3 de cada 5 personas de 25 a 64 años sufre exceso de peso
La prevalencia mundial de obesidad se ha duplicado entre 1980 y 2014, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En 2014, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso y el 13% eran obesas. En 2013, más de 42 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso en el mundo.
La OMS define la obesidad y el sobrepeso como una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud. Un problema que se debe fundamentalmente a un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. En líneas generales, la humanidad ha aumentado su ingesta de alimentos hipercalóricos (ricos en grasa, sal y azúcares, pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes) y ha reducido considerablemente la actividad física que realiza, fomentando el sedentarismo.
El exceso de peso se ha convertido en uno de los problemas más importantes de salud pública en el mundo. Para la OMS, tanto la obesidad como el sobrepeso están relacionadas con más muertes que el bajo peso. Así, presentar valores altos en el índice de masa corporal (IMC) y obesidad abdominal se asocia a mortalidad por todas las causas, morbilidad, discapacidad y, como consecuencia, años con un estado de salud deteriorado y baja calidad de vida. Además, la obesidad es un factor de riesgo de enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Esta situación llevó a Fundación EROSKI a poner en marcha en 2014 la Encuesta Nutricional de la Población Española (ENPE), junto a la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC). El objetivo principal era describir la prevalencia de obesidad total y abdominal en una muestra representativa de la población española. También analizar la distribución de distintos indicadores de adiposidad corporal (porcentaje de masa total del cuerpo compuesto de grasa).
Cómo se hizo
En total, 3.966 personas distribuidas por todo el territorio nacional (más de 210 personas por comunidad autónoma) aportaron sus medidas antropométricas. El 52% eran mujeres y todos los participantes tenían edades comprendidas entre los 25 y los 64 años: el 30% de 45 a 54, un 28% entre 35 y 44, otro 21% entre 55 y 64 y el 20%, de 25 a 34. Además, según su nivel educativo, el 43% tenía estudios primarios o menos, el 34% contaba con estudios secundarios y el 23%, superiores.
Esta investigación fue dirigida por varios especialistas: el director, Javier Aranceta (profesor de Nutrición Comunitaria en la Universidad de Navarra, presidente del Comité Científico SENC e investigador en la Red CiberOBN); la coordinadora, Carmen Pérez Rodrigo (SENC-Fundación FIDEC); y los investigadores, Goiuri Alberdi (SENC-School of Medicine en University College of Dublin), Natalia Ramos (departamento técnico-Sprim) y Sonia Lázaro (Sprim). Además, la Revista Española de Cardiología publicó en abril de 2016 las conclusiones principales del estudio (Aranceta-Bartrina J, Pérez-Rodrigo C, Alberdi-Aresti G, Ramos-Carrera N, Lázaro-Masedo S. Prevalencia de obesidad general y obesidad abdominal en la población adulta española (25-64 años) 2014-2015: estudio ENPE. Rev Esp Cardiol. 2016;69(6):579-587).
Medidas
Entre mayo de 2014 y de 2015, se obtuvieron datos antropométricos válidos de 3.801 sujetos, el 49% varones y el 51% mujeres. Encuestadores profesionales formados específicamente para esta investigación midieron a cada participante en posición de bipedestación (de pie), descalzos y con ropa ligera.
En concreto, tomaron las siguientes medidas antropométricas individuales:
- Talla (cm): con un estadiómetro portátil se midió la distancia entre la cabeza y los pies.
- Peso corporal (kg): con básculas digitales se midió el peso del cuerpo distribuido entre ambos pies.
- Perímetro de la cintura o PC (cm): con una cinta métrica inextensible se buscó el punto medio entre el último reborde costal y la cresta iliaca y, en ese punto, se midió la circunferencia de la cintura.
- Perímetro de la cadera (cm): también con una cinta métrica inextensible se midió el punto de máxima circunferencia sobre las nalgas en un plano horizontal.
La talla y el peso corporal proporcionan el índice de masa corporal o IMC. La OMS explica que se trata de un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos.
Aunque el IMC proporciona información útil sobre el exceso de peso en la población (es la misma medida para ambos sexos y para los adultos de todas las edades), la OMS recomienda considerarla a título indicativo porque es posible que no se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas.
Por su parte, el perímetro de la cintura se utiliza para estimar la prevalencia de la obesidad abdominal. Sin embargo, este indicador puede sobreestimar o subestimar el riesgo de los individuos altos y bajos, ya que no tiene en cuenta la talla. De modo que, como alternativa, los expertos del ENPE propusieron el índice cintura-talla, un buen indicador de adiposidad abdominal, similar al perímetro de la cintura.
