Las instalaciones deportivas municipales mejoran, aunque los ayuntamientos invierten menos dinero
El deporte no sólo se ve, también se practica. Además, de forma creciente. Sus beneficios en la salud física y emocional de personas de toda edad y condición han incrementado la demanda y la oferta de equipamientos para poder nadar, jugar al fútbol, al baloncesto o al tenis. De hecho, estas instalaciones se han incrementado en los últimos 30 años en más de un 77% y dos de cada tres son de titularidad pública. Su gestión precisa inversión y un buen mantenimiento, algo que se da en las principales capitales del país, aunque lo cierto es que los ayuntamientos destinan menos dinero que hace cuatro años. Así lo ha constatado EROSKI CONSUMER tras analizar la dotación de infraestructuras deportivas municipales, y visitar 143 de ellas, en 18 capitales: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. De los resultados del estudio, se extrae que las instalaciones deportivas municipales han mejorado en los últimos cuatro años, pese a que los ayuntamientos invierten una menor proporción de su presupuesto para ese fin. La pauta es que, en comparación con un estudio similar elaborado en 2006, la dotación ha aumentado de manera significativa, aunque aún queda margen para lograr una situación óptima: hay una piscina de media por cada 19.500 habitantes (en 2006 por cada 21.000), un gimnasio por cada 15.600 residentes (hace cinco años por cada 18.500) y un campo de fútbol por cada 17.700 habitantes (en 2006 por cada 21.300). No sólo ha mejorado la cantidad: la calidad de las instalaciones municipales visitadas es ‘buena’ y apenas un 4% de ellas no cumple con los requerimientos de limpieza, seguridad, accesibilidad, conservación e información exigidos.
Los 18 ayuntamientos gastan una media de casi 24 millones de euros anuales en deporte (46,6 euros de media por habitante). El peso de las partidas destinadas al deporte en las 18 ciudades es de un 3,8% de media. Es decir, que los Consistorios gastan algo menos de 4 euros por cada 100 que disponen en sus presupuestos totales en el mantenimiento y conservación de instalaciones, pago del personal, oferta de cursos y programas, etc. Los municipios que más dinero han destinado al deporte son: Vitoria (supone una partida del 9,1% de su presupuesto total), A Coruña (5,5%), Valladolid (5,4%), San Sebastián (5,3%), Murcia (4,5%) y Oviedo (4,3%). El resto de ciudades aporta poco más del 3% de sus presupuestos anuales a la inversión en materia deportiva. A la cola se sitúa Málaga (apenas supone un 1,5% del presupuesto total anual de su Ayuntamiento), Zaragoza (2%) y Alicante (2,4%).
En cinco años, la proporción de las partidas destinadas al deporte han disminuido una media de un 1%. Las únicas ciudades que han aumentado su aportación a esta materia han sido A Coruña, San Sebastián y Valencia. Sin embargo, hay otras que han disminuido los presupuestos a la mitad: es el caso de Oviedo (en 2005, la ciudad que destinaba una mayor proporción de dinero, un 8,4%) y Madrid (era la segunda capital que en 2005 destinaba una mayor proporción, un 7,2% de sus presupuestos totales anuales).
La pretensión de unificar la multitud de tarifas y abonos que hay que pagar por hacer deporte es misión imposible. Pero sí se pueden establecer una serie de factores para clasificar los precios. He aquí algunos ejemplos:
El precio del abono de temporada para mayores de 18 años se mueve este año entre los 83,70 euros que pagan en Vitoria los ciudadanos mayores de 25 años (79,50 euros abonan los que tienen edades comprendidas entre 18 y 25 años), los 109,2 euros anuales de Bilbao, los 190,70 euros de Valencia y los 160 euros de San Sebastián por tener la llamada kirol txartela adulto. En Madrid y Valladolid, por su parte, la cuota es mensual. En Madrid, el abono va desde los 17,70 euros a los 38,50 euros, en función de los días que se utilice la instalación deportiva (1, 2 ó 3 días). Mientras tanto, en Valladolid la cuota es de 21,10 euros.
También está muy extendida la posibilidad de tener un abono familiar: en la capital bilbaína asciende a 162,95 euros anuales, en San Sebastián son 283 euros por sacar la kirol txartela familiar y en Valencia supone un desembolso de entre 357,55 euros y 408,85 euros en función de los miembros de que se componga la familia. Por su parte, en Valladolid, todo miembro que se vaya sumando a la unidad familiar, pagará 21,10 euros mensuales y el quinto es gratuito.
Por último, los mayores de 60 ó 65 años también se pueden beneficiar de descuentos importantes. Por ejemplo, en Alicante y Vitoria la bonificación de la cuota es de un 50%. En otras ciudades como Madrid, la cuota mensual que pagan estas personas en esta franja de edad va desde los 7,60 euros a los 4,30 euros mensuales (en función de los días que utilice las instalaciones deportivas municipales, 1 ó 2 días).
Instalaciones deportivas: grandes diferencias
Ninguna ciudad puede presumir de tener un equipamiento óptimo, aunque la evolución positiva es generalizada. En la actualidad, apenas hay una piscina de media por cada 19.500 habitantes (en 2006 la proporción era de una por cada 21.000 habitantes), un gimnasio por cada 15.600 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 18.500 habitantes), un campo de fútbol por cada 17.700 habitantes (en 2006, era por cada 21.304 habitantes), una pista de tenis por cada 20.500 habitantes (hace cuatro años era una por cada 25.016 habitantes). La excepción: los polideportivos cubiertos. En 2006 había uno por cada 26.000 habitantes, y en la actualidad hay uno por cada 33.000 habitantes. Los promedios no ocultan que los medios desplegados por las instituciones públicas en algunas ciudades son muy superiores a los de otras. En este estudio se comprobó que los residentes de Vitoria, San Sebastián y Barcelona tienen un mejor acceso a la práctica deportiva que los de otras ciudades como Alicante, Granada y Sevilla.
Para los aficionados a la natación, Vitoria es la mejor opción (una piscina por cada 8.728 habitantes, la mayoría cubiertas), al contrario que Cádiz (una para 63.383 residentes). Vitoria, junto con Valladolid, también destaca en campos de fútbol (una instalación de este tipo por cada 10.000 habitantes). Y la capital vallisoletana sobresale asimismo en canchas polivalentes al aire libre (una por cada 5.500), muy por encima de Madrid (una por cada 22.600). Si lo que se desea es golpear la pelota con una raqueta, Granada, Valladolid y Málaga destacan sobre el resto (una pista por cada 15.000 habitantes), muy por encima de Alicante (una pista por cada 30.400 habitantes). Si la raqueta es de pádel, A Coruña destaca muy positivamente al contar con 76 pistas para su población censada, mientras que Barcelona apenas tiene 15 para la suya.
Las instalaciones deportivas municipales visitadas se encuentran en buen estado y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Una situación que se mantiene cuando, hace cuatro años, esta revista realizó un estudio similar y sólo un 7% suspendía. En la actualidad, esta proporción ha disminuido y sólo el 4% de las instalaciones deportivas analizadas incumplen los requerimientos básicos exigidos, aunque un 9% debe conformarse con un mediocre ‘aceptable’. Los aspectos más positivos del estudio son la seguridad de los recintos analizados y el estado de mantenimiento y limpieza (en ambos apartados obtienen un ‘muy bien’). Sin embargo, se quedan en un ajustado ‘aceptable’ en cuanto a información al usuario y servicios ofertados. Por lo que respecta a la accesibilidad la nota media obtenida ha sido de ‘bien’.
Por ciudades, destacan las óptimas apreciaciones obtenidas por los equipamientos deportivos de Barcelona, Bilbao, Córdoba, Málaga, San Sebastián y Vitoria: todas ellas obtuvieron un ‘muy bien’. Por su parte, las instalaciones visitadas en A Coruña, Madrid, Granada, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza consiguen un ‘bien’, mientras que Alicante y Cádiz deben conformarse con un mediocre ‘aceptable’.
Las instalaciones deportivas también contaminan. Precisamente, en el VI Encuentro de Políticas Deportivas en los Municipios celebrado en Bilbao en abril se propusieron algunas medidas para hacer de ellas espacios más sostenibles, como reciclar los residuos (peligrosos y no peligrosos), ahorrar agua, utilizar paneles solares, etc. Y son muchas las ciudades que ya las llevan a la práctica:
Zaragoza: entre otras medidas, le dan mucha importancia al ahorro del agua, por eso, han instalado en los espacios deportivos sensores de riego y flexos en los grifos de los aseos, entre otros sistemas, para evitar un derroche. Además, consideran fundamental informar al usuario mediante carteles y folletos para que se impliquen en que el funcionamiento de las instalaciones deportivas sea más sostenible.
