La mitad de los centros analizados recomiendan un tratamiento dietético basado únicamente en productos estrella
Para muchos llega uno de los momentos más temidos del año: enfundarse, por primera vez, el bañador. En el espejo, otros tantos comprueban que la mala alimentación y una vida sedentaria han puesto unos cuantos kilos de más en sus cuerpos. De hecho, un 37% de los españoles -mayores de 18 años- tiene sobrepeso, un 17% incluso es obeso (según los últimos datos del INE). Es entonces cuando la operación bikini arranca, y con ella el negocio de numerosos centros de adelgazamiento que prometen verdaderos milagros sin apenas esfuerzo y, en muchas ocasiones, poniendo en peligro la salud del paciente… y la de su bolsillo.
Para comprobar si realmente estos centros ofrecen un tratamiento saludable y eficaz, si su personal está debidamente formado y si son establecimientos que ofrecen garantías sanitarias, EROSKI CONSUMER ha visitado durante el mes de mayo 110 centros de adelgazamiento en 18 ciudades del país. Los técnicos de la revista han actuado como clientes anónimos interesados en perder peso; una excusa con la que se analizaron 10 centros en Barcelona y Madrid, 7 en Bilbao, Valencia, Málaga, Sevilla y Zaragoza y 5 en A Coruña, Alicante, Córdoba, Granada, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Santander, Valladolid y Vitoria. De los 18 técnicos, ocho tenían un sobrepeso de grado 1, cuatro presentaban sobrepeso grado 2, en la misma proporción tenían una obesidad leve y dos de los colaboradores eran obesos moderados (de grado 2).
La visita se realizó siguiendo unas pautas confeccionadas en colaboración con expertos en dietética y nutrición. Estos criterios permitieron a los colaboradores de la revista saber qué centros ofrecían a sus clientes una pérdida de peso realista, eficaz y, lo que es más importante, en unos términos saludables. Se estudiaron si los pasos para la identificación del problema de exceso de peso de cada colaborador eran adecuados, cómo era la explicación del tratamiento (si era basado en un producto estrella o bien era un programa personalizado con dieta y ejercicio físico), su eficacia, la profesionalidad y atención demostrada por el personal del establecimiento. Los resultados tras la visita a estos 110 centros coinciden en un aspecto: la promesa de perder peso (en ocasiones a un ritmo nada saludable). Algo más de la mitad de los establecimientos analizados (el 55%) suspende el examen de la revista. Hace cuatro años cuando se realizó una investigación similr el porcentaje era algo más elevado: un 64%. El resto de centros, no logra más que un ‘aceptable’, el 34% de los 110 analizados, mientras que apenas un 11% consigue una nota de ‘bien’. Lo preocupante además, es que de los centros que suspenden el análisis de EROSKI CONSUMER, un 38% lo hacen con notas tan llamativas como deficiente o muy deficiente, muestra de la escasa o nula confianza que dan estos centros de adelgazamiento. No obstante, es un porcentaje esperanzador ya que hace cuatro años el porcentaje de notas tan bajas ascendía al 84%.
Por apartados, los resultados son también concluyentes
ya que las únicas notas positivas recaen en
la profesionalidad y la atención al cliente en estas
visitas (ambos con una nota de ‘bien’). Sin embargo,
son malas las calificaciones para la identificación
del problema de sobrepeso de estos pacientes
(obtiene una nota de ‘regular’, similar a 2007)
y la explicación y especificación del tratamiento
(‘deficiente’ en la actualidad y ‘muy deficiente’ en
2007). Como ejemplos: el 74% de los centros no
hace una identificación correcta del problema de
exceso de peso y la mitad de los establecimientos
basa el tratamiento de adelgazamiento únicamente
en el consumo de productos estrella.
Mismo nombre, pero...
Los técnicos de EROSKI CONSUMER visitaron
110 establecimientos representativos de la amplia
tipología de negocios especializados en tratamientos
de adelgazamiento y estética corporal.
Entre ellos, se analizaron herbolarios, parafarmacias,
locales de dietética, consultas en domicilios
particulares y también centros que desarrollan
su labor con el mismo nombre en diferentes ciudades.
Sin embargo, a pesar de compartir denominación
y pertenecer a una misma franquicia
(forma de funcionamiento más común), el tratamiento
y la información que facilitan al cliente 6
difiere según los centros, por lo que no se ha
considerado pertinente valorar de forma conjunta
el funcionamiento, ya sea positivo o negativo, de
cada una de las franquicias o establecimientos
que operan bajo una misma marca. Entre las estudiadas
se encuentran Corporación Dermoestética
y Naturhouse (se analizaron 18 centros en cada
caso) y Herbalife (se visitaron 9 establecimientos).
Casi uno de cada tres centros pertenecientes a
estas franquicias aprueba con un ‘aceptable-bien’
el examen planteado por EROSKI CONSUMER,
mientras que la mitad obtiene un mediocre ‘regular’
y el resto de centros franquiciados (un 18%)
suspende con valoraciones situadas entre el ‘deficiente’
y el ‘muy deficiente’.
En líneas generales, las ciudades mejor valoradas
son A Coruña, Córdoba, Granada, Málaga, Oviedo,
Santander y Zaragoza, aunque con un ‘aceptable’;
Barcelona, Bilbao, Madrid, Pamplona, San
Sebastián, Sevilla, Valencia y Valladolid suspenden
con un ‘regular’, mientras que Alicante, Murcia
y Vitoria lo hacen con un ‘deficiente’. Aunque la
nota final es mala (‘regular’) mejora el ‘deficiente’
obtenido hace cuatro años, algo que pone de
manifiesto que todavía queda mucho que mejorar.
Hay una diferencia importante y considerable entre el deseo de adelgazar y la necesidad de perder peso. Así, conviene adelgazar siempre que el sobrepeso afecte a la salud, no por cuestiones estéticas.
Lo fundamental es ponerse en manos de un profesional experto en nutrición; nada de dietas por nuestra cuenta y por supuesto, nada de pastillas milagro. Los innumerables tratamientos basados en productos estrella no hacen otra cosa que desmotivar, ya que al prometer grandes resultados (y siempre sin esfuerzo), al comprobar que no llegan, generan desconfianza y desazón.
