Pintar la casa

Paciencia y orden, elementos básicos

Otoño puede ser un buen momento para lavar la cara a nuestra casa. Las condiciones climatológicas acompañan -se puede airear las salas sin pasar frío ni calor- y el ambiente todavía no es húmedo
1 septiembre de 2001
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Paciencia y orden, elementos básicos

Una vez decididos a cambiar el color de las paredes, fundamentalmente tenemos dos opciones: contratar a un profesional o intentarlo nosotros mismos. Si se requieren los servicios de un pintor tendremos casi garantizado un trabajo bien hecho pero nos supondrá un gasto en torno a las 170.000 pesetas para una casa-tipo de 90 metros cuadrados, siempre que no se requieran reparaciones en la pared y se opte por pinturas estándares. Si nos decidimos a pintar nosotros mismos, calculemos unos gastos de equipo de 15.000 pesetas, y por cada 20 metros cuadrados pensemos en 3 litros de pintura (a unas 1.000 pesetas el litro) para cada una de las dos manos. Es decir, gastaremos (además de tiempo, naturalmente) unas 42.000 pesetas, con lo que el ahorro se situará en torno a las 125.000 pesetas.

Antes de empezar

Para que todo resulte más fácil y práctico, conviene aprovisionarse de los siguientes utensilios: escaleras, una cinta de enmascarar (400 pesetas el rollo), paños (para cubrir accesorios fijos que no se pueden pintar), espátulas (500 pesetas), lijas (100 pesetas), removedor (500 pesetas), necesarios para eliminar la pintura anterior; pinceles de, al menos, tres tamaños diferentes, bien de cerdas sintéticas o de cerdas naturales (más costosos, duran más) que cuestan desde 200 hasta 1.300 pesetas cada uno; rodillos (700 pesetas) para cubrir grandes superficies, paredes y techos; y por último, los recipientes. Si trabajamos con rodillo necesitaremos una bandeja (400 pesetas), si son pinceles y realizamos mezclas, requeriremos recipientes secundarios. Si ofrecen la posibilidad de cerrarse herméticamente, mejor: nos permitirán guardar la pintura para continuar trabajando más tarde con la misma mezcla.

Elegir la pintura

Si no se es un experto, conviene dejarse aconsejar antes de elegir el tipo de pintura, que habrá de adecuarse a la superficie y el acabado que se pretenden. El color depende de gustos, pero proceda de una cartilla comercial, o adquiriendo los tonos necesarios que se vayan a mezclar, las posibilidades son numerosísimas, y hay que pensarlo bien. Los colores de las cartillas comerciales se exponen en pequeñas muestras, que llevadas a la realidad tienden a parecer más fuertes y agresivas, con lo que si se quiere un amarillo vainilla, más vale que su aspecto en el bote sea de un amarillo más claro. Además, la tonalidad de cada color cambia de acuerdo con la luz natural o artificial. Para calcular las cantidades necesarias, hay que medir el ancho y alto de las superficies a pintar, sin excluir las aberturas. Conviene consultar con el proveedor cuántos metros cubre cada litro de la pintura seleccionada, y cuántas manos deben aplicarse para un óptimo resultado.

  • Látex y pinturas para cielorrasos: Son de secado rápido, el olor en el momento de pintar es aceptable, y resulta de muy fácil aplicación. La terminación es mate. Se recomienda para todo tipo de superficies, excepto metales, azulejos y cerámicas. Rinde unos 12 metros cuadrados por cada litro. Su precio: desde 1.100 hasta 1.500 pesetas el litro.
  • Satinol: El secado es más lento que el del tipo anterior de pintura, el olor en el momento de pintar es muy fuerte y la aplicación resulta complicada, ya que se pueden producir manchas si no se aplica en forma pareja, y quedarnos el feo efecto del chorreado. No se puede remendar un sector mal pintado: hay que repintar toda la pared. La terminación es brillante. Se recomienda únicamente para superficies con excelente acabado de yesería. Rinde 12 metros cuadrados por cada litro y cuesta desde 700 a 1.900 pesetas el litro.
  • Esmalte Sintético: El secado es rápido, el olor en el momento de pintar es aceptable, y la aplicación sencilla. La terminación es brillante. Se recomienda para superficies metálicas y de madera (marcos y ventanas, por su alta resistencia a la intemperie). Rinde unos 14 metros cuadrados por cada litro y se encuentra desde las 2.400 a las 3.300 pesetas por litro.
  • Pintura plástica: El secado es rápido, el olor moderado y su principal ventaja es que una vez aplicada es lavable. Se aconseja para el pintado de techos y paredes por su buen poder cubriente y fácil aplicación. Rinde en torno a 20 metros cuadrados por cada litro y se puede conseguir a un precio que va desde las 800 a las 1.100 pesetas el litro. En algunas marcas, el tamaño viene expresado en kilos.

