Encuesta sobre hábitos de exposición al sol, percepción de riesgo y etiquetado de las cremas solares

Uno de cada cinco encuestados nunca se protege cuando se expone al sol en las vacaciones de verano

Un 12% no adquiere cremas solares y tres de cada diez nunca leen la información del etiquetado
1 junio de 2013
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Uno de cada cinco encuestados nunca se protege cuando se expone al sol en las vacaciones de verano

El sol tiene dos caras. Por un lado, proporciona color, calor y para muchos es motivo de alegría. Es esencial en la producción de vitamina D y su exposición, siempre con moderación y vigilancia médica, forma parte del tratamiento de enfermedades dermatológicas como la psoriasis o el eccema… Pero el astro rey tiene su lado oscuro: provoca quemaduras solares que aumentan el riesgo de padecer cáncer de piel en la edad adulta.

Cada año, se diagnostican en el mundo más de 160.000 casos de melanoma. La disminución de la capa de ozono y la moda del bronceado son los dos factores que más influyen en ello, por lo que el sol debe tomarse con todas las precauciones. Para conocer los hábitos de exposición al sol de la población, EROSKI CONSUMER ha realizado durante el mes de abril una encuesta a 1.000 personas de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco. Además, se investigó cuál era su percepción de riesgo al sol y sus costumbres a la hora de adquirir crema solar. El 52% de los encuestados eran mujeres y tenían una media de edad de 46 años.

Nadie es igual frente a los rayos solares. La pigmentación de la piel, el color de los ojos, el cabello y la capacidad para broncearse de cada uno determinan a qué fototipo se pertenece, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar.

Entre los encuestados, uno de cada cinco entrevistados se ubica en el primero (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 46% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 21% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se quema en ocasiones y consigue un bronceado medio) y el 12% en el cuarto (tiene la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se quema y siempre se broncea).

Poca protección, demasiada confianza

Las vacaciones y días festivos del verano son los momentos en los que los entrevistados más se exponen al sol. Sin embargo, un 19% nunca se protege de las radiaciones solares y un 21% solo a veces (en mayor medida los hombres). Además, fuera de la época estival se protegen aún menos: solo uno de cada cuatro lo hace habitualmente. Eso sí, quienes lo hacen utilizan generalmente cremas solares y gafas de sol.

Además, uno de cada dos encuestados tiene un nivel medio en la percepción de riesgo del sol. Y es que probablemente en algunos aspectos aún somos demasiado confiados: dos de cada cinco piensa que en la primera exposición solar se puede utilizar un factor de protección solar menor de 15, uno de cada cinco no sabe que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente y que ello influya en la forma de protegerse y un 12% de los encuestados no compra habitualmente cremas solares.

El sol no hechiza a todos

A un 41% de los entrevistados no les gusta tomar el sol, a un 33% solo a veces y a un 26% les encanta. Por sexos, a ellos les gusta en menor proporción que a ellas. Aun así, solo un 18% suele tomar el sol habitualmente.

Entre las personas que aseguran tomar el sol habitualmente o en ocasiones, un 14% comienzan a hacerlo en abril, en mayo un 25%, en junio un 29% y en julio un 23%. Como es lógico, la diversidad del tiempo metereológico en las comunidades autónomas provoca diferencias apreciables. Mientras en Andalucía, Islas Baleares y Cataluña la mayoría comienzan a tomar el sol en mayo, en la Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra y País Vasco lo hacen un mes después. En Castilla-La Mancha y en la Comunidad de Madrid, optan por empezar en julio.

Más en verano

El verano es la época en la que más personas entrevistadas se exponen al sol: el 83% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 64% el resto de días estivales. Los mayores de 65 años entrevistados son quienes en menor proporción descubren su cuerpo a los rayos solares en esta época. Como curiosidad, por comunidades, destacan los gallegos (quienes toman el sol en mayor medida) y los baleares y andaluces (en menor).

