El 41% de los españoles no está satisfecho con la conciliación laboral y familiar, según el barómetro Edenred Ipsos. ¿La conciliación familiar es todavía más complicada en verano?
Sin duda. Los padres y madres que trabajamos tenemos como máximo un mes de vacaciones al año. Muchos reservamos el mes de agosto para poder estar con nuestros hijos e hijas. El problema es que los niños tienen tres meses de vacaciones. En este tiempo hay que echar mano de abuelos, de campamentos y hasta de viajes de idiomas.
Sin embargo, con la actual coyuntura económica, muchos padres y madres no pueden costear el precio de esas actividades; muchas de las cuales son caras y ni siquiera duran una semana. ¿Qué se puede hacer cuando llega el verano y los niños tienen tanto tiempo libre?
España necesita infraestructuras que permitan la conciliación familiar. Por eso pedimos que las administraciones aseguren esos servicios de conciliación en verano. Los centros escolares cumplen una labor didáctica durante el curso lectivo, pero también son edificios pagados con dinero público, que están desaprovechados en verano. Los colegios, con ayuda de todas las administraciones, deben ser un espacio para facilitar la conciliación.
¿Cree entonces que los colegios públicos deberían estar abiertos en verano para todos los niños?
Sí. Los ayuntamientos deben tener presupuesto para abrir los comedores escolares para los niños con problemas, algo muy importante. Pero no solo eso: el colegio tiene que estar abierto para todos los niños y niñas. Las escuelas públicas son el lugar donde organizar actividades infantiles divertidas en verano, que sirvan como refuerzo a la convivencia; con propuestas culturales y de ocio dirigidas por monitores y gente profesional.
¿Podría resultar estresante para los niños un verano lleno actividades? Las propuestas estivales para ellos incluyen desde apoyo escolar, campamentos deportivos y de idiomas hasta cursos infantiles de verano para aprender a cocinar…
La solución está en el equilibrio. No podemos estresar a los niños en verano, ya lo están bastante durante todo el curso. Los niños necesitan jugar, aburrirse, disfrutar del ocio y aprender a convivir con los demás para ser buenos ciudadanos del mañana. Pero no pueden quedarse solos encerrados en casa durante el verano.
¿Los niños deben hacer deberes en verano?
No. Los niños no deben hacer deberes ni en verano ni en invierno. Todas las actividades escolares de los pequeños deberían estar asumidas dentro del horario del colegio. El horario y la estructura de las clases deben adaptarse para hacerlo posible. Los deberes son una intromisión en la vida familiar.
Se repiten las elecciones generales este 26 de junio y los principales partidos político incluyen la conciliación familiar en sus programas. Medidas como la ampliación de la jornada escolar o la universalización de las escuelas infantiles de 0 a 3 años ¿ayudarían a la conciliación familiar?
Las campañas electorales son campañas electorales. Estamos acostumbrados a promesas que después del voto desaparecen. Hace poco estuvimos en el Congreso de los Diputados para analizar la Ley de Educación, con una propuesta conjunta de 22 asociaciones que ha llevado dos años de trabajo. Remarqué la necesidad de un sistema educativo que permita conciliar a las familias, que fomente la conversación y la empatía para ponerse en el lugar de los demás.
Otro debate recurrente referido a las vacaciones de verano de los niños españoles. ¿Son demasiado largas?
Las vacaciones de verano son muy largas si los niños tienen que estar en casa y no tienen nada que hacer. Pero ojo: la solución no es ampliar las horas lectivas, sino lograr que las escuelas sean el espacio para las actividades de ocio y convivencia en verano.
Conciliar es un derecho fundamental, así considerado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. ¿Cuál es su ingrediente estrella para una buena receta de conciliación familiar en verano?
Los recursos que tienen que aportar las administraciones. La conciliación familiar debe ser una apuesta social pública. No podemos pedir más esfuerzo a las familias porque no tienen medios y, a menudo, tampoco tiempo.
Entonces, ¿conciliar en verano es una opción o una misión imposible?
Es una opción y una necesidad. Lo tenemos que conseguir. Los niños lo necesitan. Los padres y madres lo necesitan. Los abuelos lo necesitan. Toda la sociedad lo necesita.