Encuestadas 1.050 personas de 9 comunidades autónomas sobre sus hábitos de consumo de medicamentos y su uso racional

Medicamentos: los consumidores los guardan, los reutilizan y los aconsejan

  • Al 77% de los entrevistados les sobra parte del medicamento una vez terminan el tratamiento prescrito por el médico y uno de cada dos los conserva en casa
  • El 72% ha tomado alguna vez medicinas por iniciativa propia y sin acudir al médico
  • En alguna ocasión, el 19% ha aconsejado a familiares o amigos medicinas que necesitaban receta médica
1 febrero de 2014
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Medicamentos: los consumidores los guardan, los reutilizan y los aconsejan

Medicarse está a la orden del día. Tratamos cada dolor o molestia con una pastilla o jarabe, tanto por iniciativa propia como por la del experto sanitario o farmacéutico. Así lo cree la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien asegura que más del 50% de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada y que la mitad de los pacientes no los toman correctamente. Es la época del a pill for every ill, es decir, aquella en la que se cree que casi todo puede tratarse con medicamentos.

Si bien es cierto que cuando una medicina se usa de forma correcta y racional, puede hacer mucho bien a la salud; también lo es que podemos hacernos daño si ese uso es excesivo o se ha realizado cuando no se debía. Y ¿en qué consiste el uso racional de los medicamentos? Según la OMS, en que los pacientes reciban la medicación adecuada a sus necesidades clínicas, en las dosis correspondientes a sus requisitos individuales, durante un periodo de tiempo adecuado y al menor costo posible para ellos y para la comunidad.

Ante este panorama, EROSKI CONSUMER ha querido conocer los hábitos de consumo de medicamentos de los consumidores y si es un uso racional. Por eso, durante el mes de julio, se realizó una encuesta telefónica a 1.050 personas originarias de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco.

Percepción y realidad

En líneas generales, los consumidores consultados no perciben que realicen un mal uso de los medicamentos. En el último año, solo un 14% reconoció haber abandonado un tratamiento prescrito por el médico antes de tiempo, generalmente porque se sentía bien. Sin embargo, apenas el 54% confirma leer siempre el prospecto antes de tomar una medicina.

Al 77% de los encuestados habitualmente les sobra parte del medicamento una vez terminado el tratamiento y la mayoría de ellos (el 63%) confiesa que los guarda en casa. De hecho, en el momento de la encuesta, el 70% tenía en casa medicamentos sobrantes de otros tratamientos con prescripción médica. Principalmente, analgésicos, antiinflamatorios, anticatarrales o antigripales y antibióticos.

También el 72% de los encuestados reconoce haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico. Lo justifican porque consideran que son problemas de salud menores y acuden a la farmacia para que les aconsejen. Además, el 19% reconoce haber recomendado a familiares o amigos un determinado medicamento que necesitase prescripción médica. Una costumbre muy peligrosa.

¿Quiénes eran?

Del total de entrevistados, el 51% eran mujeres. Todos se encontraban entre los 18 y los 65 años, aunque el grupo de personas más numeroso eran aquellos de entre 25 y 44 años (suponían el 49% del total de entrevistados). La media de edad se hallaba en los 46 años. El 34% tenía formación universitaria o posgrados y el 18%, formación profesional. Otro 19% había terminado la educación secundaria posobligatoria voluntaria y el 27%, la obligatoria. Solo un 2% no tenía estudios.

En cuanto a su salud, uno de cada tres entrevistados tenía una enfermedad crónica (en mayor proporción las mujeres y las personas de entre 45 y 65 años) que les obligaba a tomar pastillas o a seguir algún tipo de tratamiento. Se trataba en su mayoría de enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes y trastornos relacionados con la glándula tiroides.

Errores frecuentes

Antes de tiempo

Según la OMS, la mitad de los pacientes no toman los medicamentos correctamente. Por eso, la institución advierte de que usarlos de manera indebida puede tener efectos nocivos para el paciente, además de constituir un desperdicio de recursos.

Sin embargo, la población entrevistada considera que su utilización y su consumo de medicamentos es la correcta. De hecho, durante la encuesta, el 90% de los consumidores consultados aseguran que cuando el médico les prescribe un medicamento, siempre toman exactamente las dosis que les recomienda y durante el tiempo que él ha establecido. Solo un 6% admite que solo lo hace a veces y otro 4% nunca (en este punto destacan los jóvenes de entre 18 y 24 años). El centenar de personas que lo confesaron esgrimieron un único motivo principal: “Siempre lo dejo cuando me encuentro bien”.

