Zonas peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades

Mobiliario urbano, limpieza e invasión de vehículos, carencias de una de cada cinco calles peatonales

La proporción de suspensos ha bajado del 54% de 2004 al 19% de 2009, pero la valoración media no pasa de un discreto 'aceptable'
1 diciembre de 2009
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Mobiliario urbano, limpieza e invasión de vehículos, carencias de una de cada cinco calles peatonales

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Las calles peatonales ejercen de corazón urbano. Bombean vida, relaciones sociales y comerciales, pero los ciudadanos y visitantes que las atraviesan no siempre lo hacen en las mejores condiciones. Suelos mal pavimentados, suciedad unida a escasez en el número de papeleras, pocos bancos (o ninguno) en los que hacer un alto en el camino, automóviles que campan a sus anchas en zonas prohibidas… Carencias todas ellas que no son teóricas. Responden a una realidad que CONSUMER EROSKI ha comprobado tras su estudio de cien de las principales vías peatonales de 18 capitales españolas. La valoración global no pasa de un discreto ‘aceptable’ y una de cada cinco calles suspende, una proporción significativamente inferior al recogido en un estudio similar elaborado en 2004, en el que sólo aprobaban la mitad de las vías. El margen de mejora sigue siendo notable, en especial en apartados como el mobiliario urbano, la limpieza o el respeto de las restricciones de tráfico y estacionamiento de vehículos.

Se han visitado zonas peatonales de A Coruña, Alicante, Almería, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. El estudio valoró la dotación de mobiliario urbano, la limpieza y mantenimiento, la señalización, la seguridad y la accesibilidad de estas vías. También se realizó una prueba práctica para comprobar si se respetan las restricciones de tráfico fuera del horario de carga y descarga. La información se completó con datos proporcionados por los ayuntamientos de cada ciudad.

La falta de limpieza y el mal estado del pavimento se observaron en el 20% y el 35% del centenar de calles estudiadas. En una de cada tres la dotación de papeleras se consideró insuficiente y en el 60% no se halló rastro de bancos para sentarse y descansar. Otras deficiencias: en dos de cada diez vías, los técnicos se toparon con peligros para la integridad física de los peatones (obras sin proteger, mobiliario urbano en mal estado, pavimento resbaladizo…) y la mitad de las calles carecía de señales específicas de zona peatonal. Sí se hallaron en dos de cada diez vías automóviles estacionados o circulando fuera del horario de carga y descarga.

Por ciudades, superan el examen propuesto por CONSUMER EROSKI (con una valoración de ‘bien’), las zonas peatonales de Córdoba, Madrid, Oviedo, Valladolid y Zaragoza. Se quedan en ‘aceptable’ A Coruña, Alicante, San Sebastián, Sevilla, Bilbao, Granada, Murcia, Valencia y Vitoria. El suspenso recae en Almería, Barcelona, Málaga y Pamplona con un ‘regular’.

Carga y descarga: horarios

Las zonas peatonales generan intereses enfrentados: por una parte, los viandantes que prefieren -por comodidad y seguridad- zonas peatonales sin tráfico; por otra, los residentes y profesionales que necesitan cargar y descargar en tiendas, bares y otros establecimientos y edificios ubicados en esas calles, que acogen por lo general una gran actividad comercial y hostelera. El horario de carga y descarga es la solución más habitual que proponen los ayuntamientos. La franja horaria varía, pero no baja de las tres horas al día. La permisividad se ha calificado como excesiva en Barcelona, Córdoba, Granada, Málaga y Pamplona porque, además de un amplio horario de mañana para las labores de carga y descarga, también se permite el acceso de estos vehículos profesionales por la tarde (normalmente entre dos y tres horas), llegando en Pamplona hasta las ocho de la tarde (excepto en el centro histórico de la ciudad, donde tienen un horario propio de cinco horas y media, hasta las 16.30 horas).

En Almería y Murcia está prohibida la carga y descarga en las calles peatonales, salvo en casos excepcionales (estas operaciones se realizan en vías adyacentes). Asimismo, en Madrid la carga y descarga se efectúa en horario nocturno y hasta las once de la mañana. A diferencia de Bilbao, que lo limita a tres horas, en A Coruña, Oviedo y Vitoria el permiso se amplía a cinco horas, encuadradas en la madrugada y primeras horas de la mañana para eludir el tránsito peatonal: de 6 a 11 en la capital coruñesa y ovetense, y de 7 a 12 en la vitoriana (en el centro histórico, este horario se amplía una hora). Por último, los operarios de Valencia, Valladolid y San Sebastián cuentan con cuatro horas. En las calles peatonales surgen otro tipo de necesidades: las de los vecinos residentes que precisan acceder a sus garajes o a sus domicilios. Los ayuntamientos despliegan para ellos sistemas de acceso restringido. Los dispositivos más comunes entre las capitales estudiadas son las tarjetas identificativas y las cámaras y lectores de matrículas. En A Coruña, Córdoba y San Sebastián se utiliza el primer sistema; mientras que en Barcelona, Granada y en Málaga recurren al segundo. En las capitales madrileña, murciana y vitoriana utilizan ambos. En Madrid, también cuentan con interfonos para contactar las 24 horas del día con el Centro de Gestión de la Movilidad, en caso de necesitarlo. En Almería disponen de un mando a distancia y el Ayuntamiento delimita con marcas viales y otras señales el camino hacia el garaje con el fin de que los peatones distingan los lugares en los que pueden circular vehículos motorizados. En Valladolid, Zaragoza, Bilbao y Oviedo no hay ningún dispositivo generalizado. Los bilbaínos informan al policía municipal presente y los ovetenses deben acreditar ser residentes en la zona mediante DNI. Por último, en Pamplona se utilizan pivotes automáticos (demoninados pilonas) que bajan y permiten el paso de automóviles durante cinco horas al día. Fuera de este horario, los residentes deben solicitar permiso a la policía municipal.

Operación carga y descarga

Uno de los aspectos característicos de las zonas peatonales urbanas es su condición de eje comercial, lo que acarrea la necesidad de establecer un horario que delimite las operaciones de carga y descarga de mercancías. Pese a todo, a veces, las necesidades comerciales chocan con la exigencia de tranquilidad y habitabilidad de los vecinos. Y es aquí donde entran en juego las ordenanzas municipales que regulan la movilidad y circulación de las áreas urbanas. Sus principales rasgos son:

  • Las labores de carga y descarga deben realizarse dentro de las zonas reservadas por el Ayuntamiento y durante el horario establecido en la señalización correspondiente. No podrán permanecer estacionados en las zonas habilitadas para carga y descarga aquellos vehículos que no estén realizando dicha actividad.
  • Las zonas reservadas para carga y descarga se reservan a vehículos destinados al transporte de mercancías rotulados como tales y cuya capacidad máxima de carga útil no exceda de 3.500 kilogramos. Aunque, excepcionalmente, también pueden utilizarlas turismos y sus derivados (aún sin rotular) para cargar o descargar enseres u otros objetos, siempre que esté presente el conductor y que dichas operaciones no excedan de 15 minutos.
  • Las mercancías se cargarán y descargarán por el lado del vehículo más cercano a la acera, utilizando el personal y medios necesarios y suficientes para agilizar la operación.
  • Las mercancías o materiales que sean objeto de carga y descarga no se dejarán en la vía pública, sino que se trasladarán directamente del inmueble al vehículo o viceversa (salvo casos excepcionales).
  • La carga y descarga debe realizarse procurando evitar ruidos y molestias innecesarias.
  • La mayoría de las ordenanzas inciden en que no se puede sobrepasar un tiempo máximo de 30 minutos.
  • Se procurará no perturbar la circulación tanto de peatones como de otros vehículos. Si se genera riesgo para los peatones o vehículos, se deberá acordonar debidamente la zona mientras se realice la carga y descarga.
  • La carga y descarga de piedras, maderas, hierros u otros efectos de peso no puede realizarse de golpe, sino que debe ponerse el mayor cuidado posible para evitar deterioros en el pavimento.

