Google Earth

Sobrevolar el mundo con la pantalla del monitor

La gran cantidad de información cartográfica disponible en Internet permite contemplar el planeta desde el ordenador a vista de pájaro
1 mayo de 2006
Img internet

Sobrevolar el mundo con la pantalla del monitor

El programa Google Earth se acerca como ningún otro al deseo infantil de recorrer el mundo volando en cualquier dirección. Al igual que con los mapamundis convencionales, con esta aplicación se puede jugar a dar vueltas al mapa de la Tierra y pararlo en un punto concreto. La gran diferencia es que tanto el detalle como el realismo de esta versión digital del planeta son infinitamente mayores que la de los globos terráqueos, que todavía hoy muchos niños conservan en sus escritorios.

Para ‘volar’ por encima del mundo basta con un ordenador relativamente reciente, una buena conexión a Internet y el programa Google Earth. Si lo que se desea es consultar mapas o fotos aéreas sin mayores complicaciones, se dispone de alternativas tan interesantes como el SIGPAC español, Yahoo! Maps o Google Maps.

Pero la espectacularidad de Google Earth no tiene parangón con otras aplicaciones similares. Desde su aparición, hace poco menos de un año, este programa casi se ha convertido en un fenómeno social. La aplicación se descarga gratuitamente para uso doméstico desde una web (earth.google.com) al ordenador y se debe utilizar conectados a Internet (las imágenes se descargan automáticamente a medida que se usa).

Mediante una composición de fotografías vía satélite que se superponen tanto en horizontal como en capas de resolución vertical, Google Earth recrea el planeta Tierra y lo ajusta para que quepa en la pantalla del ordenador. Lo que el usuario ve no difiere mucho de la visión que tienen los astronautas o los pilotos desde las cabinas de sus naves.

/imgs/20060501/img.nntt.01.jpgA golpe de ratón, se puede ‘sobrevolar’ el país, la ciudad y, en ocasiones, la casa propia sin levantarse de la silla. Mediante el ‘zoom’ es posible acercarse a la superficie terrestre con la misma sensación que se tiene cuando se viaja en un avión que se aproxima a tierra para aterrizar.

No obstante, en Google Earth no todas las zonas tienen la misma resolución. En otras palabras, no siempre es posible acercarse al objetivo hasta verlo con una precisión tal que lo haga reconocible. Las áreas más detalladas son Estados Unidos y Canadá. Las zonas con mayor resolución se reconocen con facilidad porque su color es de un pardo rojizo. Las capitales de provincia españolas están bastante detalladas y el usuario puede ‘descender’ hasta niveles que hacen reconocible el casco urbano.

Cómo moverse por Google Earth

Basta con escribir en la casilla el nombre de la ciudad y, seguido de una coma, el país para que el programa lleve ‘de paseo’ al usuario al destino deseado. Por ejemplo ‘Zaragoza, Spain’. Si se desea hacer el ‘vuelo’ de un modo más pausado y contemplar el paisaje, es posible modular la velocidad del ‘viaje’ simplemente impulsando la imagen con el ratón.

También se puede modificar la perspectiva con que se contemplan las fotografías. Están enfocadas por defecto en perpendicular respecto a la superficie terrestre, pero el programa cuenta con un modulador que gira el plano hasta 90º (hasta situar la imagen en paralelo con el suelo), algo útil en ciudades como Nueva York, en la que se ofrece una recreación informática de los edificios.

Divertido y útil

En su corta existencia, Google Earth ha despertado pasiones en la Red. Miles de internautas rastrean su superficie en busca de aviones, monumentos e incluso ovnis. También revistas como National Geographic introducen sus reportajes e infografías en el programa, de modo que a medida que se vuela sobre Google Earth se tiene la posibilidad de acceder a interesantes informaciones interactivas.

Pero el programa no sólo tiene el componente lúdico y cultural de poder viajar por todo el mundo sin salir de casa (es idóneo para enseñar geografía, porque se pueden delimitar las fronteras), sino que sirve para encontrar restaurantes, hoteles, hospitales o comisarías de policía, por ejemplo, ya que su emplazamiento se puede superponer a las imágenes. Volkswagen ha presentado un navegador GPS en el que en vez de mapas ofrece las imágenes de Google Earth.

Además, el sistema está abierto a que cualquiera “marque” sus sitios de interés. Una web vasca, Tagzania (http://www.tagzania.com) simplifica esta labor y permite ‘etiquetar’ lugares en estos mapas. ¿Su utilidad? Todas las que se le ocurran al usuario, desde marcar los socavones en las carreteras de Huesca (una iniciativa que trascendió a la prensa local) hasta indicar los emplazamientos de los primeros besos de los internautas.

Otros servicios con mapas

La web Google Maps (http://maps.google.com/) ofrece las mismas imágenes pero sin la espectacularidad de “volar” sobre ellas y con la ventaja de no descargar ningún programa. Si Google Earth sólo funciona con soltura en ordenadores con amplias prestaciones (como mínimo un procesador Pentium III a 500 Megaherzios, 128 bits de memoria RAM, una tarjeta gráfica con capacidad 3D desde 16 Megabytes y 200 Megabytes de memoria de disco duro), Google Maps funciona sin problemas en cualquier ordenador con menos de cuatro años.

También el buscador Yahoo! tiene su servicio cartográfico: Yahoo! Maps (http://maps.yahoo.com/) Se trata de una página centrada principalmente en Estados Unidos y Canadá, en especial en las grandes ciudades. Microsoft, por su parte, posee una página, llamada MSN Maps (http://mappoint.msn.com), que permite buscar en numerosas ciudades del mundo, incluidas las españolas, aunque los únicos mapas detallados que ofrecen información adicional son los de las grandes ciudades norteamericanas.

SIGPAG: España desde el cielo

Gracias al Reglamento 1593/2000 del Consejo de Europa (que obliga a todos los países miembros de la Unión Europea a tener cartografiadas sus parcelas agrícolas y ponerlas a disposición de los ciudadanos en Internet) cualquier usuario puede contemplar la totalidad del territorio español a vista de pájaro.

La página donde se alojan estos mapas y fotografías es la del Sistema de Información Geográfica y de la Política Agraria (SIGPAC) del Ministerio de Agricultura. Desde ella, se puede buscar cualquier punto del país (tenga o no interés agrícola) y localizarlo hasta llegar a la escala 1:10.000, con fotografías aéreas (esto es, desde aviones y no desde satélites) que permiten reconocer tanto las poblaciones como las parcelas cultivadas.

La navegación por la web es francamente mejorable, pero el nivel de detalle en las fotografías de todo el territorio supera a cualquier otro servicio de mapas de Internet. Es una pena que todas las imágenes cuenten con una muy visible marca de agua que impide su uso posterior.