Nutri-Score, un escudo contra las noticias falsas

EN UN CONTEXTO EN EL QUE SE ESTUDIA IMPLANTAR UNA ETIQUETA NUTRICIONAL ÚNICA PARA TODOS LOS PAÍSES DE LA UNIÓN EUROPEA, NO DEJAN DE APARECER BULOS Y MENTIRAS QUE AFECTAN A NUTRISCORE. RESPONDEMOS A LAS CRÍTICAS MÁS EXTENDIDAS SOBRE ESTE ETIQUETADO.
1 septiembre de 2019
GettyImages 497127912

Nutri-Score, un escudo contra las noticias falsas

Hacer comprensible la jerga de los ingredientes y orientar a los consumidores en sus decisiones de compra. Esos fueron los objetivos con los que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social anunció a finales de 2018 la implantación del logotipo de etiquetado frontal basado en un código de colores y letras. El llamado Nutri-Score es un sistema adoptado por las autoridades francesas en 2016 que varios países europeos esperan introducir en los próximos meses, dentro del marco recomendado por las sociedades científicas, la UE o la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el fomento de hábitos saludables preventivos contra la obesidad y la diabetes, entre otras enfermedades. Un método del que EROSKI es uno de los máximos impulsores y pionero en su implantación: desde enero de 2019, sus productos de marca propia cuentan con este etiquetado para informar a los consumidores, de forma sencilla, sobre el valor nutricional de los alimentos.

ASÍ FUNCIONA.

Se trata de una escala de cinco colores que representa la califi cación nutricional de un alimento envasado, partiendo desde el color verde –para aquellos más saludables–, hasta el naranja oscuro –los de peor clasificación nutricional– y organizados en cinco letras, desde la A hasta la E. Los parámetros los marca un algoritmo, tomando como unidad de referencia los 100 gramos. El cálculo considera la cantidad de calorías y otros elementos, cuya ingesta influye en nuestra salud, en 100 gramos de producto. Por una parte, aquellos cuya ingesta excesiva es perjudicial (calorías, grasas saturadas, azúcares y sal, que aportan puntos negativos al algoritmo de cálculo) y, por otra, aquellos cuyo consumo se considera beneficioso (proteínas, fibra, fruta, hortalizas, legumbres y frutos secos, que aportan puntos positivos). Así, el balance final estará entre los 40 puntos negativos (un producto muy calórico, salado, rico en grasas saturadas y azúcares, con nula o baja presencia de fibra, fruta, verdura, legumbres y frutos secos, y pocas proteínas) y los 15 puntos positivos (producto poco calórico rico en proteínas y fibra, con alta presencia de fruta, verdura, legumbres o frutos secos, con poca o ninguna presencia de sal, azúcares y grasas saturadas). Los puntos finales de cada producto se traducen en una letra, desde la E naranja hasta la A verde.

EL MÁS EFICIENTE.

Saber elegir lo que comemos, controlar la cantidad, fomentar la variedad de frutas y verduras y restringir al máximo los alimentos ultraprocesados constituye una parte fundamental en el cuidado de la salud. Por este motivo, organismos internacionales como la OMS o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), o nacionales como EROSKI, han promovido sistemas de etiquetado frontal. Un estudio publicado en la revista Nutrients, que evalúa la efectividad de los sistemas en 12 países, señaló a Nutri-Score como “el más efi ciente para discriminar la calidad nutricional de los alimentos”. El estudio destaca, además, la eficacia de este etiquetado, demostrada en poblaciones con necesidades alimentarias específicas, como pacientes con diabetes u obesidad.

INICIATIVA CIUDADANA.

Nutri-Score no solo aporta ventajas a los ciudadanos, a quienes ayuda a llenar el carro de la compra de manera saludable, sino también a los fabricantes, animándoles a mejorar la calidad de sus productos. Pero estas virtudes encuentran su principal escollo en la normativa europea, que impide la obligatoriedad de la instauración del Nutri-Score en los productos. Por este motivo, asociaciones de consumidores de España, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Polonia y Grecia han lanzado la iniciativa ciudadana europea Pro Nutri-Score, que busca el millón de firmas necesario para que su petición llegue a la mesa de la Comisión Europea. Esta iniciativa se puede apoyar en la página web pronutriscore.org. Por su parte, en España, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social prepara mecanismos legales para fomentar la implantación de Nutri-Score en nuestro país, a la vez que estudia correcciones específicas para el aceite de oliva. Aunque hay distribuidores como EROSKI que apuestan por su implantación, parte de la industria alimentaria tiene sus reservas en torno a estos sistemas de etiquetado. Además, en los últimos meses, han circulado en las webs y redes sociales numerosas informaciones falsas que intentan desacreditar este logotipo. Respondemos a las críticas más extendidas sobre las valoraciones de Nutri-Score.