Las partes del cuerpo que más lucimos al sol en verano son la cara, brazos, muslos y piernas y las manos. Los expertos recomiendan no permanecer bajo el sol durante mucho tiempo. La mayor proporción de los encuestados asegura exponerse entre 1 y 2 horas en periodo estival (un tercio de ellos) o no más de una hora (otro 22%). Y ¿cuándo? La mitad de los encuestados eligen la mañana, de 10.00 a 12.00 horas, para exhibirse al sol durante el verano y dos tercios también se exponen por la tarde a partir de las 16.00 horas. Sin embargo, uno de cada tres también lo hace entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva hacerlo, ya que la intensidad de radiación solar es máxima en ese horario.

Protección, asignatura pendiente

Y lo más importante, ¿utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol? En verano, un 19% confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos, una proporción que aumenta hasta dos de cada cinco el resto del tiempo. Fuera de la época estival se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos nunca lo hace tres de cada cinco y el resto del tiempo, tampoco casi siete de cada diez.

Por sexos, son mayoría los hombres quienes no se protegen, especialmente en verano, época en la que doblan la proporción de mujeres que confiesa no protegerse nunca. Por su parte, los entrevistados de 16 a 24 años tampoco lo hacen en mayor medida, tanto en verano como el resto del año.

Por el contrario, quienes sí toman precauciones utilizan varios sistemas para hacerlo. Los más generalizados son la crema protectora solar (nueve de cada diez) y las gafas de sol (siete de cada diez en verano y uno de cada dos el resto del año). En verano, la mitad asegura utilizar habitualmente un factor muy alto de crema solar (entre el 30 y el 50), y dos de cada cinco el resto del año. Sin embargo, en esta época, aumenta la proporción de aquellos que utilizan uno menor de 15: un 14% en vacaciones y un 24% el resto del tiempo. Los más propensos a utilizar este factor son los hombres y los jóvenes de entre 16 y 24 años.

Por tipo de piel, quienes en mayor proporción se protegen con un factor menor de 15 son los que pertenecen al fototipo tercero y cuarto. Sin embargo, aunque su piel sea más oscura y no se quemen con tanta frecuencia no es recomendable utilizar un FSP menor de 15.

Conscientes del riesgo

La teoría parece que nos la sabemos: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. Sin embargo, ¿lo llevamos a la práctica? EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 1.000 entrevistados sobre su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 56% de los encuestados tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 40% un nivel alto y apenas para un 4% es bajo. Por comunidades, ningún gallego ni madrileño encuestado se clasificó con un nivel de percepción de riesgo bajo, a diferencia de los valencianos que se sitúan en este nivel en mayor proporción (un 14%). Los más conscientes de los peligros del sol son en mayor medida los gallegos, puesto que un 52% de ellos se sitúa en el primer puesto del pódium, el nivel alto de percepción.

Esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía demasiado. Si bien apenas un 4% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, otro 14% considera que solo en ocasiones. Por suerte, el 82% de los encuestados piensa que es peligroso siempre: los madrileños en mayor proporción (un 93% de los consultados) que los baleares (un 14% de ellos cree que nunca supone un peligro, la proporción más alta).

Uno de cada cinco encuestados no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente, lo consideran en mayor medida los jóvenes de 25 a 44 años (un 23%). Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y en la población existen distintos fototipos individuales de cada persona. Por último, solo un 6% no cree que una exposición solar inadecuada produzca envejecimiento prematuro de la piel, afecciones oculares y cáncer de piel.

Una de tópicos

En cuanto a cómo protegerse, también existen confusiones destacadas entre los encuestados. En primer lugar, un 41% no cree que haya que utilizar un factor de protección mayor de 15 en la primera exposición solar. Es más, en similar proporción consideran que las cremas con muy alta protección protegen completamente contra el sol. En este sentido, la legislación de la UE parte de la premisa de que ninguna crema, por muy alta protección que tenga, protege completamente contra el sol. Los fotoprotectores contienen sustancias químicas y/o físicas, denominadas filtros, capaces de absorber o reflejar las radiaciones solares, protegiendo a la piel de los efectos dañinos de las mismas. Sin embargo, el término “pantalla total” o “sun block” se ha utilizado para indicar un FPS (factor de protección solar) superior a 20, y protección frente a otras radiaciones pero, en realidad, se presta a confusión puesto que no garantiza una protección total frente a las radiaciones.