Valladolid: los paneles de energía solar en las instalaciones deportivas municipales llevan una década funcionando. Además, se emplean los llamados fluxómetros (grifos que producen una gran descarga en un inodoro sin necesidad de cisterna), griferías con temporizador (para el ahorro de agua) e iluminación de espacios con control de presencia.
Vitoria: se vincula desde 1999 el funcionamiento de calderas (calefacción y ACS) al sostenimiento energético (CO2) y mejoras para la reducción de consumos.
Valencia: desde 2003, se trabaja en el diseño y la remodelación de edificios para mejorar la implantación de sistemas de aprovechamiento de energías renovables (favorecer la iluminación y ventilación natural, instalación de un adecuado aislamiento térmico…).
Sevilla: hace nueve años, se puso en marcha un plan de eficiencia energética y ahorro de agua y el pasado ejercicio se procedió a la instalación de placas solares en las instalaciones deportivas.
San Sebastián: ha diseñado un proyecto de optimización energética de las instalaciones deportivas municipales. También se están utilizando placas solares fotovoltaicas en las cubiertas de varias instalaciones deportivas municipales.
Bilbao: en la capital vizcaína trabajan para reducir el consumo de energía, agua (de piscina, de riego, etc.) y gas de las instalaciones municipales mediante varios sistemas: sustituir las calderas antiguas por equipos nuevos más eficientes, crear plantas solares fotovoltaicas, recuperar el agua de lluvia y mantener el calor del agua de las piscinas, entre otras.
La limpieza y la seguridad en las instalaciones, lo mejor
Sin lugar a dudas, la limpieza y conservación de las instalaciones deportivas visitadas es uno de los aspectos más destacados del análisis. Así, la nota media obtenida en este apartado (un ‘muy bien’) se mantiene con respecto a un estudio similar realizado por esta revista en 2006. Es más, en cuatro años han mejorado, ya que mientras entonces suspendía un 4%, en la actualidad lo hace apenas un 1%.
En este sentido, sólo se encontraron fallos en el estado de conservación de un 11% de los casos analizados. Las deficiencias tenían que ver con el mal estado de las redes en porterías, canastas y similares (en un 10% de los casos) y con la falta de una mano de pintura que delimitara correctamente las zonas de juego (en un 12%), así como con la suciedad y mal estado del pavimento de las estancias visitadas (en un 9%).
son notables. Entre las más equipadas,
Vitoria, Barcelona y San Sebastián
Asimismo, entre los más de 600 vestuarios analizados en los 143 centros deportivos incluidos en este estudio, sólo un 2% de ellos y sus duchas eran excesivamente viejos y, entre otros fallos, se observaron algunos casos con puertas sin pomo y con peligro de quedarse encerrado, azulejos rotos, humedades, tuberías oxidadas, etc. (en Alicante, uno de cada cinco necesitaba una reforma). Precisamente, la limpieza e higiene también era buena en la gran mayoría de los vestuarios, sólo un escaso 1% estaba sucio durante la visita.
En seguridad, los resultados también son positivos: sólo el 3,5% de las instalaciones suspende el examen de esta revista (en 2006, esta proporción era del 5%), aunque otro 1,4% debe conformarse con un mediocre ‘aceptable’ dentro de este apartado (en 2006, sin embargo, eran un 12% los que se quedaban con esta nota). Cabe señalar que la mayoría de las instalaciones deportivas municipales se encuentran convenientemente adaptadas y cuentan con las principales medidas de seguridad (luces de emergencia, extintores). Sin embargo, en un 14% de las instalaciones no se vieron carteles indicadores de salida de emergencia.
Por otro lado, en un 4% se observaron elementos que podían poner en peligro la integridad física de los usuarios: pavimentos deteriorados y con fisuras, zonas con una altura considerable y sin vallar, zonas de obras cercanas a las pistas o canchas de deporte, etc. Estas deficiencias se observaron en dos de cada diez instalaciones de Sevilla.
Además, en casi todas las instalaciones deportivas que tienen piscinas (y ésta estaba abierta, un 71%) contaban con al menos un socorrista en el recinto en el momento de la visita (sólo en un 4% no lo había). Aunque en la única instalación que se analizó en Cádiz en la que había piscina, el socorrista se encontraba trabajando en una oficina sin vigilar la piscina.
Se trata sin duda de los aspectos que peor se cuidan en este tipo de instalaciones. Así, casi una de cada siete instalaciones deportivas municipales visitadas no logra superar el análisis de esta revista y un 25% se debe conformar con un ‘aceptable’. En cuatro años, han mejorado en esta materia, ya que en 2006 uno de cada cuatro espacios analizados suspendía la prueba y un 22% se calificaba con un ‘aceptable’. Entre otras carencias reseñables, un 11% contaba con una deficiente señalización, ya que no se sabía dónde estaba cada dependencia o a dónde llevaba cada pasillo. Además, un 45% no informaba sobre las normas de uso particulares de cada estancia, un 36% no contaba con carteles con el horario de apertura y cierre del recinto o de los distintos servicios por no hablar de que el buzón de sugerencias se encontraba presente sólo en el 38% de los espacios estudiados.
Entre los servicios ofrecidos a los usuarios, destaca que en el 80% de los recintos analizados, había taquillas guardarropa en los vestuarios. Sin embargo, tan sólo en uno de cada cinco había papeleras o contenedores para el reciclaje y más de la mitad no contaba con servicio de cafetería o bar. Con todo, la existencia de una dependencia sanitaria (bien enfermería o bien botiquín) estaba claramente señalizada en tres de cada cuatro ocasiones.
Acercarse a estas instalaciones no siempre resulta fácil: aunque prácticamente a todas llega el autobús urbano, el metro, el tranvía e incluso el tren, sólo el 36% cuenta con carril bici en sus inmediaciones (la mejor situación se da en Vitoria y San Sebastián).
La accesibilidad a las instalaciones es buena en general, y tabla comparativa
Sólo un 11% de las instalaciones deportivas municipales visitadas suspende este apartado (similar a la proporción del estudio realizado en 2006), aunque un 9% se califica sólo de ‘aceptable’. La filosofía de los Ayuntamientos es proporcionar servicios a todos y cada uno de los ciudadanos. Así, sólo en un 9% de los recintos visitados el acceso puede calificarse como deficiente y en apenas un 12% es necesario subir escaleras para acceder a las distintas dependencias o estancias del interior.
Sin embargo, también se observaron algunas carencias: un 18% no cuenta con aseos adaptados para discapacitados (en Oviedo no se vio ninguno) y en un 30% de los casos la entrada al vaso de la piscina no estaba convenientemente adaptada. Además, no había plazas de aparcamiento para discapacitados en las cercanías de dos de cada cinco espacios deportivos (en Alicante y Pamplona, en ninguno).
Y por último, es especialmente importante la traducción de los carteles al braille o que la información esté en sobre relieve. Sin embargo, esto no se lleva a la práctica: en aproximadamente un 85% de las visitas no se vio ningún cartel traducido: ni los paneles de situación, ni los carteles que señalizan los accesos, etc. (Vitoria fue la ciudad donde más carteles adaptados se vieron).
18 ciudades una a una
- A Coruña
- Alicante
- Barcelona
- Bilbao
- Cádiz
- Córdoba
- Granada
- Madrid
- Málaga
- Murcia
- Oviedo
- Pamplona
- San Sebastián
- Sevilla
- Valencia
- Valladolid
- Vitoria
- Zaragoza
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 5 de A Coruña
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas y gimnasios
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad y accesibilidad; mientras que la información al usuario y los servicios disponibles se han valorado con un ‘aceptable’
En el caso de A Coruña, se visitaron 5 espacios deportivos (el complejo deportivo municipal San Diego, las instalaciones municipales del Club de Mar San Amaro y los polideportivos municipales Sagrada Familia, Barrio de las Flores y Labañou) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital coruñesa la cantidad total es de más de 11,6 millones de euros (47 euros por habitante), lo que supone un 5,5% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio de A Coruña. De esta manera, es la segunda ciudad que mayor proporción de sus presupuestos generales dedica al área municipal de deporte. En cinco años, la partida destinada al deporte ha ganado peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 3,1%), comportamiento contrario a la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los más de 5,5 millones de euros de 2005 se ha pasado a los más de 11,6 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 10.250 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 48.500) y un gimnasio por cada 6.150 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 15.180 habitantes). La excepción: los polideportivos cubiertos, que se mantienen, y los campos de fútbol (hay uno por cada 24.610 ciudadanos, cuando hace cuatro años era uno por cada 20.240 habitantes).
