Deportes náuticos

Pautas para disfrutar del recreo del mar

El tirón veraniego de la vela, el windsurf o el surf no debe dejar de lado las necesarias medidas de seguridad y urbanidad
1 julio de 2005
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Pautas para disfrutar del recreo del mar

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El aprendizaje y la práctica de vela, surf y windsurf atraen en nuestro país a miles de personas que cada verano aprovechan sus vacaciones para disfrutar de estos deportes náuticos. La multiplicación de la demanda en estas fechas puede influir en el grado de cumplimiento de las normas de seguridad y urbanidad, muchas veces obviadas por tratarse de prácticas temporales y de carácter aficionado. Diez días de tiempo, el contacto con una escuela federada, la ausencia de problemas cardiorrespiratorios y estar dispuesto a gastar alrededor de 250 euros son las únicas condiciones para iniciarse en ellos. Esta facilidad de acceso se plasma en más ocasiones de las deseables en el olvido de unas reglas, algunas escritas y legisladas, otras tácitas, que intentan evitar el peligro para quien lo practica y para quien comparte las aguas.

Surf

Surfear no es sencillo, aunque los conocimientos básicos sobre cómo hacerlo se pueden aprender en unas pocas clases, no más de 20. Para poder recibirlas es necesario tener más de 12 años, saber nadar, contar con un certificado médico que acredite que nos encontramos en óptimas condiciones físicas (el médico de cabecera realiza el examen básico) y abonar unos 250 euros. El precio incluye el alquiler del equipo. Esta actividad cuenta con la ventaja de que no es necesario hacer un examen sobre conocimientos teóricos que permita licenciarse para poder practicarlo, y con la desventaja de que se precisa un alto grado de habilidad e implicación personal. El seguro federativo es obligatorio.

Un buen surfista debe:

  • Conocer bien la playa donde vaya a hacer surf, estudiar con atención las olas y las corrientes dominantes.
  • Saber las horas de las mareas y los vientos, que pueden llegar a ser peligrosos, sobre todo los de tierra, que alejan al deportista de la playa. Se pueden obtener en Cruz Roja o en clubes deportivos.
  • No practicar el surf solo.
  • Respetar las zonas prohibidas para el surf y, en cualquier caso, mantenerse alejado de bañistas, submarinistas y pescadores.
  • Revisar el cabo elástico que une la tabla al pie para apreciar si se encuentra desgastado, y en este caso, sustituirlo inmediatamente.
  • Si no tiene mucha experiencia, utilizar un chaleco salvavidas.
  • Respetar la regla del surf sobre prioridades: guardar la preferencia de quienes están más pegados a la espuma.
  • En caso de accidente, no abandonar nunca la tabla.

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Windsurf

El windsurf es un deporte que ha experimentando un gran avance, sobre todo en el campo de la tecnología: se utilizan materiales de vanguardia que logran la adaptación ergonómica de la tabla y la vela a cada deportista. Para gozar de un nivel aceptable se recomienda recibir al menos dos cursos de iniciación básica y otros dos de experiencia avanzada, que se pueden prolongar durante 15 días con dos horas diarias. El precio supera los 300 euros, e incluye el alquiler del equipo. Con ellos se consigue dominar la posición de izada y de navegación ejercitando el equilibrio; aprender a montar y desmontar el aparejo; y dominar conceptos básicos de navegación y rumbos.

También el windsurfista debe conocer sus reglas.