Seguridad, tráfico y multas

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Cerca de 50 de las calles peatonales estudiadas se cruzan con otra vía que sí tiene tráfico. En la mitad de esas calles con cruces no se había instalado un semáforo para el paso seguro de los peatones; ni siquiera un dispositivo sonoro para las personas con discapacidad visual (sólo se observaron en Murcia, Pamplona, Valladolid y Vitoria). En dos de cada tres calles con cruces tampoco se hallaron sistemas para obligar a los conductores a aminorar la velocidad.

En el 18% de las calles, los técnicos vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones (pavimento resbaladizo, adoquines sueltos y en mal estado, coches a excesiva velocidad, alcantarillas sueltas, papeleras rotas, cableado fuera de lugar, obras sin proteger o mobiliario urbano mal colocado y que entorpece a los viandantes). En la mitad de las calles de Valencia las alcantarillas obstaculizaban el paso (porque estaban abiertas y/o deterioradas); las papeleras estorbaban en dos calles de Vitoria y Granada (en la mitad de las vías de la capital granadina también molestaban las jardineras allí ubicadas) y los contenedores estaban mal colocados en tres de las siete arterias peatonales de Madrid y en una de cada tres de las seleccionadas en Pamplona.

Las terrazas de bares o cafeterías ocupaban parte del espacio de cuatro de cada diez calles. En la mitad de vías con terrazas en Pamplona y Granada, las mesas y sillas estaban dispuestas de tal manera que molestaban a los viandantes (tenían que dejar paso a otros peatones para pasar, andaban en zig zag sorteando las terrazas e incluso pasaban entre las mesas y las sillas).

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. Para comprobarlo, los técnicos de esta revista observaron durante varias horas el tránsito de las calles analizadas y también intentaron entrar con un coche en estas zonas preservadas del tráfico para después, si lo conseguían, estacionarlo durante algunos minutos y comprobar qué sucedía. En líneas generales, la nota media de ‘bien’ ofrece una clara pista de lo satisfactorio que resultó el análisis de este apartado. 13 ciudades aprueban el examen de la revista (entre el ‘muy bien’ de Almería, Córdoba y Sevilla; el ‘bien’ otorgado a Barcelona, Granada, Madrid, Málaga, Oviedo y Zaragoza; y el ‘aceptable’ que se merecieron las zonas peatonales visitadas en A Coruña, Bilbao, Murcia y Valladolid). No se puede decir lo mismo en las localidades de Alicante, San Sebastián, Valencia y Vitoria (‘regular’), pero especialmente en Pamplona (‘mal’).

En el 18% de las calles se
observaron elementos de riesgo
para la integridad física de los
peatones

En dos de cada diez calles peatonales había coches estacionados o circulando en franjas horarias no autorizadas para carga y descarga (en aquellas donde había). Tan sólo en las calles visitadas en las localidades de Almería, Barcelona, Córdoba, Granada, Oviedo, Sevilla y Zaragoza no se vieron automóviles aparcados en horario no permitido (en esta prueba no se tuvo en cuenta a vehículos autorizados como los de la policía, de obra o limpieza, servicios sanitarios o de discapacitados). En la mayoría de las calles de Pamplona se observaron coches mal aparcados, como así sucedió en tres de las cinco visitadas en San Sebastián y en cuatro de las seis de Valencia. Ninguno de estos automóviles mal estacionados lucía multa alguna.

Con el fin de comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, los técnicos intentaron entrar fuera del horario de carga y descarga a todas las calles peatonales y, una vez en cada vía, aparcar su coche durante 15 minutos. En seis de cada diez calles no fue posible entrar (lo impedían pivotes inmóviles, bordillos, mobiliario urbano, la policía, los vecinos de la zona o la cantidad de viandantes). Las calles peor valoradas en esta prueba fueron las de San Sebastián y Pamplona, ya que en todas las analizadas se pudo acceder y aparcar sin ningún problema. Por su parte, las mejores (las únicas ciudades en las que no se pudo entrar con el coche en ninguna de las calles peatonales estudiadas) fueron Málaga, Córdoba y Almería.

Respecto a la cuantía de las multas por estacionar en una calle peatonal, la variación es notable: de entre 300 y 600 euros en Valencia a los 42 euros de San Sebastián. Hay que reseñar que estas cantidades se reducen por pronto pago.

Insuficientes papeleras, bancos y tabla comparativa

Una calle peatonal debe tener un mobiliario urbano adecuado. Son imprescindibles papeleras, farolas y alcantarillas, y se considera conveniente contar con árboles y jardineras. En líneas generales, los técnicos que visitaron el centenar de vías peatonales valoraron el mobiliario urbano con un ‘aceptable’. Valencia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Vitoria y Zaragoza se calificaron con un ‘bien’, pero Almería, Barcelona y Murcia suspendieron con un ‘mal’ en los dos primeros casos y un ‘regular’ en la capital murciana.

Este tipo de vías, por la mayor frecuencia de paso de peatones, requieren un mantenimiento del mobiliario y una limpieza de residuos más frecuente que otros espacios urbanos. Una mala conservación ofrece una imagen de abandono que reduce el atractivo y aumenta la sensación de inseguridad. La valoración global no pasó de un ‘aceptable’. Las ciudades mejor valoradas son Córdoba, Madrid, Pamplona, San Sebastián y Valladolid (obtienen un ‘bien’); mientras que Almería, Barcelona, Málaga y Zaragoza suspenden con un ‘regular’. El resto, en la media general.

En un 20% de las calles se halló suciedad en algunas zonas (excrementos, basuras, papeles y otros desperdicios) y en una de cada tres vías el pavimento mostraba irregularidades, baldosas y adoquines sueltos, o con agujeros que propician la formación de charcos, o que pueden suponer un riesgo de caída para los peatones (este problema se percibió especialmente en Barcelona, Zaragoza, Alicante y Oviedo). En este último aspecto, la situación ha variado mucho en cinco años, ya que en 2004 sólo el 16% de las vías presentaba este tipo de irregularidades, la mitad que en la actualidad. Como elemento positivo, el pavimento era antideslizante en el 86% de las calles analizadas.

En cuanto a las papeleras, sólo en un 59% de las calles peatonales visitadas su número se consideró apropiado. En Almería, por ejemplo, dos de las cinco vías analizadas no contaban con ninguna papelera. Con todo, hace cinco años la situación era aún peor, ya que esta proporción descendía a un 40%. Encontrar papeleras de reciclaje (con dos o tres espacios para dividir el papel y cartón, del plástico, envases y la basura orgánica) no fue fácil: sólo se localizaron en Almería y en Sevilla. En una cada de cada cinco calles se observaron papeleras deterioradas debido a actos vandálicos (pintadas), suciedad y rotura; y, en un 15%, había basura tirada junto a las papeleras (se halló especialmente en Barcelona).

Otra cuestión importante (por seguridad y comodidad) es la iluminación: al igual que en 2004, más del 90% de las vías peatonales incluidas en el estudio cuenta con la suficiente y sólo en un 4% se encontraron farolas en mal estado. Además, el 70% de las calles disponen de farolas específicas para las zonas peatonales (un porcentaje similar al de hace cuatro años).

Menor es la dotación de bancos. Al igual que en el estudio de 2004, en el 60% de las calles no se encontraron (destacan Granada y Murcia, donde no se halló ninguno) y, en una de cada diez donde sí había, algunos estaban deteriorados. No obstante, conviene matizar que, al igual que con el resto del mobiliario urbano (excepto con papeleras y farolas, siempre imprescindibles), la ausencia de bancos en algunas zonas peatonales viene motivada por la carencia del espacio necesario para colocarlos de forma que no dificulten o entorpezcan el tránsito de los peatones.

Lo mismo sucede con los árboles, ausentes en más de la mitad de las calles. En un 37% de las vías donde se hallaron, algunos estaban deteriorados y, sólo en la mitad, contaban con enrejados en su parte inferior para evitar tropiezos y facilitar la conservación del espacio en el que están plantados (en todas las vías de Córdoba, Madrid, Pamplona, Sevilla, Valladolid y Vitoria).