Solo una de las cinco instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, el Polideportivo Municipal de Labañou. Sin embargo, la media final de las dependencias estudiadas es un ‘bien’, nota que comparte con Granada, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Una a una, las instalaciones municipales del Club de Mar de San Amaro y el Complejo Deportivo Municipal San Diego obtienen un ‘muy bien’; el Polideportivo Municipal Sagrada Familia y el del Barrio de las Flores comparten un ‘bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Sin embargo no puede decirse lo mismo de la insuficiente información que dan a los ciudadanos, así como de los servicios ofrecidos (valorado con un ‘aceptable’). Una situación similar a la de hace cuatro años con una excepción, la mejora de la seguridad y vigilancia de estas instalaciones (de un ‘bien’ en 2006, se ha pasado al ‘muy bien’ actual).
Los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en buen estado de mantenimiento e higiene. Las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en la existencia de pintadas, un número escaso de papeleras en una de las instalaciones y aseos algo viejos en dos espacios deportivos.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos vieron en la mayoría de las instalaciones deportivas elegidas para este estudio extintores y salidas y luces de emergencia, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. Sin embargo, solo en tres de los cinco recintos se observaron plazas de aparcamiento para discapacitados y en ninguna de las instalaciones que contaba con piscina, ésta tenía la entrada al vaso adaptado. Con todo, los aseos de todas las instalaciones resultaban accesibles para todos los ciudadanos.
Por último, los fallos más significativos corresponden al apartado que mide la información que se facilita al usuario, así como los servicios disponibles en estas instalaciones deportivas municipales: en dos de los complejos no aparece por ningún lado el horario, en una instalación no se encontraban señalizados los accesos a las diferentes y en la misma proporción no había nadie atendiendo al público en la recepción o entrada del recinto cuando se hizo la visita. En lo que se refiere a los servicios disponibles, una de las instalaciones no disponía de taquillas en los vestuarios y en dos instalaciones no se vio dependencia alguna destinada a asistencia sanitaria (enfermería, botiquín, servicio médico o similar).
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 6 de Alicante
- En los últimos cinco años, la partida municipal destinada al deporte se ha mantenido respecto al presupuesto general del Ayuntamiento
- Pese a todo, en cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas y pistas de atletismo
En el caso de Alicante, se visitaron 6 espacios deportivos (los polideportivos Monte Tossal, Tómbola, Florida Babel, San Blas, Garbinet y la Ciudad Deportiva) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital alicantina la cantidad total es de más de 6 millones de euros (18 euros por habitante), lo que supone un 2,4% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio de Alicante, inferior a la media. En cinco años, la partida destinada al deporte apenas ha perdido peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 2,6%). De los más de 6,6 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 6,1 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva, aunque tampoco resulta muy satisfactoria ya que apenas se ha incrementado el equipamiento en piscinas y pistas de atletismo en estos últimos años. Así, hay una piscina por cada 41.845 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 62.066) y una pista de atletismo por cada 167.380 residentes (hace cuatro años, era de uno por casi el doble de habitantes). Baja la dotación en el caso de los polideportivos cubiertos (de un espacio para cada 23.872 habitantes en 2006 se ha pasado este año a uno por cada 83.690 ciudadanos), mientras que se mantiene sin cambios la dotación en el caso de los gimnasios y campos de fútbol.
Tres de las seis instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, de ahí que la media final no supere un ‘aceptable’. Nota que comparte con las instalaciones deportivas municipales analizadas en Cádiz. Una a una, suspenden con un ‘regular’ los polideportivos Tómbola, Monte Tossal y Florida Babel; el polideportivo San Blas y la Ciudad Deportiva aprueban, pero no consiguen mejorar un ‘aceptable’. La mejor valoración recae en el polideportivo Garbinet con un ‘bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado de limpieza y mantenimiento pero las carencias son significativas en el caso de la información que se facilita al usuario y los servicios de los que disponen estas instalaciones deportivas (no supera el ‘regular’). Asimismo, las medidas de seguridad y accesibilidad se calificaron de ‘aceptables’. Esta situación empeora la calificación obtenida hace cuatro años en todos los apartados estudiados. En 2006, la nota media general era un ‘bien’.
Las carencias más evidentes recaen en el apartado de información al usuario y los servicios disponibles para el público: en más de la mitad de las instalaciones no aparece en la entrada el horario de apertura y cierre, en prácticamente la mayoría de los centros no existe un plano de situación para que el usuario no se pierda y ni siquiera están señalizadas las distintas dependencias o salas. Asimismo, no existe carril bici para llegar a estas instalaciones deportivas, en dos de los seis centros deportivos no se han habilitado taquillas en los vestuarios para que los usuarios guarden sus pertenencias personales. En la misma proporción, no se vio una dependencia para asistencia sanitaria.
Algo mejor, aunque con ciertos fallos, se valoraron los apartados de accesibilidad y seguridad. Todas las instalaciones deportivas que contaban con piscina tenían socorrista; sin embargo, en tres instalaciones, el suelo de los vestuarios era resbaladizo y suponía un peligro, y en más de la mitad de los espacios deportivos no había ni salidas de emergencia ni cartel que hiciese referencia. Por lo que respecta a la accesibilidad: ninguna instalación visitada disponía de carteles escritos en braille o en relieve; en dos de ellas, la puerta de entrada era tan estrecha que impedía el paso de una persona en silla de ruedas o el carrito de un niño y ninguna de las piscinas visitadas tenía adaptada la entrada al vaso.
Con todo, la nota más satisfactoria se refiere al estado de mantenimiento y limpieza de estas seis instalaciones deportivas, pese a que también se observaron faltas en este sentido: redes, canastas y baldosas deterioradas en la mitad de los centros y algo de suciedad en el pavimento de dos de las seis instalaciones deportivas.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 20 de Barcelona
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, gimnasios, pistas de atletismo y campos de fútbol
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad, accesibilidad e información y servicios
En el caso de Barcelona, se visitaron una veintena de espacios deportivos para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Todo ello para comparar la evolución con respecto a 2006, cuando se realizó un estudio similar. Un progreso más que positivo: hay una piscina por cada 13.860 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 14.620), un gimnasio por cada 8.960 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 9.180 habitantes), una pista de atletismo por cada 67.565 vecinos de Barcelona (en 2006, era uno por cada 105.240 habitantes) y un campo de fútbol por cada 20.530 personas (en 2006 era una por cada 30.955 ciudadanos).
La visita a las instalaciones deportivas: muy buena calidad
Ninguna de las 20 instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER. La calificación más baja, un ‘aceptable’, la recibió el Centre Esportiu Municipal Horta. El resto de dependencias municipales, sin embargo, obtuvo valoraciones que oscilaron entre el ‘bien’ y el ‘muy bien’. La media final es un ‘muy bien’, nota que comparte con Bilbao, Córdoba, Málaga, San Sebastián y Vitoria.
Los recintos visitados se encuentran en muy buen estado de mantenimiento y limpieza, proporcionan una buena información y dotación de servicios, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Esta situación que se mantiene idéntica a la de hace cuatro años.
Los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en buen estado de mantenimiento e higiene. Las únicas carencias observadas están relacionadas con la limpieza y la conservación. Fundamentalmente porque en diez de los centros visitados los aseos de los vestuarios se encontraban viejos. Además, en las pistas de dos instalaciones visitadas se hallaron pavimentos con suciedad y pintadas.
En seguridad, los técnicos vieron que no había socorrista en tres de los espacios deportivos donde había piscina (había gente bañándose). Aun así, todos los recintos disponían de iluminación y salidas de emergencia, así como extintores a la vista. Por su parte, en el caso de las medidas adoptadas para garantizar la accesibilidad, en siete de cada diez centros no se vieron plazas de aparcamiento reservadas a discapacitados, pero los aseos y las entradas de acceso a la mayoría de estos espacios deportivos resultaban accesibles.
Por último, la información que se facilita al usuario en estas 20 instalaciones deportivas, así como los servicios disponibles se calificaron con un óptimo ‘bien’, pese a que se encontraron algunas carencias en este sentido. Entre ellas, en siete de cada diez espacios no hay cartel alguno con el horario de apertura y cierre de las instalaciones, en más de la mitad de los centros falta un plano de situación, en seis centros no se vio dependencia destinada a la asistencia sanitaria (enfermería, botiquín, servicio médico o similar) y en uno no se habían habilitado taquillas en los vestuarios.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 7 en Bilbao
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, gimnasios y polideportivos cubiertos
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad, accesibilidad e información y servicios
En el caso de Bilbao, se visitaron 7 espacios deportivos (La Alhóndiga y los polideportivos de San Ignacio, Txurdinaga, Rekaldeberri, Deusto, Atxuri y Zorroza) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital vizcaína la cantidad total es de casi 16,2 millones de euros (46 euros por habitante), lo que supone un 3,2% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio bilbaíno. En cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 4,2%), comportamiento que se engloba en la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los 17,4 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 16,2 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 17.740 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 22.000), un polideportivo cubierto por cada 35.490 bilbaínos (en 2006, era uno por cada 50.300 habitantes). La excepción: los campos de fútbol y las pistas de tenis. En 2006, había un campo de fútbol por cada 70.400 residentes, mientras que hoy es uno por cada 88.715 habitantes. En cuanto a las pistas de tenis, hay una por cada 27.300 ciudadanos, cuando hace cuatro años era una por cada 25.170 habitantes.