¿Cómo saber si tenemos algún kilo de más? El índice de masa corporal (IMC) es la referencia más utilizada para determinar dónde se sitúa el límite del exceso de peso. Solo es válido para adultos de más de 25 años de edad. Hay que aplicar la siguiente fórmula:
IMC | Resultados |
---|---|
Menor que 18,5 | Peso insuficiente |
18,5 – 24,9 | Peso adecuado (Normopeso) |
25,0 – 26,9 | Sobrepeso grado I |
27,0 – 29,9 | Sobrepeso grado II (Preobesidad) |
30,0 – 34,9 | Obesidad tipo I (Leve) |
35,0 – 39,9 | Obesidad tipo II (Moderada) |
40,0 – 49,9 | Obesidad tipo III (Mórbida) |
Mayor que 50 | Obesidad tipo IV (Extrema) |
En función de los resultados, si se está por encima de un
peso adecuado, hay que plantearse acudir a una consulta
dietética para mejorar los hábitos de alimentación, además
de aumentar el grado de actividad física. Si por el contrario
el peso es bajo o el adecuado pero hay zonas localizadas
del cuerpo que gustaría modelar (glúteos, caderas, etc.), se
puede recurrir al ejercicio físico y a tratamientos locales de
estética que ayuden a moldear la figura, pero nunca seguir
una dieta para adelgazar.
¿Es necesario perder peso?
Sin una correcta identificación del exceso de
peso, de poco sirve recomendar al cliente un tratamiento
adelgazante u otro. Los centros de adelgazamiento
visitados suspenden este apartado
con un ‘regular’: el 44% (proporción similar a 2007)
no realiza una medición adecuada de estos parámetros.
Por tanto, ¿cómo pueden estos centros
ofrecer un tratamiento si no conocen la dimensión
del problema? Y es que solo el 26% de los centros
visitados hizo una correcta identificación el problema
de exceso de peso.
Entre las principales carencias detectadas destacan
que de los 110 centros de adelgazamiento
visitados, apenas el realizó una exploración física
al paciente, más alto fue el porcentaje de centros
(un 66%) que se interesaron por si el cliente se había
hecho una analítica de sangre recientemente,
aspectos ambos indispensables para realizar un
buen diagnóstico. No obstante, solo el 42% de los
centros indagó acerca de tres o más antecedentes
personales o familiares del paciente, mientras que
la pregunta de si se tomaba algún medicamento
no se formuló en 66 de los 110 establecimientos
visitados, un aspecto fundamental que en ocasiones
condiciona tanto el tratamiento como sus
efectos secundarios.
Otro de los pasos que se debe seguir tras la exploración
física es hacer un estudio antropométrico
(con el que se mide la altura, el peso, los pliegues
de grasa…) esencial para conocer si existen
o no unos kilos de más, así como la distribución y
cantidad de grasa corporal del cliente. En concreto,
cerca del 16% de los 110 centros visitados se
saltaron este paso.
El cliente que acude a estos centros de adelgazamiento busca que, una vez realizadas todas las pruebas, se le explique con detalle en qué consiste el tratamiento dietético. Los técnicos de EROSKI CONSUMER comprobaron que el 36% de los profesionales ofrece una información aceptable sobre los posibles tratamientos. Además, es necesario destacar que un 47% de los centros (similar al estudio del año 2007) recurre a los tratamientos basados en productos estrella, un aspecto que, directamente, les penaliza en el análisis de esta revista porque estos tratamientos ni enseñan hábitos alimenticios correctos ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Así, ocurre en siete centros de Barcelona, cinco de Bilbao y Sevilla, cuatro en Madrid, Alicante, Zaragoza, Murcia y Valencia; tres en San Sebastián y en Valladolid; dos en A Coruña, Santander, Vitoria, Granada y Málaga y uno en Pamplona y en Oviedo. Córdoba es la única ciudad de las 18 en la que ningún centro recomendó un tratamiento basado en un producto estrella o sesiones de cabina.
correcta identificación
del exceso de peso
Por lo que respecta a la duración del tratamiento los resultados tampoco son positivos: según consenso de los profesionales de la salud, lo lógico sería que el tratamiento durase hasta conseguir el objetivo marcado en el inicio. Sin embargo, esta premisa solo se cumple en el 55% de los centros visitados, de forma que el resto fija una fecha concreta (22%) o la deja en manos del paciente (23%).
El ritmo de pérdida de peso bajo un tratamiento saludable debe situarse entre 0,5-1 kg por semana, lo que supone entre tres y cuatro kilos al mes, tal y como recomiendan el 89% de los centros visitados este año. Perder más de un kilo a la semana no es recomendable, por lo que la duración del tratamiento tiene que tener en cuenta este criterio de salud.
Profesionales sin formación específica, y tabla informativa
Tan solo médicos (endocrinos o especializados en nutrición) o diplomados y técnicos superiores en dietética están cualificados para establecer valoraciones nutricionales y recomendaciones dietéticas. En este sentido, el resultado es satisfactorio (un ‘bien’ frente al ‘aceptable’ de hace cuatro años) ya que apenas en casi uno de cada cuatro establecimientos visitados se observó que los profesionales que atienden estos centros no poseían la cualificación recomendable para ejercer estas labores.
En cuanto a la atención al cliente, apenas hay quejas en este sentido salvo en el 5% de los centros en el que se calificó el trato como ‘regular’ (especialmente significativo en casi la mitad de los centros visitados en Murcia y Alicante) y en otro más como ‘muy mala’ (en un establecimiento de la capital murciana).
Del total de centros visitados, en tres de cada cuatro ocasiones esta primera consulta era gratuita mientras que en los que cobraban por esa visita el precio medio es de 35 euros.
En cuanto al tratamiento, algunos establecimientos solo ofrecen la posibilidad de que el cliente lo pague por completo (en algo más de uno de cada tres) y otros cobran por visita (en casi dos de cada tres, alrededor de un 63% de los centros visitados). Cuando el tratamiento se ha de pagar íntegramente, el precio medio asciende hasta los 1.437 euros (un 3% más caro que en 2007, cuando el IPC de estos años ha aumentado en esta época un 11%). Por encima de esa media se sitúan los centros visitados en Zaragoza, San Sebastián, Sevilla, Vitoria, Bilbao, Valladolid y Alicante (entre los 1.629 euros de media y los 3.235 euros). Por su parte, están por debajo del precio medio reducen los establecimeintos de Granada (444 euros de media), Málaga (590 euros), A Coruña (738), Valencia (792 euros), Santander (algo menos de 930 euros de media), Oviedo, Pamplona, Barcelona (estos tres últimos entorno a los 1.000 euros), Murcia (1.295 euros) y Madrid (1.382 euros). Para los centros de adelgazamiento que cobran por cada consulta o por los productos que venden se ha hecho una estimación de un mes considerando el coste tanto de visitas como del uso de productos sugeridos en cada centro: la media se sitúa en los 78 euros mensuales (casi el doble que la cifra media obtenida en 2007).