Las fuentes de agua potable también son elementos relevantes. Sin embargo, no se vieron en un 85% de las calles visitadas, un porcentaje superior al del informe de 2004 (un 77%), aunque las que existían se encontraban en buen estado general. También es muy útil contar con un aseo público. Sin embargo, sólo se halló en una calle coruñesa. Eso sí, su estado era óptimo y no había que pagar para hacer uso de él. //

Las quejas de los residentes

El tópico asegura que en la peatonalización de las áreas urbanas todo son ventajas. Disminuye el riesgo de atropellos, reduce el nivel de ruido y de contaminación, además de promover la humanización de la vía pública. También se benefician los comerciantes, pese a las incomodidades iniciales por las obras que precisa esta transformación.

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    Sin embargo, no todos están de acuerdo con la peatonalización o con sus consecuencias. Las calles peatonales mejoran la calidad de vida de los viandantes, pero ¿y la de los residentes? Para ellos, surgen inconvenientes que diluyen la convivencia ‘idílica’ en esas zonas. Entre los principales, la indisciplina de estacionamiento, el incumplimiento del horario de carga y descarga, la supresión de plazas de aparcamiento o el cambio en la tipología de comercio, que se reduce a negocios de equipamiento personal, servicios y profesiones liberales, así como locales de ocio y restauración.
  • CONSUMER EROSKI consultó a los ayuntamientos de las capitales españolas incluidas en el estudio cuáles eran las quejas de los vecinos y destacaron cinco situaciones motivo de las reclamaciones más comunes: el incumplimiento del horario de carga y descarga, la invasión de vehículos fuera del horario autorizado, la restricción de aparcamientos y el ruido de actividades comerciales.
  • Por el momento, la peatonalización tan sólo es una solución parcial al saneamiento de las ciudades. Las calles peatonales se encuentran generalmente localizadas en los centros urbanos, con lo que su funcionalidad se reduce al turismo y al consumo. Sin embargo, no solo se camina para ver museos o ir de tiendas.
  • Con todo, según la información facilitada por los ayuntamientos, en los barrios de nueva construcción se aplican, cada vez más, criterios de peatonalización. ¿Un futuro esperanzador?

18 ciudades, una a una

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A Coruña

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de A Coruña

El estado y mantenimiento de las calles peatonales de A Coruña, en la media del país

  • La valoración global se queda en un discreto ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas
  • Empeora la dotación del mobiliario urbano, además de las infracciones de vehículos, respecto a los resultados de un informe similar elaborado en 2004

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En el caso de A Coruña se estudiaron cinco calles: Ángel Senra, Real, Barcelona, San Nicolás y A Gaiteira. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI se saldó con un discreto ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. Esta valoración es sensiblemente inferior a la registrada hace cinco años en un informe similar (un ‘muy bien’) en el que se estudiaron las calles Ángel Senra, Real y Barcelona. ‘Aceptable’ es la calificación en todos los apartados estudiados por la revista: limpieza de las calles, dotación de mobiliario urbano, seguridad, señalización y accesibilidad e infracciones cometidas por coches en estas zonas. Si comparamos estas mismas notas con las conclusiones obtenidas hace cinco años, el descenso más acusado se da en la dotación y conservación del mobiliario presente en estas calles (de ‘excelente’ a ‘aceptable’). Los motivos: escasez de bancos y árboles y papeleras y farolas que necesitan una buena limpieza y un buen mantenimiento a juzgar por el deterioro observado durante la visita. También desciende la valoración sobre las infracciones vistas durante la visita (del ‘bien’ de hace cinco años se pasa al ‘aceptable’ de este año). Con todo, la única nota que se mantiene idéntica a los resultados obtenidos en 2004 se refiere a la señalización, accesibilidad y seguridad de estas calles que siguen sin mejorar y se mantienen con un discreto ‘aceptable’. Por calles, la mejor valoración (‘bien’) se reserva para la calle A Gaiteira que supera en calidad a las vías Ángel Senra, Real, Barcelona y San Nicolás (todas ellas con un ‘aceptable’).

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder a una de las cinco calles, Barcelona, mientras que en el resto el mobiliario urbano, bordillos y los propios vecinos y comerciantes se lo impidieron.

En todas las calles estudiadas se observó una señal que indicaba el horario permitido para carga y descarga. Ese horario limitado se ha fijado de 6 a 11 de la mañana. Sin embargo, se localizaron dos automóviles aparcados fuera de estas horas en la calle Ángel Senra; coches que ni siquiera estaban multados por la policía municipal. Pasada esa franja horaria, los residentes disponen de tarjetas magnéticas para poder circular por estas calles y acceder a sus domicilios. Para los que no vivan en esta zona e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el Consistorio de A Coruña establece una multa de entre 60 euros (que se puede reducir hasta los 42 por pronto pago).

Seguridad

En ninguna de las cinco calles estudiadas en A Coruña el técnico de CONSUMER EROSKI halló una señal específica que indicara que se trataba de una vía para uso exclusivamente de peatones. En tres de las cinco vías se observaron cruces de calles -Barcelona, San Nicolás y Ángel Senra -, pero en ninguna de ellas había un semáforo para facilitar el paso seguro de los peatones. Elementos que obstaculizan el paso o mobiliario urbano mal colocado son otros de los peligros que puede poner en riesgo la integridad física de los viandantes de esta calle, peligros que no se hallaron en las calles coruñesas analizadas.

Alicante

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Alicante

Mejora la señalización y accesibilidad de las calles peatonales de Alicante, aunque el control de acceso de vehículos es insuficiente

La valoración global se queda en un discreto ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas

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En Alicante, se analizaron cinco calles peatonales de la ciudad: San Francisco, Felipe Bergé, Castaños, Paseo de la Explanada de España y Mayor. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI fue de un ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. En cinco años, el estado de estas calles peatonales no ha variado, ya que en un estudio similar realizado en 2004 la nota obtenida fue también un ‘aceptable’ (por aquel entonces se estudiaron las mismas vías, excepto Mayor). Por apartados, las carencias se han percibido especialmente en el control de acceso de vehículos (con un ‘regular’). La señalización, la seguridad y accesibilidad, dotación de mobiliario urbano y limpieza y mantenimiento de las calles alicantinas observadas se quedan en un ajustado ‘aceptable’. Si comparamos estas mismas notas con las valoraciones obtenidas hace cinco años, el único apartado que mejora es el de señalización, seguridad y accesibilidad ya que de un suspenso en 2004 (‘regular’) se ha pasado a un discreto ‘aceptable’.

Algunas carencias reseñables y que explican las bajas calificaciones de algunos apartados: el pavimento de las calles Castaños, Felipe Bergé y San Francisco estaba sucio en algunas zonas; es más, en las dos primeras y en Paseo de la Explanada de España se encontraron irregularidades, baldosas y adoquines sueltos, o con agujeros que propiciaban la formación de charcos, o que podían suponer un riesgo de caída para los peatones. Asimismo, se consideró escaso el número de papeleras en Castaños. Menor era la dotación de bancos y de árboles (en San Francisco no se vieron ninguno de los dos elementos, y en Mayor, Castaños y Felipe Bergé no había árboles), aunque puede deberse a la carencia de espacio necesario para colocarlos de forma que no dificulten o entorpezcan el tránsito de los peatones.

Por calles, mientras Felipe Bergé y Castaños suspenden con un ‘regular’, San Francisco aprueba con un ‘aceptable’ y Paseo de la Explanada de España y Mayor lo hacen con un ‘bien’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. Sin embargo, el control de acceso de vehículos en la capital alicantina es mejorable. El suspenso em este apartado se debe a las infracciones observadas por el técnico de la revista durante la visita a estas calles, ya que se localizaron motos estacionadas en las calles Felipe Bergé y Castaños en franjas horarias no autorizadas para carga y descarga, pese a los pivotes que limitaban las dos vías. Ninguno de los vehículos mal estacionados estaba multado. Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. Así, el técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder y aparcar en la calle San Francisco sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen.

