Deportes acuáticos

Sentir la brisa entre las olas

Los deportes acuáticos se practican durante todo el año, pero es ahora, en verano, cuando se pueden disfrutar sin las limitaciones propias de la climatología más invernal.
1 julio de 1999

Sentir la brisa entre las olas

Ya se sabe, el sol y las vacaciones favorecen una combinación perfecta para casi todo, y especialmente cuando se trata de sumergirse con ansias de aventura en estas peculiares disciplinas deportivas (windsurf, vela, motos acuáticas, kayak, submarinismo…).

Se calcula que el número de federados a estos deportes alcanza hoy en día la cifra de 500.000 practicantes, un dato que, sin embargo, no se ajusta del todo a la realidad, ya que no incluye a quienes disfrutan de estas aficiones por su propia cuenta y riesgo. Aún así, la vela, por delante del windsurf y del submarinismo, se revela como el deporte náutico con mayor número de adeptos, e, incluso, algunos centros de enseñanza de Cataluña han adoptado esta especialidad como una opción más de la asignatura de Educación Física.

Vela

Se imparten cursillos de todos los niveles y para todo tipo de embarcaciones (Raquero, Tornado, 470…), desde un precio mínimo de 15.000 pesetas (veinte horas), si bien también es posible adquirir conocimientos durante excursiones organizadas, cuyo precio puede rondar las 20.000 pesetas (un fin de semana). Y quien prefiera ir por libre puede enrolarse en un velero sin tripulación, aunque para ello es imprescindible que al menos uno de los tripulantes posea el título de patrón. Más costoso para el bolsillo, como es natural, sale alquilar un velero durante toda una semana, dado que el precio puede oscilar entre 145.000 y 430.000 pesetas, dependiendo del tipo de embarcación, de la capacidad de la misma y de si incluye, o no, los servicios de un patrón.

Windsurf

Aprender a manejar una tabla y a mantener el equilibrio sobre ella no resulta muy difícil. El windsurf se presenta así como la especialidad más asequible y sencilla de todas las formas de navegación, y, posiblemente, también la más económica. Se ofrecen cursillos de iniciación y perfeccionamiento desde 12.000 pesetas, con material incluido, y basta con recibir uno de entre 7 y 10 días para lanzarse, siempre con la precaución que merece el mar, a surcar las aguas. Quienes se lo quieran tomar más en serio pueden adquirir un equipo completo, que incluye tabla, arnés, traje de neopreno, zapatillas y chaleco salvavidas, por unas 85.000 pesetas. Por cierto, los paraísos del windsurf se encuentran situados en Tarifa (Cádiz), el Mar Menor (Murcia) y Alcudia (Mallorca).

Submarinismo

Sin duda, es uno de los deportes náuticos que mayor auge está teniendo por la belleza que esconden las profundidades marinas. Para la práctica de buceo sin botella, basta con disponer de un tubo, unas gafas y unas aletas, mientras que para sumergirse asistido con una botella de aire comprimido es necesario ya realizar un cursillo obligatorio que garantice un mínimo de seguridad en las inmersiones. El precio de un curso de 15 días de duración asciende a 60.000 pesetas, e incluye la licencia federativa (obligatoria) y el material. Una vez celebrado el bautismo submarino, equiparse para la práctica por libre cuesta entre 115.000 y 300.000 pesetas (traje de neopreno, chaleco hidrostático, guantes, aletas, escarpines, gafas, regulador, tubo, profundímetro, reloj, cuchillo y botellas de oxígeno). Los mejores fondos marinos españoles se encuentran en las Islas Medas (Cataluña), en el Cabo de Gata (Almería) y en las costas de las Islas Baleares de Ibiza y Menorca.

Kayak marino

En esta modalidad náutica del piragüismo, se deben extremar las precauciones debido a las características propias de la embarcación, que resulta poco estable. Los cursillos de aprendizaje facilitan el conocimiento preciso de las múltiples técnicas que se requieren en esta práctica deportiva para, por ejemplo, con un giro brusco de la cintura y ayudado por la pala, salir a flote en el caso de que la piragua vuelque. Un curso de iniciación de cuatro horas, material incluido, cuesta alrededor de 7.000 pesetas, y los alumnos aventajados pueden practicar además esta especialidad por libre alquilando una embarcación por unas 1.200 pesetas la hora. Adquirir ya el equipo completo (kayak, sacos estancos, “cordino” para remontar la embarcación y amarrarla, y el imprescindible chaleco salvavidas) supone una inversión mínima de 75.000 pesetas.