Hay una serie de pautas que una consulta dietética
de confianza debe cumplir:
-
El profesional que nos atiende deberá rellenar una ficha en la que se incluyan:
- Datos generales: edad, peso, talla y motivo de la consulta.
- Historia clínica y exploración física
- Aspectos como el estilo de vida de la persona
- Historia dietética (otros tratamientos de pérdida de peso, variaciones…)
- Finalmente, nos han de plantear una dieta ajustada a nuestro caso, equilibrada en nutrientes (no debe faltar ningún alimento básico: lácteos, cereales, féculas -patata- y legumbres, carnes, pescado, huevos y derivados, verduras y frutas y grasas de adición), para evitar posibles carencias nutritivas y garantizar una pérdida de peso no superior a un kilogramo a la semana, especificando que el ritmo de pérdida de peso difiere según las personas y que es necesario realizar seguimiento de mantenimiento para conseguir mantener el peso perdido. También hay que tener cuidado con aquellos centros que solo buscan la venta de sus productos milagro y no hacen una correcta identificación del problema de sobrepeso y tampoco un tratamiento saludable.
18 ciudades una a una
- A Coruña
- Álava
- Alicante
- Barcelona
- Bilbao
- Córdoba
- Granada
- Madrid
- Málaga
- Murcia
- Oviedo
- Pamplona
- San Sebastián
- Santander
- Sevilla
- Valencia
- Valladolid
- Zaragoza
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de A Coruña
El precio medio por consulta o visita es de 110 euros mientras que en los centros que cobran el tratamiento completo, su coste medio ronda los 740 euros, de los más económicos
En A Coruña, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Naturhouse y Herbalife). El técnico de la revista que analizó estos centros tenía un sobrepeso de grado 2 y una pérdida de peso estimada de 15 kilogramos. El resultado global de estos centros es algo mejor que la media general (‘regular’) pero se queda en un mediocre ‘aceptable’. Comparten nota media los centros visitados en Córdoba, Granada, Málaga, Oviedo, Santander y Zaragoza. Por apartados, salvo en el caso de la adecuación del tratamiento de pérdida de peso (valorado con un ‘regular’), el resto de notas son satisfactorias: identificación del problema (‘bien’) y profesionalidad y atención al cliente (‘muy bien’ en ambos casos). De los cinco de centros analizados, solo uno de ellos suspende el examen de la revista.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Una máxima que se mantiene en líneas generales en los centros de A Coruña. Algunos ejemplos de ello: todos los centros preguntan si el paciente se ha realizado un análisis de sangre previo o recomiendan hacerse uno, en la misma proporción preguntan tanto por antecedentes clínicos familiares como personales del colaborador, en tres ocasiones se pregunta si el cliente toma medicación (importante para saber si el tratamiento tendrá reacciones adversas con ese fármaco) y tres de los cinco centros hacen un estudio antropométrico completo (medir el peso y la altura, localizar la grasa…).
Los centros de adelgazamiento coruñeses fallan especialmente en la adecuación del tratamiento propuesto. Así, dos de los cinco establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, nada saludable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso; mientras que los otros tres restantes combinan dieta con algún producto estrella. Un tratamiento que en un en todos los casos se supervisa y revisa por parte de personal cualificado (médicos, dietistas o nutricionistas).
Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (como ocurre en tres de los cinco centros) y no fijando una fecha (en los dos restantes). Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en los cinco centros. Lo que no se discute tras la visita a estos establecimientos de adelgazamiento es la buena atención prestada en todos los centros así como la profesionalidad del personal que atendió al colaborador. Y es que todos contaban con formación cualificada (médicos endocrinos, dietistas o nutricionistas…).
Los cinco centros visitados en A Coruña ofrecían la primera consulta de forma gratuita, sin coste alguno. Una vez propuesto el tratamiento, tres de los cinco centros cobraban por consulta, visita o por la compra de productos; el precio medio alcanzaba los 110 euros, 32 más que la media general). El resto de centros ofrece la posibilidad de pagar el tratamiento completo (cuyo coste medio apenas superaba los 740 euros, por debajo de los 1.437 euros de la media general y entre los más económicos).
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Vitoria
Dos de los cinco establecimientos de dietética basan su tratamiento en productos estrella
En Vitoria, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía una obesidad leve, con un exceso de peso cercano a los 20 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘deficiente’ (empeora la nota media general de ‘regular’, aunque mejora algo el ‘muy deficiente’ de 2007 cuando se realizó una investigación similar). Lo mismo sucede, a nivel general, en los centros visitados en Murcia y Alicante. Por apartados, las peores notas (‘deficiente’ y ‘regular’, respectivamente) recaen en la identificación del problema de exceso de peso así como en el tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Sin embargo, en la visita a estos establecimientos encontramos notas positivas como el hecho de que se otorgara un ‘bien’ a la profesionalidad del personal y un ‘muy bien’ a la atención al cliente. Con todo, de los cinco centros analizados solo dos de ellos logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Vitoria que suspenden en este sentido. Unas malas notas debido a que en cuatro de los cinco centros no se preguntó al paciente si se había hecho un análisis de sangre recientemente ni tampoco se recomendó que se hiciera uno, en tres ocasiones los establecimientos no se interesaron tampoco por los antecedentes clínicos familiares o personales del cliente y solo en dos establecimientos se tomó la tensión arterial al técnico de la revista. Además, únicamente en dos de los cinco centros de dietética se preguntó si el cliente tomaba alguna medicación (importante en caso de posibles efectos secundarios con el tratamiento propuesto).
En cuanto al tratamiento propuesto, dos establecimientos analizados fue penalizado ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, práctica poco recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en dos de los cinco visitados), y no fijando una fecha (tal y como sucede en otros dos establecimientos restantes) o cuando el paciente decida. Lo más curioso es que sobre esta cuestión, en dos centros de adelgazamiento no supieron decirle hasta cuándo duraría el tratamiento; de hecho, pese a la insistencia del técnico no le dieron una respuesta concreta sobre este aspecto. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los cinco centros.