Seguridad

Salvo en la calle Mayor, en el resto de calles estudiadas en Alicante no se hallaron señales específicas que indica que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. En dos casos, Castaños y Felipe Bergé se cruzan con otra vía que sí tiene tráfico, aunque en ninguna de las dos se ha instalado un semáforo para el paso seguro de los peatones. Sólo en la calle San Francisco se vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones, en concreto, cableado mal colocado y sin proteger. A pesar de estas carencias, el mobiliario urbano estaba colocado correctamente sin obstaculizar el paso de los peatones en el conjunto de las calles peatonales visitadas en Alicante.

Almería

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Almería

El mobiliario urbano y la limpieza, principales carencias de las calles peatonales de Almería

  • Mejora la señalización y el control de acceso de vehículos en las calles peatonales almerienses, pero su valoración global está por debajo de la media del país
  • Es una de las cuatro capitales que suspende el examen de
    CONSUMER EROSKI, pese a mejorar la calificación de un estudio similar de 2004

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En el caso de Almería se estudiaron cinco calles: Castelar, Campomanes, Padre Alfonso Torres, José Ángel Valente y Reyes Católicos. La valoración es de un suspenso (‘regular’), por debajo de la media del conjunto de las 18 ciudades (‘aceptable’). El resultado mejora, aunque no significativamente ya que no aprueba el estudio de CONSUMER EROSKI, respecto al de un estudio similar realizado en 2004 cuando recibió un rotundo ‘mal’ (se estudiaron entonces las mismas vías, excepto Reyes Católicos, añadida este año). ‘Mal’ es la valoración que merece la dotación de mobiliario urbano (pocas papeleras y farolas en la calle Padre Alfonso Torres o pavimento resbaladizo en las calles Campomanes, Padre Alfonso Torres y José Ángel Valente son algunos de los ejemplos de las carencias de este apartado). Algo mejor, aunque sin aprobar el estudio (‘regular’) es la nota otorgada a la limpieza de estas calles (alcantarillas deterioradas en las calles Castelar y Campomanes, monumentos en mal estado en esta última calle, papeleras que precisan arreglos en las calles Reyes Católicos y Castelar?). Por último, las mejores valoraciones son para la señalización, seguridad y accesibilidad (‘bien’) y el efectivo control de acceso de vehículos observado durante la visita a esta zona para viandantes (‘muy bien’).

Si comparamos estas mismas notas con las valoraciones obtenidas hace cinco años, los apartados que mejoran son la dotación de mobiliario urbano (cambio apenas significativo ya que de un ‘muy mal’ ha pasado a un ‘mal’), pero especialmente la señalización, seguridad y accesibilidad de estas zonas peatonales (de un ‘muy mal’ al ‘bien’ actual) y el control de acceso de vehículos de vías reservadas para viandantes (del ‘aceptable’ hace cinco años al ‘muy bien’ del presente estudio)

Por calles, Castelar y Reyes Católicos son las únicas que merecen un discreto aprobado (un ‘aceptable’). El resto de calles peatonales seleccionadas en Almería suspenden.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control de acceso de automóviles es clave para ello. En este apartado, Almería logra una calificación de ‘muy bien’. Durante la visita a estas calles no se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en ninguna de ellas. Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI no pudo acceder a ninguna de estas cinco calles, ya que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidieron.

En el caso de Almería, está prohibida la carga y descarga en estas zonas, salvo casos excepcionales. Normalmente esas labores se realizan utilizando las calles más cercanas y que están abiertas al tráfico. El Ayuntamiento facilita además a los residentes de estas zonas mandos a distancia para bajar los pivotes automáticos que impiden el paso, además de delimitar con sistemas y marcas viales el camino hasta esos garajes de los vecinos. Para los infractores, el Consistorio almeriense establece multas de entre 90 y 150 euros, en función de las molestias ocasionadas al tráfico peatonal.

Seguridad

En todas las calles, salvo en Padre Alfonso Torres y José Ángel Valente, se veía con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. Sólo una vía, Reyes Católicos se cruza con otra calle que sí tiene tráfico (dispone de un semáforo para facilitar el paso de los peatones con total seguridad, pero carece de un dispositivo sonoro para las personas con discapacidad visual).

Barcelona

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas siete de Barcelona

La escasa dotación de mobiliario urbano y la mejorable limpieza y mantenimiento, principales carencias de las calles peatonales barcelonesas

  • La valoración global de las zonas peatonales de la ciudad condal se queda en un suspenso (‘regular’), por debajo de la media de las 18 capitales analizadas (‘aceptable’)
  • La señalización, la seguridad, la accesibilidad y el control de acceso de vehículos reciben las mejores valoraciones

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En Barcelona, se analizaron siete calles peatonales de la ciudad: Escudellers, Del Bisbe, Tallers, De la Libretería, Santa Anna, Portaferrissa y Portal de l’Angel. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI fue de un ‘regular’, por debajo de la media del conjunto de las 18 ciudades. En cinco años, el estado de estas calles peatonales apenas ha variado, ya que en un estudio similar realizado en 2004 la nota obtenida fue un ‘mal’ (por aquel entonces se estudiaron las mismas vías, excepto Del Bisbe y De la Libretería). Por apartados, mientras la señalización, la seguridad, accesibilidad y las infracciones de las calles barcelonesas observadas lograron un ‘bien’, la limpieza y el mantenimiento suspendió con un ‘regular’ y la dotación de mobiliario urbano, con un ‘mal’. Y es que el pavimento de cinco de las siete calles analizadas en la capital catalana (Tallers, Escudellers, De la Libretería, Santa Anna y Portaferrissa) estaba sucio con abundantes papeles, colillas, basura, etc. Además, en otras cinco (repiten Tallers, Escudellers y De la Libretería, y se suman Portal de l’Angel y Del Bisbe) se encontraron irregularidades en el firme, baldosas y adoquines sueltos o con agujeros que propiciaban la formación de charcos y que representaban un riesgo de caída para los peatones.
En cuanto a las papeleras, sólo en Santa Anna y Portal de l’Angel su dotación se consideró suficiente (en Del Bisbe ni siquiera se hallaron) y en ninguna de las siete vías analizadas se observaron papeleras de reciclaje (con dos o tres espacios para dividir el papel y cartón, del plástico, envases y la basura orgánica). Menor era la dotación de bancos y de árboles (sólo se vieron en Portal de l’Angel), debido en buena medida a la carencia de espacio necesario para colocarlos de forma que no dificulten o entorpezcan el tránsito de los peatones. Por calles, Escudellers, Del Bisbe y De la Libretería suspenden con un ‘regular’, mientras el resto aprueban con un discreto ‘aceptable’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y mantenimiento de esta característica se valoro em Barcelona con un ‘bien’, ya que no se localizó ni un solo vehículo aparcado fuera del horario de carga y descarga. No obstante, para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder y pudo estacionar en todas las calles salvo en los casos de Tallers y Portaferrissa, sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Barcelona es de 8 a 11 horas y de 15 a 17 horas. En la capital catalana, en parte de las zonas peatonales se controla el acceso de vehículos mediante pilonas (pivotes automáticos que suben y bajan para impedir o permitir la entrada y salida) y cámaras. Con estos dispositivos se facilita el paso de los residentes de estas zonas. Para los que no vivan en estas zonas peatonales e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el Consistorio de la capital catalana impone una multa de 60 euros.

Seguridad

En cinco de las siete calles examinadas (Portal de l’Angel, Portaferrissa, Del Bisbe, Tallers y De la Libretería) se vieron señales específicas que advertían de que se trataba de una zona restringida al tráfico. Tres vías (Libretería, Del Bisbe y Tallers) se cruzan con otra calle que sí tiene tráfico. En ninguno de los casos cuentan con semáforos para facilitar el paso de peatones. Por último, la ubicación del mobiliario urbano es acertada en todas las calles seleccionadas en Barcelona y no se hallaron terrazas ni obras que impidiesen el normal tránsito de los peatones.