Respuesta a las críticas

Nutri score
LA POSICIÓN DEL ACEITE DE OLIVA

Polémica. Una de las controversias más extendidas se centra en las imágenes en las que aparecen el aceite de oliva con la letra D y la Coca-Cola Zero en la letra B. Se intenta desvirtuar Nutri-Score defendiendo que su valoración favorece a un refresco edulcorado frente a un producto de indiscutible alta calidad nutricional, como el aceite de oliva.

Respuesta. Su clasificación bajo la letra D es debida a su contenido en calorías, grasas totales y grasas saturadas. Al tener un solo ingrediente, las autoridades sanitarias estudian cómo adaptar Nutri-Score a este producto para evitar malinterpretaciones en los consumidores. Nutri-Score es una herramienta para comparar, pero dentro de un contexto donde los alimentos pertenezcan al mismo momento de consumo (nadie aliña una ensalada con un refresco), a la misma cantidad (no aliñamos la ensalada con 100 ml de aceite), al mismo tipo de producto (como cereales de desayuno o galletas) o un mismo artículo entre marcas. Además, que un alimento sea clasificado con la letra D o E no significa que no deba consumirse; en una alimentación equilibrada un consumidor más informado sabrá si desea elegir una alternativa de mejor calidad nutricional o si decantarse por un alimento D o E, ya que tendrá en cuenta que conviene consumirlo en cantidades más pequeñas y con menos frecuencia.

 

Nutri score
LA LETRA DEL JAMÓN SERRANO

Polémica. Alimentos bien percibidos como los envasados de jamón serrano pueden aparecer en la categoría E.

Respuesta. Existen grandes diferencias de calidad nutricional en función de la marca y de la preparación del producto; es decir, según su contenido en grasas saturadas y sal. Así, el jamón serrano envasado puede aparecer bajo diferentes letras y colores: D o E.

 

Nutri score
EL BULO DE LOS FRESCOS

Polémica. Muchos comentarios se han basado en el fundamento de Nutri-Score como sistema pensado para productos envasados, no frescos. Los críticos argumentan que este etiquetado podría inducir al consumidor a no decantarse por frutas y verduras no envasadas, alimentos básicos en una dieta saludable.

Respuesta. Un estudio elaborado por investigadores franceses sobre comportamiento del usuario de Nutri-Score, tanto en supermercados online como en las tiendas convencionales, indica que los consumidores que utilizan este logotipo como guía hacen una compra con protagonismo destacado de frutas y verduras, y con escasa presencia de productos clasificados en D o E.

 

Nutri score
EL CASO DE LAS SARDINAS

Polémica. Un alimento saludable como las sardinas en conserva fi gura calificado como D.

Respuesta. El ejemplo de las sardinas está siendo ampliamente utilizado para cuestionar la utilidad de Nutri-Score. Es falso que las latas de este producto estén sistemáticamente clasifi cadas en la letra D. En función de la composición nutricional, las sardinas pueden aparecer con letra B,C o D. Las conservas de pescado se pueden presentar con diferentes preparaciones (al natural, en aceite, en escabeche, en salsas diversas…) que afectan a la clasificación nutricional.

 

Nutri score
PATATAS CONGELADAS PARA FREÍR

Polémica. Un producto aparentemente tan perjudicial como este preparado aparece en A.

Respuesta. Las refl exiones sobre las patatas aluden a su relación con la comida basura y no atienden al verdadero papel de Nutri-Score. Los etiquetados frontales son una traducción de los alimentos tal y como son vendidos. Nutri-Score no tiene en cuenta las calorías y otros nutrientes que el producto adquiere a la hora de ser cocinado en casa: la grasa del aceite empleado si se fríe, la cantidad de sal que se añada…

 

Nutri score
PRODUCTOS CON PRIVILEGIOS

Polémica. ¿Francia modificó el algoritmo para que los quesos franceses puntuasen mejor?

Respuesta. No. En un principio, todos los quesos franceses eran calificados en E, sin distinción entre frescos, curados o poco salados. La Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria consideró que debía hacerse una serie de modificaciones mínimas para que el algoritmo tuviese en cuenta el contenido en proteínas. Con la modifi cación, la mayoría de los quesos se clasifican en D; los frescos poco salados, en C, y los quesos curados salados, en E.