De los cinco centros visitados en Vitoria, dos ofrecían la primera consulta de forma gratuita y el resto la cobraba, el desembolso medio inicial era de 32 euros.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Vitoria era de 70 euros, 8 euros menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio superaba los 2.400 euros, por encima de los 1.437 euros de la media general y el cuarto desembolso más oneroso del estudio con esta opción de pago). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 29 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Alicante
Curiosamente, el tratamiento de adelgazamiento, cuando se paga al completo, es el más caro del estudio: 3.235 euros, más del doble que el precio medio
En Alicante, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad condal tenía un sobrepeso de grado 2, con un exceso de peso cercano a los 20 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘deficiente’ (empeora la nota media general y no cambia la valoración obtenida en 2007). Lo mismo sucede en los centros visitados en Murcia y Vitoria. Por apartados, las peores notas (‘deficiente’ y ‘muy deficiente’) recaen en la identificación del problema de exceso de peso así como el tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Sin embargo, en la visita a estos establecimientos encontramos notas positivas como el hecho de que se otorgara un ‘muy bien’ a la profesionalidad del personal (en tres de los cinco centros analizados estas personas contaban con formación cualificada) y un ‘bien’ a la atención al cliente.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Alicante que suspenden en este sentido. Una mala nota debido a que en tres de los cinco centros ni se preguntó ni se recomendó al paciente que se hiciera un análisis de sangre, en prácticamente todos los establecimientos no se interesaron tampoco por los antecedentes clínicos tanto familiares como personales del cliente y en ninguna ocasión se tomó la tensión arterial al paciente. Además, tres de ellos no hicieron ningún estudio antropométrico (nada de pesar, tomar la altura, medir pliegues cutáneos o perímetros de cintura a los colaboradores de la revista) y en ninguno de los cinco establecimientos de dietética se preguntó si el cliente tomaba alguna medicación (importante en caso de posibles efectos secundarios con el tratamiento propuesto).
En cuanto al tratamiento propuesto, cuatro establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica poco recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. En este sentido y al preguntar por los componentes de estos productos, en dos ocasiones se limitaron a decir que eran plantas naturales y en los otros dos desconocían los ingredientes de estos productos.
Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en más de la mitad de los centros alicantinos visitados), y no fijando una fecha (tal y como sucede en los otros dos establecimientos restantes). Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que no se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por dos de los cinco centros.
De los cinco centros visitados en Alicante, todo ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos, el precio medio en Alicante era de 80 euros, similar a la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio superaba los 3.230 euros, más del doble de los 1.437 euros de la media general y el desembolso más oneroso del estudio con esta opción de pago). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 46 euros mientras que el tratamiento completo era más reducido, 1.220 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales, entre ellos 10 de Barcelona
Siete establecimientos basan su tratamiento en productos estrella
En Barcelona, se analizaron 10 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Naturhouse y Herbalife). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad condal tenía un sobrepeso de grado 1, con un exceso de peso cercano a los 10 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (algo mejor que el ‘deficiente’ obtenido en 2007). Lo mismo sucede en los centros visitados en Bilbao, Madrid, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia y Valladolid. Por apartados, las peores notas (‘deficiente’) recaen en la identificación del problema de exceso de peso así como el tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Sin embargo, en la visita a estos establecimientos encontramos notas positivas como el hecho de que se otorgara un ‘bien’ a la profesionalidad del personal y la atención al cliente. De la decena de centros analizados, solo uno de ellos logra aprobar el examen de la revista, aunque se tiene que conformar con un ‘aceptable’.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Barcelona que suspenden en este sentido. Una mala nota debido a que en dos de los 10 centros ni se preguntó ni se recomendó al paciente que se hiciera un análisis de sangre, la mitad de los establecimientos no se interesó tampoco por los antecedentes clínicos tanto familiares como personales del cliente y en ningún caso se tomó la tensión arterial. Además, en nueve de los 10 establecimientos de dietética no se preguntó si el cliente tomaba alguna medicación (importante en caso de posibles efectos secundarios con el tratamiento propuesto).
En cuanto al tratamiento propuesto, siete de los 10 establecimientos analizados fue penalizado ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, nada saludable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Mientras, los otros tres restantes combinan dieta con algún producto estrella. En un 40% de los casos, el tratamiento se supervisa por parte de personal no cualificado (comerciales o dependientes de estos centros sin formación especifica en este ámbito).
Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (solo ocurre un dos de los 10 centros barceloneses), y no cuando el paciente decida (esto ocurre en una ocasión) o fijando una fecha (tal y como sucede en los siete establecimientos restantes). Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los 10 centros.
De los 10 centros visitados en Barcelona, ocho ofrecían su consulta de forma gratuita y en el resto el precio medio alcanzaba los 33 euros.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos, el precio medio en Barcelona era de 94 euros, 16 más que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio superaba los 1.000 euros, por debajo de los 1.437 euros de la media general). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 39 euros mientras que el tratamiento completo era muy similar, 1.042 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 7 de Bilbao
Un total de cinco establecimientos de dietética basan su tratamiento en productos estrella
En Bilbao, se analizaron 7 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un obesidad leve 1, con un exceso de peso cercano a los 28 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (mejora algo la valoración obtenida en 2007, ‘deficiente’, y se mantiene en la media actual). Por apartados, la peor nota (‘deficiente’) es para la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Aunque la identificación del problema de exceso de peso es mejor, no pasa de un mediocre ‘aceptable’. La visita a estos establecimientos concluye con notas de ‘bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal (en tres de cada cuatro centros, el trabajador contaba con formación cualificada) y la atención al cliente. Con todo, de los siete centros analizados, cinco de ellos no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Bilbao que no superan el mediocre ‘aceptable’ en este apartado. Aún así merece la pena destacar algún ejemplo positivo en este sentido: casi la mitad de los centros aconseja al colaborador que se haga un nuevo análisis de sangre, en la misma proporción de establecimientos se interesan por los antecedentes clínicos personales y los familiares y tres de los siete centros miden la presión arterial (de las mejores proporciones del estudio). Además, tan solo en uno de los centros no se realiza un estudio antropométrico al paciente (nada de pesar, tomar la altura, medir pliegues cutáneos o perímetros de cintura a los colaboradores de la revista) pero en las siete ocasiones, se interesaron por los hábitos de vida del paciente (si hacía deporte, preferencias o aversiones a la hora de comer, hábitos nocivos como fumar…).
En cuanto al tratamiento propuesto, cinco establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, un aspecto poco saludable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (únicamente en uno de los centros bilbaínos visitados), y no cuando el paciente decida (en cuatro establecimientos) o fijando una fecha (tal y como sucede en los otros dos restantes). Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los siete centros.