En este sentido, se preguntó concretamente si en el último año habían abandonado alguna vez un tratamiento estipulado por el médico antes de lo indicado y sin consultarle. Aumenta la proporción. El 14% de los entrevistados confiesa que sí, una actitud más propia entre los hombres y los jóvenes de entre 18 y 24 años (nada menos que el 29%). De nuevo, su argumento principal es que se sentían bien.

Prospecto: lectura obligada

Antes de tomar un medicamento, es aconsejable leer el prospecto, puesto que un consumidor desinformado influye negativamente en el uso de los medicamentos.

En la encuesta, solo el 54% de los entrevistados aseguraron leerlo siempre. En mayor medida eran las mujeres, las personas de entre 25 y 44 años y aquellas con formación profesional.

Otro 22% confesaba que solo lo hacía en ocasiones y un 24% nunca. Estos últimos eran en mayor proporción hombres, de entre 45 y 65 años y sin estudios o con educación obligatoria.

Entre las 800 personas que dijeron leer (siempre o a veces) el prospecto de los medicamentos antes de tomarlos, el 81% se fijaba habitualmente en los efectos secundarios y el 78% en la dosis recomendada (la posología). El nombre comercial y la preparación eran los dos datos a los que nunca prestaban atención, a pesar de que la recomendación es leerlo todo.

Cuidado con las sobras

Siempre sobran

El Sistema Nacional de Salud (SNS) define una buena prescripción como aquella que se consigue cuando el profesional receta la dosis adecuada durante el periodo de tiempo apropiado (entre otros criterios, como el de estar bien informado para realizar una buena selección del medicamento). También la OMS se refiere a este aspecto cuando dice que los pacientes deben recibir las dosis correspondientes a sus requisitos individuales para hablar de un uso racional del medicamento.

Sin embargo, en la encuesta, se comprobó que al 77% de los encuestados les sobra parte del medicamento una vez han terminado el tratamiento. Así lo aseguran especialmente los menores de entre 18 y 24 años entrevistados, los consumidores catalanes consultados, aquellos con formación profesional y quienes no tienen enfermedades crónicas.

Y ¿qué hacen con los restos de esos medicamentos? El 63% confiesa que los guarda en casa. En mayor proporción los jóvenes de hasta 24 años, los encuestados en el País Vasco y aquellos con estudio universitarios o posgrados.

Otro 55% los lleva a un punto de recogida para su reciclaje. Una costumbre más habitual entre los encuestados de 45 a 65 años, los catalanes y las personas sin estudios o con educación obligatoria. Por su parte, alguno de los encuestados confesó incluso que se los había entregado a otra persona.

En casa

En el momento de la entrevista, un 70% de los consumidores consultados tenían medicamentos que les habían sobrado de otros tratamientos con prescripción médica. De esas 568 personas, el 85% tenía analgésicos y antiinflamatorios, el 45% anticatarrales y antigripales, y el 35% antibióticos.

Habitualmente, los guardan en la cocina o en el baño. Es más, el 75% revisa la fecha de caducidad de este tipo de medicamentos con frecuencias menores a un mes. Y un 13% no lo hace nunca.

¿Vamos al médico?

Por iniciativa propia

Aunque cada persona acude al médico una media de entre 5 y 7 veces al año, la automedica ción es un hábito frecuente en nuestra sociedad (incluso aunque después se vaya al médico). El SNS la define como el consumo de medicamentos, hierbas y remedios caseros por propia iniciativa o por consejo de otra persona, sin consultar al médico.

En la encuesta, se comprobó que un 72% de los encuestados han tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico. Esta actitud es más frecuente entre los menores de 44 años, quienes en general disponen de un menor tiempo por sus actividades laborales o de estudio. También entre los catalanes y los navarros y aquellos con un título universitario o de posgrado.

Para hacerlo, esgrimen dos motivos principales: en primer lugar, porque consideran que en la mayoría de las ocasiones son problemas menores y acuden a la farmacia para que les aconsejen. En segundo lugar, porque son problemas de salud repetidos.

En este sentido, la OMS advierte que una de las situaciones que puede calificarse como uso incorrecto de los medicamentos es cuando se realiza un uso empírico del mismo basado en situaciones anteriores. Cuando un médico recomienda un tratamiento, el SNS resalta la necesidad de advertir al paciente sobre su no reutilización y almacenamiento salvo autorización expresa (entre otras advertencias). Y es que uno de los mecanismos más habituales de la automedicación consiste en la nueva toma de medicamentos prescritos anteriormente por un médico.