Por suerte, solo en proporciones inferiores al 15% de la población encuestada hacen caso de los siguientes falsos mitos: que el sol sin cremas de protección seca granos, espinillas y puntos negros en el rostro; que las gafas de sol son solo para el verano, que no es necesario aplicarse fotoprotección si el día está nublado o si está debajo de una sombrilla, que las personas con pieles más morenas o ya bronceadas pueden prescindir de aplicarse crema protectora, y que mientras están en el agua, el sol apenas perjudica la piel.

Cremas solares

/imgs/20130601/grafico-es.jpg Insolaciones, quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, alteraciones del sistema inmunitario, afecciones oculares y cáncer de piel. Estos son solo algunos de los efectos adversos que puede provocar exponerse de manera inadecuada al sol. Para prevenirlos, la industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares o fotoprotectores.

Según la ‘Guía de Protección Solar’, elaborada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos y la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer), los fotoprotectores deben incluir unas indicaciones obligatorias y también en su etiquetado deben contener menciones específicas que reflejan su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información al consumidor que debe tenerse en cuenta tanto al elegir el producto más adecuado como al utilizarlo correctamente.

Pero ¿los encuestados leen y entienden la información que se indica en las etiquetas de este tipo de productos? En primer lugar, un 12% de los encuestados aseguraron no comprar habitualmente cremas solares. Destaca que sean hombres en mayor medida (un 19% frente al 6% de mujeres), con una edad superior a los 65 años (un 29% de este colectivo) y pertenecientes al cuarto fototipo (un 25% de ellos).

Otro 60% de los encuestados lee la información que se indica en el etiquetado de los productos solares que adquieren, pero un 28% no lo hace nunca. Por sexos, son más los hombres que confiesan no leer nunca los datos de la etiqueta (un 32% frente al 24% de ellas) y jóvenes de entre 16 y 24 años (un 54% de ellos).

Entre quienes compran productos solares y leen la información de sus etiquetas, un 29% confiesa que nunca se fija en los ingredientes del producto. Sin embargo, en el resto de información sí lo hacen: un 88% presta atención a la descripción sobre cómo y dónde actúa el producto (es decir, hidratación, protección inmediata, protección de rayos UVA, etc.), el 91% examina los consejos de utilización y el 94% mira el grado de protección de la crema.

Uno de cada cuatro encuestados confiesa que alguna vez ha utilizado crema solar caducada. Los más descuidados en este sentido son los jóvenes de entre 16 y 24 años en mayor medida (un 25% frente al 16% de los encuestados con 65 años o más).

Pero, en el momento de adquirir el producto, ¿qué aspectos toman en consideración? Y es que según la ‘Guía de Protección Solar’, para elegir un fotoprotector, hay que tener en cuenta una serie de factores, como a quién va dirigido, la zona de aplicación, el tipo de piel, al altitud del lugar, la hora del día y un largo etcétera.

Los encuestados que compran crema solar siempre toman en cuenta los siguientes aspectos: un 61% a quién va dirigido (adultos, niños o mayores), un 55% la zona de aplicación (cuerpo, cara, calva, etc.), un 43% las características de la piel, los ojos, el cabello y la capacidad para broncearse; un 22% la hora del día en que se exhibirá al sol, el tipo de superficie que será (agua, hierba, nieve o arena) y la estación del año; y un 15% la altitud del lugar en el que tomará el sol.