Bilbao


Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas seis de Bilbao

Las calles peatonales de Bilbao están bien señalizadas, pero su mobiliario urbano y mantenimiento no pasa de ‘aceptable’

  • La valoración media de las vías estudiadas en la capital vizcaína se queda en un discreto ‘aceptable’, igual que en un estudio similar realizado en 2004
  • Mientras la señalización y la accesibilidad se calificaron como ‘buenas’, el resto de apartados se quedaron en el ‘aceptable’ global
  • El horario de carga y descarga es el más reducido de las 18 capitales estudiadas y Bilbao es una de las pocas ciudades que no cuenta con un sistema de acceso para residentes

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En Bilbao, se analizaron seis calles peatonales: Bidebarrieta, Correo, De la Cruz, Gran Vía, Ercilla y Ledesma. La valoración global se quedó en un discreto ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. En cinco años, el estado de estas calles peatonales no ha variado, ya que en un estudio similar realizado en 2004 la nota obtenida fue también un ‘aceptable’ (por aquel entonces se estudiaron las mismas vías, excepto Ledesma). Por calles, Bidebarrieta suspende con un ‘regular’, Ledesma y Correo aprueban con un ‘aceptable’, y el resto lo hace con un ‘bien’.

Los apartados de señalización, la seguridad y accesibilidad de las calles bilbaínas observadas logran la mejor valoración, un ‘bien’. La mitad de ellas (Gran Vía, Ercilla y Ledesma) se cruzan con otra vía que sí tiene tráfico y en todas se ha instalado un semáforo para el paso seguro de los peatones, aunque éste no es sonoro. Además, en ninguna se vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones (pavimento resbaladizo, adoquines sueltos y en mal estado, coches a excesiva velocidad, alcantarillas, etc.), el mobiliario urbano estaba colocado correctamente sin obstaculizar el paso de los peatones y en las dos calles (Ledesma y Gran Vía) donde se hallaron terrazas de bares o restaurantes, éstas no molestaban a los viandantes.

Para comprobar la restricción real al tráfico de estas vías, los técnicos observaron durante varias horas el tránsito de las calles analizadas e intentaron entrar con un coche y estacionarlo durante 15 minutos para controlar el control de acceso. Sólo en la calle Ledesma se vieron vehículos estacionados en franjas horarias no autorizadas para carga y descarga; sin embargo, en cuatro de las seis vías peatonales analizadas en Bilbao se pudo acceder y aparcar con el coche. En Bidebarrieta y Ledesma el técnico permaneció aparcado los 15 minutos sin que nadie le dijese nada, pero en la calle de la Cruz un policía se acercó y le obligó a marcharse, al igual que en Correo, donde los propios vecinos y comerciantes le obligaron a salir de allí. Y es que en el caso de que le hubiesen multado, la infracción le hubiese costado 110 euros (77 por pronto pago).

Las zonas peatonales generan intereses enfrentados: por una parte, los viandantes que prefieren ?por comodidad y seguridad- zonas peatonales sin tráfico; por otra, los residentes y profesionales que necesitan cargar y descargar en establecimientos comerciales. El horario de carga y descarga es la solución más habitual que proponen los ayuntamientos y en el caso de Bilbao, la franja horaria es de tres horas (de 8 a 11 horas), el periodo de tiempo más limitado de las 18 capitales incluidas en el informe. Además, no se permite el acceso de estos vehículos profesionales por la tarde, a diferencia de otras ciudades como Barcelona, Córdoba, Granada, Málaga y Pamplona.

Asimismo, en las calles peatonales surgen otro tipo de necesidades: las de los vecinos residentes que necesitan acceder a sus garajes o a sus domicilios. En estos casos, los ayuntamientos despliegan sistemas de acceso restringido (pivotes automáticos, tarjetas identificativas o cámaras lectoras de matrículas). La capital vizcaína es una de las cuatro del estudio que no dispone de ningún dispositivo. Sin embargo, cuando hay cortes de tráfico importantes (como en fiestas o festivales), el Consistorio proporciona una tarjeta identificativa en la que figura la matrícula del vehículo.

Mobiliario urbano

Una calle peatonal debe tener un mobiliario urbano adecuado. Son imprescindibles papeleras, farolas y alcantarillas, y se considera conveniente contar con árboles y jardineras. Además, este tipo de vías requiere un mantenimiento del mobiliario y una limpieza de residuos más frecuente que otros espacios urbanos. El pavimento de las seis calles analizadas en la capital vizcaína estaba limpio, aunque en dos de ellas (Bidebarrieta y Gran Vía) se encontraron irregularidades, baldosas y adoquines sueltos, o con agujeros que propiciaban la formación de charcos, o que podían suponer un riesgo de caída para los peatones.

En cuanto a las papeleras, en Bidebarrieta y en Correo su dotación se consideró escasa y en ninguna de las seis vías analizadas se hallaron papeleras de reciclaje (con dos o tres espacios para dividir el papel y cartón, del plástico, envases y la basura orgánica). Eso sí, su estado de mantenimiento y limpieza era correcto. Menor era la dotación de bancos y de árboles (en Bidebarrieta, Correo y De la Cruz no había), aunque se vincula a la carencia de espacio necesario para colocarlos de forma que no dificulten o entorpezcan el tránsito de los peatones.

Otra cuestión importante (por seguridad y comodidad) es la iluminación, suficiente en todas las calles analizadas: en cuatro de las seis calles analizadas las farolas eran específicas para las zonas peatonales. También son elementos relevantes las fuentes de agua potable, sin embargo, sólo se vieron en la calle de la Cruz y su estado de mantenimiento era correcto.

Córdoba

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Córdoba

Las calles peatonales de Córdoba, entre las mejores del país

  • La valoración global alcanza un ‘bien’, por encima de la media de las 18 capitales estudiadas (un ‘aceptable’)
  • El control de acceso de vehículos es el apartado mejor valorado (un ‘muy bien’), mientras la dotación de mobiliario urbano se queda en un discreto ‘aceptable’

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En Córdoba, se analizaron cinco calles peatonales de la ciudad: Blanco Belmonte, Morería, Jesús y María, Concepción y Menéndez Pelayo. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI fue de un ‘bien’, la mejor nota del estudio junto con Oviedo, Madrid, Valladolid y Zaragoza, y por encima de la media del conjunto de las 18 ciudades (‘aceptable’). Por apartados, el de control de acceso de vehículos obtuvo la mejor nota del estudio, un ‘muy bien’, igual que Almería y Sevilla. En señalización, seguridad y accesibilidad y limpieza y mantenimiento la nota fue de ‘bien’, mientras que la dotación de mobiliario urbano se calificó con un ‘aceptable’: no se vieron bancos ni árboles en tres de las cinco calles (aunque puede ser por la carencia de espacio necesario para colocarlos de forma que no dificulten o entorpezcan el tránsito de los peatones), ninguna de las papeleras era de reciclaje y no había fuentes de agua potable. Estas calificaciones varían calle por calle: mientras Menéndez Pelayo, Concepción y Morería aprueban con un discreto ‘aceptable’, Blanco Belmonte y Jesús y María lo hacen con un ‘bien’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control de acceso de automóviles recibió en el caso de Córdoba una valoración de ‘muy bien’. Sólo en la calle Blanco Belmonte se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga (ninguno de estos coches estaban multados). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI no pudo acceder a ninguna de las cinco vías seleccionadas para la muestra de la revista.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Córdoba es de seis horas, ya que permite el acceso de estos vehículos profesionales tanto por la mañana como por la tarde (igual que Barcelona, Granada, Málaga y Pamplona). En concreto, de 7.00 a 11.00 y de 16.30 a 18.30 horas. El Ayuntamiento facilita a los residentes tarjetas magnéticas para mover los pivotes automáticos y también una tarjeta identificativa en el vehículo. Para los que no vivan en estas zonas peatonales e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el Consistorio cordobés establece multas de 75 euros (sólo por circular por calle peatonal).