Nutri-Score, un escudo contra las noticias falsas

EN UN CONTEXTO EN EL QUE SE ESTUDIA IMPLANTAR UNA ETIQUETA NUTRICIONAL ÚNICA PARA TODOS LOS PAÍSES DE LA UNIÓN EUROPEA, NO DEJAN DE APARECER BULOS Y MENTIRAS QUE AFECTAN A NUTRISCORE. RESPONDEMOS A LAS CRÍTICAS MÁS EXTENDIDAS SOBRE ESTE ETIQUETADO.
1 septiembre de 2019
GettyImages 497127912

Nutri-Score, un escudo contra las noticias falsas

Hacer comprensible la jerga de los ingredientes y orientar a los consumidores en sus decisiones de compra. Esos fueron los objetivos con los que el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social anunció a finales de 2018 la implantación del logotipo de etiquetado frontal basado en un código de colores y letras. El llamado Nutri-Score es un sistema adoptado por las autoridades francesas en 2016 que varios países europeos esperan introducir en los próximos meses, dentro del marco recomendado por las sociedades científicas, la UE o la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el fomento de hábitos saludables preventivos contra la obesidad y la diabetes, entre otras enfermedades. Un método del que EROSKI es uno de los máximos impulsores y pionero en su implantación: desde enero de 2019, sus productos de marca propia cuentan con este etiquetado para informar a los consumidores, de forma sencilla, sobre el valor nutricional de los alimentos.

ASÍ FUNCIONA.

Se trata de una escala de cinco colores que representa la califi cación nutricional de un alimento envasado, partiendo desde el color verde –para aquellos más saludables–, hasta el naranja oscuro –los de peor clasificación nutricional– y organizados en cinco letras, desde la A hasta la E. Los parámetros los marca un algoritmo, tomando como unidad de referencia los 100 gramos. El cálculo considera la cantidad de calorías y otros elementos, cuya ingesta influye en nuestra salud, en 100 gramos de producto. Por una parte, aquellos cuya ingesta excesiva es perjudicial (calorías, grasas saturadas, azúcares y sal, que aportan puntos negativos al algoritmo de cálculo) y, por otra, aquellos cuyo consumo se considera beneficioso (proteínas, fibra, fruta, hortalizas, legumbres y frutos secos, que aportan puntos positivos). Así, el balance final estará entre los 40 puntos negativos (un producto muy calórico, salado, rico en grasas saturadas y azúcares, con nula o baja presencia de fibra, fruta, verdura, legumbres y frutos secos, y pocas proteínas) y los 15 puntos positivos (producto poco calórico rico en proteínas y fibra, con alta presencia de fruta, verdura, legumbres o frutos secos, con poca o ninguna presencia de sal, azúcares y grasas saturadas). Los puntos finales de cada producto se traducen en una letra, desde la E naranja hasta la A verde.

EL MÁS EFICIENTE.

Saber elegir lo que comemos, controlar la cantidad, fomentar la variedad de frutas y verduras y restringir al máximo los alimentos ultraprocesados constituye una parte fundamental en el cuidado de la salud. Por este motivo, organismos internacionales como la OMS o la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), o nacionales como EROSKI, han promovido sistemas de etiquetado frontal. Un estudio publicado en la revista Nutrients, que evalúa la efectividad de los sistemas en 12 países, señaló a Nutri-Score como “el más efi ciente para discriminar la calidad nutricional de los alimentos”. El estudio destaca, además, la eficacia de este etiquetado, demostrada en poblaciones con necesidades alimentarias específicas, como pacientes con diabetes u obesidad.

INICIATIVA CIUDADANA.

Nutri-Score no solo aporta ventajas a los ciudadanos, a quienes ayuda a llenar el carro de la compra de manera saludable, sino también a los fabricantes, animándoles a mejorar la calidad de sus productos. Pero estas virtudes encuentran su principal escollo en la normativa europea, que impide la obligatoriedad de la instauración del Nutri-Score en los productos. Por este motivo, asociaciones de consumidores de España, Francia, Bélgica, Alemania, Holanda, Polonia y Grecia han lanzado la iniciativa ciudadana europea Pro Nutri-Score, que busca el millón de firmas necesario para que su petición llegue a la mesa de la Comisión Europea. Esta iniciativa se puede apoyar en la página web pronutriscore.org. Por su parte, en España, el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social prepara mecanismos legales para fomentar la implantación de Nutri-Score en nuestro país, a la vez que estudia correcciones específicas para el aceite de oliva. Aunque hay distribuidores como EROSKI que apuestan por su implantación, parte de la industria alimentaria tiene sus reservas en torno a estos sistemas de etiquetado. Además, en los últimos meses, han circulado en las webs y redes sociales numerosas informaciones falsas que intentan desacreditar este logotipo. Respondemos a las críticas más extendidas sobre las valoraciones de Nutri-Score.