Crema por un tubo

El sol debe tomarse con todas las precauciones para proteger la salud de nuestra piel. Es por ello muy recomendable utilizar los fotoprotectores indicados para cada tipo de piel y sobre todo, reducir los tiempos de exposición. La Academia Española de Dermatología y Venereología aconseja:

  • Limitar el tiempo al sol, sin importar la hora o la estación del año. Tener especial cuidado en zonas a grandes alturas y en latitudes tropicales, donde las radiaciones son más frecuentes. Permanecer en la sombra siempre que sea posible.
  • No hacer sombra sino buscar la sombra. Si la sombra que proyecta es más pequeña que usted, tiene más probabilidades de quemarse. Los rayos solares son más frecuentes y la posibilidad de desarrollar una quemadura solar es mayor entre las 12 horas y las 4 de la tarde.
  • Aplicar un protector solar de amplio espectro con un Factor de Protección Solar (FPS) al menos de 15 cuando se esté expuesto al sol (actividades al aire libre). Aplique la pantalla solar 20 o 30 minutos antes de salir al aire libre, para que tenga tiempo de absorberla.
  • Volver a aplicar el protector solar cada dos horas cuando se encuentre en un espacio exterior, incluso en días nublados. Si parte del producto se ha eliminado mientras sudaba o se secaba con la toalla, volver a aplicar el producto.
  • Llevar ropa protectora como pantalones largos y camisas con manga larga. Cuanto más espeso sea el tejido y más oscuro el color, mayor protección.
  • Llevar un sombrero y gafas de sol en el exterior. El sombrero debe ser de ala ancha para proteger áreas expuestas como el cuello, las orejas, la calva y la cara. Las gafas de sol deben tener protección UV.
  • Evitar las superficies reflectoras que pueden llegar a reflejar hasta el 85% de los rayos solares, y alcanzarlo incluso en la sombra, provocando quemaduras y lesiones en la piel descubierta.
  • Evitar la exposición al sol de los recién nacidos.
  • Proteger a los niños. Minimizar su exposición al sol y aplicar protector solar a los niños de 6 meses o más.
  • El efecto perjudicial del sol es acumulativo, por ello es importante evitar las quemaduras solares durante la infancia.
  • Cuidado con los medicamentos que pueden inducir fotosensibilidad. Consultar a su médico o farmacéutico.

Las Comunidades, una a una

Andalucía

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Casi uno de cada cinco encuestados andaluces nunca se protege del sol en las vacaciones de verano

Un 26% nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y uno de cada cinco ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En Andalucía, se entrevistó a un total de 111 personas. El 51% eran mujeres y tenían una media de edad de 44 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 22% de los encuestados andaluces se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 51% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 17% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 10% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los andaluces entrevistados se exponen más al sol: el 78% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 49%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son la cara, los brazos, muslos y piernas, y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse no más de una hora (el 32%). Además, el momento del día escogido en esta época por dos de cada cinco andaluces entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y en similar proporción también por la tarde (a partir de las 16.00 horas). Sin embargo, un 48% confiesa hacerlo también entre las 12.00 y las 16.00 horas (la proporción más alta del estudio), pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 17% de los andaluces encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos, una proporción que aumenta hasta el 55% el resto del tiempo. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 66% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 71%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los andaluces encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en Andalucía su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 63% de los encuestados catalanes tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 35% un nivel alto y apenas para un 2% es bajo (cerca de las proporciones de la media del estudio). Esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía. Si bien apenas un 2% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, otro 16% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 82% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Aun así, casi uno de cada cinco encuestados andaluces no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y cada persona tiene su fototipo de piel. Además, tres de cada cuatro creen que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados andaluces que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que uno de cada cuatro andaluces que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), uno de cada tres no entiende los datos sobre los ingredientes del producto y alrededor del 10% tampoco aquellos que explican cómo actúa y dónde, ni siquiera los consejos de utilización. Es más, por error o simplemente por falta de atención, uno de cada cinco entrevistados andaluces ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

Castilla la Mancha

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Casi uno de cada cinco encuestados manchegos nunca se protege del sol en las vacaciones de verano