Programar el trabajo

Antes de comenzar con las tareas de pintura, conviene aspirar el ambiente y aislar las salas de corrientes de aire que puedan introducir partículas volátiles; de otra manera, quedarán adheridas a la pintura húmeda. La mejor manera de ponernos a pintar es: Primer paso: Comenzar pintando el techo. Se puede dar todas las manos que se requieran antes de pasar a las paredes. Segundo paso: Seguir con las paredes, comenzando por el ángulo derecho superior de una pared. Hay que pintarla íntegramente hasta terminar con todo un plano antes de pasar al siguiente. Todas las manos de pintura que se den habrá de llevar en el mismo orden. Tercer paso:Las puertas y ventanas. No hay que olvidar nunca enmascarar las partes que están en contacto con los marcos y que no desea pintar (vidrios, bisagras y herrajes, etc.). Cuarto paso: Pintar los zócalos, cubriendo el ángulo en contacto con el piso, para que no se manche.

En manos de un profesional

Si por el contrario, se prefiere dejar la limpieza de cara de la casa en manos de un profesional, debemos tener en cuenta algunas cosas. Los dos criterios para fijar el precio son el número de metros cuadrados a pintar y la calidad de la pintura, que puede encarecer, aunque normalmente no en demasía, el trabajo. Un hogar de 90 metros cuadrados tendrá un coste aproximado de 170.000 pesetas y el trabajo de los pintores se prolongará durante 3 días. Con las pinturas actuales, lo habitual es que no se nos exija abandonar la casa ninguna noche, ya que la metodología del trabajo permite dejar habitaciones libres. Sí es aconsejable facilitar, en la medida de lo posible, la labor de los profesionales, apartando muebles o descolgando cuadros, ya que el tiempo se reducirá sustancialmente y con ello las horas en la factura.

Pintar y ser ecológico

Después de pintar la casa podemos no limitarnos a depositar los recipientes y utensilios en el contenedor adecuado. Mientras se pinta y cuando se acaba de hacerlo bien merece la pena intentar respetar el medio ambiente, hay que tener en cuenta que los materiales son muy tóxicos y nunca biodegradables. Un buen sistema para hacerlo es utilizar siempre dos recipientes en que se lavan primero las brochas, botes y otros equipos, para después enjuagarlos. Sirve para todas las pinturas de agua y solvente, y las de aceite. Hay que tener presente que con el lógico movimiento de los recipientes, los sólidos en la pintura se separan del líquido, haciendo más fácil disponer de cada componente.

Después de pintar:

En el caso de pinturas a base de agua

  • Los botes: Al final del trabajo se limpian los excesos de pintura que quedan dentro de la lata. Para eso utilice material absorbente como trapos viejos, periódicos hechos tiras o pedazos de cartón. Deje que se sequen las latas y luego deposítelas en la basura de la casa.
  • Las brochas y demás: Lave las brochas, rodillos y otros equipos un recipiente con agua con capacidad de 20 litro o similar. Transfiera cada equipo lavado a un segundo recipiente lleno de agua limpia para un enjuague final. Ponga las tapas a los recipientes o cúbralos de una manera segura, permitiendo asiendo así estar en forma vertical toda la noche.
  • Por la mañana la parte sólida de la pintura estará en el fondo del recipiente, por lo cual puede verterse. Nunca tire el agua clara de este recipiente en arroyos, ríos o lagos, o dónde la tierra pueda absorberla. Después, deposite la parte sólida que quedó en el fondo del recipiente, para disponer de los sólidos de la pintura en el fondo del primer recipiente, raspando con trapos viejos, periódicos hechos tiras o pedazos de cartón. Déjelos secar, y entonces póngalos en una bolsa plástica para depositarlos junto con la basura de la casa. El segundo recipiente ahora puede usarse como el primer lavado. Use este sistema de la rotación hasta que se complete el trabajo.
En el caso de pinturas a base de solventes

Se siguen los mismos procedimientos en cuanto a las pinturas a base de agua, pero con estas excepciones:

  • Utilizar solventes para limpiar los equipos.
  • Deje que el primer recipiente se seque por lo menos durante un período de 24 horas.
  • No vierta el solvente limpio en la tierra ? utilice un recipiente y guárdelo para uso posterior.
  • Utilice la menor cantidad de solvente.
  • Precaución: No permita que el agua o solventes químicos que dejan los equipos cuando se lavan penetren en el drenaje del agua. Esto puede causar la reducción del nivel de oxigeno y afectar la supervivencia de los peces y otros organismos acuáticos.