Viajar en Navidad

Sol y nieve a elegir

Los adornos navideños, el turrón que vuelve a casa, los anuncios de cava plenos de oropel y coros, juguetes espectaculares... forman, un año más, parte de nuestra vida en estas fechas.
1 diciembre de 1998
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Sol y nieve a elegir

Las Navidades ya casi están encima y muchos de nosotros ya hemos planeado qué hacer en los días de fiesta que se avecinan. Algunos optarán por realizar un viaje de vacaciones. Podrían, así, incluso sustituir el invierno por el verano, y la ciudad por el campo o la playa. Detrás de cualquier viaje de placer, anida un deseo, o directamente una necesidad, de cambio. Más de 3 millones de españoles harán estas Navidades las maletas y disfrutarán de la última escapada del año. El objetivo de la mayoría de estos desplazamientos sigue siendo (el peso de la tradición navideña) el reencuentro con familiares y amigos para disfrutar juntos de estas fechas tan “entrañables”. Sin embargo, se va convirtiendo cada año en menos raro aprovechar la Navidad para una escapada más larga. Y, tras pasar la Nochebuena en familia, ponerse en marcha buscando relax y descanso. O, por qué no, también la aventura.

Canarias es el destino preferido de los veraneantes de Navidad. La mayoría de los hoteles de las Islas Afortunadas hace semanas que colgaron el cartel de “completo”. La benigna climatología de las islas y unos precios asequibles -una semana, desde 42.000 pesetas, en apartahotel, incluido el viaje en avión- constituyen un reclamo inigualable para ciertos turistas. Los países caribeños se convierten, también en invierno, en destino soñado de los amantes del sol y la playa. Despedir el año en las finas arenas del Caribe supone un desembolso medio de unas 200.000 pesetas. Londres y Nueva York son otros destinos a sopesar, ya que si ambas ciudades son siempre un espectáculo para nosotros, su atractivo se multiplica cuando llega la Navidad.

Cientos de celebraciones privadas, públicas y callejeras se unen a la habitual actividad cultural y comercial, que además, aumenta en estas fechas. Los amantes del deporte blanco despiden el año dando la bienvenida a la temporada de esquí. Las estaciones abren sus puertas ofreciendo muy diversas posibilidades para disfrutar de la nieve. Deslizarse durante una semana por las pistas nevadas cuesta en estas fechas entre 28.000 y 125.000 pesetas (alojamiento y remontes), por persona.

Como se sabe, los precios de los remontes (gasto en que no incurren quienes practican esquí de fondo) varían mucho de unas estaciones a otras, y los costes hosteleros también. Y, si se quiere celebrar la llegada del 99, el presupuesto dependerá sobre todo de la calidad de la cena y del boato del lugar elegido, así como del despliegue festivo (baile, actuación, orquesta en vivo …) dispuesto por los organizadores del evento.

Destinos para todos los gustos y economías y tabla comparativa

Una semana de vacaciones (viaje incluido, con pensión completa) en las costas del Levante español supone entre 67.000 y 72.000 pesetas por persona. Más caro resulta optar por otras latitudes para pasar unos días en la playa. Siete días en Cuba cuestan en estas fechas entre 111.000 y 216.000 pesetas por persona. Aunque, salvo desastres climáticos como el que recientemente ha asolado Centroamérica, el buen tiempo está asegurado.

Disfrutar del Caribe mar adentro es otra opción, pero sólo para las economías más saneadas. Un crucero por esas aguas no baja de las 250.000 pesetas. De vuelta al continente, se puede cambiar el reloj de la Puerta del Sol por el Big Ben de Londres, y dar la bienvenida al 99 en Trafalgar Square o Picadilly Circus, previo pago de las 80.000 pesetas que cuesta el viaje y la estancia de una semana en la capital británica. A estos precios hay que añadir gastos extras difícilmente eludibles en estas fiestas: las galas de Nochebuena y Fin de Año. El 99% de los hoteles organizan cenas y bailes para festejar estas noches tan especiales. Los precios, entre 6.000 y 15.000 pesetas de media por gala. En algunos hoteles de Cuba, la diversión está asegurada por menos de 2.000 pesetas.