Más de un 30% nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y en similar proporción ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En Castilla-La Mancha, se entrevistó a un total de 111 personas. El 50% eran mujeres y tenían una media de edad de 47 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 25% de los encuestados manchegos se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 40% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 31% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 4% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los manchegos entrevistados se exponen más al sol: el 80% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 55%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son la cara, los brazos, los muslos y las piernas. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse entre 1 y 2 horas (el 34%) y no más de una hora (el 20%). Además, el momento del día escogido en esta época por uno de cada dos manchegos entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y uno de cada tres también por la tarde (a partir de las 16.00 horas). Sin embargo, tres de cada diez también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 18% de los manchegos encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos, una proporción que aumenta hasta el 44% el resto del tiempo. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 57% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 70%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los manchegos encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en Castilla-La Mancha su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 57% de los encuestados manchegos tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 38% un nivel alto y apenas para un 5% es bajo (proporciones similares a la media del estudio). Esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía. Si bien apenas un 6% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, otro 10% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 84% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Aun así, uno de cada cuatro encuestados manchegos no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y cada persona tiene su fototipo de piel. Además, tres de cada cinco creen que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados manchegos que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que uno de cada tres manchegos que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), tres de cada diez no entiende los datos sobre los ingredientes del producto y alrededor del 10% tampoco aquellos que explican cómo actúa y dónde, ni siquiera los consejos de utilización. Es más, por error o simplemente por falta de atención, tres de cada diez entrevistados manchegos ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

Cataluña

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Uno de cada cinco encuestados catalanes nunca se protege al exponerse al sol en las vacaciones de verano

Un 27% nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y uno de cada cinco ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En Cataluña, se entrevistó a un total de 111 personas. El 51% eran mujeres y tenían una media de edad de 46 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 17% de los encuestados catalanes se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 36% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 31% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 16% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los catalanes entrevistados se exponen más al sol: el 86% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 72%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son la cara, los brazos, muslos y piernas, y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse entre 2 y 3 horas (el 30%) y entre 1 y 2 horas (el 28%). Además, el momento del día escogido en esta época por tres de cada cinco catalanes entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y uno de cada cuatro también por la tarde (a partir de las 16.00 horas). Sin embargo, uno de cada tres también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 19% de los catalanes encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos, una proporción que aumenta hasta el 38% el resto del tiempo. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 58% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 70%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los catalanes encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en Cataluña su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 56% de los encuestados catalanes tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 40% un nivel alto y apenas para un 4% es bajo (proporciones similares a la media del estudio). Esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía. Si bien apenas un 7% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, otro 18% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 75% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Aun así, casi uno de cada cinco encuestados catalanes no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y en la población existen distintos fototipos individuales de cada persona. Además, dos de cada tres creen que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados catalanes que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar, entre otros métodos. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que uno de cada cuatro catalanes que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), el 26% no entiende los datos sobre los ingredientes del producto y alrededor del 10% tampoco aquellos que explican cómo actúa y dónde. Es más, por error o simplemente por falta de atención, uno de cada cinco entrevistados catalanes ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

Comunidad de Madrid

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Uno de cada diez encuestados madrileños nunca se protege del sol en las vacaciones de verano

Uno de cada cuatro nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y en igual proporción ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En la Comunidad de Madrid, se entrevistó a un total de 111 personas. El 52% eran mujeres y tenían una media de edad de 45 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 26% de los encuestados madrileños se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 49% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 13% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 12% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los madrileños entrevistados se exponen más al sol: el 81% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 63%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son la cara, los brazos, muslos y piernas, y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse entre 1 y 2 horas (el 40%). Además, el momento del día escogido en esta época por uno de cada dos madrileños entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y en similar proporción también por la tarde (a partir de las 18.00 horas). Sin embargo, uno de cada tres también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 12% de los madrileños encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos (de las proporciones más bajas del estudio), una proporción que aumenta hasta el 39% el resto del tiempo. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 60% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 69%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los madrileños encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en la Comunidad de Madrid su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 59% de los encuestados madrileños tienen un nivel medio de percepción de riesgo y un 41% un nivel alto. Muy pocos se confían: solo un 7% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca o solo a veces supone un riesgo, a diferencia del 93% de los encuestados que piensa que es peligroso siempre.