La última vez

De las 760 personas consultadas que admitieron tomar medicamentos por iniciativa propia y sin consultar al médico, el 13% asegura que es una costumbre habitual. El 40% lo hizo hace menos de un mes y por lo general, ingirieron un solo tipo de medicina.

Sufrían principalmente tres dolencias: dolores de cabeza, migrañas o cefaleas; síntomas catarrales y gripales; y dolores osteomusculares. Y en su mayoría, usaban analgésicos y antiinflamatorios para tratar de curarlas; también anticatarrales y antigripales para las dos primeras.

Por último, el 86% reconoció que había aprovechado medicamentos que guardaba en casa y solo el 12% había acudido a la farmacia a por ellos. A otro 3% se lo recomendó un familiar, amigo o conocido. El 93% dijo que finalmente había resuelto el problema de salud sin tener que acudir al médico.

Los antibióticos son el tercer tipo de medicamento que más utilizaron los entrevistados para tratar sus problemas de salud sin acudir al médico. Principalmente para infecciones, molestias estomacales, problemas en la piel y dolor de muelas. En 2009, la UE realizó una campaña contra la automedicación y la dispensación en farmacias de medicamentos sin receta (este último, según la organización de consumidores Facua, un problema común en España). Y es que los expertos aseguran que nuestro país es uno de los territorios europeos con mayores tasas de resistencias a antibióticos, así como con mayores índices de consumo de este tipo de fármacos.

Sin el consejo del médico

En la encuesta, se comprobó que un 13% de los encuestados siempre trata de solucionar sus problemas de salud sin acudir al médico y el 59%, a veces. Esta actitud la realizan en mayor proporción los hombres, los menores de 44 años y quienes viven en Cataluña.

Lo hacen porque consideran que su problema de salud es leve, confían en los medicamentos y tratamientos que ya conocen, y también porque tienen dificultades para acceder a la consulta. El 28% asegura que nunca lleva a cabo este hábito.

A pesar de los riesgos que conlleva automedicarse, el 99% de los encuestados dice que nunca ha tenido problemas de salud por hacerlo. Solo el 12% los ha tomado alguna vez caducados por error y el 85% no teme a los efectos secundarios que puedan empeorar su salud. Sin embargo, no son conscientes de que existen problemas asociados al mal uso de los medicamentos, como la resistencia a los antimicrobianos (medicamentos utilizados para tratar las infecciones causadas por bacterias, hongos, parásitos y virus), el desperdicio de recursos, la pérdida de confianza del paciente y las reacciones adversas con otras sustancias y dependencias.

Además, el 19% reconoce haber aconsejado a familiares o amigos un determinado medicamento que necesitase prescripción médica. Ya en 2006, el Ministerio de Sanidad lanzó una campaña en la que instaba a la población a no recomendar antibióticos y otros medicamentos que necesitasen prescripción médica por suponer un riesgo para la salud.

Poner remedio

Los medicamentos pueden salvarnos la vida, pero siempre si se hace un uso racional y correcto. Estos son algunos consejos de la Consejería de Salud del Gobierno de Islas Baleares durante el tratamiento y sobre la automedicación:

Durante el tratamiento…

Consejos:

  • Tomar la medicación recetada por el médico y seguir sus recomendaciones sobre cómo y cuándo hay que tomarla.
  • Conocer la enfermedad y la medicación que se toma.
  • Para evitar olvidos: hacer una lista de los medicamentos que hay que tomar y cuándo, y asociar las tomas a una actividad diaria (comidas, ir a dormir, etc.)
  • Seguir los consejos sobre la alimentación y la actividad física.
  • Ante posibles dudas, solicitar información a un profesional sanitario.

Recomendaciones:

  • No abandonar su tratamiento antes de lo indicado.
  • En el caso de olvidar una dosis, no se debe tomar el doble la siguiente vez.
  • Al viajar, llevar la medicación para todos los días del viaje junto a un informe de la enfermedad y el tratamiento.

La automedicación

Los medicamentos pueden causar efectos no deseables en la salud y pueden ser incompatibles con otros medicamentos que ya se estén tomando. Antes de tomar un medicamento por iniciativa propia, se debe consultar al médico o al farmacéutico.