Seguridad

Se vieron señales específicas de las zonas peatonales y/o de circulación prohibida en tres de las cinco calles analizadas (Jesús y María, Menéndez Pelayo y Morería). En las calles Morería, Blanco Belmonte, Concepción y Jesús y María se observaron cruces con otras calles que sí tenían tráfico. En las tres primeras calles no se encontraron semáforos para facilitar el paso seguro de los viandantes. Sí se observaron en Jesús y María, aunque carecían de dispositivo sonoro para los peatones con discapacidad visual. Por último, en ninguna calle cordobesa de las cinco seleccionadas se vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones (pavimento resbaladizo, adoquines sueltos y en mal estado, coches a excesiva velocidad, alcantarillas, etc.), y el mobiliario urbano estaba colocado correctamente sin obstaculizar el paso de los peatones.

Granada

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Granada

Señalización, accesibilidad y seguridad, principales carencias de las calles peatonales granadinas

  • La valoración global se queda en un discreto ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas
  • El control de acceso de vehículos es el apartado que recibe la mejor valoración, un ‘bien’

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En Granada se analizaron cinco calles peatonales de la ciudad: Salamanca, Málaga, Zacatín, Navas y Alhóndiga. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI fue de un ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. Por apartados, la señalización, la seguridad y accesibilidad de las calles granadinas observadas suspendieron con un ‘regular’, la dotación de mobiliario urbano y la limpieza y mantenimiento recibieron un discreto ‘aceptable’, mientras que el control de acceso de vehículos mereció un ‘bien’. Las principales carencias encontradas tras el estudio de estos apartados fueron: en el pavimento de dos de las cinco calles analizadas en la capital granadina (Málaga y Salamanca) se halló suciedad en algunas zonas; mientras que en otras dos (Zacatín y Salamanca) se encontraron irregularidades, baldosas y adoquines sueltos, o con agujeros que propiciaban la formación de charcos, o que podían suponer un riesgo de caída para los peatones. Asimismo, no se observó ninguna papelera en la calle Salamanca, mientras que en Zacatín, Alhóndiga y en Málaga su dotación se consideró escasa.

Por calles, mientras Salamanca y Zacatín suspende con un ‘regular’, Málaga y Navas aprueban con un ‘aceptable’, y Alhóndiga lo hace con un satisfactorio ‘bien’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control de acceso de automóviles obtuvo en Granada la calificación de ‘bien’ porque no se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en ninguna de estas vías reservadas para viandantes. Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI solo pudo acceder y estacionar con su vehículo a la calle Málaga sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Granada es de 7 a 11 horas y de 15 a 18 horas. El Ayuntamiento regula el acceso de los residentes por medio de un sistema de pilonas (pivotes automáticos que suben y bajan para impedir o permitir la entrada y salida) y el control óptico a través de la colocación de cámaras. Para los infractores de las ordenanzas de tráfico em zonas peatonales, el Consistorio granadino establece multas de 92 euros.

Seguridad

Salvo en las calles Málaga y Alhóndiga, en el resto de calles estudiadas en Granada no aparece con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. Una única calle, Navas, se cruza con otra vía que sí tiene tráfico, pero no se ha instalado ningún sistema para reducir la velocidad a los vehículos de paso, ni siquiera un semáforo. Aunque en ninguna se vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones (pavimento resbaladizo, adoquines sueltos y en mal estado, coches a excesiva velocidad, alcantarillas, etc.), se comprobó que algunos árboles de la calle Málaga y algunas jardineras de Alhóndiga obstaculizaban el paso de los peatones. Y en una de las dos calles (Málaga y Navas) donde se hallaron terrazas de bares o restaurantes (concretamente en la primera), éstas molestaban a los viandantes (tenían que parar para dejar paso a otros viandantes, andar en zigzag y circular entre las sillas y las mesas).

Madrid

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas siete de Madrid

Mejora la señalización y accesibilidad de las calles peatonales de Madrid, aunque arrastran carencias en dotación y mantenimiento de mobiliario urbano

La valoración global alcanza un satisfactorio ‘bien’, por encima de la media de las 18 capitales estudiadas, y mejora el suspenso obtenido en un informe similar en 2004

http://static.consumer.es/revista/imgs/20091201/mapa-madrid.gifEn el caso de Madrid se estudiaron siete calles: Bailén, El Carmen, Preciados, Huertas, Montera, Arenal y Fuencarral. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI se saldó con un satisfactorio ‘bien’, por encima de la media del conjunto de las 18 ciudades (un ‘aceptable’). El estado de estas calles peatonales ha mejorado de forma más que considerable si se compara con los resultados obtenidos en un informe similar elaborado en 2004, cuando estas vías suspendieron con un ‘regular’. Por apartados, las mejores notas (un ‘bien’) fueron a parar a la valoración de la limpieza y el mantenimiento de las calles; la señalización, accesibilidad y seguridad de las mismas y la observación de infracciones cometidas por automóviles en estas calles reservadas para uso de los viandantes. La nota más baja corresponde a la dotación de mobiliario urbano de estas zonas (‘aceptable’), motivada, entre otras razones, por la falta de papeleras de reciclaje y con cenicero (en ninguna de las siete calles) o que no haya bancos en cuatro de las siete calles analizadas (Preciados, Arenal, El Carmen y Montera).

Si comparamos estas mismas notas con las conclusiones obtenidas hace cinco años, mejora la valoración en el caso de la señalización, accesibilidad y seguridad (de un ‘mal’ al ‘bien’ actual). La evolución se invierte sin embargo en mobiliario urbano (del ‘bien’ de hace cinco años al ‘aceptable’ del reciente informe) y en las infracciones observadas en estas calles (de un ‘muy bien’ a un ‘bien’).

Por calles, las mejores valoraciones se reservan para Arenal, Fuencarral, Bailén, El Carmen y Preciados (‘bien’). Montera y Huertas se quedan en un ‘aceptable’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. La nota de ‘bien’ otorgada en el caso de las siete calles de Madrid se basa en las escasas infracciones observadas por el técnico de la revista durante la visita a estas calles, ya que sólo se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en la calle Huertas (ninguno de estos vehículos estaban multados). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder y estacionar en las calles Huertas y Arenal sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiese (en la última calle, se pudo acceder pero a los 5 minutos un agente de la policía municipal obligó al técnico a abandonar el lugar).

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Madrid es de 00.00 a 11.00 horas. Asimismo, se puede acceder libremente a las Áreas de Prioridad Residencial para realizar operaciones de carga y descarga en todo tipo de vehículos los días laborables en las siguientes franjas horarias: de 8 a 11 en la zona de Letras y Cortes y de 10 a 13 horas en Embajadores. Para los residentes, el Ayuntamiento facilita tarjetas magnéticas para que puedan entrar en estas calles a cualquier hora del día o de la noche (ese acceso también puede realizarse gracias a las cámaras y lectores instalados en dichas vías y que actúan comprobando la matrícula del vehículo que pretende circular por esta calle o bien por medio de interfonos que comunican con el Centro de Gestión de la Movilidad). Para los que no vivan en estas zonas peatonales e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el consistorio madrileño establece multas de entre 84 y 150 euros, según la gravedad de la infracción.

Seguridad

Salvo en las calles Preciados, Bailén y El Carmen, en el resto de calles estudiadas en Madrid se halló una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivamente de los peatones. En las calles Arenal, Fuencarral, Huertas y Montera se localizaron cruces con otras calles que sí tenían tráfico (aunque contaban con semáforos, salvo en los casos de Montera y Fuencarral, para aumentar la seguridad de los peatones, estos no disponían de dispositivos sonoros para peatones con discapacidad visual). En cuanto a la ubicación del mobiliario urbano es acertada en todas las calles seleccionadas en Madrid, lo cierto es que el técnico observó que los contenedores estorbaban en las calles Huertas y Preciados.