La visita a las instalaciones deportivas: muy buena calidad
Ninguna de las siete instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘muy bien’, nota que comparte con Barcelona, Córdoba, Málaga, San Sebastián y Vitoria. Una a una, Deusto y Rekaldeberri obtienen un ‘bien’ y el resto alcanza el ‘muy bien’.
Las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en algunas deficiencias en las pistas y campos, fundamentalmente porque había redes rotas, pavimento con suciedad y alguna que otra bombilla fundida en tres de las siete instalaciones visitadas. Por lo demás, los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en buen estado de mantenimiento e higiene.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos vieron en las siete instalaciones deportivas elegidas para este estudio extintores y salidas y luces de emergencia, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. Además, fuera del recinto había plazas de aparcamiento y sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados. El único fallo es que los carteles no en todos los casos estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve.
Por último, el usuario contaba con suficiente información en estos espacios para no perderse: planos de situación, carteles señalizando los diferentes accesos y personal atendiendo. Además, a todas las instalaciones llegaban autobús o metro; todos los vestuarios contaban con taquillas; y en casi todas había botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado (excepto en una). Aún así, se pueden señalar algunas carencias: sólo tres contaban con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista, dos con carril bici que llegase a las inmediaciones de estos lugares y en cinco faltaba más información sobre las normas de uso particulares de cada instalación.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 5 de Cádiz
- En los últimos cinco años, la partida municipal destinada al deporte ha perdido peso respecto al presupuesto general del Ayuntamiento
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de polideportivos cubiertos, gimnasios, pistas de atletismo y campos de fútbol
En el caso de Cádiz, se visitaron 5 espacios deportivos (los polideportivos Francisco Blanca y Centro Histórico, los complejos deportivos de Puerto El Cano y Ciudad de Cádiz, y la pista polideportiva A.V.V. Buena Vista) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de las que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital gaditana la cantidad total es de más de 5,6 millones de euros (45 euros por habitante), lo que supone un 3% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio de Cádiz, inferior a la media. En cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido peso en relación al presupuesto municipal (en 2005 representaba un 3,6%). En cifras, de los 4,7 millones de euros de 2005 se ha pasado a superar los 5,6 millones en 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva, ya que en cuatro años se ha aumentado la dotación de polideportivos cubiertos, gimnasios, pistas de atletismo y campos de fútbol. Así, hay un polideportivo por cada 15.850 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 34.000), un gimnasio por cada 12.680 vecinos (hace cuatro años, la proporción era de 17.000 habitantes), una pista de atletismo por cada 63.385 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 135.000 habitantes) y un campo de fútbol por cada 21.130 vecinos, cuando en 2006 era uno por cada 45.000 habitantes. Sin embargo baja la proporción de piscinas: si ahora hay una por cada 63.390 habitantes, hace cuatro años era de una por cada 45.000 vecinos.
Ninguna de las cinco instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER. Sin embargo, la media final no supera un ‘aceptable’, nota que comparte con las instalaciones deportivas municipales analizadas en Alicante. Una a una, comparten un ‘aceptable’ la pista polideportiva A.V.V. Buena Vista, el complejo deportivo Puerto El Cano y el polideportivo municipal Francisco Blanca; mientras que el polideportivo Centro Histórico y el complejo deportivo Ciudad de Cádiz logran un ‘bien’.
Los recintos visitados en Cádiz se encuentran en buen estado de limpieza y mantenimiento, y cuentan con las suficientes las medidas de seguridad, pero las carencias son significativas en el caso de la información que se facilita al usuario y los servicios de los que disponen estas instalaciones deportivas (este apartado no supera una nota de ‘regular’), así como en la accesibilidad (obtiene un ‘aceptable’). Esta situación mejora, sin embargo, la calificación obtenida hace cuatro años en todos los apartados estudiados (la nota media general otorgada en 2006 era un llamativo ‘mal’).
Las carencias más evidentes se encuentran en el apartado de información al usuario y los servicios disponibles para el público: en más de la mitad de las instalaciones no aparece en la entrada el horario de apertura y cierre, ni existe un plano de situación para que el usuario no se pierda y tampoco se vieron carteles que señalizasen los diferentes accesos del recinto. Las normas de uso particulares de las pistas y campos en dos de las instalaciones tampoco estaban visibles. Asimismo, no existe carril bici que llegue a las inmediaciones de ninguno de estos centros deportivos estudiados, en cuatro no se han habilitado taquillas en los vestuarios para que los usuarios guarden sus pertenencias personales y en una instalación ni siquiera hay vestuarios.
Se mantiene, igual que en 2006, la valoración (un ‘aceptable’) correspondiente a las medidas de accesibilidad de los espacios deportivos. En todos los que contaban con piscinas, la entrada al vaso está adaptada. Sin embargo, en ninguna instalación había carteles escritos en braille o en relieve y además, en uno de los centros la puerta de entrada era tan estrecha que impedía el paso de una persona en silla de ruedas o el carrito de un niño.
Con todo, las mejores notas se registraron en limpieza y seguridad de las instalaciones deportivas. El estado de conservación, en general, es óptimo tanto en los edificios como vestuarios, duchas y aseos (apenas hay algunas pintadas y pomos de las puertas deteriorados en un centro). La misma valoración positiva se mantiene en seguridad, salvo algunas excepciones: dos de las cinco instalaciones no cuentan con extintores de emergencia a la vista y en una no se vieron ni salidas de emergencia ni señal alguna al respecto.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 6 de Córdoba
- En los últimos cinco años, la partida municipal destinada al deporte se ha mantenido respecto al presupuesto general del Ayuntamiento
- En cuatro años, ha aumentado el número de piscinas y polideportivos cubiertos
En el caso de Córdoba, se visitaron 6 espacios deportivos (las instalaciones deportivas municipales La Fuensanta, Margaritas, Guadalquivir, Valdeolleros, Fátima y el Palacio Municipal Ciudad Jardín) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital cordobesa la cantidad total es de casi 8,7 millones de euros (26 euros por habitante), lo que supone un 3% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio de Córdoba, inferior a la media. En cinco años, la partida destinada al deporte apenas ha perdido peso en relación al presupuesto municipal (en 2005 representaba un 3,2%). De hecho, de los 7,4 millones de euros de 2005 se ha pasado a casi 8,7 millones en 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva, ya que en cuatro años se ha aumentado la dotación de piscinas y polideportivos cubiertos. Así, hay una piscina por cada 46.920 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 79.925 personas) y un polideportivo cubierto por cada 36.500 vecinos (hace cuatro años, la proporción era de 39.960 habitantes). Se mantiene, sin apenas cambios, la dotación de pistas de atletismo (una por cada 328.430 habitantes); aunque no puede decirse lo mismo del número de campos de fútbol. En 2006, había un equipamiento por cada 15.985 habitantes, a día de hoy esa proporción es de uno por cada 18.250 vecinos.
Ninguna de las seis instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER. De hecho, obtienen una valoración final de ‘muy bien’ que supera la media general de ‘bien’. Una a una, comparten un ‘muy bien’ las instalaciones deportivas municipales La Fuensanta, Margaritas, Guadalquivir, Fátima y el Palacio municipal Ciudad Jardín; mientras que logra un ‘bien’ la instalación deportiva municipal Valdeolleros.
Los seis recintos visitados en Córdoba se encuentran en muy buen estado de limpieza y mantenimiento y sobresale muy positivamente en las medidas de seguridad y accesibilidad adoptadas. En ninguno de ellos se encontró pavimento sucio ni pintadas y tampoco elementos rotos o deteriorados; aseos, duchas y vestuarios estaban en correcto estado de limpieza; todas las dependencias interiores contaban con su correspondiente iluminación y salidas de emergencia, y con extintores a la vista. Prácticamente, la mayoría de las instalaciones deportivas examinadas contaban en los alrededores con plazas de aparcamiento reservadas para discapacitados y todos los aseos y puertas de acceso estaban correctamente adaptadas para todos los usuarios.
