¿se pierden lo mejor de la vida?

Indudablemente.

El hecho de que la renuncia a la paternidad crezca, ¿qué consecuencias tendrá a medio o largo plazo?

En mi opinión, el Estado tiene que procurar que quien quiera tener hijos los pueda tener. Las consecuencias de lo contrario serían graves, ya que ponen en riesgo el Estado del bienestar. La falta de hijos es un problema importante que hace falta abordar. Para ello, es urgente que tengamos un debate social, económico e intergeneracional amplio, donde quepamos todos.