¿Es mejor casarse o hacerse pareja de hecho?
No hay una fórmula mejor o peor, sino que depende de factores personales, sociales y religiosos (entre otros) que hacen propios quienes formalizan su relación.
¿Las parejas de hecho juegan con desventaja?
Se trata de figuras diferentes, ya que si el matrimonio o la pareja de hecho tuvieran los mismos efectos, no tendría sentido diferenciarlos. Pero lo importante es que se está reconociendo la naturaleza jurídica de las parejas de hecho, y acercándola a la del matrimonio. La unión de hecho no tiene otro propósito que el de convivir como lo hacen los cónyuges. Hay que adaptar todos esos derechos.
¿Cuál es la desventaja más importante respecto al matrimonio?
A efectos legales, uno de los mayores obstáculos es el de la pensión de viudedad, que es más difícil cuando has convivido durante años sin estar casado. Para disfrutar de este derecho es casi obligatorio estar inscrito en el registro, tener un nivel de ingresos bajo y una duración de convivencia determinada, entre otros requisitos que varían según cada comunidad. Otra desventaja atañe a las herencias, pero queda resuelta a través del testamento.
Le planteo un escenario: “Si compré yo el piso, ¿qué pasa si soy una pareja de hecho y me separo?”
Algunas comunidades, como Madrid, permiten a las parejas de hecho escriturar los pactos que regirán durante y después de la convivencia. En caso de no hacerlo, lo normal es que ambos miembros soporten las cargas de manera equitativa y en función de su capacidad económica. No obstante, habría que estudiar las aportaciones de cada uno para determinar los posibles derechos de crédito que puedan tener respecto del otro.
¿Y si soy un matrimonio?
En este caso, depende de si estamos en régimen de gananciales o de separación de bienes, pero en general, como indica el Código Civil, “cada deudor responde personalmente con su patrimonio”. Si no fuera suficiente, se podría solicitar el embargo de los gananciales.
Si aporté más a la cuenta común y me separo, ¿qué diferencias hay?
Las aportaciones podrían repartirse por igual a la hora de liquidar. En general es así, salvo que acreditemos que hemos aportado más dinero. Para ello, son muy importantes los extractos bancarios, ya que permiten demostrar el origen y destino de un capital. En el matrimonio, depende de nuevo de si es régimen de gananciales o separación de bienes.