Cada hogar gasta al año una media de 4.125 euros en alimentación
La alimentación ocupa un destacado lugar en la economía familiar. Uno de cada seis euros del presupuesto doméstico se destina a la compra de productos alimenticios. En concreto, según la Encuesta de Presupuestos Familiares elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en España cada hogar desembolsó en 2015 una media de 27.420 euros para cubrir los diferentes gastos domésticos (vivienda, electricidad, salud, alimentación, transporte, enseñanza, comunicaciones, etc.). Nada menos que el 15% de ese dinero lo destinaron a sufragar la alimentación y las bebidas no alcohólicas. Es la segunda partida más importante por detrás de la de vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles; que supone el 32% del presupuesto familiar (8.710 euros).
EROSKI CONSUMER ha querido investigar a fondo cuánto gastan las familias españolas en alimentación, cómo ha evolucionado ese gasto desde 2011 (fecha en la que esta revista realizó el último análisis sobre este tema) y la relación del gasto medio con el precio por kilo de ciertos alimentos. Además, se estudió la estructura de gasto en 17 comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Principado de Asturias, Islas Baleares, Canarias, Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Región de Murcia, Comunidad Foral de Navarra, País Vasco y La Rioja.
Así, para realizar este estudio, se han utilizado microdatos de 2015 publicados en junio de 2016 por el INE en la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE. Este tipo de datos aportan información sobre 70 categorías de productos alimenticios.
Inversión en alimentación
Más de 4.100 euros en alimentación
Cada hogar desembolsó una media de 4.125 euros en comida y bebidas no alcohólicas durante 2015. En 4 años, este presupuesto ha disminuido un 0,6%, manteniendo la tendencia que venía dándose desde 2006 (último año analizado en el anterior estudio elaborado por esta revista). Sin embargo, si se tiene en cuenta la evolución anual, se puede observar que entre 2014 y 2015 se rompió esa tendencia negativa, ya que en esos últimos 12 meses el gasto medio en alimentación aumentó un 2,4%.
En este sentido, hay que tener en cuenta el Índice de Precios al Consumo (IPC), que entre 2011 y 2015 se incrementó cerca de un 8% en la categoría de alimentos y bebidas no alcohólicas. Por años, el IPC fue aumentando hasta que en 2014 disminuyó casi un 1% y un año después volvió a aumentar un 2%.
Más los navarros y menos los extremeños
Por comunidad autónoma, los hogares navarros fueron los que más gastaron en alimentación y bebidas alcohólicas, 4.688 euros, un 14% por encima de la media y un 29% más que el promedio de los hogares extremeños, donde menos se gastó, 3.623 euros.
Respecto de la media nacional (4.125 euros), las familias de 8 comunidades se situaban por encima en el gasto medio en alimentación (además de Navarra, la superaban País Vasco, Galicia, Murcia, Cataluña, Castilla y León, Aragón y Cantabria) y otras 9 por debajo (aparte de Extremadura, invertían por debajo de la media los hogares de Castilla-La Mancha, la Comunitat Valenciana, Andalucía, Canarias, Asturias, la Comunidad de Madrid, La Rioja e Islas Baleares).
Además, la evolución del gasto medio por hogar en 4 años fue dispar por comunidad autónoma. En seis disminuyó: desde el 8% de Andalucía hasta el 1% de Galicia. En el resto, sin embargo, la tendencia fue la contraria: aumentó desde el 0,3% de Canarias hasta el 10% de Castilla y León.
Inversión por grupo de alimentos
Carne y pan y cereales, la mayor inversión
La carne es el producto estrella para los hogares españoles, ya que le dedican la mayor proporción del presupuesto doméstico. Supone el 24% del gasto medio por hogar en alimentación, un total de 974 euros. Después, la segunda partida más importante es el pan y los cereales: los familias españolas desembolsan un 15% del presupuesto doméstico, un total de 623 euros.
El resto de grupos de alimentos se distribuyen de la siguiente forma: entre el 12% y el 10% del presupuesto va a parar a la leche, el queso y los huevos; al pescado; las frutas; y a las hortalizas. Y entre el 4% y el 5% a las aguas minerales, las bebidas refrescantes y los zumos; el azúcar, las confituras, la miel, el chocolate, la confitería y los helados; y otros productos alimenticios (como salsas, especias, alimentos para bebés, productos dietéticos, etc.).
Por último, las familias españolas invierten tan solo un 2% en aceites y grasas; y en café, té y cacao. En concreto, 106 euros al primer grupo de alimentos y 92 euros al segundo.
Evolución dispar
En 4 años, casi la mitad de los grupos de alimentos estudiados sufrieron un descenso en la inversión familiar, mientras que el resto aumentaron a diferentes ritmos. Así, las aguas minerales, las bebidas refrescantes y los zumos cayeron un 7%; al igual que el pan y los cereales; y la leche, el queso y los huevos, que lo hicieron en torno al 4%.