La nota final otorgada a la información que se facilita a los usuarios, así como a los servicios disponibles es algo menor, aunque igualmente satisfactoria (‘bien’). Con todo, los únicos fallos encontrados se resumen en que no hay papeleras o contenedores de reciclaje en ninguno de los seis centros, solo la mitad cuenta con cabinas de teléfono y únicamente en una hay cafetería.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 5 de Granada
- En los últimos cinco años, la partida municipal destinada al deporte ha perdido peso respecto al presupuesto general del Ayuntamiento
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas y campos de fútbol
En el caso de Granada, se visitaron 5 espacios deportivos (los complejos deportivos de Aynadamar, La Chana, Núñez Blanca y Antonio Prieto Castillo y el Palacio municipal de deportes de Granada) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital granadina la cantidad total es de casi 10 millones de euros (42 euros por habitante), lo que supone un 3,2% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio de Granada, inferior a la media. En cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido peso en relación al presupuesto municipal (en 2005 representaba un 3,7%). En cifras, de los más de 8 millones de euros de 2005 se ha pasado a casi 10 millones en 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva, ya que en cuatro años se ha aumentado la dotación de piscinas y campos de fútbol. Así, hay una piscina por cada 58.580 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 79.430 personas) y un campo de fútbol por cada 18.000 vecinos (hace cuatro años, la proporción era de casi 20.000 habitantes). Se mantiene, sin apenas cambios, la dotación de pistas de atletismo (una por cada 117.200 habitantes; aunque no puede decirse lo mismo del número de polideportivos cubiertos (si en 2006, había un equipamiento por cada 18.330 habitantes, a día de hoy esa proporción es de uno por cada 21.300 vecinos).
Ninguna de las seis instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER y con una valoración final de ‘bien’ iguala la media nacional. Una a una, comparten un ‘muy bien’ el Palacio municipal de deportes de Granada y el complejo deportivo La Chana; mientras que logran un ‘bien’ los complejos deportivos Aynadamar, Núñez Blanca y Antonio Prieto Castillo.
Los cinco recintos visitados en Granada se encuentran en muy buen estado de limpieza y mantenimiento y sobresale muy positivamente en las medidas de seguridad. Algo menor, aunque igualmente satisfactoria (‘bien’), es la nota final otorgada al apartado con el que los técnicos valoraron la información que se facilita a los usuarios y los servicios disponibles en estas instalaciones deportivas, así como las medidas de accesibilidad adoptadas. Los únicos fallos encontrados: los vestuarios de dos de las instalaciones estaban cerrados, en uno de los centros no se había habilitado una dependencia bien visible para la asistencia sanitaria en caso de emergencia; en tres de las cinco instalaciones faltaban accesos habilitados a personas con algún tipo de discapacidad para entrar en algunas salas o dependencias y en igual proporción, los aseos no estaban adaptados.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 20 en Madrid
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, polideportivos cubiertos, gimnasios y campos de fútbol
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad, accesibilidad, y ofrecen suficiente información y servicios
En el caso de Madrid, se visitaron 20 espacios deportivos para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital madrileña la cantidad total es de casi 152 millones de euros (47 euros por habitante), lo que supone un 3,1% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio madrileño. En cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 7,2%), comportamiento que se engloba en la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los 311,5 millones de euros de 2005 se ha pasado a los casi 152 millones de 2010. Este descenso en la proporción de la partida destinada a deportes tiene una explicación: en 2005, se proyectó la construcción de siete instalaciones deportivas inauguradas en los últimos cinco años.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 23.100 habitantes (en 2006, la proporción era de uno por cada 23.485), un polideportivo cubierto por cada 48.600 residentes (hace cuatro años, era uno por cada 53.445 habitantes), un gimnasio por cada 26.690 madrileños (en 2006, era uno por cada 28.180) y un campo de fútbol por cada 17.990 habitantes (hace cuatro años, era uno por cada 22.630 residentes).
Ninguna de las veinte instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Una a una, todos los centros deportivos municipales se mueven entre el ‘bien’ y el ‘muy bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, proporcionan a los usuarios la suficiente información y servicios, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Hace cuatro años, la situación era muy similar, aunque mejora en información y servicios, apartado en el que obtuvo un ‘aceptable’ en 2006.
Los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en correcto estado de mantenimiento e higiene. Las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en algunas deficiencias en las pistas y campos: en seis de las veinte instalaciones visitadas había líneas sin pintar en los campos, en cuatro recintos había pavimento levantado en las pistas y en tres instalaciones redes y pomos rotos en las puertas.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos de EROSKI CONSUMER comprobaron que en todos los espacios deportivos visitados había extintores bien visibles y luces de emergencia, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. También, había plazas de aparcamiento para personas con algún tipo de discapacidad en los alrededores de casi todos los centros estudiados (excepto en cinco) y sistemas de acceso al vaso de la piscina en dieciséis de las veinte instalaciones visitadas. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones los carteles no estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve.
Por último, el usuario contaba con suficiente información en estos espacios para no perderse: había carteles señalizando los diferentes accesos y personal atendiendo las dudas de los usuarios. Sin embargo, en siete instalaciones no se informaba de las normas de uso particulares de cada pista y el plano de situación faltaba en la mitad de ellas. Por otra parte, a todas las instalaciones llegaba el autobús o metro y en casi todos los vestuarios contaban con taquillas. Aun así, se pueden señalar algunas carencias: en cinco no se vio botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado y en siete no contaban con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 7 en Málaga
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, polideportivos cubiertos, pistas de atletismo y campos de fútbol
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad, accesibilidad e información y servicios
En el caso de Málaga, se visitaron 7 espacios deportivos (los polideportivos Tiro de Pichón, José Paterna-El Palo-, La Trinidad, El Torcal, Ciudad Jardín y La Mosca; y la Ciudad Deportiva Carranque) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital andaluza la cantidad total es de 11,6 millones de euros (20 euros por habitante), lo que supone un 1,5% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio malagueño. En cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido relevancia en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 1,9%), comportamiento que se engloba en la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los 15,2 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 11,6 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 37.890 habitantes (en 2006, era una por cada 91.290), un polideportivo cubierto por cada 81.190 malagueños (hace cuatro años, la proporción era de uno por cada 109.550 habitantes), una pista de atletismo por cada 113.660 residentes (en 2006 era una por cada 547.730) y un campo de fútbol por cada 12.630 habitantes (hace cuatro años era uno por cada 23.810 malagueños).
La visita a las instalaciones deportivas: muy buena calidad
Ninguna de las siete instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un muy bien’, nota que comparte con Barcelona, Bilbao, Córdoba, San Sebastián y Vitoria. Una a una, los centros polideportivos Tiro de Pichón y José Paterna (El Palo) obtienen un ‘bien’ y el resto alcanza un ‘muy bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, proporcionan una buena información y dotación de servicios, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Esta situación es muy similar a la de hace cuatro años, aunque mejoran en información y servicios, apartado en el que obtuvieron un ajustado ‘aceptable’ en 2006.
En materia de limpieza y conservación los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en buen estado de mantenimiento e higiene. No se halló ninguna carencia en las pistas y campos por falta de material o suciedad y todos los vestuarios contaban con la hoja informativa sobre el horario de limpieza.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos de EROSKI CONSUMER comprobaron que en todas las instalaciones deportivas elegidas para este estudio los extintores estaban señalizados de forma correcta. Todos los recintos tenían las luces y salidas de emergencia bien visibles y había un socorrista en los espacios deportivos donde había piscina. Sin embargo, faltaban plazas de aparcamiento reservadas para personas con algún tipo de discapacidad en una instalación y los carteles no en todos los casos estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve, pero en todas ellas había sistemas de acceso al vaso de la piscina adaptado.
Por último, el usuario contaba con suficiente información en estos espacios para no perderse: carteles señalizando los diferentes accesos, normas de uso particulares de cada pista o campo y personal atendiendo. Además, a todas las instalaciones llegaba el autobús y en casi todos los vestuarios había taquillas. Aun así, se pueden señalar algunas carencias: ningún recinto contaba con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista y en tres no se vio botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 6 en Murcia
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, polideportivos cubiertos, gimnasios y campos de fútbol
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad y accesibilidad, aunque la información y servicios se ha valorado con un ‘aceptable’
En el caso de Murcia, se visitaron 6 espacios deportivos (los pabellones Príncipe de Asturias, El Carmen e Infante; el Palacio Municipal de Deportes, el polideportivo Inacua, y el Complejo La Flota) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital murciana la cantidad total es de casi 20,1 millones de euros (46 euros por habitante), lo que supone un 4,5% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio murciano. Se sitúa así entre los que mayor proporción de dinero destinan al deporte, junto con Vitoria, A Coruña, Valladolid y San Sebastián.
Aun así, en cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido relevancia en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 6,8%), comportamiento que se engloba en la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los 25,2 millones de euros de 2005 se ha pasado a los casi 20,1 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 9.930 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 13.750), hay un polideportivo cubierto por cada 11.500 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 19.940 habitantes), un gimnasio por cada 12.135 murcianos (en 2006 era de uno por cada 56.974 residentes) y un campo de fútbol por cada 8.570 habitantes (hace cuatro años era de uno por cada 9.065 residentes).