Con todo, uno de cada cinco encuestados madrileños no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y cada persona tiene su fototipo de piel. Además, uno de cada dos cree que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados madrileños que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar, entre otros métodos. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que uno de cada cuatro madrileños que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), un 26% no entiende los datos sobre los ingredientes del producto y alrededor del 10% tampoco aquellos que explican cómo actúa y dónde, ni siquiera los consejos de utilización y el grado de protección de la crema. Es más, por error o simplemente por falta de atención, uno de cada cuatro entrevistados madrileños ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

Comunidad Valenciana

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Tres de cada diez encuestados valencianos nunca se protege del sol en las vacaciones de verano

Un 31% nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y uno de cada cinco ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En la Comunidad Valenciana, se entrevistó a un total de 111 personas. El 51% eran mujeres y tenían una media de edad de 46 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 20% de los encuestados valencianos se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 46% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 21% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 13% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los valencianos entrevistados se exponen más al sol: el 87% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 73%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son los brazos, muslos y piernas; la cara y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse entre 1 y 2 horas (el 34%), no más de una hora (el 23%) y entre 1 y 2 horas (el 21%). Además, el momento del día escogido en esta época por dos de cada tres valencianos entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y uno de cada cinco también por la tarde (a partir de las 16.00 horas). Sin embargo, tres de cada diez también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva hacerlo, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 30% de los valencianos encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos (la proporción más alta del estudio), una proporción que aumenta hasta el 45% el resto del tiempo. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 60% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 70%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los valencianos encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en la Comunidad Valenciana su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 50% de los encuestados valencianos tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 36% un nivel alto y apenas para un 14% es bajo. Esta última proporción es la más alta del estudio, lo que indica que en comparación con el resto de entrevistados del estudio, hay más valencianos confiados. Si bien apenas un 7% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, otro 13% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 80% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Aun así, casi uno de cada cuatro encuestados valencianos no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y cada persona tiene su fototipo de piel. Además, tres de cada cuatro creen que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados valencianos que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que tres de cada diez valencianos que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), uno de cada cuatro no entiende los datos sobre los ingredientes del producto y alrededor del 10% tampoco aquellos que explican cómo actúa y dónde, ni la información sobre los consejos de utilización y el grado de protección de la loción. Es más, por error o simplemente por falta de atención, uno de cada cinco entrevistados valencianos ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

Galicia

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Uno de cada diez encuestados gallegos nunca se protege del sol en las vacaciones de verano

Un 38% nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y uno de cada cinco ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En Galicia, se entrevistó a un total de 111 personas. El 57% eran mujeres y tenían una media de edad de 48 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 13% de los encuestados gallegos se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 52% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 27% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 8% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los gallegos entrevistados se exponen más al sol: el 90% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 79%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son los brazos, muslos y piernas; la cara, y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse entre 1 y 2 horas (el 33%) y entre 2 y 3 horas (el 29%). Además, el momento del día escogido en esta época por dos de cada cinco gallegos entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y uno de cada dos también por la tarde (a partir de las 16.00 horas). Sin embargo, uno de cada tres también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 11% de los gallegos encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos, una proporción que aumenta hasta el 24% el resto del tiempo. Aun así, son las proporciones más bajas del estudio en comparación con valencianos y vascos, que se protegen mucho menos. Con todo, los gallegos, fuera de la época estival, tienen menos cuidado: en vacaciones y días festivos un 44% nunca se protege y el resto del tiempo tampoco un 55%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los gallegos encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en Galicia su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 48% de los encuestados gallegos tienen un nivel medio de percepción de riesgo y un 52% un nivel alto. Nadie lo tiene bajo a diferencia del resto de comunidades analizadas. Aun así, esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía. Si bien ningún gallego entrevistado considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, un 20% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 80% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Aun así, casi uno de cada cinco encuestados gallegos no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y cada persona tiene su fototipo de piel. Además, dos de cada tres creen que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados gallegos que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que uno de cada tres gallegos que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), uno de cada cuatro no entiende los datos sobre los ingredientes del producto. Es más, por error o simplemente por falta de atención, uno de cada cinco entrevistados gallegos ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

Islas Baleares

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Uno de cada cuatro encuestados baleares nunca se protege del sol en las vacaciones de verano

