Qué le pasa a mi coche...
El prestar atención a algunos ruidos y sensaciones extrañas de nuestro vehículo puede ahorrarnos tiempo y dinero. Una leve vibración en el volante puede indicarnos que una rueda está desequilibrada, un neumático poco inflado o un amortiguador defectuoso. Cuando detecte algún problema, no lo dude, acuda a un profesional de la reparación. Su seguridad y la de los demás están en juego.
Motor
- Si el color del humo que sale por el tubo de escape es negro, su coche consume más carburante de lo necesario y contamina en exceso.
- Si es de color blanco azulado, indica que su vehículo consume demasiado aceite.
- Si percibe un ruido similar al de una máquina de coser, es posible que el motor tenga más holgura de la normal entre uno o varios taqués -elementos mecánicos que transmiten la acción del árbol de levas a las válvulas de admisión y escape- y la válvula.
- Si el coche no arranca y nota una especie de carraspeo del motor cuando gira la llave, puede ser que las escobillas del motor de arranque estén pegadas.
Transmisión/Embrague
- Si cuando sale en primera se produce un cloc, cloc, de forma continua y prolongada, es posible que tenga un problema con la punta de la transmisión, también llamada junta homocinética.
- Revise el embrague si al pisar el pedal de embrague a fondo y seleccionar una velocidad se produce un ruido metálico (las velocidades rascan).
- Si con el pedal de embrague suelto, pisa el acelerador y el motor sube de revoluciones pero el coche no alcanza la velocidad correspondiente, es que el embrague patina o que el cable que transmite la acción del pedal está roto.
Neumáticos
- Si el volante gira con menos facilidad que de ordinario puede deberse a que las ruedas delanteras están poco infladas, a que el engrase de la dirección no es el idóneo o a que el coche va muy cargado.
- Si vibra sensiblemente en adoquinado puede haber exceso de presión en los neumáticos delanteros o una carga excesiva.
- En caso de que el volante sufra una leve vibración, como un golpeteo rápido, cuando esté rodando sobre un pavimento bien asfaltado, puede que una de las ruedas delanteras esté desequilibrada.
- Si el coche se desvía hacia un lado, una rueda delantera está floja, los neumáticos están gastados desigualmente o la rueda está frenada, la carga mal repartida o la mangueta falseada, en cuyo caso conviene comprobar la alineación del eje.
Frenos
- Si observa alteraciones de dureza cuando pisa el pedal es posible que exista aire en las tuberías, por lo que conviene purgar el circuito.
- Si su vehículo se desvía de su trayectoria cuando frena, o una rueda frena más que otra, las pastillas y zapatas están sucias o impregnadas de aceite.
- Si se produce un deslizamiento en lugar de fricción en el frenado, acompañado de una vibración que produce una especie de chillido, la superficie de la pastilla o del disco se ha cristalizado.
Dirección
- Si nota dureza puede ser por una baja presión de los neumáticos delanteros, una anchura mayor a la recomendada, el mecanismo de la dirección desgastado o amortiguadores en mal estado.
- Si su coche tiene dirección asistida y chirría es por falta de líquido.
- Si su vehículo tiende a ir hacia un lado puede ser por la distinta presión en los neumáticos delanteros.
Amortiguadores
- Revise el estado de los amortiguadores si:
- cuando frena observa que el morro del vehículo se inclina en exceso o cuando el vehículo absorbe con excesiva violencia las alteraciones del terreno.
- cuando en terreno irregular y de noche los faros vibran demasiado.
- con el viento lateral el vehículo va dando bandazos.
- los neumáticos se desgastan de forma irregular.
- Si el volante vibra cuando se frena en curvas, puede que el amortiguador delantero del lado exterior del viraje está defectuoso, o que la ballesta de ese lado se encuentre en mal estado.
- Si escucha ruidos bruscos, localizados en la parte delantera o trasera, puede deberse a roturas del amortiguador o elementos de sujeción cercanos o a silentblocks -piezas de goma interpuestas entre dos metálicas- en mal estado.