Sin embargo, los grupos de alimentos que más ascendieron en gasto medio por hogar fueron el café, el té y el cacao (un 15% más); y los aceites y las grasas (un 10%). Y hay que tener en cuenta que se trata de los dos tipos de alimentos en los que las familias españolas invierten menos dinero.
En el caso de los aceites y las grasas, las frutas, las hortaliza y el café, el té y el cacao se puede comprobar que durante los 4 años analizados hay una fluctuación irregular en la inversión familiar. Y esta situación se puede observar especialmente entre 2014 y 2015. Mientras en el primer año decrece (entre el 1% y el 8%), al año siguiente la tendencia se revierte radicalmente con subidas de entre un 4% (hortalizas) y un 12% (aceites y grasas).
Por comunidad autónoma
Al igual que ocurre a nivel nacional, los hogares de las 17 comunidades autónomas invirtieron más en carne, aunque no en la misma proporción: mientras los gallegos destinaron el 26% del gasto medio (1.199 euros), en Canarias fue el 18% (683 euros).
En prácticamente todas las comunidades, la segunda partida más importante era el pan y los cereales, pero tampoco en la misma proporción: las familias andaluzas, manchegas y riojanas desembolsaron el 16% (en torno a 625 euros); frente las cántabras que no llegaron al 14% (575 euros). Solamente en 2 territorios los hogares gastaban más en leche, queso y huevos, que en pan y cereales: en Asturias (563 euros, el 14% de su presupuesto medio) y Canarias (583 euros, el 15% del suyo).
Y ¿cómo fue la evolución en el gasto medio de estos tipos de alimentos entre 2015 y 2011? Destaca el descenso del 16% en aceite y grasas en los hogares extremeños y del 15% en aguas minerales, bebidas refrescantes y zumos en Galicia y Andalucía. Por el contrario, sobresale el incremento en la inversión familiar en café, té y cacao en La Rioja (49%), Castilla y León (39%), Murcia (36%) y Aragón (31%); así como en aceite y grasas en Cantabria (el 47%).
Gasto y precios por alimento
Mayor gasto en charcutería y pan
Tal y como se ha mencionado con anterioridad, la carne es la partida en la que más se invierte. Pero ¿en qué tipo de carne? El mayor desembolso se hace especialmente en charcutería y carne seca, salada o ahumada, en la que se invierte un total de 403 euros al año. Algo menos, 161 euros, se dedica a la carne de ave; 126 euros a la carne de bovino y 114 euros a la de porcino. Todas ellas frescas, refrigeradas o congeladas. Además, 107 euros van a parar a las carnes preparadas y otros productos que contienen carne (salchichas, empanadas de carne, hamburguesas, conservas de carne, preparación de paellas, etc.).
La segunda partida más importante era el pan y los cereales. El pan se lleva 292 euros al año y otros productos de panadería (galletas, bizcochos, magdalenas, bollos, crepes, etc.) suponen una media de 134 euros.
Por abajo, las partidas en las que menos gastan las familias españolas son, por un lado, el café, el té y el cacao; y también los aceites y las grasas. En estos grupos, los alimentos en los que más invierten los hogares españoles son en aceite de oliva (80 euros) y en café (64 euros al año).
Aumenta el café y disminuye la carne de bovino
Y ¿cómo ha evolucionado el gasto en estos alimentos? En primer lugar, hay que recordar la evolución del IPC, que entre 2011 y 2015 se incrementó casi un 8% en los alimentos y las bebidas no alcohólicas.
Así, en charcutería y en carne de porcino se gasta más (en torno al 1%) que hace 4 años. Aunque el aumento más importante en el gasto medio de los hogares se ha producido en las carnes preparadas y otros productos que contienen carne (un 11%). Por el contrario, las familias españolas desembolsan menos en carne de ave (un 1% menos) y mucho menos en la de bovino (un 15%).
En cuanto al pan, se hace un desembolso menor (del 11% menos) que hace 4 años y mayor en otros productos de panadería como galletas o bizcochos (un 2%).
Por último, la inversión en aceite de oliva ha aumentado un 15% y en café nada menos que un 21%.
Precios
En todas estas fluctuaciones del gasto medio por hogar, también afecta el precio de los alimentos. Como ya se ha mencionado, el tipo de carne que supone un mayor desembolso es la charcutería y cuesta 10 euros el kilo. Después se invierte especialmente en carne de ave, de bovino y de porcino. El kilo de la primera supone la mitad que el de la charcutería (5 euros el kilo) y también la de porcino (6 euros el kilo), pero la de bovino son 11 euros el kilo (la más onerosa). Por último, las carnes preparadas y otros productos con carne cuestan 7 euros el kilo.
En cuanto al pan, las familias tienen que pagar casi 3 euros por kilo de este producto, pero destinan un 72% más dinero a otros productos de panadería como las galletas o los bizcochos (4,5 euros el kilo).
Por último, el café cuesta 11 euros el kilo (en 4 años ha amentado ese precio nada menos que un 25%), mientras que por el aceite de oliva los hogares españoles pagan 3,5 euros el kilo (en 4 años también ese precio se ha incrementado un 37%).