De los siete centros visitados en la capital vizcaína, todos salvo uno, que cobraba 18 euros por la cita inicial, ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Bilbao era de 66 euros, 12 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio superaba los 2.625 euros, más que los 1.437 euros de la media general y el tercer desembolso más oneroso del estudio con esta opción de pago). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 32 euros mientras que el tratamiento completo era mucho más bajo, 450 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Córdoba
La calificación general de estos establecimientos no es satisfactoria, supera el ‘regular’ de la media nacional pero es solo de ‘aceptable’
En Córdoba, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso grado 1, con un exceso de peso cercano a los 12 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran más que un ‘aceptable’ (mejora la valoración obtenida en 2007, ‘deficiente’) y supera la media actual de todo el estudio, que es de ‘regular’. Por apartados, la peor nota (‘regular) se refiere a la identificación del problema de exceso de peso, mientras que la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más es correcta (‘bien’). Una nota que coincide también con la que obtiene la atención al cliente y que mejora (‘muy bien’) en el caso de la profesionalidad del personal que atiende en estos cinco centros cordobeses (todos tienen formación cualificada: endocrinos, dietistas o nutricionistas). Con todo, tres de los cinco centros visitados no logra aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Córdoba: este apartado no supera el examen de la revista y se tiene que conformar con una nota de ‘regular’. Ejemplos de esta mala calificación: en dos de los cinco centros no se pregunta al paciente si se ha hecho un análisis de sangre recientemente ni tampoco aconsejan que se haga uno, en la misma proporción no preguntan por antecedentes clínicos familiares o personales y en prácticamente todos los establecimientos se limitan a pesar al colaborador pero no miden la altura, los pliegues cutáneos o los perímetros de cintura, muñeca… Tampoco ninguno de los centros estudiados pregunta por los hábitos de vida del paciente o sus preferencias o aversiones a la hora de comer.
En cuanto al tratamiento propuesto, uno de los cinco establecimientos analizados fue penalizado por sugerir un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, un aspecto positivo ya que estos productos ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (falla solo uno de los centros), y no cuando el paciente decida (como ocurre en un establecimiento). Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los cinco centros.
De los cinco centros visitados en la capital cordobesa, tres de ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita, mientras que en los dos restantes se paga una media de 23 euros por esa visita inicial.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos o bien por el tratamiento completo. Lo más curioso durante la visita es que ninguno de los cinco establecimientos quiso dar un precio hasta que no se hubiera aceptado el tratamiento de adelgazamiento.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Granada
Pese a todo, el resultado global de estos centros no resulta satisfactorio: mejora el ‘regular’ de la nota media general pero tiene que conformarse con un ajustado ‘aceptable’
En Granada, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso grado 2, con un exceso de peso de 15 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio: mejora el ‘regular’ de la nota media general pero tiene que conformarse con un ajustado ‘aceptable’. Asimismo, la calificación obtenida por estos centros de Granada mejora la obtenida hace cuatro años, ‘deficiente’. Por apartados, la peor nota (‘regular’) recae en la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Aunque la identificación del problema de exceso de peso tiene una calificación mejor, no pasa de un ‘aceptable’. La visita a estos establecimientos concluye con notas de ‘bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal y ‘muy bien’ en la atención al cliente. De los cinco centros analizados, tres de ellos logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Granada que no superan el mediocre ‘aceptable’. Aún así merece la pena destacar algún ejemplo positivo en este sentido: todos los centros preguntaron al paciente si se había hecho recientemente un análisis de sangre, aunque en ninguno de los establecimientos analizados tomaron la presión arterial al colaborador de la revista ni preguntaron si estaba tomando alguna medicación (muy importante en caso de que el fármaco reaccione de forma adversa con algún componente del tratamiento de adelgazamiento).
En cuanto al tratamiento propuesto, dos de los cinco establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica poco recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto, (algo que se cumple en los cinco centros visitados) y no cuando el paciente decida o fijando una fecha. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los cinco centros.
De los cinco centros visitados en la capital granadina, todos ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Granada era de 53 euros, 25 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio era de 444 euros, mucho menos que los 1.437 euros de la media general y el desembolso más económico del estudio con esta opción de pago). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 47 euros mientras que el tratamiento completo era mucho más reducido, 750 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 10 de Madrid
Un total de cuatro establecimientos de dietética basan su tratamiento en productos estrella
En Madrid, se analizaron 10 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la capital tenía una obesidad leve 1, con un exceso de peso cercano a los 26 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (mejora algo la valoración obtenida en 2007, ‘deficiente’) y similar a la media nacional actual. Por apartados, las peores notas (‘deficiente’ y ‘regular’, respectivamente) van a parar a la identificación del problema de exceso de peso y la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. La visita a estos establecimientos concluye con notas de ‘muy bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal (en nueve de los 10 centros, el trabajador contaba con formación cualificada) y la atención al cliente. Con todo, de los 10 centros analizados, la mitad no logra aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Madrid que no superan el ‘deficiente’ en este apartado. Y es que solo uno de los centros tomó la tensión arterial al colaborador, tres de ellos no identificaron correctamente el problema de exceso de peso del técnico y en cuatro no se interesaron por si el paciente tomaba medicación (muy importante en caso de que el fármaco reaccione de forma adversa con algún componente del tratamiento de adelgazamiento). Asimismo en dos ocasiones no se hizo un estudio antropométrico (ni siquiera pesar ni medir al paciente) y en ningún caso se hizo un cuestionario previo para conocer las ingestas de comida de las últimas 24 horas del paciente.
En cuanto al tratamiento propuesto, cuatro de los establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica poco recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en ocho ocasiones), y no cuando el paciente decida o fijando una fecha (tal y como sucede en los otros dos restantes). Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los siete de los diez centros.