  • No debe alejarse de la costa más de una milla, y debe vigilar el clima, así como verificar las horas de las mareas y conocer las corrientes dominantes de la zona.
  • Ha de respetar las zonas prohibidas a la navegación, las distancias mínimas de playas y utilizar los canales balizados. Debe mantenerse alejado de bañistas, submarinistas y pescadores.
  • Es fundamental utilizar protección contra el frío (trajes isotérmicos) y optar por colores llamativos en la vela, la plancha y la vestimenta, que incluye el chaleco salvavidas. El uso del casco protector, aunque no obligado, sí se recomienda. El chaleco debe tener un color vivo. Si practica windsurf de velocidad, mejor con casco protector.
  • Hay que llevar un kit con linterna, luces químicas o bengalas y algún alimento de alto poder nutritivo.
  • No se debe navegar en solitario. Es fundamental informar a alguien del lugar al que se va y cuándo se piensa regresar, para que puedan dar la voz de alarma si se retrasa la llegada.
  • No hay que abandonar nunca la tabla intentando ganar la playa o costa a nado. No conviene sobrestimar las fuerzas: es preferible hacer señales desde la tabla, subiendo y bajando lentamente los brazos extendidos.
  • Se evitan sobreesfuerzos empleando tablas con un sistema de remolque fiable situado a proa.

La vela

/imgs/20050701/vela.jpg Los cursos para debutante se inician con una breve introducción teórica a los fundamentos básicos de la navegación a vela: aparejo, vientos, trimado o manejo de velas, orza y timón. A continuación se practican las maniobras básicas en un canal balizado y se sale a navegar en el propio barco acompañado de una lancha de seguridad. Esta es la manera más usual de aprender vela ligera. Son necesarias 2 horas diarias durante dos semanas para alcanzar nociones básicas, aunque insuficientes para convertirse en navegante. A pesar de que es un deporte menos físico que el windsurf, el conocimiento de cuestiones de la mar y el uso de aparejos es igual de importante. El precio del aprendizaje no supera los 300 euros.

Normas básicas para la navegación:

  • Evitar navegar en solitario y mantener contacto visual con sus compañeros de travesía. Establecer un sistema de señales.
  • Respetar a los demás usuarios del agua, sean bañistas o barcos. Hay que controlar el riesgo de colisión.
  • No alejarse de la costa ni salir a la mar al atardecer.
  • Utilizar casco si hay riesgo de golpearse la cabeza contra las rocas.
  • La hipotermia es un peligro muy serio: vestirse de forma adecuada.
  • En caso de accidente, no abandonar la vela. Se facilita la localización y sirve para mantenerse a flote.
  • En caso de niebla, poner rumbo a la costa orientándose por los sonidos y la brújula.
  • No dudar en pedir auxilio a los Centros de Salvamento Marítimo y seguir las instrucciones de los rescatadores de las unidades aéreas o marítimas que le asistan.
  • Aprender y practicar técnicas de salvamento en grupo y de autosalvamento.
Otros deportes

Aunque menos populares, cada vez son más quienes practican el kitesurf y el wakeboard, por lo que conviene acercarse a sus normas.

El kitesurf es una actividad del mar y del viento. El deportista se desliza con una tabla sobre el agua, sostenido por una cometa. Es indispensable realizar un curso con monitores titulados y con experiencia para poder personalizar el curso al nivel de cada alumno. El wakeboard es un de los tantos deportes extremos que han aparecido en los últimos años. Consiste en realizar intrépidos saltos y giros utilizando una tabla que se enfrenta a las olas formadas por la embarcación que tira del wakeboarder.

Ambas disciplinas comparten unas normas comunes:

  • Es imprescindible aprender en centros especializados para poder realizarlo con seguridad para quien lo practica y para el espectador.
  • Las zonas de práctica deben ser despejadas y disponer de una amplia zona de seguridad a sotavento, evitando siempre las zonas con gente y bañistas.
  • Hay que navegar a sotavento de espigones, windsurfistas, bañistas y embarcaciones.
  • Hay que consultar las previsiones meteorológicas, en especial si hay viento en tierra.
  • No hay que salir al agua si no se controla la técnica en tierra.
  • Hay que navegar con una orientación que permita volver a la playa y no hay que alejarse demasiado de la costa.
  • Hay que utilizar casco para evitar golpes en la cabeza.
  • Las tablas tienen poca flotabilidad, por lo que es obligado utilizar chaleco salvavidas.
  • Hay que evitar la navegación al atardecer y tener un contacto en tierra que vigile.
  • En una situación delicada, no abandonar el equipo, ya que permitirá una más fácil localización.