Motos de agua

Para conducir estas embarcaciones, que llegan a tener hasta 45 Caballos de Vapor de potencia, es necesario obtener una licencia especial de la Federación de Deportes Náuticos. El precio de este permiso varía entre 3.000 y 6.000 pesetas en función de si es de carácter regional o nacional. Otra condición indispensable es haber cumplido los 18 años, si bien los jóvenes mayores de 16 años pueden pilotar también una moto de agua si presentan la autorización paterna. La última condición para cabalgar sobre las olas depende del bolsillo, ya que, por el alto coste de estas motos, la inversión mínima alcanza las 500.000 pesetas, aunque siempre queda la opción de dar un paseo de media hora por una cantidad más asequible, unas 3.000 pesetas.

Mar y deporte, una combinación terapéutica

El aficionado a la práctica de deportes náuticos no precisa de una aptitud física excepcional y sólo debe cumplir dos condiciones inquebrantables: no padecer epilepsia ni problemas de corazón.

Cuando no se da ninguna de estas dos limitaciones, el ejercicio físico de estas prácticas redunda siempre en beneficio de la salud del deportista y, en especial, si la práctica elegida es la natación. Este deporte no sólo fortalece todos los músculos del cuerpo (en especial, los de piernas, brazos, espalda y abdomen), sino que desarrolla también la capacidad pulmonar y cardiovascular, alivia la pesadez de las extremidades inferiores y los problemas de espalda, y fortalece el sistema inmunológico.

Quizá, la principal ventaja de la natación es que no hay un límite de edad para su práctica, algo que no ocurre, por ejemplo, con el submarinismo, desaconsejable para personas mayores, mujeres en periodo de gestación y enfermos con problemas circulatorios (incluidas varices y arteriosclerosis) y en las articulaciones. A excepción de en estos casos, el submarinismo es un deporte muy saludable, ya que obliga a mover todos los músculos, activa el ritmo cardiaco y relaja las articulaciones.

Los amantes del windsurf también fortalecen las articulaciones, así como los músculos de manos, brazos y espalda, lo que convierte esta variante con vela del surf en una especialidad deportiva excelente para conseguir una buena resistencia física y un fortalecimiento general.

Y por último, para librarse de las tensiones del día a día, nada mejor que hacerse a la mar en un kayak o en una embarcación de vela.

Más vale ser precavido
  • El contacto con el sol y el yodo marino reporta innumerables beneficios orgánicos, y mejora notablemente el estado y las afecciones de la piel. Sin embargo, el viento y el salitre pueden convertirse en elementos agresivos para nuestro cuerpo, por lo que ser prudente nunca está de más.
  • Antes de sumergirse en el mar moje su cuerpo progresivamente, sobre todo si hace mucho calor, ya que un cambio brusco de la temperatura corporal podría originar un colapso vascular e, incluso, la muerte.
  • Haga comidas ligeras. En los días muy calurosos, no es recomendable ingerir grandes cantidades de alimentos ni demasiadas bebidas gaseosas. Corre el riesgo de sufrir un corte de digestión.
  • Evite las horas de calor más intenso. Los rayos del sol son más dañinos entre las dos y las cuatro de la tarde. Las mejores horas para hacer ejercicio son las primeras de la mañana y las últimas de la tarde.
  • Proteja su piel con un buen filtro solar. La brisa marina y el contacto con el agua le harán olvidar la intensidad del sol, por lo que corre el riesgo de sufrir quemaduras.
  • Controle la transpiración y beba mucho líquido. Una excesiva sudación puede provocar una deshidratación.
  • Utilice gafas acuáticas para prevenir irritaciones oculares ocasionadas por la contaminación y la salinidad marina.
  • Si padece de otitis o tiene otro problema en los oídos, no se olvide de los tapones.
  • Si es propenso a sufrir enfermedades como micosis o la conocida como pie de atleta, sea muy cuidadoso. Utilice zapatillas de baño y jabones desinfectantes.
  • Evite alejarse demasiado de la costa. Tenga en cuenta la dirección y la fuerza de corrientes y mareas. Y avise de la previsible ruta a algún amigo o familiar.
  • Antes de cualquier salida marítima, verifique el correcto estado de su equipo.