De los 10 centros visitados en la capital, salvo uno que cobraba 50 euros por la cita inicial, todos ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Madrid era de 89 euros, 11 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio superaba los 1.380 euros, algo menos que los 1.437 euros de la media general). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 31 euros mientras que el tratamiento completo era mucho más oneroso, 1.892 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales en nuestro país, entre ellos 7 de Málaga
Pese a todo queda mucho por mejorar, sobre todo en la adecuación del tratamiento de adelgazamiento propuesto
En Málaga, se analizaron 7 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso grado 1, con un exceso de peso que no llegaba a los 10 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta del todo satisfactorio ya que, aunque mejora el ‘regular’ de la nota media general, tiene que conformarse con un ajustado ‘aceptable’. Asimismo, la calificación obtenida por estos centros de Málaga mejora considerablemente la obtenida hace cuatro años cuando era ‘muy deficiente’. Por apartados, la peor nota (‘regular’) recae en la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Aunque la calificación que obtiene la identificación del problema de exceso de peso es algo mejor, no pasa de un mediocre ‘aceptable’. La visita a estos establecimientos concluye con notas de ‘bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal y ‘muy bien’ en la atención al cliente. Con todo, de los siete centros analizados, dos de ellos no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Málaga que no superan el mediocre ‘aceptable’. Aún así merece la pena destacar algún ejemplo positivo en este sentido: prácticamente la mayoría de los centros se interesa por los antecedentes clínicos familiares y personales del paciente, más de la mitad preguntan al técnico si toma algún tipo de medicación (aspecto importante en caso de posibles efectos secundarios con el tratamiento propuesto) y algo menos de la mitad de los establecimientos realizaron un estudio antropométrico correcto, que consiste en pesar, tomar la altura, y medir los pliegues cutáneos o perímetros de cintura.
En cuanto al tratamiento propuesto, dos de los siete establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica nada recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto, (algo que se cumple en los dos centros visitados) y no cuando el paciente decida (en un establecimiento) o fijando una fecha (en los cuatro restantes). Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por seis de los siete centros.
De los siete centros visitados en la capital malagueña, todos ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita excepto uno que cobraba 30 euros por esta visita inicial.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Málaga era de 126 euros, 48 más que la media general y el segundo más caro del estudio. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio era de 590 euros, mucho menos que los 1.437 euros de la media general y el segundo desembolso más económico del estudio con esta opción de pago). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 28 euros mientras que el tratamiento completo era mayor, 1.617 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Murcia
Cuatro establecimientos basan su tratamiento de adelgazamiento en productos estrella
En Murcia, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía una obesidad leve, con un exceso de peso que superaba los 20 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que suspenden con un llamativo ‘deficiente’, por debajo del ‘regular’ de la media general. Estos centros comparten nota con la obtenida por los establecimientos visitados en Alicante y Vitoria. Bien es cierto que la valoración ha mejorado con respecto a 2007 cuando los centros de adelgazamiento murcianos obtuvieron un ‘muy deficiente’.
Por apartados, la peor nota (‘deficiente) se encuentra en la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Aunque la identificación del problema de exceso de peso es mejor, no pasa de ‘regular’. La visita a estos establecimientos concluye con una nota de ‘aceptable’ en cuanto a la atención al cliente y un ‘bien’ en la profesionalidad del personal. Con todo, de los cinco centros analizados, dos de ellos logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Murcia, que suspenden este apartado. Apenas un par de centros se interesaron por si el técnico tomaba alguna medicación (esencial para saber si ese fármaco puede reaccionar mal con el tratamiento que se le proponga), tres centros hacen un estudio antropométrico muy pobre (midieron y pesa ronal paciente pero se olvidaron de los pliegues cutáneos y de medir los perímetros) mientras que en otro ni siquiera se molestaron en hacerlo y en dos establecimientos ni preguntaron por si el técnico de la revista se había hecho un análisis de sangre recientemente ni le recomendaron que se hiciera uno.
En cuanto al tratamiento propuesto, cuatro de los cinco establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, nada saludable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto, (algo que se cumple en la totalidad de los centros visitados) y no cuando el paciente decida o fijando una fecha concreta. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los cinco establecimientos de dietética.
De los cinco centros visitados en la capital murciana, todos ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita excepto uno que cobraba 36 euros por esta visita inicial.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos, el precio medio en Murcia de era de 91 euros, 13 más que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio era de 1.295 euros, algo menos menos que los 1.437 euros de la media general). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 60 euros mientras que el tratamiento completo era mayor, 1.967 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales, entre ellos 5 de Oviedo
Pese a todo queda mucho por mejorar en materias como la identificación del problema de exceso de peso y en la adecuación del tratamiento
En Oviedo, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso de grado 1, con un exceso de peso que no llegaba a los 14 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta del todo satisfactorio: supera la media general de ‘regular’ pero tiene que conformarse con un mediocre ‘aceptable’. Una nota que no ha variado nada en comparación con la obtenida en 2007. Por apartados, la peor nota (‘regular’) se encuentra en la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. Aunque la identificación del problema de exceso de peso es mejor no pasa del ‘aceptable’. La visita a estos establecimientos concluye con una nota de ‘bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal (todos los que atendieron al colaborador tenían una formación cualificada) y un ‘muy bien’ en la atención al cliente. Con todo, de los cinco centros analizados, solo uno de ellos no logra aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Oviedo, que aprueban de forma un tanto justa en este sentido. Y es que más de la mitad ni se interesan por si el paciente se ha hecho un análisis de sangre recientemente ni recomiendan que se haga uno nuevo; ninguno de los centros tomó la tensión arterial al técnico de la revista, aunque todos los centros visitados preguntaron por los antecedentes clínicos tanto familiares como los del propio paciente.
En cuanto al tratamiento propuesto, uno de los cinco establecimientos analizados fue penalizado ya que sugería un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica poco aconsejable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Asimismo, los otros tres restantes combinan dieta con producto estrella y solo uno recomienda ejercicio físico y una alimentación más sana y natural. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto, (algo que se cumple en dos de los centros visitados) y no cuando el paciente decida (como ocurre en una ocasión) o fijando una fecha, tal y como recomiendan en dos establecimientos. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los cinco establecimientos de dietética.
De los cinco centros visitados en la capital ovetense, solo dos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita; mientras que el resto cobraba 38 euros de media por la visita inicial.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Oviedo era de 68 euros, 10 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo, su coste medio era de 1.050 euros, por debajo de los 1.437 euros de la media general. En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 40 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Pamplona
La calificación global de los establecimientos visitados es de ‘regular’ (en 2007 la valoración fue de ‘muy deficiente’)
En Pamplona, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso grado 1, con un exceso de peso cercano a los 10 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (mejora la valoración obtenida en 2007, ‘muy deficiente’, y se mantiene en la media actual). Por apartados, la peor nota (‘regular’) va a parar a la identificación del problema de exceso de peso y adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. La visita a estos establecimientos concluye con un ‘bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal (en cuatro de los cinco centros, el trabajador contaba con formación cualificada) y la atención al cliente. Con todo, de los cinco centros analizados, dos no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Pamplona que no superan el ‘regular. Y es que solo uno de los centros tomó la tensión arterial al técnico de la revista, cuatro de los cinco centros no se molestó en hacer una exploración física al paciente y solo en dos centros se interesaron por si el colaborador estaba tomando alguna medicación (importante por si reacciona mal con el tratamiento que se concretará). Asimismo, un centro se limita a pesar al paciente y otro solo le mide y pesa (nada de tomar pliegues cutáneos ni perímetros de cintura, muñeca…)
En cuanto al tratamiento propuesto, uno de los establecimientos analizados fue penalizado ya que sugería un tratamiento de adelgazamiento basado únicamente en productos estrella, nada recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en dos ocasiones), y no cuando el paciente decida (en los tres centros restantes) o fijando una fecha. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los cinco centros.