Uso racional de los antiobióticos:

  • Solo son útiles si se usan bien.
  • Siempre bajo prescripción médica.
  • En la dosis correcta y durante el tiempo prescrito.
  • Nunca ante un resfriado o una gripe. Los antibióticos no los curan.

Uso racional de los analgésicos o calmantes:

  • Para el tratamiento del dolor, fiebre o síntomas del resfriado puede usar los que ya ha tomado con anterioridad. Si no se mejora a los pocos días, debe consultarse con el médico o el farmacéutico.
  • Si se necesitan de forma habitual, consulte con su médico o el farmacéutico.

Hablar con el médico o farmacéutico si…

  • Se tienen dificultades en la toma o administración de los medicamentos.
  • Hay sospechas de que el medicamento no mejora el problema de salud.
  • Se percibe que el medicamento está produciendo molestias o efectos adversos.

No somos médicos:

  • No aconsejar medicamentos a familia, amigos ni conocidos.
  • No dejarse aconsejar por nadie que no sea personal sanitario.

Las Comunidades una a una

Medicarse está a la orden del día. Tratamos cada dolor o molestia con una pastilla o jarabe, tanto por iniciativa propia como por la del experto sanitario o farmacéutico. Así lo cree la Organización Mundial de la Salud (OMS) quien asegura que más del 50% de los medicamentos se prescriben, dispensan o venden de forma inapropiada y que la mitad de los pacientes no los toman correctamente. Es la época del a pill for every ill, es decir, aquella en la que se cree que casi todo puede tratarse con medicamentos.

Si bien es cierto que cuando una medicina se usa de forma correcta y racional, puede hacer mucho bien a la salud; también lo es que podemos hacernos daño si ese uso es excesivo o se ha realizado cuando no se debía. Y ¿en qué consiste el uso racional de los medicamentos? Según la OMS, en que los pacientes reciban la medicación adecuada a sus necesidades clínicas, en las dosis correspondientes a sus requisitos individuales, durante un periodo de tiempo adecuado y al menor costo posible para ellos y para la comunidad.

Ante este panorama, EROSKI CONSUMER ha querido conocer los hábitos de consumo de medicamentos de los consumidores y si es un uso racional. Por eso, durante el mes de julio, se realizó una encuesta telefónica a 1.050 personas originarias de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco.

Andalucía

Los consumidores andaluces encuestados guardan y reutilizan los medicamentos

A un 68% de los andaluces entrevistados, habitualmente, les sobran fármacos una vez terminados tratamientos prescritos por el médico y el 71% de ellos los guarda en casa.
El 71% reconoce haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico. De ellos, el 84% dijo que la última vez que lo hizo aprovechó medicinas que guardaba

En Andalucía, se entrevistó a un total de 117 personas. El 56% eran mujeres y todos se encontraban entre los 18 y los 65 años. Sin embargo, el grupo de personas más numeroso era el de 25 a 44 años (suponían el 49% del total de entrevistados andaluces). La media de edad se hallaba en los 46 años. En cuanto a su nivel educativo, el 34% tenía formación universitaria o posgrados y el 11%, profesional. Otro 15% había terminado la educación secundaria posobligatoria voluntaria y el 38%, la obligatoria. Solo un 2% no tenía estudios.

Por último, en materia de salud, dos de cada cinco entrevistados andaluces tenían una enfermedad crónica que les obligaba a tomar pastillas o a seguir algún tipo de tratamiento. Se trataba en su mayoría de diabetes, hipertensión, trastornos relacionados con la glándula tiroides y enfermedades cardiovasculares.

Percepción y realidad

Según la OMS, la mitad de los pacientes no toman los medicamentos correctamente. Por eso, la institución advierte de que usarlos de manera indebida puede tener efectos nocivos para el paciente, además de constituir un desperdicio de recursos.

En líneas generales, los consumidores consultados en Andalucía no perciben que realicen un mal uso de los medicamentos. En el último año, solo un 23% reconoció haber abandonado un tratamiento prescrito por el médico antes de tiempo, generalmente porque se sentía bien. Con todo, es la proporción más alta del estudio (la media es de un 14%).

Sin embargo, apenas el 50% lee siempre el prospecto antes de tomar una medicina, otro 20% solo lo hace en ocasiones y un 30% nunca. Entre los andaluces consultados que dijeron fijarse en el prospecto de los medicamentos antes de tomarlos, centraban su atención exclusivamente en los efectos secundarios y en la dosis recomendada.