Málaga

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas seis de Málaga

La limpieza y la señalización, principales carencias de las calles peatonales malagueñas

  • Málaga es una de las cuatro ciudades que suspende la prueba de CONSUMER EROSKI y que queda por debajo de la media del informe (un ‘aceptable’)
  • El control de acceso de vehículos es el único apartado que recibe una buena valoración

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En el caso de Málaga se estudiaron seis calles: Beatas, Alcazabilla, Marqués de Larios, Luis de Velázquez, Trinidad Grund y Babel. La valoración es de un suspenso ‘regular’, por debajo de la media del conjunto de las 18 ciudades (un ‘aceptable’). El resultado mejora, aunque de manera insuficiente, el recogido en un estudio similar realizado en 2004 (se estudiaron entonces las mismas vías, excepto Babel, añadida este año). ‘Regular’ es la valoración que merece la limpieza de esas zonas peatonales (poca limpieza en dos calles, pavimento en mal estado en más de la mitad de la muestra, alcantarillas deterioradas y varios árboles que precisan más cuidados son algunos de los motivos de esta baja valoración) y su señalización, accesibilidad y seguridad. Las mejores valoraciones son para la dotación de mobiliario urbano (aunque no pasa de un ‘aceptable’) y el control de acceso de automóviles en estas calles para viandantes (‘bien’). Por calles, la única que logra un discreto aprobado es Marqués de Larios. El resto suspende la prueba de CONSUMER EROSKI.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control de acceso de automóviles merece un ‘bien’ en Málaga. Durante la visita del técnico, sólo se localizo un vehículo aparcado fuera del horario de carga y descarga en la calle Beatas (vehículo que no estaba multado). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, el técnico intentó entrar con su coche fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI no pudo acceder a ninguna de las seis calles malagueñas, ya que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidieron.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Málaga es de 8 a 11 horas por la mañana y de 16 a 18 horas por la tarde (uno de los horarios más amplios del estudio de la revista). El Ayuntamiento ha instalado cámaras que actúan comprobando la matrícula del vehículo que pretende circular por esta calle (método empleado para reconocer a los residentes de esta zona). Para los que no vivan en estas zonas peatonales e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el Consistorio malagueño establece multas de entre 30 euros (ciclomotores y motocicletas) y 92 euros (automóviles).

Seguridad

En ninguna de las seis calles estudiadas en Málaga aparece con claridad una señal específica que indique que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. Tres de las vías, Beatas, Marqués de Larios y Trinidad Grund se cruzan con otra calle que sí tiene tráfico, pero en ninguno de los tres casos cuentan con semáforos para facilitar el paso de peatones. La ubicación del mobiliario urbano es acertada en todas las calles seleccionadas en Málaga, aunque el técnico observó que las terrazas de los bares de la calle Beatas obstaculizaban el paso de los peatones.

Murcia

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas seis de Murcia

Mejora la señalización y accesibilidad de las calles peatonales de Murcia, aunque la dotación de mobiliario urbano es insuficiente

La valoración global se queda en un discreto ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas

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En el caso de Murcia se estudiaron seis calles: Arenal, Platería, Jabonerías, Trapería, Andrés Baquero y De la Sociedad. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI se saldó con un ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. El estado de estas calles peatonales ha mejorado en los últimos cinco años, ya que en un estudio similar realizado en 2004 la nota obtenida fue un suspenso (‘mal’) (entonces se estudiaron sólo las cuatro primeras vías mencionadas anteriormente). No pasa de ‘aceptable’ la limpieza de esas zonas peatonales (contenedores en mal estado, papeleras deterioradas y con basura en el suelo y pavimento con suciedad), el control de acceso de vehículos en estas zonas peatonales y la señalización, seguridad y accesibilidad de esta zona peatonal (algunos contenedores de la calle Andrés Baquero obstaculizan el paso de los peatones y faltan señales de circulación prohibida en todas las calles salvo en Andrés Baquero o indicativos que obliguen a los coches a reducir la velocidad en los cruces de esas calles peatonales con otras donde sí esté permitido el tráfico rodado). La dotación de mobiliario urbano recibe un suspenso (‘regular’) debido, entre otras razones, a que el pavimento de la calle Andrés Baquero no es antideslizante y el número de papeleras era escaso en las calles Andrés Baquero, De la Sociedad y Jabonerías.

Si comparamos estas mismas notas con las conclusiones obtenidas hace cinco años, mejoran, aunque de forma insuficiente en el apartado de mobiliario urbano (de un ‘muy mal’ pasa a un ‘regular’) y algo mejor en la señalización, accesibilidad y seguridad (de un ‘muy mal’ a un ‘aceptable’). Por su parte, empeora el control de acceso de vehículos en estas calles peatonales lo que ha dado lugar a que de un ‘muy bien’ de hace cinco años se descienda a un mediocre ‘aceptable’. Por calles, la peor valoración (suspende con un ‘regular’) se reserva para la calle Andrés Baquero; el resto no pasa de un ‘aceptable’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. En el caso de Murcia, la valoración del control de acceso de vehículos se salda con un ‘aceptable’, ya que se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en la calle Andrés Baquero (ninguno de estos vehículos estaban multados). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. Sólo fue posible hacerlo en la calle Andrés Baquero.

La carga y descarga está prohibida en estas calles peatonales seleccionadas en Murcia, por lo que deben usarse las calles cercanas por donde sí se puede circular con vehículos. Para los residentes, el Ayuntamiento facilita tarjetas magnéticas para que puedan entrar en estas calles a cualquier hora del día o de la noche. También dispone de cámaras que comprueban la matrícula del vehículo que pretende circular por esta calle. Para los infractores de las ordenanzas de tráfico en las zonas peatonales, el Consistorio murciano establece una multa de 105 euros.

Seguridad

En ninguna de las calles estudiadas en Murcia se halló una señal específica que indicara que se trataba de una calle para uso exclusivamente de los peatones. En una de las calles visitadas, Platería, se localizaron cruces con otras calles que sí tienen trafico. Estas intersecciones contaban con semáforos para facilitar el paso de los peatones de forma segura e incluso dispositivos sonoros para los viandantes con discapacidad visual. La ubicación del mobiliario urbano es acertada en todas las calles seleccionadas en Murcia, salvo en Andrés Baquero, donde los contenedores obstaculizaban el paso de los peatones.

Oviedo

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Oviedo

Las calles peatonales de Oviedo, entre las mejores del país

  • La capital asturiana es una de las cinco ciudades que logra una valoración de ‘bien’, por encima de la media del estudio (un discreto ‘aceptable’)
  • La dotación de mobiliario urbano, la seguridad y el control de acceso de vehículos reciben las mejores valoraciones, mientras que la limpieza y mantenimiento no pasan de un discreto ‘aceptable’

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En Oviedo, se analizaron cinco calles peatonales de la ciudad: Magdalena, Doctor Casal, Cimadevilla, Nueve de Mayo y Palacio Valdés. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI fue de un ‘bien’, la mejor nota del estudio junto con Córdoba, Madrid, Valladolid y Zaragoza, y por encima de la media del conjunto de las 18 ciudades (‘aceptable’). Por apartados, la dotación de mobiliario urbano, la señalización, accesibilidad, seguridad y el control de acceso de vehículos aprobaron el estudio con un holgado ‘bien’, mientras que la limpieza y mantenimiento de las vías peatonales se quedaron en un discreto ‘aceptable’. Estas valoraciones son similares a las registradas en un estudio similar elaborado por CONSUMER EROSKI en 2004, aunque con ciertos matices: de un ‘excelente’ en mobiliario urbano se pasa al ‘bien’ actual; y de sendos ‘aceptables’ en el caso de las infracciones y la seguridad de esas calles, estos apartados logran ahora un ‘bien’. Entre las principales carencias observadas en las calles peatonales ovetenses destacan las irregularidades en el pavimento (baldosas o adoquines sueltos o con agujeros que propiciaban la formación de charcos y que suponían un riesgo de caída para los peatones) de tres de las cinco vías analizadas, Magdalena, Doctor Casal y Nueve de Mayo. Por calles, mientras Magdalena y Doctor Casal aprueban con un discreto ‘aceptable’, Cimadevilla, Nueve de Mayo y Palacio Valdés lo hacen con un ‘bien’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control de acceso de automóviles mereció en las calles peatonales ovetenses la calificación de ‘bien’. Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder a las calles Magdalena, Doctor Casal y Nueve de Mayo sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen. Sin embargo, no encontró ningún automóvil estacionado.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Oviedo es de 6 a 11 horas y no permite el acceso de estos vehículos profesionales por la tarde, a diferencia de otras ciudades como Barcelona, Córdoba, Granada, Málaga y Pamplona. Oviedo no cuenta con sistemas de acceso restringido (pivotes automáticos o cámaras de lectura de matrículas). Para poder acceder fuera de horario de carga y descarga, los residentes deben acreditar su condición mediante DNI. El consistorio ovetense establece multas de 90 euros para quienes infrinjan las normas de acceso a estas zonas peatonales.