Ninguna de las seis instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Madrid, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valencia y Valladolid. Una a una, el Complejo La Flota obtiene un ‘muy bien’ y el resto alcanza un ‘bien’.Los recintos visitados se encuentran en buen estado, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad, aunque la información y los servicios se valoraron con un ajustado ‘aceptable’. Esta situación es muy similar a la de hace cuatro años.
Los edificios se encontraban en buen estado, tanto en el interior como en el exterior. Sin embargo, las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en algunas deficiencias en los vestuarios (en ninguno se vio hoja o cartel indicando a qué hora se habían limpiado las instalaciones) y en los aseos de los vestuarios. Fundamentalmente porque estaban viejos en las cinco instalaciones visitadas.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos de EROSKI CONSUMER comprobaron que en todas las instalaciones deportivas elegidas para este estudio los extintores estaban señalizados de forma correcta. Además, los recintos tenían las luces de emergencia bien visibles y había un socorrista en los espacios deportivos donde había piscina. No obstante, faltaban plazas de aparcamiento en un centro, no ocurría lo mismo con los sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados: los cinco espacios deportivos disponían de él.
Por último, el usuario no contaba con la suficiente información en estos recintos para no perderse: los carteles con los horarios de apertura y cierre de la instalación no se hallaron por ningún lado ni tampoco los paneles de situación (sólo se vio en una). Sin embargo, había carteles señalizando los diferentes accesos (excepto en un centro) y personal atendiendo. En cuanto a los servicios, a todas las instalaciones llegaban autobús o tranvía, pero no había carril bici que llegase a ninguna de las instalaciones deportivas. Además, aunque en todos los vestuarios había taquillas y botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado, sólo en una se vieron papeleras o contenedores de reciclaje a la vista.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 5 en Oviedo
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, polideportivos cubiertos, gimnasios y campos de fútbol
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad y accesibilidad pero la información y los servicios se valoran con un ‘aceptable’
En el caso de Oviedo, se visitaron 5 espacios deportivos (los centros deportivos y de ocio Azcarraga y Otero, instalaciones deportivas municipales San Lázaro, zona deportiva El Castañeo San Claudio y el Palacio de Deportes de Oviedo) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
¿Cuánto gasta el Ayuntamiento de Oviedo en deporte y cuál es su dotación?
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital ovetense la cantidad total es de 9,1 millones de euros (41 euros por habitante), lo que supone un 4,3% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio asturiano. En cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 8,4%), comportamiento que se engloba en la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los 15,1 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 9,1 millones de 2010. Aun así, el de Oviedo se encuentra entre los Ayuntamientos que destinan al deporte una mayor proporción respecto a sus presupuestos generales (junto a otras ciudades como Vitoria, A Coruña, Valladolid, San Sebastián, Murcia, donde rondan el 4% y 5%).
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 12.500 habitantes (en 2006, la proporción era de uno por cada 17.460), un polideportivo cubierto por cada 22.400 residentes (hace cuatro años, era uno por cada 26.190 habitantes), un gimnasio por cada 7.000 ovetenses (en 2006, era uno por cada 13.970) y un campo de fútbol por cada 28.000 habitantes (hace cuatro años, era uno por cada 29.930 residentes).
La visita a las instalaciones deportivas: buena calidad
Ninguna de las cinco instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Madrid, Murcia, Pamplona, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Una a una, todos los centros deportivos municipales se quedan en la media (‘bien’).
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad, pero la información y dotación de servicios se calificó con un ‘aceptable’. Hace cuatro años, sin embargo, este apartado se valoró con un ‘bien’.
Los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en correcto estado de mantenimiento e higiene. Las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en algunas deficiencias en las pistas y campos, fundamentalmente porque había canastas rotas en dos de las cinco instalaciones visitadas y los aseos de los vestuarios de otro recinto estaban viejos.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos vieron en todos los espacios deportivos elegidos para este estudio extintores bien visibles y salidas y luces de emergencia, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. También, había plazas de aparcamiento para personas con algún tipo de discapacidad, aunque faltaban sistemas de acceso al vaso de la piscina y los carteles no en todos los casos estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve.
Por último, el usuario no contaba con suficiente información en estos espacios para no perderse: no se vieron planos de situación y en un centro no había personal atendiendo. Eso sí, en las cinco instalaciones analizadas había carteles señalizando los diferentes accesos y se informaba de las normas de uso particulares de cada pista. Asimismo, a todas las instalaciones llegaba el autobús; en todos los vestuarios contaban con taquillas y en todas había botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado. Aun así, se pueden señalar algunas carencias: ninguna contaba con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista ni con carril bici que llegase a las inmediaciones de estos lugares.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 4 en Pamplona
- En los últimos cinco años, la partida municipal destinada al deporte se ha mantenido respecto al presupuesto general del Ayuntamiento
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas y frontones y se mantiene la de polideportivos cubiertos, pistas de atletismo y campos de fútbol
En el caso de Pamplona, se visitaron 4 espacios deportivos (complejo deportivo Aranzadi, centro Aquavox, el polideportivo Mendillorri y la pista Antoniutti) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital navarra la cantidad total es de aproximadamente 9 millones de euros (45 euros por habitante), lo que supone un 3,2% del presupuesto general del Consistorio pamplonés. En cinco años, la partida destinada al deporte ha mantenido su peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba también un 3,2%), comportamiento contrario a la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los casi 7 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 9 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la situación, en general, es similar a la de hace cuatro años. Se mantiene el número de polideportivos cubiertos (uno por cada 22.055 habitantes), pistas de atletismo (una por cada 198.490 habitantes) y campos de fútbol (uno por cada 66.160). Eso sí, se ha mejorado la dotación de piscinas y frontones: hay una piscina por cada 49.620 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 63.900) y un frontón por cada 13.230 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 15.900 habitantes).
La visita a las instalaciones deportivas: buena calidad
Ninguna de las cuatro instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Madrid, Murcia, Oviedo, Sevilla, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Una a una, la pista Antoniutti es la única que se conforma con un ‘aceptable’, mientras que el resto alcanza el ‘bien’.
En general, los recintos visitados se encuentran en buen estado y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Esta situación es parecida a la de hace cuatro años, cuando se publicó un estudio similar y la nota final también era un ‘bien’. Desde 2006, las carencias se centran en el apartado de información y servicios (valorado en ambas ocasiones con un ‘aceptable’).
En cuanto a la información que las instalaciones proporcionan, se comprobó que es insuficiente en la mayor parte de los espacios deportivos visitados: se observó una carencia de carteles identificativos, planos de situación, normas de uso particulares de las pistas, entre otras cosas. Eso sí, a todas las instalaciones llega el autobús; y todos los vestuarios cuentan con taquillas.
En limpieza, solo se calificó como ‘aceptable’ el estado de conservación general de una de las instalaciones, mientras que el resto se encontraba en perfectas condiciones. En particular, los vestuarios se encontraban en un buen estado de mantenimiento e higiene y no se observaron deficiencias apreciables en las pistas y campos (ni redes rotas, ni pavimento con suciedad, ni bombillas fundidas, etc.), únicamente pintadas en uno de los centros analizados.
Por último, los técnicos vieron en casi todas las instalaciones deportivas elegidas para este estudio extintores y salidas y luces de emergencia, así como un socorrista en todos los espacios donde había piscina. Además, los accesos de los centros estaban habilitados para discapacitados y estos disponían en algunos casos de sistemas de acceso al vaso. No obstante, los carteles no en todos los casos estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 5 en San Sebastián
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, gimnasios, campos de fútbol y pistas de atletismo
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad, accesibilidad e información y servicios
En el caso de San Sebastián, se visitaron 5 espacios deportivos (los polideportivos Bidebieta, Pío Baroja, Paco Yoldi, Bentaberri y Zuhaizti) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
¿Cuánto gasta el Ayuntamiento de San Sebastián en deporte y cuál es su dotación?
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital guipuzcoana la cantidad total es de casi 20,8 millones de euros (112 euros por habitante), lo que supone un 5,3% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio donostiarra. En cinco años, la partida destinada al deporte ha ganado relevancia en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 4,2%), comportamiento contrario a la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los 9,7 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 20,8 millones de 2010 (en esta cifra se incluye como gasto la valoración del suelo aportado por el Ayuntamiento de San Sebastián para la construcción del Centro de Deporte Adaptado de La Concha, junto con otras instituciones).
