Asunción Ruiz, directora de SEO/BirdLife

"No todo es reciclar, también es necesario reflexionar, reeducar y reivindicar"

1 octubre de 2016
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¿Por qué es importante el reciclaje?

Porque no queda otra, los recursos de la naturaleza son limitados. A las famosas tres erres (reducir, reutilizar y reciclar) añadiría otras tres más para el consumidor, anteriores incluso a las primeras: reflexionar o ser conscientes de que el concepto de consumismo no está en la naturaleza, reeducar en los valores para que cambiemos y reivindicar con el fin de que haya cambios.

Hay quien es contrario a reciclar por considerarlo un trabajo del que se aprovechan algunas empresas.

El reciclaje es uno de nuestros actos cotidianos con el que mejor podemos demostrar que estamos concienciados con la conservación del medio ambiente. Pero no todo es reciclar, también es necesario aplicar todas las erres que comentaba con anterioridad. Como ciudadanos tenemos que hacer un consumo consciente, para que se pueda aprovechar al máximo esa basura. Es normal que haya empresas que aprovechen esos residuos, lo criticable sería si se produjera un lucro excesivo.

Otra de las razones que esgrimen las personas que no reciclan es que se han visto camiones de la basura que mezclan los diferentes contenedores de reciclaje.

La cadena de reciclaje no es perfecta ni nos lo cuentan todo, pero no por ello hay que dejar de hacerlo. De ahí la erre de reivindicar cualquier irregularidad que veamos.

¿Cómo ayuda el reciclaje a cuidar la naturaleza?

El reciclaje es básico para la conservación de la naturaleza. La estrategia europea de la economía circular la señala como uno de sus siete objetivos fundamentales. La naturaleza es una perfecta maquina de reciclaje, somos nosotros los que tenemos que aprender y cambiar. Por ejemplo, muchos fármacos que desechamos acaban en el agua. No reciclar es poner en riesgo nuestra salud. Estamos obligados a hacerlo bien e informarnos ante cualquier duda.

¿En qué medida reciclamos los residuos que generamos?

Todavía se está muy lejos de reciclar el 100% de los residuos. Europa acaba de aprobar que para 2030 se reciclen al menos el 80% de los residuos de envases y el 70% de los residuos en general. Estamos lejos de cumplirlo. Otra medida ambiciosa es la prohibición de llevar los residuos a vertederos para 2025, por ser un foco de riesgo de contaminaciones graves (del agua o de incendios, por ejemplo).

¿Los consumidores sabemos reciclar o todavía nos equivocamos al depositar la basura?

Hemos avanzado mucho y ya no nos equivocamos tanto al utilizar los contenedores, pero vivimos en la sociedad del sofá: decimos que tenemos lejos el contenedor y nos da pereza. Tenemos que ser mucho más conscientes de contribuir al bien común. Puede haber pequeñas dudas, como los desechos de medicamentos, pero por ello hay que insistir en la educación y en la reeducación.

¿Somos conscientes de lo que sucede con la basura que generamos?

No quiero ser catastrofista, pero tenemos que frenar la destrucción que se está produciendo de la naturaleza. En la actualidad, se habla de la economía circular, que no es otra cosa que imitar a la naturaleza y que puede servirnos incluso para nuestra supervivencia. Con este sistema, la basura pasa a ser un recurso y se le da un valor económico. Por su parte, en la naturaleza, cualquier desecho generado pasa a formar parte de los organismos vivos de hoy o de mañana. Parte de los átomos de nuestro cuerpo han pasado antes por trilobites, dinosaurios, etc. Las aves son un ejemplo de reciclarlo todo.

¿En qué sentido?

Hay muchos ejemplos. Algunas especies aprovechan las plumas y pelos caídos de los azores (un tipo de ave rapaz forestal) para hacer sus nidos. El alcotán (que pasa la mayor parte de su tiempo en África) espera a que las cornejas abandonen sus nidos para reutilizarlos. Las aves incluso aprovechan los residuos que desperdiciamos nosotros, como las gaviotas en los vertederos o los gorriones (ave del año 2016) que recolectan las colillas para usarlas en sus nidos. Además, cuando un cadáver se queda en el campo, las diferentes especies carroñeras lo aprovechan todo en un ejemplo de reciclaje y economía colaborativa. La innovación debería basarse más en la imitación de la naturaleza. No se desaprovecha nada. Deberíamos ser mucho más carroñeros y menos pajarracos.

¿Hay algún uso llamativo de residuos que se conviertan luego en productos?

Hay algunas empresas, como Ecoalf, aprovechan los residuos para fabricar sandalias, mochilas y ropa de gran calidad. Tienen un proyecto muy potente que consiste en aprovechar los residuos plásticos del mar, como las redes de los barcos, para hacer productos textiles. Empeñarse en que no haya residuos es un fantástico banco de empleo verde, hay que trabajar en ecodiseño y en convertir los residuos en productos de calidad.