Deberes, ¿sí o no?
Tal como están concebidos y con el formato actual, no.
¿Los deberes pueden provocar estrés en los niños?
Sí, por la presión que suponen las consecuencias de no hacerlos. Esto afecta a la evaluación y a la nota final y se une a la gran carga de trabajo de los estudiantes y a la prioridad en su realización respecto a otras actividades propias del ocio y tiempo libre, e igualmente necesarias para el desarrollo integral.
¿Los deberes pueden generar desigualdad social?
Por supuesto. La disponibilidad de horarios de las familias, su formación, su capacidad de transmitir conocimientos, etc. varía mucho y condiciona el proceso de aprendizaje de los hijos. Además, al incidir en las notas, influye en la superación de cursos. Esto hace que las familias busquen clases particulares o academias, quedando así supeditada la progresión académica a la capacidad económica de las familias.
¿Habría que extender los servicios de refuerzo educativo a todos los centros?
El refuerzo no es la solución a los deberes ni está relacionado con su carga. En cualquier caso, sí sería recomendable extenderlo a todos los centros. En algunos centros, las consejerías de Educación posibilitan el refuerzo gratuito, pero no lo solicitan y, al mismo tiempo, recomiendan a las familias que acudan a academias.
En general, ¿son las familias favorables a los deberes?
Las familias se guían por las recomendaciones del profesorado. Hay profesorado que no manda deberes y profesorado que sí; y familias que están a favor de los deberes y otras que no.
¿Un exceso de deberes puede afectar a la relación entre padres e hijos?
Afecta porque se antepone hacer los deberes a cualquier otro tipo de actividad familiar, lúdica, etc. Es una recomendación del profesorado, no una elección de las familias. Además, influye negativamente en la relación afectiva de padres e hijos, ya que los padres suelen ejercer una labor de seguimiento, vigilancia o persecución a los hijos que tensa esta relación.
Los deberes en Primaria están prohibidos. ¿Lo saben los padres?
El hecho de que no hacer los deberes suponga una merma en la calificación provoca que las familias asuman esta norma. En cuanto al profesorado, muchos incorporan esta práctica a su libertad de cátedra y a los criterios de evaluación de sus programaciones didácticas, por lo que se convierte en una pauta asumida por toda la comunidad educativa. Algunos factores que pueden influir en esta decisión del profesorado son la presión por impartir todo el currículo, el aumento de las ratios o la realización de pruebas externas.
¿Qué función han de cumplir los deberes en Secundaria y en el Bachillerato?
La única función de realizar tareas fuera del horario lectivo ha de ser la de aplicar a la vida diaria los conocimientos adquiridos en el aula. Llevar a cabo estas tareas curriculares tanto en Primaria como en Secundaria ha de ser una actividad voluntaria y destinada a reforzar alguna materia o contenido puntual.
¿Qué papel juegan los profesores?
A menudo, el problema es que no se explica el contenido de forma que todo el alumnado lo entienda y se da por hecho que esa comprensión se complementará fuera de clase. De ahí esa necesidad asumida de mandar y realizar deberes. Es necesaria una metodología que se adapte a las necesidades de todo el alumnado. Por otro lado, la jornada escolar también incide en la carga de deberes. Los centros con jornada continua tienen una mayor carga porque se comprime la duración de las clases, no hay tanto descanso entre ellas, se fuerza el ritmo de aprendizaje dificultando la comprensión y, además, tanto en el profesorado como en las familias, está implícita la idea de tener toda la tarde libre para hacer deberes.
¿Las actividades extraescolares son otra forma de deberes?
Sí, cuando pretenden ser un refuerzo de una actividad curricular, como las extraescolares en otro idioma, salvo las que realizan alguna actividad lúdica. No lo serían aquellas actividades extraescolares lúdico-deportivas que responden a las preferencias y motivaciones de los niños.