Se guardan y se vuelven a consumir

Al 68% de los encuestados en Andalucía habitualmente les sobra parte del medicamento una vez terminan tratamientos prescritos por el médico y la mayoría de ellos (el 71% frente al 63% de la media nacional) confiesa que los guarda en casa. De hecho, en el momento de la encuesta, el 63% tenía en casa medicamentos sobrantes de otros tratamientos con prescripción médica (poco menos que la media nacional, el 70%). Eran principalmente analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos y anticatarrales o antigripales.

Aunque cada persona acude al médico una media de entre 5 y 7 veces al año, la automedicación es un hábito frecuente en nuestra sociedad (incluso aunque después se vaya al médico).

En la encuesta, el 71% de los encuestados andaluces reconoce haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico (similar a la proporción nacional, de un 72%). Lo justifican porque consideran que son problemas de salud menores y acuden a la farmacia para que les aconsejen. También porque son problemas de salud repetidos. Además, el 84% de ellos confirma que la última vez que tomó fármacos aprovechó los que guardaba en casa.

Por último, el 28% de los andaluces entrevistados admite haber recomendado a familiares o amigos un determinado medicamento que necesitase prescripción médica (la proporción más alta del estudio y superior al 19% de la media nacional). En este sentido, ya en 2006, el Ministerio de Sanidad lanzaba una campaña en la que instaba a la población a no recomendar antibióticos y otros medicamentos que necesitasen prescripción médica por suponer un riesgo para la salud.


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Baleares

Los consumidores baleares encuestados guardan y reutilizan los medicamentos

? A un 78% de los baleares entrevistados, habitualmente, les sobran fármacos una vez terminados tratamientos prescritos por el médico y el 72% de ellos los guarda en casa
El 66% reconoce haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico. De ellos, el 83% dijo que la última vez que lo hizo aprovechó medicinas que guardaba

En las Islas Baleares, se entrevistó a un total de 117 personas. El 51% eran hombres y todos se encontraban entre los 18 y los 65 años. Sin embargo, el grupo de personas más numeroso era el de 25 a 44 años (suponían el 52% del total de entrevistados baleares). La media de edad se hallaba en los 45 años. En cuanto a su nivel educativo, el 34% tenía formación universitaria o posgrados y el 15%, profesional. Otro 27% había terminado la educación secundaria posobligatoria voluntaria y el 23%, la obligatoria. El 1% no tenía estudios.

Por último, en materia de salud, tres de cada diez entrevistados baleares tenía una enfermedad crónica que les obligaba a tomar pastillas o a seguir algún tipo de tratamiento. Se trataba en su mayoría de hipertensión, cáncer, hipercolesterolemia y enfermedades musculares, articulaciones y huesos.

Percepción y realidad

Según la OMS, la mitad de los pacientes no toman los medicamentos correctamente. Por eso, la institución advierte de que usarlos de manera indebida puede tener efectos nocivos para el paciente, además de constituir un desperdicio de recursos.

En líneas generales, los consumidores consultados en las Islas Baleares no perciben que realicen un mal uso de los medicamentos. En el último año, solo un 8% reconoció haber abandonado un tratamiento prescrito por el médico antes de tiempo, generalmente porque se sentía bien (la proporción más baja del estudio, la media era de un 14%).

Sin embargo, apenas el 63% lee siempre el prospecto antes de tomar una medicina, otro 11% solo lo hace en ocasiones y un 26% nunca. Entre los baleares consultados que dijeron fijarse en el prospecto de los medicamentos antes de tomarlos, centraban su atención exclusivamente en los efectos secundarios y en la dosis recomendada.

Se guardan y se vuelven a consumir

Al 78% de los encuestados en las Islas Baleares habitualmente les sobra parte del medicamento una vez terminan tratamientos prescritos por el médico y la mayoría de ellos (el 72% frente al 63% de la media nacional) confiesa que los guarda en casa. De hecho, en el momento de la encuesta, el 75% tenía en casa medicamentos sobrantes de otros tratamientos con prescripción médica (más que la media nacional, el 70%). Eran principalmente analgésicos, antiinflamatorios, antibióticos y anticatarrales o antigripales.

Aunque cada persona acude al médico una media de entre 5 y 7 veces al año, la automedicación es un hábito frecuente en nuestra sociedad (incluso aunque después se vaya al médico).

