Vía libre

Disfrutar del aire fresco sin aglomeraciones. Seguramente, muchos buscamos sugerencias con ese reclamo en estos días. Recorrer los antiguos trazados del ferrocarril se perfi la como una opción saludable, segura y sostenible. Nos aguardan 3.000 kilómetros de vías verdes. Peatones y ciclistas, sois bien recibidos.
1 julio de 2020
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Vía libre

Una vía verde es un itinerario que discurre sobre antiguas infraestructuras ferroviarias y que se diferencia de otros caminos por su origen, vinculado al tren, y por su accesibilidad. Todos estos senderos, que en España suman casi 2.900 kilómetros, han sido acondicionados para ser recorridos a pie, en bici o con patines por adultos y niños, así como para que las personas con discapacidad puedan disfrutar de ellos. 

Ahora que la covid-19 ha modificado el turismo tal y como lo conocíamos hasta la fecha, estos hermosos caminos se perfilan como una interesante opción para respirar aire puro y disfrutar del verano sin aglomeraciones. Transitarlos con prevenciones está permitido desde la fase 1, pero siempre respetando las medidas establecidas por las autoridades sanitarias –tardaremos en olvidarlas– y guardando la distancia de seguridad. Entre una bici y un peatón, por ejemplo, lo recomendable es dejar 10 metros. Entre dos ciclistas, 20. 

“Es posible que en julio y agosto haya más afluencia de la habitual debido a las previsiones de incremento del turismo de interior, rural y de proximidad”, aventura Arantxa Hernández, jefa del área de Vías Verdes de la Fundación de Ferrocarriles Españoles (FFE), institución que registró la marca en 1994. Según ella, la seguridad está garantizada, ya que se trata de espacios con baja densidad de uso, “especialmente los ubicados en la llamada España vaciada”. Aun así, apela a la responsabilidad individual y colectiva. “Lanzarse a descubrir estos caminos tras la crisis sanitaria no solo es una alternativa sensata, sino también una manera de mitigar el déficit de naturaleza derivado del confinamiento y de ayudar a la economía local de las zonas que atraviesan”, señala. 

Cada tren, una historia

En la actualidad, existen en nuestro país 120 vías verdes. Empezaron a recuperarse en 1993 por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente de la época, una tarea en la que hoy participa el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, principal inversor en infraestructuras, pero también Adif, gobiernos autonómicos, diputaciones y ayuntamientos, así como distintos grupos ciclistas, ecologistas y colectivos ciudadanos. En la web www.viasverdes.com pueden consultarse los detalles de todos los itinerarios disponibles, repartidos por casi todas las Comunidades Autónomas. 

Cada ruta cuenta con una ficha en la que se especifica la longitud, el tipo de superficie, las infraestructuras, los accidentes geográficos o el patrimonio cultural distribuido por el sendero o la historia de la ruta. La app móvil Vías verdes y Red Natura 2000 (para Android), que geo-localiza cualquier punto de las rutas, y el canal de YouTube Vive la vía también son buenas herramientas para decidirse por una u otra. Las hay para todos los gustos: de montaña, de llanura, de costa, de interior, de bosque, de campiña, mediterráneas, atlánticas… “Si algo tienen en común, es su combinación de magia y naturaleza”, asegura Hernández.

Los niños, más que bienvenidos... incluso en carritos

En general, los itinerarios son fáciles, accesibles y seguros y, por lo tanto, perfectos para menores. La pendiente máxima suele rondar el 3-4% de desnivel, pero si se va con niños quizás una buena idea sea escoger una ruta con predominio de bajada.No obstante, todo dependerá de la edad de los menores y de lo acostumbrados que estén a pedalear. Cuando se salga en familia, desde Vías Verdes recomiendan acudir sin una meta concreta, puesto que seguramente los niños se entretendrán con cada cosa que encuentren a su paso. “Vale la pena dejar que disfruten del camino a su propio ritmo. Mejor ir con espíritu relajado, y no a devorar kilómetros”, señala Sharon Martínez de Eguílaz, de Vías Verdes. Otro buen aliciente, aseguran, puede ser escoger una ruta que tenga antiguas estaciones de ferrocarril recuperadas “para hacer una parada, tomar algo y dejar que los niños jueguen soñando con viejos trenes”. En los trazados es habitual ver a familias usando sillitas o carritos para transportar a los niños pequeños. También sistemas como trailgator, que permite remolcar bicis infantiles con una bicicleta de adulto en caso de fatiga. Todos están permitidos.

¿La bici a cuestas?

En vehículo propio. La bici puede transportarse dentro, siempre que cuente con un maletero lo suficientemente amplio, o vaya amarrada de manera que no se mueva y no moleste ni al conductor ni a los ocupantes. Otra opción consiste en añadir un portabicicletas en la parte trasera (de enganche o de portón trasero). En este caso debemos vigilar que la carga no sobresalga ni por los laterales ni más de un 15% respecto al largo del vehículo, y colocar una señal V-20 (cuadrada con rayas diagonales blancas y rojas). También puede utilizarse un remolque o instalar una baca en el techo. Si cualquiera de estos dispositivos entorpece nuestra visión a través del retrovisor interior, es obligatorio el del lado derecho (por ley, solo es obligatorio el izquierdo y el interior). Asimismo, si la carga tapa la matrícula o los pilotos traseros, habrá que instalar una réplica de la placa y otras luces visibles. 