De los cinco centros visitados en la capital navarra, dos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita y tres la cobraban (la media se sitúa en los 38 euros).
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Pamplona era de 63 euros, 15 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo: su coste medio es de 1.000 euros, algo menos que los 1.437 euros de la media general. Curiosamente, en 2007 cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 24 euros mientras que el tratamiento completo era mucho más oneroso, 1.520 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de San Sebastián
La calificación global de los centros analizados es de ‘regular’, similar a la media del estudio
En San Sebastián, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso grado 1, con un exceso de peso de 6 kilogramos.
El resultado global de estos centros no es satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (se mantiene en la media actual e igual que hace cuatro años). Por apartados, la peor nota (‘regular’) va a parar a la identificación del problema de exceso de peso y adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilos de más. La visita a estos establecimientos concluye con notas de ‘muy bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal y un ‘bien’ para la atención al cliente. De los cinco centros analizados, dos no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en San Sebastián que no superan el ‘regular’. Y es que en ninguno de los cinco centros visitados se realizó una exploración física al técnico de la revista, en dos ocasiones no se interesan por los antecedentes clínicos familiares o personales del paciente y solo en otras dos ocasiones se preguntó al técnico si tomaba alguna medicación (importante en el caso de que pueda reaccionar mal con el tratamiento que posteriormente se prescriba).
En cuanto al tratamiento propuesto, tres de los establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, nada aconsejable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más recomendable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en cuatro ocasiones), y no cuando el paciente decida (en el centro restante) o fijando una fecha. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por tres de los cinco centros.
De los cinco centros visitados en la capital donostiarra, tres ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita y dos la cobraban, de media 45 euros.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en San Sebastián era de 164 euros, más del doble que la media general y en este sentido, el precio más caro de todo el estudio. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio era de 1.690 euros, algo más que los 1.437 euros de la media general). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 28 euros mientras que el tratamiento completo era mucho más reducido, 643 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Santander
El resultado global de estos centros es de ‘aceptable’ y supera la media general de ‘regular’
En Santander, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso de grado 1, con un exceso de peso de 9 kilogramos.
El resultado global de estos establecimientos no resulta del todo satisfactorio ya que, aunque supera la media general de ‘regular’, tiene que conformarse con un mediocre ‘aceptable’. Una nota que no ha variado un ápice en comparación con 2007 y que mejora la media general actual (‘regular’). Por apartados, la peor nota (‘regular’) corresponde al capítulo que estudia la adecuación del tratamiento propuesto, mientras que la identificación del problema de exceso de peso mejora algo, aunque se mantiene en un mediocre ‘aceptable’. La visita a estos establecimientos concluye con una nota de ‘bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal y un ‘muy bien’ en la atención al cliente. Con todo, de los cinco centros analizados, tres de ellos no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Santander, que aprueban de forma un tanto justa en este sentido. Y es que en dos ocasiones no se interesan por si el paciente se ha hecho un análisis de sangre recientemente ni recomiendan que se haga uno nuevo, tampoco toman la tensión arterial al colaborador ni preguntan por los antecedentes clínicos familiares o personales.
En cuanto al tratamiento propuesto, dos de los cinco establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica poco aconsejable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto, (algo que se cumple en tres de los centros visitados) y no cuando el paciente decida (como ocurre en dos ocasiones) o fijando una fecha. Durante el tiempo que dura el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los cinco establecimientos de dietética.
De los cinco centros visitados en la capital cántabra, tres ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita; mientras que el resto la cobraba; su precio medio era de 23 euros.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el coste medio en Santander era de 49 euros, 29 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio no llegaba a los 930 euros, mucho menos que los 1.437 euros de la media general). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 90 euros, mientras que el desembolso medio por el tratamiento completo era de 2.000 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 7 de Sevilla
La calificación global de estos centros es de ‘regular’, similar a la media nacional
En Sevilla, se analizaron 7 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso grado 2, con un exceso de peso de cerca de 14 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (se mantiene en la media actual y mejora el ‘deficiente’ obtenido hace cuatro años). Por apartados, la peor nota (‘deficiente’) va a parar a la adecuación del tratamiento planteado; mientras que la identificación del problema de exceso de peso se ha valorado algo mejor pero no escapa de un mediocre ‘aceptable’.
La visita a estos establecimientos concluye la misma nota (‘bien’) a la hora de valorar la profesionalidad del personal y la atención al cliente. Con todo, de los siete centros analizados, cuatro no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Sevilla que no superan el ‘aceptable’. Y es que en cinco de los centros visitados no se molestaron en hacer una exploración física al paciente y apenas en dos ocasiones se preguntó al colaborador si tomaba alguna medicación (importante en el caso de que pueda reaccionar mal con el tratamiento propuesto). No obstante, los siete centros llevaron a cabo estudios antropométricos completos (peso, talla, pliegues cutáneos y perímetro de muñeca, cintura, cadera…).
En cuanto al tratamiento propuesto, cinco de los establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica poco aconsejable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en dos ocasiones), y no cuando el paciente decida (en los cinco centros restantes) o fijando una fecha. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los siete centros.
De los siete centros visitados en la capital andaluza, todos ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Sevilla era de 47 euros, 31 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo, el coste medio de esta modalidad era de 2.215 euros, algo más que los 1.437 euros de la media general y el quinto más caro del estudio. En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 14 euros mientras que el tratamiento completo era mayor, 3.879 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 7 de Valencia
Cuatro de los siete establecimientos de dietética estudiados basan su tratamiento en productos estrella
En Valencia, se analizaron 7 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía un sobrepeso grado 1, con un exceso de peso de cerca de 9 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (se mantiene en la media actual y empeora el ‘bien obtenido hace cuatro años). Por apartados, la peor nota (‘deficiente’) va a parar a la adecuación del tratamiento planteado; mientras que la identificación del problema de exceso de peso se ha valorado algo mejor pero no escapa de un mediocre ‘aceptable’.
