¿Por qué preocupan las abejas?
En 2006, en EE.UU. y en otros países se detectó un “colapso de las colonias”, colmenas que de pronto se quedaban sin abejas. La polinización de los cultivos agrícolas mueve mucho dinero en EE.UU., así que saltaron las alarmas y se iniciaron cientos de investigaciones en todo el mundo. Las de la miel (Apis mellífera) no son la única especie de abeja: hay más de 20.000 especies silvestres, más importantes incluso para los ecosistemas. Por ejemplo, los abejorros, que polinizan mejor que las de la miel. De ese total, han desaparecido muchas en todo el mundo y otras están en peligro crítico. En la Península Ibérica, ya no hay especies que había hace 30 años.
¿Por qué son tan importantes las abejas?
Según la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), las abejas polinizan dos tercios de nuestra comida. Si los seres humanos tuviéramos que hacer la labor de polinización de las abejas de la miel, nos costaría unos 30.000 millones de euros en todo el mundo. En 2012, la FAO cifró ese coste para todas las abejas en 265.000 millones de euros.
Se ha dicho que sin abejas la humanidad desaparecería. ¿Es cierto?
Se ha atribuido esa afirmación a Einstein, sin saber si realmente la dijo. No es comprobable, y seguramente no van a desaparecer todas, porque siempre habrá unas especies que sustituyan a otras. Ahora bien, se pierde biodiversidad y eso nunca es bueno. Hay especies de flora amenazada porque desaparecen las abejas que solo las polinizan a ellas. Si se toman las medidas necesarias, las abejas no tienen que desaparecer.
¿Por qué desaparecen?
Por multitud de factores: malnutrición por presencia de monocultivos e intensificación agrícola como el cereal, del que no pueden alimentarse; uso de pesticidas, en especial, los neonicotinoides; parásitos que se trasmiten rápidamente en las colmenas, como el ácaro Varroa o el hongo Nosema ceranae; pérdida de pastizales y praderas; construcciones humanas y homogeneización del paisaje.
¿Cómo afecta el “colapso de las colonias”?
Afecta más a unos países que a otros. El proyecto europeo STEP señala que Finlandia o Reino Unido solo tienen el 25% de las abejas de la miel que necesitarían para la polinización. En Francia o Alemania, oscila entre un 25% y un 50%. En España, aún se conserva un 70 %. En los casos más serios, para hacerle frente tendrán que usar abejas de otros sitios, además de medidas preventivas.
En España, ¿cuáles son los factores más amenazantes para las abejas?
El Centro Agrario de Marchamalo (Guadalajara) ha demostrado que, en las abejas de la miel, el más importante es el hongo Nosema ceranae. En abejorros, por su parte, son los pesticidas y la pérdida de pastizales.
La UE ha prohibido tres de los pesticidas neonicotinoides. ¿Hasta qué punto son nocivos?
Afectan a las respuestas neurológicas de cualquier insecto, no solo a las plagas de los cultivos. Los agricultores los han utilizado en los últimos años con gran intensidad porque no son tóxicos para el ser humano. Algunos estudios señalan que se han empleado dos tercios más de lo necesario. Además, penetran en toda la planta, se transmiten por el agua y el viento, y sus efectos duran semanas e incluso meses. El polen y el néctar contaminados que comen y recogen las abejas también provocan la muerte de sus compañeras que lo ingieren en el nido.
Desde el sector agrícola se han oído críticas a la UE.
La moratoria de la UE impide usar tres de nueve neonicotinoides durante tres años para estudiar su evolución (si bien se sabe que su efecto es real). Los agricultores tienen otros sistemas, como el control biológico con insectos parasitoides que acaban con las plagas. Además, no pueden abusar de los plaguicidas, en especial, cuando las flores no estén abiertas, y evitar las fumigaciones aéreas.
¿Qué medidas deberían tomarse para mejorar el estado de las abejas?
Disminuir los pesticidas, seguir investigando, restaurar pastizales, praderas y paisajes naturales, introducir en los cultivos zonas de vegetación natural con flora local o restaurar polinizadores de especies autóctonas si han desaparecido o disminuido.
¿Qué pueden hacer los ciudadanos?
Respetar a las abejas, valorar la importancia de los insectos en general. Nos han maleducado en el miedo a los insectos. Una abeja no tiene interés en picarnos. Si nos asustamos y le damos un manotazo puede que sí. Si estamos quietos nos ignoran.