Análisis documental para conocer los hábitos de uso de las redes sociales por parte de la población infantil y adolescente

Niños y adolescentes cautivados por las redes

El 66% de los jóvenes de entre 10 y 17 años tienen ya su propio perfil en una red social, una herramienta de interacción y expresión de su identidad, al margen de los adultos
1 junio de 2016
Img tema de portada listado 196

Niños y adolescentes cautivados por las redes

Las redes sociales en Internet han cambiado de forma radical nuestra forma de interactuar con las personas. Según IAB Spain, la asociación que representa al sector de la publicidad en medios digitales en España, más de 15,4 millones de personas con una edad de entre 16 y 55 años utilizan habitualmente las redes sociales en nuestro país. Sin embargo, para los denominados “nativos digitales”, aquellos que han nacido conectados a la Red de redes, estas plataformas online no son ninguna novedad. Es más, ni siquiera diferencian entre la vida online y la offline.

EROSKI CONSUMER ha querido conocer la forma en que los más jóvenes se acercan a las redes sociales y el uso que hacen de ellas. Ha utilizado, para ello, diversas fuentes de información: el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Ministerio de Interior, la Agencia Española de Protección de Datos, la Asociación para la Investigación de Medios de Comunicación (AIMC), la red de investigación de la Comisión Europea (EU Kids Online), el Instituto de la Juventud (Injuve), el Centro de Seguridad de Internet para los Menores en España (Protégeles), PantallasAmigas e IAB Spain; así como varios estudios realizados por investigadores del ámbito universitario.

Evolución en el uso

Hace tiempo que los niños y los adolescentes incorporaron las nuevas tecnologías a su día a día: según el INE, el 94% de la población infantil de entre 10 y 15 años usa Internet. Dentro de ese inmenso mundo online, las redes sociales ocupan un lugar prioritario entre las actividades digitales de los más jóvenes.

En 2011, EU Kids Online, una investigación realizada a más de 1.000 menores españoles de entre 9 y 16 años que utilizaban Internet, detectó que el 59% de ellos también usaba las redes sociales, aunque solo fuese una visita a los perfiles de otros.

Otro estudio sobre los “Hábitos de uso en Internet y en las redes sociales de los adolescentes españoles”, publicado en 2013 en la revista científica Comunicar, confirmaba este elevado uso de las redes sociales. En él, los profesores de la universidad Rey Juan Carlos de Madrid, Antonio García, Mª Cruz López de Ayala y Beatriz Catalina García, encuestaron a más de 2.000 adolescentes de entre 12 y 17 años. Detectaron que un 75% se conectaba con mucha frecuencia a estas plataformas. Por edades, los de mayor edad accedían con más asiduidad: el 84% de los encuestados de entre 15 y 17 años, frente al 68% de aquellos con entre 12 y 14 años.

En 2014, según la “Encuesta sobre hábitos de uso y seguridad en Internet de menores y jóvenes en España”, realizada por el Ministerio de Interior a más de 1.500 niños y adolescentes de 10 a 17 años, el 94% aseguraba haber visto vídeos en Youtube en el último mes, el 82% utilizaba la mensajería instantánea y el 68% visitaba perfiles de redes sociales (el suyo o el de otra persona).

A finales de 2014, la penetración de las redes sociales entre adolescentes de 14 a 17 años es del 97%, según IAB Spain (encuestó a 105 personas con esta edad). Por regla general, acceden a estas plataformas online a través del ordenador a media tarde y del móvil a media noche.

Facebook es su red social preferida, seguida de Twitter e Instagram. Aun así, esta clasificación no corresponde del todo con las redes sociales más utilizadas entre estos adolescentes: primero es Facebook, después Youtube y, por último, Twitter. Les siguen Instagram y Tuenti (esta última desapareció como red social en febrero de 2016) y, en la cola, están Spotify, Google+, Badoo, LinkedIn y Pinterest.

Construir identidad

La combinación redes sociales y menores es inseparable, y el motivo, en parte, tiene que ver con la propia idiosincrasia de ser adolescente. Las investigadoras Belinda de Frutos y Tamara Vázquez (de las universidades de Valladolid y CEU San Pablo, respectivamente) elaboraron un estudio cualitativo titulado “Las redes sociales en adolescentes y jóvenes: un aprendizaje hacia la autorregulación”, basado en la información proporcionada por grupos de discusión con jóvenes de entre 15 y 19 años. En opinión de ambas expertas, las redes sociales son importantes para los adolescentes porque se perciben como “una herramienta que cristaliza su necesidad de interacción, posibilita construir su propia imagen personal y expresar así su identidad, al margen del mundo de los adultos”.