La visita a estos establecimientos concluye la misma nota (‘muy bien’) a la hora de valorar la profesionalidad del personal y la atención al cliente. Con todo, de los siete centros analizados, cinco no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Valencia que no superan el ‘aceptable’. Y es que en tres centros no se molestaron en hacer una exploración física al paciente, en la misma proporción se preguntó al colaborador si tomaba alguna medicación (importante en el caso de que pueda reaccionar mal con el tratamiento propuesto). No obstante, cabe destacar que cinco de los siete centros visitados llevaron a cabo estudios antropométricos bastante completos (peso, talla, pliegues cutáneos y perímetro de muñeca, cintura, cadera…).
En cuanto al tratamiento propuesto, cuatro de los establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica poco aconsejable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en cinco ocasiones así se hizo), y no cuando el paciente decida (en los dos centros restantes) o fijando una fecha. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por los siete centros.
De los siete centros visitados en la capital valenciana, cinco de ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita, mientras que en los otros dos el desembolso medio era de 50 euros por esa visita inicial.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Valencia era de 65 euros, 13 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo; el coste medio era de 792 euros, mucho menos que los 1.437 euros de la media general y el cuarto más barato del estudio en este sentido). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 85 euros mientras que el tratamiento completo era mayor, 1.200 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales de nuestro país, entre ellos 5 de Valladolid
Tres de los cinco establecimientos de dietética estudiados basan su tratamiento en productos estrella
En Valladolid, se analizaron 5 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía una obesidad moderada, con un exceso de peso cercano a los 34 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta satisfactorio ya que no logran aprobar el examen de la revista, obtienen una calificación de ‘regular’ (se mantiene en la media actual y mejora el ‘deficiente’ obtenido hace cuatro años). Por apartados, la peor nota (‘deficiente’) va a parar a la adecuación del tratamiento planteado; mientras que la identificación del problema de exceso de peso se ha valorado algo mejor pero no escapa de un mediocre ‘aceptable’.
La visita a estos establecimientos concluye con una nota de (‘bien’) a la hora de valorar la profesionalidad del personal y (‘muy bien’) en la atención al cliente. Con todo, de los cinco centros analizados, tres no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. Este es el caso de los establecimientos visitados en Valladolid que no superan el ‘aceptable’. Y es que en cuatro centros no se molestaron en hacer una exploración física al paciente y apenas en dos ocasiones se preguntó al colaborador si tomaba alguna medicación (importante en el caso de que pueda reaccionar mal con el tratamiento propuesto). No obstante, cabe destacar que tres de los cinco centros analizados llevaron a cabo estudios antropométricos bastante completos (peso, talla, pliegues cutáneos y perímetro de muñeca, cintura, cadera…).
En cuanto al tratamiento propuesto, tres de los establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica nada aconsejable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto (en una ocasión así se hizo), y no cuando el paciente decida (en tres centros) o fijando una fecha tal y como recomendaron en un establecimiento. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por tres de los cinco centros.
De los cinco centros visitados en la capital castellana, tres de ellos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita, mientras que en los otros dos el desembolso medio era de 29 euros por visita inicial.
Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Valladolid era de 83 euros, 5 menos que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio era de 2.770 euros, mucho más que los 1.437 euros de la media general y de los más caros del estudio en este sentido). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 43 euros mientras que el tratamiento completo era menor, 1.277 euros.
Analizados 110 centros de adelgazamiento en 18 capitales, entre ellos 7 de Zaragoza
Pese a todo queda mucho por mejorar ya que la calificación global de los establecimientos es únicamente de ‘aceptable’
En Zaragoza, se analizaron 7 centros de adelgazamiento (establecimientos como herbolarios, centros de estética y franquicias como Corporación Dermoestética, Herbalife y Naturhouse). El técnico de la revista que visitó los centros de la ciudad tenía una obesidad moderada, con un exceso de peso de 40 kilogramos.
El resultado global de estos centros no resulta del todo satisfactorio ya que, aunque supera la media general de ‘regular’, tiene que conformarse con un mediocre ‘aceptable’. Una nota que ha variado algo con respecto a 2007, cuando se realizó una investigación similar y entonces obtuvo un suspenso (‘regular’). Por apartados, la peor nota (‘regular’) corresponde al capítulo que estudia la adecuación del tratamiento propuesto, mientras que la identificación del problema de exceso de peso mejora hasta un ‘bien’. La visita a estos establecimientos concluye con notas de ‘muy bien’ en cuanto a la profesionalidad del personal y la atención al cliente. Con todo, de los siete centros analizados, dos de ellos no logran aprobar el examen de EROSKI CONSUMER.
Si no se hace una correcta identificación del problema de exceso de peso de forma previa, de nada sirve recomendar al cliente un tratamiento adelgazante u otro. En el caso de los establecimientos visitados en la capital aragonesa, la identificación del problema de exceso de peso es acertada ya que en todos los casos preguntaron si recientemente se había hecho el colaborador algún análisis de sangre, en seis de los siete centros visitados se interesaron por antecedentes clínicos familiares o personales del paciente, aunque en algo más de la mitad de los establecimientos no midieron la presión arterial al cliente.
En cuanto al tratamiento propuesto, cuatro de los siete establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento de adelgazamiento basado en productos estrella, una práctica nada recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso. Por lo que respecta a la duración de ese tratamiento, lo más aconsejable (en términos de salud) es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto, (algo que se cumple en seis de los siete centros visitados) y no cuando el paciente decida o fijando una fecha, como recomiendan en un centro. Durante el tiempo que dure el proceso de adelgazamiento, los expertos recomiendan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple de forma satisfactoria en la planificación propuesta por cinco de los siete establecimientos de dietética.
De los siete centros visitados en la capital aragonesa, cinco ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita; mientras que el resto la cobraban. El coste medio era de 28 euros. Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos. En este caso, el precio medio en Zaragoza era de 91 euros, 13 más que la media general. Otros centros cobraban por el tratamiento completo (cuyo coste medio no llegaba a los 1.629 euros, algo más que los 1.437 euros de la media general). En 2007, cuando se hizo un informe similar, el precio medio por consulta o producto era de 33 euros, mientras que el desembolso medio por el tratamiento completo era de 1.932 euros.