Ya tengo el e-book, ahora ¿dónde consigo el libro?
Tanto los lectores de libros electrónicos como las tabletas han supuesto una revolución en el consumo de contenidos digitales, al menos en lo que a expectativas se refiere. Tanto las editoriales como las empresas periodísticas ponen todas sus esperanzas en estos aparatos para salir de la crisis por la que están pasando: el papel cada día vende menos, pero su equivalente digital tampoco se decide a explotar. Según la Unión de Editores Americanos, mientras la venta de libros en Internet crece con lentitud y sólo es un 10% del total de ventas, la de libros de papel ha caído un 32% en el pasado año. Ahora bien, ¿tiene el dueño de un dispositivo lector buenas soluciones para comprar libros, revistas y periódicos, o descargarlos de manera gratuita sin dañar los derechos de su autor?
La mayoría en inglés
La realidad es que las posibilidades de leer en español son mucho menores que las de hacerlo en inglés, un idioma que por lo que parece se universaliza como lengua de lectura digital. Las nuevas generaciones de lectores suben con la lengua de Shakespeare bien aprendida y el acceso a los textos no traducidos se impone poco a poco en todo el mundo. Cuando al director de un diario nacional le preguntaron hace poco por qué no se elaboraban en castellano revistas de la calidad de The Economist, The Atlantic o The New Yorker, respondió: “¿porque es más fácil y más barato aprender inglés para leer el original que hacer copias meritorias?”.
No obstante, poco a poco la oferta en castellano crece merced a una labor tanto pública como de las propias editoriales, que se ven empujadas a buscar una salida a los descensos de ventas. En el caso de la prensa y las revistas este salto a lo digital está mucho más avanzado y la oferta es amplia, ya que la crisis de publicidad no ha dejado otra salida que probar los modelos de suscripción y descarga. Aún así se debe distinguir entre el modelo de lector de tinta electrónica y el modelo de tableta, que si bien no es tan cómodo para leer permite un registro más amplio de posibilidades de descarga.
En los lectores de tinta electrónica la opción se reduce apenas a libros, algunos periódicos y revistas, pero sin ilustraciones. Por contra, las tabletas, a pesar de las incomodidades de la pantalla LCD, que se ve mal de día y cansa más la vista, proporcionan más posibilidades, entre las que se encuentra el acceso a Internet para leer los contenidos directamente en el sitio, la descarga con ilustraciones y enlaces, y el acceso a un modelo de suscripción organizado por parte de una empresa como Apple.
Pobre oferta de títulos actuales
En materia literaria todo está por hacer en el apartado de novedades, ya que las editoriales aún son reticentes al cambio de modelo desde el papel. Son pocas las obras nuevas de autores conocidos que se encuentran disponibles y sólo las grandes compañías incluyen una oferta digital. Planeta, Anagrama y Mondadori ofrecen desde su web fragmentos de sus libros en PDF y comercializan sus títulos en las tiendas on line de las grandes marcas del sector -Fnac, Casa del Libro, etc.-, que gestionan buena parte de la incipiente venta de “e-books”.
Sin embargo, hay muchas otras pequeñas plataformas que ofrecen material de nuevos autores y algunos reconocidos, como la iniciativa Bubok (http://www.bubok.com/), con un notable catálogo de autores jóvenes, o 24symbols (http://www.24symbols.com/), que quiere ser un equivalente del servicio de música en streaming Spotify pero en versión literaria. Por su parte, la editorial Cátedra, con un enorme fondo editorial en materia de clásicos y en poesía, ha optado por poner sus títulos descatalogados en acceso gratuito para particulares. El formato que usa es Adobe Flash incrustado en la página, de complicado uso.
A la espera de Google Books y Amazon
La esperanza de una oferta literaria mucho más rica de cara al futuro se basa en dos pilares que todavía están por asentarse en España. Por un lado la llegada de la tienda de libros de Amazon en versión nacional -de momento lo más cercano es la versión inglesa, que vende algunos títulos menores en español-, traerá la comercialización masiva de la mayoría de libros de actualidad y “best sellers” en nuestro idioma. Aunque este desembarco se espera para este año, la fecha se retrasa de mes en mes.
El otro pilar que podría enriquecer el panorama sería la consolidación de Goolge Books (http://books.google.com/?hl=es), la plataforma del buscador tanto para comprar libros como para acceder a títulos gratuitos del dominio público. Google Books funciona por el momento con acceso web parcial y ha llegado a un acuerdo con los principales grupos editoriales norteamericanos para ofrecer su catálogo, aunque su modelo de negocio tiene muchos problemas con la justicia de diferentes países.
Alternativas gratuitas
Otra opción es buscar literatura gratuita digitalizada entre las instituciones públicas. El grueso del material son libros técnicos, pero también se pueden encontrar algunos libros clásicos, sobre todo del Siglo de Oro español. El Proyecto Gutenberg (http://www.gutenberg.org/wiki/ES_Portada) es una iniciativa para ofrecer en la Red las obras del dominio público, y en lengua castellana tiene un buen repertorio de clásicos, entre ellos El Quijote.
Biblioteca.org (http://www.biblioteca.org.ar/) es una iniciativa argentina patrocinada por diferentes entidades públicas y privadas que pretende disponer para su descarga un catálogo de libros en castellano destinado a estudiantes y usuarios en general. El Ministerio de Cultura español ha creado la Biblioteca Virtual Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com/) para promocionar la literatura nacional en la Red. Esta plataforma cuenta con numerosos textos de libros y revistas extraídos de la Biblioteca Nacional y la Hemeroteca Nacional.
Periódicos y revistas
El modelo de aparato apropiado para el consumo de diarios y revistas no son los lectores de libros electrónicos, más adecuados para largos periodos de lectura, sino las tabletas. La principal tableta en el mercado es el iPad de Apple, que ya dispone de una tienda organizada donde el usuario se puede suscribirse a sus medios de prensa favoritos y descargar los ejemplares periódicamente. El iPad cuenta con aplicaciones para los principales diarios del país así como para algunas de las revistas más importantes del mundo.
Por último, para los usuarios interesados en ampliar las capacidades de su tableta más allá del ocio, existen servicios para almacenar y compartir presentaciones y textos técnicos de trabajo en red, que permiten la descarga de los mismos siempre que hayan sido creados por los nuestros contactos. Scribd (http://es.scribd.com/) es el más popular de ellos.