Deberes, ¿sí o no?
Los deberes son fundamentales en su justa medida. Habría que adaptarlos a la situación particular y necesidades de aprendizaje de cada alumno, pero esto requeriría unos recursos humanos y materiales de los que, lamentablemente, la mayoría de los centros escolares carecen actualmente.
¿Cuál ha de ser la función de los deberes?
Con los deberes, se consolidan los aprendizajes. Además, permiten profundizar en los aspectos que más interesan a cada alumno, lo que resulta un elemento motivador fundamental en el éxito académico. También fomentan la disciplina, la organización y la responsabilidad aunque, en algunos casos, pueden provocar problemas de estrés o baja autoestima cuando se tienen dificultades para realizar las tareas.
¿Recomendaría los deberes desde la primera semana de clase?
Depende de la etapa educativa, pero considero que la primera semana de clase debe ser introductoria, por lo que no son necesarios. Los primeros días constituyen un proceso de adaptación y las tareas que se soliciten al alumnado no deben ser excesivas.
En Finlandia, el modelo educativo que se destaca como referencia, los deberes ocupan a los alumnos de 15 a 30 minutos diarios. En España, un escolar dedica de media dos horas diarias, ¿le parece excesivo?
De nuevo, depende de la etapa educativa, pero en los primeros años sí me parece excesivo. No obstante, también creo excesivo el tiempo que muchos niños dedican a actividades extraescolares. Los niños necesitan tener tiempo para, simplemente, leer con tranquilidad en su casa y jugar con sus hermanos o amigos, entre otros.
¿Cuál es el mejor momento para hacer los deberes?
Los deberes deben realizarse a diario. El fin de semana puede dedicarse a reforzar algún tema pero, sobre todo, a disfrutar de la familia y de los amigos; aunque esto varía en función de la edad de los alumnos. Los estudiantes de Secundaria (ESO) y de Bachillerato sí tienen que dedicar algunas horas del fin de semana a estudiar.
¿Los padres deben ayudar a los hijos a hacer los deberes?
En los últimos años, la tendencia a ayudar a los hijos con los deberes ha aumentado de manera considerable, lo que no se explica teniendo en cuenta que entre los principales objetivos de los padres destaca el de ayudar a que los hijos sean progresivamente más independientes. Los padres pueden ayudar en tareas muy concretas; por ejemplo, si el niño antes de un examen necesita “cantar” determinadas lecciones o temas. Pero los niños deben aprender a resolver sus dudas y superar los obstáculos por sí mismos o con ayuda de sus compañeros. Esto forma parte de todo proceso de madurez.
¿La diversidad lingüística en la educación añade dificultades a la hora de hacer los deberes?
Evidentemente puede añadir dificultades, pero también es una riqueza. Los maestros deben saber utilizar la diversidad en las aulas para motivar y enriquecer los aprendizajes de sus alumnos. Ahora bien, al llegar a casa, estos niños que no cuentan con la ayuda de sus padres realizan un esfuerzo que puede derivar en aspectos positivos, ya que desarrollan una serie de competencias fundamentales para su desarrollo integral, no solo académico. En los últimos años, se han realizado estudios que muestran el éxito escolar de los alumnos que se encuentran en estas circunstancias.
¿Internet es una herramienta de ayuda para hacer los deberes?
Hoy en día, el acceso a la Red es una necesidad para todos, pero su uso debe estar controlado en los menores. A través de Internet, no solo se accede a información y conocimientos actualizados, sino que también se ofrece el acceso a múltiples materiales y herramientas motivadoras y con grandes potencialidades de aprendizaje. Hoy en día, el acceso a la Red es prácticamente universal en España, ya que, si no es posible en el propio domicilio, muchos centros públicos ofrecen un acceso gratuito.