Respuesta a las críticas

Nutri score
LA POSICIÓN DEL ACEITE DE OLIVA

Polémica. Una de las controversias más extendidas se centra en las imágenes en las que aparecen el aceite de oliva con la letra D y la Coca-Cola Zero en la letra B. Se intenta desvirtuar Nutri-Score defendiendo que su valoración favorece a un refresco edulcorado frente a un producto de indiscutible alta calidad nutricional, como el aceite de oliva.

Respuesta. Su clasificación bajo la letra D es debida a su contenido en calorías, grasas totales y grasas saturadas. Al tener un solo ingrediente, las autoridades sanitarias estudian cómo adaptar Nutri-Score a este producto para evitar malinterpretaciones en los consumidores. Nutri-Score es una herramienta para comparar, pero dentro de un contexto donde los alimentos pertenezcan al mismo momento de consumo (nadie aliña una ensalada con un refresco), a la misma cantidad (no aliñamos la ensalada con 100 ml de aceite), al mismo tipo de producto (como cereales de desayuno o galletas) o un mismo artículo entre marcas. Además, que un alimento sea clasificado con la letra D o E no significa que no deba consumirse; en una alimentación equilibrada un consumidor más informado sabrá si desea elegir una alternativa de mejor calidad nutricional o si decantarse por un alimento D o E, ya que tendrá en cuenta que conviene consumirlo en cantidades más pequeñas y con menos frecuencia.

 

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LA LETRA DEL JAMÓN SERRANO

Polémica. Alimentos bien percibidos como los envasados de jamón serrano pueden aparecer en la categoría E.

Respuesta. Existen grandes diferencias de calidad nutricional en función de la marca y de la preparación del producto; es decir, según su contenido en grasas saturadas y sal. Así, el jamón serrano envasado puede aparecer bajo diferentes letras y colores: D o E.

 

Nutri score
EL BULO DE LOS FRESCOS

Polémica. Muchos comentarios se han basado en el fundamento de Nutri-Score como sistema pensado para productos envasados, no frescos. Los críticos argumentan que este etiquetado podría inducir al consumidor a no decantarse por frutas y verduras no envasadas, alimentos básicos en una dieta saludable.

Respuesta. Un estudio elaborado por investigadores franceses sobre comportamiento del usuario de Nutri-Score, tanto en supermercados online como en las tiendas convencionales, indica que los consumidores que utilizan este logotipo como guía hacen una compra con protagonismo destacado de frutas y verduras, y con escasa presencia de productos clasificados en D o E.

 

Nutri score
EL CASO DE LAS SARDINAS

Polémica. Un alimento saludable como las sardinas en conserva fi gura calificado como D.

Respuesta. El ejemplo de las sardinas está siendo ampliamente utilizado para cuestionar la utilidad de Nutri-Score. Es falso que las latas de este producto estén sistemáticamente clasifi cadas en la letra D. En función de la composición nutricional, las sardinas pueden aparecer con letra B,C o D. Las conservas de pescado se pueden presentar con diferentes preparaciones (al natural, en aceite, en escabeche, en salsas diversas…) que afectan a la clasificación nutricional.

 

Nutri score
PATATAS CONGELADAS PARA FREÍR

Polémica. Un producto aparentemente tan perjudicial como este preparado aparece en A.

Respuesta. Las refl exiones sobre las patatas aluden a su relación con la comida basura y no atienden al verdadero papel de Nutri-Score. Los etiquetados frontales son una traducción de los alimentos tal y como son vendidos. Nutri-Score no tiene en cuenta las calorías y otros nutrientes que el producto adquiere a la hora de ser cocinado en casa: la grasa del aceite empleado si se fríe, la cantidad de sal que se añada…

 

Nutri score
PRODUCTOS CON PRIVILEGIOS

Polémica. ¿Francia modificó el algoritmo para que los quesos franceses puntuasen mejor?

Respuesta. No. En un principio, todos los quesos franceses eran calificados en E, sin distinción entre frescos, curados o poco salados. La Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria consideró que debía hacerse una serie de modificaciones mínimas para que el algoritmo tuviese en cuenta el contenido en proteínas. Con la modifi cación, la mayoría de los quesos se clasifican en D; los frescos poco salados, en C, y los quesos curados salados, en E.