Conclusiones principales
Principales conclusiones
En España, un IMC alto y un perfil de dieta inadecuada se erigen como los dos principales factores de riesgo a la hora de desarrollar una enfermedad, según un informe elaborado por el Institute for Health Metrics and Evaluation con datos de 2013.
Las conclusiones del estudio ENPE inciden principalmente en el primer aspecto y los resultados no son alentadores. Los investigadores de la encuesta comprobaron que la prevalencia de obesidad general y de obesidad abdominal en España es alta, si bien presenta una distribución desigual entre las distintas comunidades autónomas.
Por ello, insisten en la necesidad de una mejor vigilancia sistemática, especialmente en los grupos de población con mayor riesgo, la implementación de estrategias preventivas de carácter general dirigidas a toda la población y acciones asistenciales específicas para los individuos afectados.
Exceso de peso frecuente
La prevalencia de sobrepeso estimada en la población adulta española entre 25 y 64 años alcanza el 39,3% y es más elevada entre los hombres (46,5% frente al 32,1% de las mujeres). Por su parte, la prevalencia global de obesidad se estima en el 21,6%, también superior en varones (22,8%) que en mujeres (20,5%).
Tanto el sobrepeso como la obesidad aumentan significativamente con la edad en ambos sexos y en todos los grupos analizados la cifra es superior entre los hombres.
Si se suman las proporciones de prevalencia de sobrepeso y obesidad, el total entre la población adulta española de 25 a 64 años es del 60,9%: el 69,3% los varones y el 52,6% las mujeres. Y, en concreto, la prevalencia de valores de IMC igual o superior a 35 se estima en el 5,2% y alcanza el 6,9% en el grupo de 55-64 años.
Por comunidad autónoma, las tasas de obesidad más altas se encuentran en Asturias (25,7%), en Galicia (24,9%) y en Andalucía (24,4%), mientras que las tasas más bajas se observan en Islas Baleares (10,5%), Cataluña (15,5%) y País Vasco (16,8%).
Prevalencia de obesidad abdominal
La obesidad abdominal puede medirse en función de diferentes criterios. En primer lugar, si se tiene en cuenta el perímetro de la cintura, se estima que un 33,4% de la población con una edad entre 25 y 64 años tiene obesidad abdominal, es decir, su cintura supera los 102 cm si es hombre y los 88 cm si es mujer. Por sexos, afecta al 43,3% de las mujeres y al 23,3% de los hombres.
Estas cifras son muy superiores si se utiliza como criterio el índice de cintura cadera: en varones más del 0,90 y en mujeres, mayor que el 0,85. Así, la proporción de personas entrevistadas con obesidad abdominal alcanzarían el 64,5%.
También son elevadas si se tiene en cuenta el índice de cintura-talla. En este caso, si se sitúa el punto de corte en 0,55, la proporción es del 69,7%; y si se ubica en el 0,55, la cifra se reduce hasta el 44,4%.
La mayoría de las personas con obesidad abdominal, padecen también sobrepeso u obesidad, es decir, tienen un IMC igual o superior a 25. Teniendo en cuenta el criterio de perímetro de cadera, la proporción es de 90%. Si se usa el de cadera-cintura, la cifra baja hasta el 72,5% y si se usa el de cintura-talla está entre el 81,8% y el 89,8%.
Peso y talla
Entre los varones, el peso aumenta significativamente entre el grupo de 25-34 años y el siguiente intervalo de edad, 35-44 años. En concreto, la media va de los 80,3 kg a los 82,6 kg. Por su parte, entre las mujeres la tendencia es similar, aunque el incremento se produce a medida que avanza la edad. El promedio sube desde los 63,5 kg hasta los 70,6 kg.
En cuanto a la talla, esta medida disminuye progresivamente con la edad, tanto en hombres como en mujeres: ellos pasan de un promedio de 175,7 cm a 169,9 cm y ellas, de 162,2 cm a 158,6 cm.
Por último, los valores medios de las circunferencias de cintura y cadera muestran un aumento importante con la edad, tanto en varones (la cintura va desde los 88,7 a los 99,7 cm y la cadera empieza en los 97,8 hasta los 103,5 cm) como en mujeres (en cintura va de 79,9 a 91,8 cm y en cadera empieza en 97,9 a 104,9 cm).
Índices crecientes
El crecimiento de las medidas de acuerdo con el aumento de edad, también influye en el resultado de los índices. Por tanto, crece la media de IMC (un 10% ellos y un 15% ellas) y también el índice medio de adiposidad corporal o IAC (tanto en hombres como en mujeres, un 18%).
La tendencia es igual en los índices de cintura-cadera y cintura-talla. Tanto en hombres como en mujeres aumenta en función de la edad: el de cadera sube en torno a un 6% en ambos sexos y el de talla, un 16% en los hombres y un 18% en las mujeres.