Casi un 30% nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y uno de cada cuatro ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En las Islas Baleares, se entrevistó a un total de 111 personas. El 50% eran mujeres y tenían una media de edad de 45 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 22% de los encuestados baleares se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 37% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 24% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 17% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los baleares entrevistados se exponen más al sol: el 68% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 60%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son la cara, los brazos, muslos y piernas, y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse más de 5 horas (el 31%) y entre 1 y 2 horas (el 23%). Además, el momento del día escogido en esta época por dos de cada tres baleares entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y tres de cada diez también por la tarde (a partir de las 16.00 horas). Sin embargo, uno de cada cinco también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 24% de los baleares encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos (entre las proporciones más altas del estudio), una proporción que aumenta hasta el 37% el resto del tiempo. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 56% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 61%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los baleares encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en las Islas Baleares su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 46% de los encuestados baleares tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 48% un nivel alto y apenas para un 7% es bajo (proporciones similares a la media del estudio). Esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía demasiado: un 14% (la mayor proporción del estudio) considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo y otro 12% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 74% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Además, uno de cada dos cree que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados baleares que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que un 28% de los baleares que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), alrededor del 10% no entiende los datos sobre los ingredientes del producto y tampoco aquellos que explican cómo actúa y dónde. Es más, por error o simplemente por falta de atención, uno de cada cuatro entrevistados baleares ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

Navarra

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Uno de cada diez encuestados navarros nunca se protege del sol en las vacaciones de verano

Uno de cada cinco nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y uno de cada tres ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En Navarra, se entrevistó a un total de 111 personas. El 56% eran mujeres y tenían una media de edad de 45 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 17% de los encuestados navarros se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 52% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 18% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 12% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los navarros entrevistados se exponen más al sol: el 82% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 74%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son la cara, los brazos, muslos y piernas, y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse entre 1 y 2 horas (el 31%), no más de 1 hora (el 30%) y entre 2 y 3 horas (el 29%, respectivamente). Además, el momento del día escogido en esta época por uno de cada dos navarros entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y tres de cada diez también por la tarde (a partir de las 18.00 horas). Sin embargo, un 30% también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 16% de los navarros encuestados confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos, una proporción que aumenta hasta el 36% el resto del tiempo. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 69% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 75%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los navarros encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en Navarra su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 50% de los encuestados navarros tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 48% un nivel alto y apenas para un 2% es bajo (proporciones similares a la media del estudio). Esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía. Si bien apenas un 5% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, otro 17% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 78% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Aun así, casi uno de cada cuatro encuestados navarros no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y en la población existen distintos fototipos individuales de cada persona. Además, tres de cada cinco creen que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados navarros que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas indicaciones, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que uno de cada cinco navarros que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), uno de cada tres no entiende los datos sobre los ingredientes del producto. Es más, por error o simplemente por falta de atención, un 34% de los entrevistados navarros ha utilizado alguna vez crema solar caducada.

País Vasco

Encuesta a 1.000 personas sobre sus hábitos de exposición al sol, su percepción de riesgo y el etiquetado de las cremas solares

Casi tres de cada diez encuestados vascos nunca se protegen del sol en las vacaciones de verano

Casi uno de cada cinco nunca lee la información del etiquetado de las cremas solares y un 28% ha utilizado alguna vez crema solar caducada

En el País Vasco, se entrevistó a un total de 111 personas. El 52% eran mujeres y tenían una media de edad de 49 años. Cada uno de ellos es diferente frente a los rayos solares: la pigmentación de la piel, el color de sus ojos, el cabello y su capacidad para broncearse determinan a qué fototipo pertenecen, es decir, qué capacidad tiene su piel de absorber la radiación solar. En este sentido, un 17% de los encuestados vascos se ubica en el primer fototipo (pieles, ojos y cabellos muy claros que siempre se queman y cuyo bronceado es imperceptible), un 60% en el segundo (también con piel, ojos y cabello claros, pero que consiguen un bronceado moderado, aunque a menudo se queman), otro 11% en el tercero (tienen una piel más oscura, así como el pelo y los ojos, se queman en ocasiones y consiguen un bronceado medio) y el 12% en el cuarto (tienen la piel, los ojos y el cabello morenos, raramente se queman y siempre se broncean).