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva y confirma la posición de liderazgo de la capital donostiarra en el conjunto del país. Hay una piscina por cada 11.585 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 12.176), un gimnasio por cada 3.860 residentes (hace cuatro años, era uno por cada 4.806), una pista de atletismo por cada 61.790 donostiarras (en 2006, era uno por cada 91.322 habitantes) y un campo de fútbol por cada 20.595 residentes (hace cuatro años, era por cada 26.092. La excepción: los polideportivos cubiertos que no han variado en número (uno por 16.850 habitantes).
La visita a las instalaciones deportivas: muy buena calidad
Ninguna de las 5 instalaciones deportivas visitadas en San Sebastián suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘muy bien’, nota que comparte con Bilbao, Barcelona, Córdoba, Málaga y Vitoria. Una a una, el polideportivo municipal Pío Baroja obtiene un ‘bien’ y el resto alcanza el ‘muy bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, proporcionan una buena información y dotación de servicios, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Esta situación iguala la de hace cuatro años, cuando se publicó un estudio similar y todos los apartados estudiados se valoraban con un ‘muy bien’.
Los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en un buen estado de mantenimiento e higiene. No se observaron deficiencias apreciables en las pistas y campos (ni redes rotas, ni pavimento con suciedad, ni bombillas fundidas, etc.). Lo único que faltaba en una instalación con cafetería eran papeleras.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos vieron en las cinco instalaciones visitadas extintores y salidas y luces de emergencia, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. Además, fuera del recinto había plazas de aparcamiento (excepto en uno recinto) y sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados. El único fallo es que los carteles no en todos los casos estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve.
Por último, el usuario contaba con suficiente información en estos espacios para no perderse, de nuevo, por encima de la media: planos de situación, carteles señalizando los diferentes accesos y personal atendiendo. Además, a todas las instalaciones llegaba el autobús y todos los vestuarios contaban con taquillas. Aun así, se pueden señalar algunas carencias: en un espacio deportivo no se vio botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado, tampoco contaba con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista y en dos no había carril bici que llegase a las inmediaciones de estos lugares.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 10 en Sevilla
- En los últimos cinco años, la partida municipal destinada al deporte ha perdido peso respecto al presupuesto general del Ayuntamiento
- Se ha aumentado la dotación gimnasios, pistas de atletismo y campos de fútbol en relación a un estudio similar
En el caso de Sevilla, se visitaron 10 espacios deportivos (los centros deportivos Rochelambert, Pino Montano, Alcosa, Tiro de Línea, El Paraguas, Hytasa, San Pablo, Amate, Mar de Plata y Bellavista) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
¿Cuánto gasta el Ayuntamiento de Sevilla en deporte y cuál es su dotación?
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital andaluza la cantidad total es de 33,9 millones de euros (48 euros por habitante), lo que supone un 3,4% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio sevillano. En cinco años, la partida destinada al deporte ha disminuido su peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 4,9%), un comportamiento similar a la tendencia general registrada en el estudio. En cifras, de los 29,9 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 33,9 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay un gimnasio por cada 29.300 habitantes (en 2006, la proporción era de uno por cada 35.210), una pista de atletismo por cada 351.600 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 704.200 habitantes) y un campo de fútbol por cada 13.020 sevillanos (en 2006, era uno por cada 14.370 habitantes). La excepción: las piscinas, que se mantienen igual.
Ninguna de las diez instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Valencia, Valladolid y Zaragoza. Una a una, los centros deportivos Rochelambert e Hytasa obtienen un ‘aceptable’, mientras que el resto se queda en el ‘bien’ de la media.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Sin embargo, la información y dotación de servicios se calificó con un ‘aceptable’. Con todo, aumenta la calidad de las instalaciones deportivas sevillanas que, hace cuatro años, se valoraron con un ‘aceptable’.
Se comprobó, además, que la información y los servicios disponibles no eran suficientes. Entre otras carencias se observó que en cuatro espacios deportivos no se indicaba de forma visible el horario de apertura, en tres de ellos no había personal atendiendo a los usuarios y en la mitad faltaban carteles con las normas de uso particulares de las pistas y campos. Aún así, a todas las instalaciones llegaban autobús o metro y en casi todos los recintos, el botiquín, enfermería o servicio médico estaba bien señalizado.
Los edificios en general y los vestuarios en particular se mantenían en correcto estado de limpieza y mantenimiento, aunque se observaron algunas carencias en pistas y campos de la mitad de las instalaciones observadas: redes rotas, líneas sin pintar, pavimento sucio y bombillas fundidas, entre otras.
Por último, en seguridad y accesibilidad, las diez instalaciones deportivas elegidas contaban con extintores y luces de emergencia a la vista, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. También había plazas de aparcamiento y sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados en todos los centros analizados.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 10 en Valencia
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, gimnasios y campos de fútbol
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad y accesibilidad, aunque la información y servicios se califica como ‘aceptable’
En el caso de Valencia, se visitaron 10 espacios deportivos (el Palacio Velódromo Luis Puig; los complejos deportivos Nazaret, Patraix, Marxalenes-Zaidia, Petxina y Abastos; los polideportivos municipales Benimamet, Rambleta y El Carmen; y el pabellón municipal Fuente San Luis) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
¿Cuánto gasta el Ayuntamiento de Valencia en deporte y cuál es su dotación?
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital valenciana la cantidad total es de 25,9 millones de euros (32 euros por habitante), lo que supone un 3% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio valenciano. En cinco años, la partida destinada al deporte ha aumentado su peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 2,3%), un comportamiento diferente a la tendencia general registrada en el estudio. De hecho, de los 15,1 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 25,9 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 18.100 habitantes (en 2006, la proporción era de uno por cada 19.640), un gimnasio por cada 9.690 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 14.830 habitantes) y un campo de fútbol por cada 24.670 valencianos (en 2006, era uno por cada 34.160 habitantes). La excepción: las pistas de atletismo, que se mantienen igual, y los polideportivos cubiertos que han disminuido (ahora son uno por cada 50.890 habitantes).
Ninguna de las diez instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valladolid y Zaragoza. Una a una, el Palacio velódromo San Luis Puig y el polideportivo municipal de Benimamet obtienen un ‘aceptable’, mientras que el complejo deportivo municipal Patraix alcanza el ‘muy bien’. El resto se queda en el ‘bien’ de la media.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Sin embargo, la información y dotación de servicios se calificó con un ‘aceptable’. Con todo, se mantiene la calidad de las instalaciones deportivas, aunque hace cuatro años, se valoraron con un ‘muy bien’.
Sin embargo, se comprobó que la información y los servicios disponibles no eran suficientes. Entre otras carencias se observó que en dos espacios deportivos no había suficientes carteles señalizando los diferentes accesos y en la mitad no había planos de situación. Además, en cinco de los recintos el botiquín, enfermería o servicio médico no estaba bien indicado. Eso sí, en todos había personal atendiendo y a casi todas las instalaciones llegaban autobús o tranvía.
Los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en correcto estado de mantenimiento e higiene. Las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en algunas deficiencias en las pistas y campos: en dos centros el pavimento estaba sucio y había pintadas y en otro no había redes en las pistas donde eran necesarias.
Por último, en seguridad y accesibilidad, los técnicos vieron en las diez instalaciones deportivas elegidas para este estudio extintores bien visibles y luces de emergencia en todas, así como un socorrista en casi todos los espacios deportivos donde había piscina. Sin embargo, faltaban plazas de aparcamiento y sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 6 en Valladolid
- En los últimos cinco años, la partida municipal destinada al deporte se ha mantenido respecto al presupuesto general del Ayuntamiento
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, polideportivos cubiertos y gimnasios
En el caso de Valladolid, se visitaron 6 espacios deportivos (los complejos deportivos Juan de Austria y La Victoria, los polideportivos Rondilla, Ciudad de Parquesol y Miriam Blasco, y la piscina Henar Alonso Pimentel) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
¿Cuánto gasta el Ayuntamiento de Valladolid en deporte y cuál es su dotación?
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital castellana la cantidad total es de 16,1 millones de euros (51 euros por habitante), lo que supone un 5,4% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio vallisoletano. En cinco años, la partida destinada al deporte apenas ha perdido peso en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 5,6%), al contrario que la tendencia general registrada en el estudio. En cifras, de los 13,9 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 16,1 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 24.450 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 26.810), un polideportivo cubierto por cada 16.730 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 18.920 habitantes) y un gimnasio por cada 18.700 vallisoletanos (en 2006, era uno por cada 29.250 habitantes). La excepción: las pistas de atletismo, que se mantienen igual, y los campos de fútbol que disminuyen (ahora hay uno por cada 10.600 habitantes).