También lo cree Lucía Merino en el análisis realizado para Injuve, “Jóvenes en redes sociales: significados y prácticas de una sociabilidad digital”, en el que encuestaba a más de 300 jóvenes de entre 14 y 17 años: “estar en contacto es una parte crucial del proceso dinámico de construcción de su identidad y las nuevas tecnologías les permiten estar en constante contacto con sus amigos, a través de las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea”.

Info es

Perfiles: configuración y legalidad

Perfiles

EU Kids Online comprobó en 2011 que el 56% de los adolescentes españoles de entre 9 y 16 años encuestados que usa Internet tenía un perfil en una de las plataformas sociales online. Por edades, mientras el 11% de los menores de entre 9 y 10 años confirmaba tenerlo, entre los de 11 y 12 años esa proporción era del 42%, entre los de 13 y 14 años de un 74% y entre los adolescentes de 15 y 16 años de un 89%. Hay que recordar que, en España, la edad mínima legal para disponer de un perfil en una red social online es de 14 años. Aun así, según esta investigación, aproximadamente el 40% de los niños y niñas entrevistados de entre 9 y 13 años contaban con uno.

Un año después, la encuesta del Ministerio de Interior observó que el 66% de los jóvenes consultados de entre 10 y 17 años tenían su propio perfil en una red social. Es más, el 22% de ellos confesó tener más de uno.

Además, en esa investigación, también se consultó a más de un millar de padres sobre si sus hijos (de 10 a 17 años) tenían permiso para tener un perfil propio en una red social: un 40% respondió que no, un 33% solo bajo su supervisión y otro 27% en cualquier momento. Por su parte, entre el millar de jóvenes preguntados, el 43% aseguraba que sus progenitores les permitían tener su propio perfil siempre que quisiesen, al 28% solo con permiso, un 2% admitieron que sus progenitores no lo sabían y al 27% no les permitían tenerlo.

Configuraciones y contactos

Los investigadores de EU Kids Online indican que, a la hora de considerar la seguridad del menor en las redes sociales, es importante tener en cuenta el número de contactos que tengan y el modo en el que hayan configurado su perfil.

Así, la mayoría de los menores con perfiles en redes sociales que participaron en esta encuesta tenían entre uno y cincuenta contactos en su perfil. Solo había un 8% de los usuarios de estas redes que afirmaban tener más de 300 contactos. Aunque los expertos explican que el número de contactos no tiene por qué ser negativo en sí mismo, sí que “puede implicar, especialmente en el caso de los menores, una falta de criterio o de atención sobre determinados contactos que pueden llegar a ser peligrosos”.

En cuanto a la privacidad, cerca del 70% de los menores entrevistados entre 11 y 16 años que tenían perfil lo configuraban privado. Sin embargo, solo un 48% de los niños de 9 a 10 años lo hacían (el del 36% era público). Los expertos advirtieron que “el hecho de que sean los más pequeños quienes no configuran adecuadamente su perfil de seguridad hace pensar que a esas edades el menor aún no ha adquirido las habilidades suficientes para discernir estos aspectos”. Aseguran, además, que España es “el país en el que más menores afirman mentir sobre su edad en el perfil de la red social (el 27%), posiblemente con la intención de poder dar de alta uno”.

El Ministerio de Interior, por su parte, observó en 2014 que un 48% de los menores entre 10 y 17 años consultados definía el perfil como privado (solo para que sus amigos pudieran verlo), otro 33% parcialmente privado (para ser visibles a los amigos de sus amigos) y el del 16% era público (para que todos pudieran verlo). Los elementos de sus perfiles eran los siguientes: el 65% había puesto una fotografía con su cara, el 44% también el apellido, el 32% tenía una imagen que no reflejaba su identidad, el 30% indicaba la edad real, el 24% el colegio, el 20% ponía una edad que no era real, el 4% su dirección y su teléfono y un 9% otros datos que no eran reales.