En tren. En principio, se puede llevar una bicicleta por viajero como equipaje en todos los servicios Ave, Larga Distancia, Avant Media, Media Distancia Convencional, Cercanías y Feve, pero las condiciones y facilidades varían bastante según el tipo de servicio y de bici. Por ello, lo mejor es consultar renfe.es y estudiar las peculiaridades de nuestro viaje y nuestra carga. Si se va a viajar por Cataluña, se recomienda consultar los requisitos de cercanías en rodalies.gencat.cat/es. 

En autobús. Cada compañía establece sus normas, y algunas no quedan muy claras, ya que en ciertos casos la posibilidad de transportar la bicicleta está supeditada al espacio disponible. Por otro lado, normalmente no pueden llevarse más de tres o cuatro bicicletas en un mismo autobús, como máximo, por lo que no es un buen transporte si se viaja en grupo. En Alsa, por ejemplo, hay que pagar un suplemento de 10 euros; en PLM, otros 10, pero debe estar desmontada o embalada, algo que también sucede en compañías como Bilman Bus. En Socibus se considera una mercancía especial y en Avanza debe facturarse. Si existe la posibilidad, lo mejor informarse antes y asegurar un hueco para nuestro vehículo al comprar el billete para evitar sorpresas de última hora. 

Correos. Otra opción es enviar la bicicleta al punto de inicio de la ruta a través de Correos o una empresa de transporte. El precio ronda los 45 euros para envíos a la península y 66 euros a Baleares.

Luz frontal para los túneles

Cualquier bicicleta resulta apta para recorrer estos senderos, pero por su ergonomía son más recomendables las de paseo. En cuanto al equipo, dependerá de si se va a realizar una excursión de un día o de varios, de si se lleva un coche de apoyo, alforjas o se usa la modalidad bikepacking, que consiste en reducir el equipaje a la mínima expresión y trasportarlo sobre la propia bicicleta (manillar, tija del sillín, cuadro…) sin necesidad de acoplarle alforjas ni parrillas. “Además de llevar agua, algo de comida, protección solar, ropa y calzado cómodo y un kit de reparación de pinchazos, lo que no puede faltar nunca son las linternas frontales y luces en las bicis”, recuerda Hernández . “En las vías verdes hay túneles y, aunque la mayoría están iluminados, puede haber algunos oscuros debido a fallos en la instalación o a actos vandálicos, por lo que nunca está de más ir bien preparado”, advierte. Conviene llevar guantes y casco –sobre todo para los menores y los menos avezados–, así como móvil o cámara de fotos y unos buenos prismáticos. El camino está lleno de sorpresas.

Más de 100 rutas para disfrutar

Hay más de 2.900 km de trazado ferroviario en desuso para recorrer en bicicleta. En total podemos encontrar 120 recorridos. Hemos destacado cinco posibles rutas, pero si deseas ampliar información sobre cualquier de las otras posibilidades entra en www.viasverdes.com.

Vía Verde del Eo //

En el corazón del bosque

Trazado: San Tirso de Abrés-Villaodrid (entre Asturias y Lugo). Descripción: El trazado de un antiguo tren minero serpentea entre hermosos y refrescantes bosques junto al cauce del río Eo, proporcionando al ciclista frondosas sombras verdes. Longitud: 12 km. Usuarios: Peatones, bicicletas, patines. Tipo de superficie: Asfalto. Medio natural: Bosque de ribera, eucaliptos, riberas del río Eo. Patrimonio cultural: Castros, dólmenes prehistóricos, palacios e iglesias de los siglos XVII y XVIII. Infraestructura: Seis túneles y un viaducto. Muchos selfies a cada giro. Alquiler de bicicletas:  En San Tirso de Abrés (Asturias). Cómo llegar: En autobús, con las empresas Ersa y Alsa San Tirso de Abrés y Villaodriz. En coche, hay unos 150 kilómetros desde A Coruña y unos 100 desde Oviedo. 