La visita a las instalaciones deportivas: buena calidad
Ninguna de las seis instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valencia y Zaragoza. Una a una, el complejo deportivo La Victoria y el polideportivo municipal Ciudad de Parquesol obtienen un ‘muy bien’ y el resto alcanza el ‘bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Sin embargo, la información y dotación de servicios que proporcionan es ‘aceptable’. Esta situación es muy similar a la de hace cuatro años, cuando este apartado también se valoró con la misma nota.
Las mayores carencias se encontraron en la información y servicios de los que disponen las instalaciones. Aunque los diferentes accesos estaban señalizados con carteles y en los seis centros deportivos había personal atendiendo, los horarios no estaban claramente señalizados en ninguno y en cuatro no se vieron planos de situación. Además, en dos no estaba bien señalizado el botiquín, enfermería o servicio médico, en cinco no llegaba el carril bici a las inmediaciones de estos lugares y en ninguno contaban con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista. Eso sí, a todas las instalaciones llegaba el autobús; y en todos los vestuarios contaban con taquillas.
En materia de limpieza y conservación, las únicas carencias observadas se centran en algunas deficiencias en las pistas y campos de una instalación, fundamentalmente porque el pavimento estaba levantado. Por lo demás, los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en buen estado de mantenimiento e higiene.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos de EROSKI CONSUMER vieron en las seis instalaciones deportivas elegidas para este estudio extintores bien visibles y salidas y luces de emergencia en todas, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. Sin embargo, faltaban plazas de aparcamiento para discapacitados en dos instalaciones. Eso sí, en la mayoría había sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados cuando era necesario.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 6 en Vitoria
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de piscinas, polideportivos cubiertos, gimnasios y campos de fútbol
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad, accesibilidad e información y servicios
En el caso de Vitoria, se visitaron 6 espacios deportivos (los centros cívicos Iparralde, Hegoalde, San Andrés e Ibaiondo, así como los complejos deportivos de Mendizorrotza y Gamarra) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
¿Cuánto gasta el Ayuntamiento de Vitoria en deporte y cuál es su dotación?
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital alavesa la cantidad total es de más de 35,5 millones de euros (151 euros por habitante), lo que supone un 9% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio vitoriano. Se trata del municipio (de los 18 estudiados) que más ha destinado al deporte por delante de A Coruña (5,5%), Valladolid (5,4%), San Sebastián (5,3%), Murcia (4,5%) y Oviedo (4,3%). La razón es que la capital vitoriana no cuenta con una estructura autónoma de deportes, sino con un departamento coordinado con otras áreas. En esta partida, también se incluyen los gastos de los centros cívicos.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay una piscina por cada 8.730 habitantes (en 2006, la proporción era de una por cada 11.185), un polideportivo cubierto por cada 23.570 residentes (hace cuatro años, era por cada 37.200 habitantes), un gimnasio por cada 6.550 vitorianos (en 2006, era uno por cada 11.774 habitantes) y un campo de fútbol por cada 10.250 residentes (hace cuatro años, era por cada 11.185 habitantes). La excepción: las pistas de atletismo que no han variado en número. Siguen siendo 3, como en 2006.
La visita a las instalaciones deportivas: muy buena calidad
Ninguna de las seis instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘muy bien’, nota que comparte con Barcelona, Bilbao, Córdoba, Málaga y San Sebastián. Una a una, el centro cívico Iparralde obtiene un ‘bien’ y el resto alcanza el ‘muy bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, proporcionan una buena información y dotación de servicios, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Esta situación mejora la de hace cuatro años, cuando se publicó un estudio similar y la información y los servicios disponibles se calificaron con un ajustado ‘aceptable’.
Los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en buen estado de mantenimiento e higiene. Las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en algunas deficiencias en las pistas y campos, fundamentalmente porque el pavimento estaba levantado en una de las seis instalaciones visitadas.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos vieron en las seis instalaciones deportivas elegidas para este estudio extintores y salidas y luces de emergencia, así como un socorrista en todos los espacios deportivos donde había piscina. Además, en general fuera del recinto había plazas de aparcamiento (excepto en uno) y sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados. El único fallo es que los carteles no estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve en dos casos.
Por último, el usuario contaba con suficiente información en estos espacios para no perderse: planos de situación, carteles señalizando los diferentes accesos y personal atendiendo. Además, a todas las instalaciones llegaban autobús o tranvía; todos los vestuarios contaban con taquillas; sólo en dos no llegaba el carril bici a las inmediaciones del recinto; y en casi todas había botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado. Aún así, se pueden señalar algunas carencias: sólo en la mitad, se observaron carteles con los horarios de la instalación, en ninguna contaban con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista y en la mitad faltaba más información sobre las normas de uso particulares de cada instalación.
Analizadas 143 instalaciones deportivas en 18 ciudades de todo el país, entre ellas 10 en Zaragoza
- En cuatro años, se ha aumentado la dotación de polideportivos cubiertos, campos de fútbol y frontones
- Todas las instalaciones se encuentran en buen estado de mantenimiento, limpieza, seguridad, accesibilidad e información y servicios
En el caso de Zaragoza, se visitaron 10 espacios deportivos (los centros deportivos municipales Gran Vía, La Jota, La Granja, La Almozara, Delicias, José Garcés, Actur, Salduba y Alberto Maestro y el complejo Miralbueno) para comprobar su limpieza (de aseos, duchas, piscina, cafetería, bar o restaurante, etc.), el estado de conservación de los equipamientos deportivos, la información (expuesta y facilitada al usuario) y los servicios ofrecidos en cada recinto. También se prestó atención a las medidas de accesibilidad y seguridad de que disponían (plazas de aparcamiento para discapacitados, carteles escritos en braille, existencia de luces de emergencia, extintores, etc.).
¿Cuánto gasta el Ayuntamiento de Zaragoza en deporte y cuál es su dotación?
Mientras los 18 Ayuntamientos destinan casi un 4% del presupuesto general anual al deporte, en la capital aragonesa la cantidad total es de 14,8 millones de euros (22 euros por habitante), lo que supone un 2% del presupuesto general con que cuenta el Consistorio zaragozano. En cinco años, la partida destinada al deporte ha perdido relevancia en el presupuesto municipal (en 2005 representaba un 3%), comportamiento que se engloba en la tendencia general registrada en el estudio. En cifras, de los 19,3 millones de euros de 2005 se ha pasado a los 14,8 millones de 2010.
Respecto al equipamiento, la evolución es positiva. Hay un polideportivo cubierto por cada 17.750 habitantes (en 2006, la proporción era de uno por cada 24.570), un campo de fútbol por cada 19.830 residentes (hace cuatro años, era de uno por cada 22.030 habitantes) y un frontón por cada 42.150 zaragozanos (en 2006, era uno por cada 49.140 habitantes). La excepción: las pistas de atletismo, que se mantienen igual.
La visita a las instalaciones deportivas: buena calidad
Ninguna de las diez instalaciones deportivas visitadas suspende la prueba propuesta por EROSKI CONSUMER, más bien todo lo contrario: la media final es un ‘bien’, nota que comparte con A Coruña, Granada, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valencia y Valladolid. Una a una, los centros deportivos municipales Alberto Maestro, Salduba y José Garcés obtienen un ‘muy bien’ y el resto alcanza un ‘bien’.
Los recintos visitados se encuentran en buen estado, proporcionan una buena información y dotación de servicios, y cuentan con las suficientes medidas de seguridad y accesibilidad. Esta situación es muy similar a la de hace cuatro años.
Las únicas carencias observadas en materia de limpieza y conservación se centran en algunas deficiencias en las pistas y campos, fundamentalmente porque había redes rotas y pavimento con suciedad en una de las diez instalaciones visitadas. Por lo demás, los edificios en general y los vestuarios en particular se encontraban en buen estado de mantenimiento e higiene.
En seguridad y accesibilidad, los técnicos de EROSKI CONSUMER comprobaron que en siete de las diez instalaciones deportivas elegidas para este estudio los extintores estaban señalizados de forma correcta. Todos los recintos tenían las luces de emergencia bien visibles y había un socorrista en los espacios deportivos donde había piscina. Sin embargo, faltaban plazas de aparcamiento y sistemas de acceso al vaso de la piscina para discapacitados. Además, los carteles no en todos los casos estaban escritos en braille o alterados con sobre relieve.
Por último, el usuario contaba con suficiente información en estos espacios para no perderse: carteles señalizando los diferentes accesos y personal atendiendo. Además, a todas las instalaciones llegaba el autobús; en casi todos los vestuarios había taquillas; y en todas las instalaciones había botiquín, enfermería o servicio médico bien señalizado. Aún así, se pueden señalar algunas carencias: un único recinto contaba con papeleras o contenedores de reciclaje a la vista, cuatro con carril bici que llegase a las inmediaciones de estos lugares y en tres faltaba más información sobre las normas de uso particulares de cada instalación.