Expuestos y no siempre protegidos

El verano es la época en la que los vascos entrevistados se exponen más al sol: el 86% lo hace durante las vacaciones y días festivos, y el 70%, el resto de días estivales. Las partes del cuerpo que más lucen al sol en esta época son la cara, los brazos, muslos y piernas, y las manos. Durante las vacaciones estivales, la mayor proporción de ellos asegura exponerse entre 1 y 2 horas (el 37%) y entre 2 y 3 horas (el 27%). Además, el momento del día escogido en esta época por dos de cada cinco vascos entrevistados para hacerlo es la mañana (de 10.00 a 12.00 horas) y uno de cada tres también por la tarde (a partir de las 16.00 horas). Sin embargo, un 38% también confiesa hacerlo entre las 12.00 y las 16.00 horas, pese al peligro que conlleva, puesto que la intensidad de radiación solar es máxima en este horario.

Pero lo más importante es saber si utilizan algún tipo de protección cuando se exponen al sol. El 28% de los encuestados vascos confiesa no protegerse nunca durante las vacaciones y días festivos, una proporción que aumenta hasta el 45% el resto del tiempo. Estas proporciones se ubican entre las más altas del estudio solo superadas por las de los valencianos y andaluces. Fuera de la época estival, se protegen aún menos: en vacaciones y días festivos un 60% nunca lo hace y el resto del tiempo tampoco un 70%.

Conscientes, pero algo confiados

A pesar de todo, los vascos encuestados se conocen la teoría: si el sol no se toma con precaución, las consecuencias pueden ser muy perjudiciales para la salud. EROSKI CONSUMER ha medido esa percepción de riesgo y ha consultado a los 111 encuestados en el País Vasco su opinión acerca de una serie de afirmaciones sobre la radiación y la protección solar. En función de sus respuestas, se ha cuantificado esa percepción con una escala del 0 a los 3,80 puntos, siendo 0 un nivel bajo y 3,80 un nivel alto.

Así, un 54% de los encuestados vascos tienen un nivel medio de percepción de riesgo, un 44% un nivel alto y apenas para un 2% es bajo (proporciones similares a la media del estudio). Esta clasificación demuestra que todavía hay quien se confía. Si bien apenas un 3% considera que tomar el sol durante un tiempo prolongado nunca supone un riesgo, otro 14% cree que solo en ocasiones. Por suerte, el 83% de los encuestados piensa que es peligroso siempre.

Aun así, casi uno de cada cinco encuestados vascos no cree que cada tipo de piel absorba la radiación solar de forma diferente. Una creencia errónea, puesto que nadie es igual frente al sol y cada persona tiene su fototipo de piel. Además, uno de cada dos cree que es falso que en las estaciones más frías, la irritación ocular pueda ser mayor. Sin embargo, es en esta época del año cuando el sol está más bajo en el horizonte, por lo que el ángulo de los rayos solares incide de manera más directa en los ojos y puede provocar un reflejo más intenso y una mayor irritación ocular.

Cremas solares

Los encuestados vascos que sí se protegen en verano cuando se exponen al sol lo hacen principalmente con crema protectora solar. La industria cosmética cuenta desde hace décadas con protectores solares y fotoprotectores para prevenir quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, etc. En ellos, se deben incluir una serie de indicaciones y menciones específicas que reflejen su eficacia: los índices de protección solar. Estas, junto con frases sobre el modo de empleo y las advertencias en su uso, suponen una importante información para el consumidor. Pero ¿realmente éste lee y entiende esta información?

En la encuesta, se comprobó que un 17% de los vascos que participaron en ella nunca lee la información que se indica en el etiquetado. Y quienes sí la leen (siempre o en ocasiones), un tercio no entiende los datos sobre los ingredientes del producto y alrededor del 10% tampoco aquellos que explican cómo actúa y dónde, ni siquiera los consejos de utilización y el grado de protección de la crema. Es más, por error o simplemente por falta de atención, un 28% de los entrevistados vascos ha utilizado alguna vez crema solar caducada.