Vía Verde de la Sierra //

Una ruta por el sur

Trazado: Olvera-Puerto Serrano (Cádiz). Descripción: El proyecto del ferrocarril de la Sierra gaditana, que debía discurrir entre Jerez de la Frontera y Almargen, quedó interrumpido por la Guerra Civil. Pese a ello, hoy es posible disfrutar de este sendero entre bellos pueblos que discurre paralelo a distintos ríos entre Cádiz y Sevilla. Longitud: 36 kilómetros. Usuarios: Ciclistas, peatones y jinetes. Tipo de superficie: Asfalto y gravilla compactada. Medio natural: Ribera fluvial de los ríos Guadalete y Guadalporcún, con fresnos, álamos blancos, tarajes o adelfas. Reserva Natural Peñón de Zaframagón. Patrimonio cultural: Iglesias, castillos y yacimientos arqueológicos. Infraestructura: 30 túneles, cuatro viaductos, cinco estaciones, nueve áreas de descanso, cinco áreas infantiles y seis fuentes. Alquiler de bicicletas:  En Olvera (Cádiz), Coripe (Sevilla) y Puerto Serrano (Cádiz). Cómo llegar: En coche, desde Sevilla hay 72 km hasta Puerto Serrano y 104 hasta Olvera. Desde Cádiz, 95 y 126 km, respectivamente. En autobús, funcionan las líneas Transtrés y Casal (desde Sevilla), Automoviles Casado, S.A. (Málaga), Los Amarillos (Jerez y Málaga) y Transportes Comes (Cádiz). 

Vía Verde del ferrocarril vasco-navarro //

La conquista de las llanuras

Trazado: Vitoria/Gasteiz-Estella/ Lizarra (Álava/Araba y Navarra). Descripción: Recorre la Llanada Alavesa, la montaña Alavesa y Tierra Estella siguiendo la ruta del viejo ferrocarril vasco-navarro, conocido como “el trenico”, que operó entre 1889 y 1967. Longitud: 84 km (en Gipuzkoa/ Gipuzkoa hay recuperados otros 26,3 km). Usuarios: Peatones y ciclistas, además de patinadores en los tramos Vitoria/Gasteiz-cruce Amarita y Zubielqui-Estella/ Lizarra. Algunos tramos aptos para personas con movilidad reducida. Tipo de superficie: Alterna asfalto, gravilla compactada y tierra. Medio natural: Llanos de cereal, montañas, ríos, gargantas, frondosos bosques. Patrimonio cultural: Monasterios, conventos, iglesias, murallas, palacios y poblaciones con encanto. Infraestructura: Cinco túneles (el de Acedo, con 1,4 km de longitud), tres viaductos y cuatro pasarelas (zonas separadas del tráfico) hasta Murieta. Existe un tramo de 9,5 km entre Murieta y Zubielqui, por caminos no asfaltados. Alquiler de bicicletas: En Vitoria/Gasteiz, Antoñana, Acedo, Estella/Lizarra. Cómo llegar: En tren, hay distintas paradas de la ruta Madrid-Irún o Vitoria-Irún. En autobús, consultar los servicios de las compañías Pesa, Hermanos Alegría, Hermanos Arriaga, Autopullmans Palacio y La Estellesa. 

Vía Verde Carrilet Girona – Sant Feliù de Guíxols (Girona) //

Pedaleando hacia la Costa Brava 

Trazado: Girona-Sant Feliù de Guíxols (Girona). Descripción: Un recorrido por las comarcas Gironès y Baix Empordà con pendientes muy suaves que conducen hasta el Mediterráneo a través de cultivos, bosques, municipios y curvas. Longitud: 39 km. Trazado: Girona-Sant Feliù de Guíxols (Girona). Usuarios: Peatones, ciclistas, apta para personas con discapacidad. Tipo de superficie: Tierra compactada. Medio natural: Bosque mediterráneo. Patrimonio cultural: Conjuntos monumentales de Girona y Castell d’Aro. Castillos-Torres en Quart, Cassà, Llagostera y Santa Cristina. Alquiler de bicicletas:  En Girona, Palafrugell, Platja d’Aro, S’Agaro y Quart. Posibilidad de bicicletas adaptadas para personas con movilidad reducida (972 486 950). Cómo llegar: Hasta Girona, en trenes Regionales y Grandes Líneas de Renfe. A Sant Feliù de Guíxols, en autobús de la compañía Teisa. 

Vía Verde Manacor-Artà //

El otro rostro de Baleares

Trazado: Manacor-Artà (Mallorca). Descripción: Camino fácil, llano y seguro que recorre el interior de la isla a través de campos de agricultura tradicional y bosque mediterráneo. No pasa por la playa, pero sí muy cerca de la costa, brindando magníficas vistas marineras. En Son Servera conecta con el carril bici que baja hasta las tentadoras playas del levante. Longitud: 29 kilómetros. Usuarios: Peatones y bicicletas. Tipo de superficie: Gravilla y tierra compactada. Medio natural: Cultivos de cereal, huertas y plantaciones. Bosque mediterráneo. Patrimonio cultural: Iglesias, mercados, casas señoriales en los municipios de Manacor, Sant Llorenç des Cardassar, Son Corrió, Son Servera y Artà. Infraestructura: Tres túneles y cuatro estaciones. Área infantil en la de Sant Llorenç. Alquiler de bicicletas:  En Artà y Son Servera. Cómo llegar: En autobús: Línea 411 (Palma-Cala Ratjada) a Manacor, Sant Lloreç y Artà; y línea 412 (Palma-Costa de los Pinos/dels Pins) a Manacor, cala Millor y Son Servera. En tren, línea T3 desde Palma de Mallorca-Enlace (Enllaç)-Manacor. En coche, 53 km hasta Manacor y 75 km hasta Artà desde Palma de Mallorca.