En la encuesta, el 66% de los encuestados baleares reconoce haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico (en menor proporción que la media nacional, de un 72%). Lo justifican porque consideran que son problemas de salud menores y acuden a la farmacia para que les aconsejen. También porque son problemas de salud repetidos. Además, el 83% de ellos confirma que la última vez que tomó fármacos aprovechó los que guardaba en casa.

Por último, el 21% de los baleares entrevistados admite haber recomendado a familiares o amigos un determinado medicamento que necesitase prescripción médica (una proporción superior al 19% de la media nacional). En este sentido, ya en 2006, el Ministerio de Sanidad lanzaba una campaña en la que instaba a la población a no recomendar antibióticos y otros medicamentos que necesitasen prescripción médica por suponer un riesgo para la salud.


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Castilla La-Mancha

Los consumidores manchegos encuestados guardan y reutilizan los medicamentos

A un 73% de los manchegos entrevistados, habitualmente, les sobran fármacos una vez terminados tratamientos prescritos por el médico y el 58% de ellos los guarda en casa
El 63% reconoce haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico. De ellos, el 87% dijo que la última vez que lo hizo aprovechó medicinas que guardaba

En Castilla-La Mancha, se entrevistó a un total de 115 personas. El 52% eran hombres y todos se encontraban entre los 18 y los 65 años. Sin embargo, el grupo de personas más numeroso era el de 25 a 44 años (suponían el 49% del total de entrevistados manchegos). La media de edad se hallaba en los 46 años. En cuanto a su nivel educativo, el 43% tenía formación universitaria o posgrados y el 14%, profesional. Otro 24% había terminado la educación secundaria posobligatoria voluntaria y el 16%, la obligatoria. Solo el 3% no tenía estudios.

Por último, en materia de salud, el 45% de los entrevistados manchegos tenía una enfermedad crónica que les obligaba a tomar pastillas o a seguir algún tipo de tratamiento. Se trataba en su mayoría de hipertensión y enfermedades del aparato digestivo y cardiovasculares.

Percepción y realidad

Según la OMS, la mitad de los pacientes no toman los medicamentos correctamente. Por eso, la institución advierte de que usarlos de manera indebida puede tener efectos nocivos para el paciente, además de constituir un desperdicio de recursos.

En líneas generales, los consumidores consultados en Castilla-La Mancha no perciben que realicen un mal uso de los medicamentos. En el último año, solo un 9% reconoció haber abandonado un tratamiento prescrito por el médico antes de tiempo, generalmente porque se sentía bien.

Sin embargo, apenas el 58% lee siempre el prospecto antes de tomar una medicina, otro 23% solo lo hacía en ocasiones y un 19% nunca. Entre los manchegos consultados que dijeron fijarse en el prospecto de los medicamentos antes de tomarlos, centraban su atención exclusivamente en los efectos secundarios y en la dosis recomendada.

Se guardan y se vuelven a consumir

Al 73% de los encuestados en Castilla-La Mancha habitualmente les sobra parte del medicamento una vez terminan tratamientos prescritos por el médico y la mayoría de ellos (el 58%) confiesa que los guarda en casa. De hecho, en el momento de la encuesta, el 61% tenía en casa medicamentos sobrantes de otros tratamientos con prescripción médica (menos que la media nacional, el 70%). Eran principalmente analgésicos, antiinflamatorios, anticatarrales o antigripales y antibióticos.

Aunque cada persona acude al médico una media de entre 5 y 7 veces al año, la automedicación es un hábito frecuente en nuestra sociedad (incluso aunque después se vaya al médico).

En la encuesta, se comprobó que el 63% de los encuestados manchegos reconoce haber tomado algún medicamento por iniciativa propia y sin acudir al médico (en menor proporción que la media nacional, de un 72%). Lo justifican porque consideran que son problemas de salud menores y acuden a la farmacia para que les aconsejen. También porque son problemas de salud repetidos. Además, el 87% de ellos confirma que la última vez que tomó fármacos aprovechó los que guardaba en casa.

Por último, el 31% de los manchegos entrevistados admite haber recomendado a familiares o amigos un determinado medicamento que necesitase prescripción médica (la proporción más alta del estudio, la media es del 19%). En este sentido, ya en 2006, el Ministerio de Sanidad lanzaba una campaña en la que instaba a la población a no recomendar antibióticos y otros medicamentos que necesitasen prescripción médica por suponer un riesgo para la salud.