Estaciones de esquí, las vacaciones blancas.

La práctica del esquí encaja en los más variados presupuestos y expectativas de diversión. Las estaciones de España y Francia son las mejores opciones para nosotros, tanto por cercanía como por precio. Las agencias ofrecen “paquetes” que incluyen alojamiento y forfait para los remontes. El traslado corre por cuenta del interesado; sin embargo, se puede contratar en la misma agencia el viaje en autobús. Según la distancia a recorrer, el precio del billete de ida y vuelta oscilará entre las 7.500 y las 15.000 pesetas. Astún y Candanchú son las estaciones más solicitadas por la gente joven. La marcha nocturna de Jaca tiene mucho que ver en esta preferencia. Despedir el año en estas dos estaciones cuesta entre 34.000 y 74.000 pesetas (7 noches de alojamiento y 5 días de forfait ). En Baqueira, pasar la última semana del año sin lujos puede suponer hasta 125.000 pesetas. Esperar la llegada de los Reyes Magos resulta algo más barato, entre 46.000 y 99.000 pesetas. Fuera de nuestras fronteras, Andorra es un destino interesante. A sus 247 kilómetros de pistas, repartidos en 6 estaciones, se une el ambiente nocturno, y el aliciente de unas compras que, sin ser tan atractivas en precio como lo fueron hace unos años, siguen suscitando interés en quienes aman el deporte del “escaparating”.

Una semana de esquí cuesta en Andorra entre 29.000 y 117.000 pesetas, según estación, periodo, tipo y régimen de alojamiento. Sin salir de Pirineos, Francia es destino preferido de los aficionados del Norte del país. La cercanía, las infraestructuras y la escasa saturación son sus mejores bazas. Cinco días de esquí en el país vecino cuestan entre 21.000 y 107.000 pesetas.

Consejos para viajar estas fechas

Si contrata el viaje en una agencia

  • Solicite folletos informativos en varias y estúdielos detenidamente. Compare no sólo el precio, sino los servicios que ofrecen.
  • Lea atentamente el contrato y aclare sus dudas (duración, excursiones, cláusulas, responsabilidades, anulaciones o comisiones) en la propia agencia. Es un poco aburrido, pero aprenderá mucho y evitará posibles problemas posteriores.
  • Compruebe que la reserva es firme y ha sido aceptada.
  • Guarde todos los documentos y la información publicitaria que competen a su viaje. Si surge una reclamación y ha viajado en grupo, pida los teléfonos a sus compañeros de viaje para actuar en conjunto. En caso de queja, pida la Hoja de
  • Reclamaciones en el establecimiento donde ha sufrido el perjuicio y deje constancia escrita.
  • Lleve siempre una fotocopia del contrato con el teléfono de la agencia. Y con un nombre de contacto.

Si va a viajar por carretera en su propio vehículo extreme las precauciones. El hielo, la lluvia, la niebla y la nieve son causa de uno de cada seis accidentes.

  • Adecue la velocidad a la zona de visibilidad.
  • Si hay niebla o lluvia muy intensa, encienda las luces.
  • Respete, más que nunca, la distancia de seguridad; mejor, auméntela.
  • Si hay nieve, aparque en lugar seguro, coloque las cadenas en las ruedas motrices y circule despacio. Maneje con suavidad volante, freno y acelerador.
  • Extreme la precaución y modere la velocidad en zonas umbrías y en resguardos orientados al norte.
  • Los neumáticos son fundamentales en la seguridad de su vehículo. Revise la presión, el dibujo y el estado de los mismos.
  • Si la carretera está mojada, pise con cierta frecuencia el freno, sin llegar a frenar, para secar las pastillas. En caso de necesidad, responderán mejor.
  • Lleve siempre en su vehículo: lámparas de repuesto, cadenas, anticongelante, antivaho, ropa de abrigo, pinzas (para la batería), linterna, triángulo de señalización, alcohol (para el hielo del parabrisas), gafas de sol (reflejos de la nieve).