En este sentido, el director del Centro de Seguridad para los Menores en Internet, Guillermo Cánovas, opina que los adolescentes cada día cuidan más la privacidad de su perfil: “están más preocupados que los adultos por su reputación digital. Lo que digan, opinen y hagan sus amigos y conocidos con ellos es de máxima importancia”. Pero ¿qué les lleva a facilitar información sensible que pueda perjudicarles? Según Cánovas, “es una concesión para conseguir más aceptación y, en ocasiones, popularidad.

Lucía Merino, por su parte, explica que “las redes sociales online son para los jóvenes un espacio en el que todo puede ser mirado y todo puede ser mostrado, lo que supone una fuerte satisfacción simbólica para ellos”. Destaca el término “extimidad”, definido como “la exposición de forma pública de aquello que se considera del ámbito privado”. Como consecuencia, se difuminan “las fronteras entre la esfera pública y privada”.

La atracción de chatear

El chateo es una de las actividades principales que realizan los adolescentes en estas plataformas online sociales, tal y como concluye la investigación realizada por los profesores de la universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Tres cuartas partes de los encuestados reconocen que lo hacen con mucha frecuencia. Además, la mitad se sirve de ellas para ver vídeos o fotos de amigos, un 48% se dedica a enviar mensajes y el 43% a actualizar su perfil.

Según Cánovas, Internet tan solo es un canal para los adolescentes, puesto que hablan exactamente de lo mismo que comentan en la red social cotidiana offline: “para ellos no existe esa diferencia entre vida online y vida offline“.

Conexión permanente y responsable

Uso del móvil

Los teléfonos móviles juegan un papel muy importante en el uso que los más jóvenes hacen de las redes sociales. Según datos del INE, en 2015, un 67% de la población infantil de entre 10 y 15 años ya disponía de uno. Por edades, mientras el 30% de los niños de 10 años cuentan con estos dispositivos, cuando tienen 15 años esa cifra se eleva al 91%. Es más, según el estudio “Menores de edad y conectividad móvil en España: tablets y smartphones” elaborado en 2014 por la asociación Protégeles, los niños de 2 y 3 años ya acceden de forma habitual a los terminales de sus padres.

Así, Protégeles, en la encuesta realizada en 2014 a 1.800 niños de 11 a 14 años, ha detectado que el 72% de los entrevistados con smartphones accede a las redes sociales: mientras el 83% de los adolescentes de 13 y 14 años entra a estas plataformas, el porcentaje se reduce hasta el 60% en los niños de 11 y 12 años.

En relación a este uso, en el análisis cualitativo realizado por De Frutos y Vázquez, se comprobó que los jóvenes y adolescentes tienden a “estar permanentemente conectados a través de los nuevos terminales de telefonía móvil”. Protégeles añade que “el contacto, los comentarios y el flujo de información entre unos y otros no cesa en ningún momento del día”.

Un uso responsable

El acceso a las redes sociales por parte de los adolescentes preocupa mucho a sus progenitores y ha sido objeto de numerosos estudios. De hecho, según la investigación realizada por el Ministerio de Interior en 2014, el 26% de los jóvenes encuestados ha visto algo en Internet que le ha molestado de alguna forma, es decir, le ha hecho sentir incómodo, disgustado o pensar que no debería haberlo visto.

Pese a todo, la Encuesta a Usuarios de Internet de AIMC, denominada “Navegantes en la Red” y publicada en 2016, desveló que un 56% de los encuestados con hijos menores de 14 años (más de 5.500) no utiliza ningún sistema para impedir o controlar el acceso de los niños a determinados contenidos de Internet. Solo el 24% de ellos utiliza programas de filtro o bloqueo de contenidos o control parental y otro 25% lo realiza de forma personal (de horario, web, visitas, etc.).

Según EU Kids Online, es fundamental que los padres guíen a sus hijos para que sepan cómo manejar cualquier tipo de riesgo que puedan encontrar en la Red: “cobra más importancia el diálogo con los hijos e incluso compartir con ellos actividades en la red”.

Por su parte, PantallasAmigas, una iniciativa para promocionar el uso seguro y saludable de las nuevas tecnologías en la infancia y la adolescencia, ofrece una serie de consejos para que los más jóvenes protejan su privacidad cuando acceden a estas plataformas:

  • Conocer y configurar de manera detallada las opciones de privacidad.
  • Identificar las funciones y los efectos de cada acción.
  • Proteger los datos personales personalmente.
  • Mantener una actitud proactiva en la defensa de los datos propios.
  • Evaluar las actitudes y condiciones de privacidad de los contactos.