Seguridad

En todas las calles estudiadas en Oviedo se vieron señales de circulación prohibida. Asimismo, en las tres vías peatonales que se cruzaban con otra que sí tenía tráfico (Palacio Valdés, Magdalena y Doctor Casal) éstas contaban con semáforo para proteger a los peatones, pero no con un dispositivo sonoro para los viandantes con discapacidad visual. En ninguna calle ovetense se vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones (pavimento resbaladizo, adoquines sueltos y en mal estado, coches a excesiva velocidad, alcantarillas, etc.), y el mobiliario urbano estaba colocado correctamente sin obstaculizar el paso de los viandantes.

Pamplona

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Pamplona

Mejora la señalización y accesibilidad de las calles peatonales de Pamplona, aunque el control de acceso de vehículos es deficiente

La valoración global de las calles peatonales pamplonesas, que suspenden con un ‘regular’, queda por debajo de la media del informe (un ‘aceptable’)

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En el caso de Pamplona se estudiaron cinco calles: Avenida Carlos III, Estafeta, Chapitela, Mercaderes y Mayor. La valoración es de un suspenso, ‘regular’, por debajo de la media del estudio de estas 18 ciudades. El resultado empeora, asimismo el discreto ‘aceptable’ logrado hace cinco años, cuando se realizó un informe similar con las mismas vías como protagonistas. La mejor valoración, un ‘bien’, recae en la limpieza de estas calles, la dotación de mobiliario urbano y la señalización, seguridad y accesibilidad. La peor calificación corresponde a las infracciones cometidas por el tráfico en estas calles (‘mal’). Si comparamos estas mismas notas con las conclusiones obtenidas hace cinco años, el descenso en cuanto a la calidad más acusado se refiere a la cantidad de infracciones cometidas en estas calles reservadas para peatones (este apartado se saldó el pasado 2004 con un positivo ‘bien’). También desciende la nota final del análisis del mobiliario urbano de estas cinco calles (del ‘muy bien’ de hace cinco años al ‘bien’ actual). Por último, la señalización, accesibilidad y seguridad de las calles de la muestra de Pamplona ha mejorado con el paso de los años (del suspenso, ‘regular’, de 2004 a un claro aprobado, ‘bien’). Por calles, la mejor valoración (‘bien’) se reserva para la Avenida Carlos III, mientras que las cuatro restantes (Chapitela, Estafeta, Mercaderes y Mayor) tienen que conformarse con un discreto y mejorable ‘aceptable’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y mantenimiento de esta característica recibe en Pamplona um rotundo ‘mal’ debido a las infracciones observadas por el técnico de la revista durante la visita a estas calles, ya que se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en todas las calles salvo en la Avenida Carlos III (ninguno de estos vehículos estaban multados y en una de las vías, Mayor, el técnico pudo contar hasta una docena de automóviles aparcados). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder y estacionar en cada una de estas cinco calles sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiese.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Pamplona es de 8 a 11 y de 14 a 16.30 en las calles de la parte vieja y de 9 a 13 y 17 a 20 para el resto de la ciudad. En las calles en las que el acceso es limitado mediante pivotes automáticos y sólo tienen permiso para circular por ellas los vecinos residentes, estos pueden hacerlo llamando a la policía, que da la autorización bajando esos dispositivos electrónicos en caso de confirmar que la matrícula del coche corresponde a un residente. Estos pivotes permanecen bajados de 8 a 11 y de 14 a 16.30 horas. Para los que no vivan en estas zonas peatonales e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el Consistorio de Pamplona establece multas de entre 60 y 95 euros, según la gravedad de la infracción.

Seguridad

Salvo en dos casos (Chapitela y Mercaderes) en el resto de calles estudiadas en Pamplona aparece con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. Una de las vías, Avenida Carlos III se cruza con otra calle que sí tiene tráfico. En este caso cuenta con semáforos para el paso seguro de los viandantes, además de dispositivos sonoros para aquellos peatones con discapacidad visual. Aunque en líneas generales la dotación y ubicación del mobiliario urbano es acertada en todas las calles seleccionadas en Pamplona, lo cierto es que el técnico observó cómo los contenedores de la calle Mayor entorpecían el paso de los peatones, algo similar a lo que sucedía con las terrazas de los bares y restaurantes de la calle Estafeta, ya que las mesas y sillas estaban dispuestas de tal manera que molestaban a los viandantes (tenían que dejar paso a otros peatones, la gente andaba en zig zag sorteando las terrazas e incluso pasaban entre las sillas y mesas).

San Sebastián

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de San Sebastián

El control de acceso de vehículos, principal deficiencia de las calles peatonales de San Sebastián

  • La valoración global se queda en un discreto ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas
  • La limpieza, mantenimiento, dotación de mobiliario urbano, señalización, accesibilidad y seguridad de las calles visitadas reciben una buena calificación

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En San Sebastián, se analizaron cinco calles peatonales de la ciudad: Mayor, Elcano, Getaria, Loiola y San Marcial. La valoración es de un discreto ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. El resultado es peor que el obtenido en un informe similar elaborado en 2004, que se saldó con un ‘bien’ (se estudiaron las mismas vías además de Boulevard, excepto Elcano y San Marcial). ‘Bien’ es la calificación de la limpieza, mantenimiento, dotación de mobiliario urbano, señalización, accesibilidad y seguridad de las calles (el pavimento de las cinco calles analizadas en la capital donostiarra estaba limpio y sin irregularidades, baldosas y adoquines sueltos, ni agujeros que pudiesen propiciar la formación de charcos o suponer un riesgo de caída para los peatones). Sin embargo, en materia de infracciones la situación empeora y la ciudad suspende con un ‘regular’. Si comparamos estas mismas notas con las valoraciones obtenidas hace cinco años, mejoran en los casos de la señalización, seguridad y accesibilidad (de un ‘aceptable’ a un ‘bien’); aunque no puede decirse lo mismo en cuanto a la dotación de mobiliario urbano (de un ‘excelente’ baja a un ‘bien’) y en el caso de las infracciones observadas (de un discreto ‘aceptable’ hace cinco años al suspenso del presente informe, ‘regular’). Por calles, la mejor es Getaria con un ‘bien’; Elcano, Loiola y San Marcial se conforman con un ‘aceptable’ y la calle Mayor suspende con un ‘regular’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y mantenimiento de esta característica en las calles donostiarras recibe un suspenso debido a las importantes infracciones observadas por el técnico de la revista durante la visita a estas calles. Se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en las calles Mayor, Loiola y San Marcial (ninguno de estos vehículos tenía visible multa alguna). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y una vez en ella, aparcar el coche durante 15 minutos. En todas las vías peatonales analizadas en San Sebastián se pudo acceder con el coche y éste estuvo estacionado los 15 minutos sin ningún problema. Sólo en la calle Getaria, un vecino de la zona advirtió al técnico de que no podía aparcar en esa calle porque podían multarle.

El horario de carga y descarga en el caso de San Sebastián es de cuatro horas (de 7 a 11 horas). Además, no se permite el acceso de estos vehículos profesionales por la tarde, a diferencia de otras ciudades como Barcelona, Córdoba, Granada, Málaga y Pamplona. En la capital donostiarra, según la información facilitada por el Ayuntamiento, la parte vieja es la única zona cerrada al tráfico y los vecinos pueden acceder mediante tarjetas validadoras en las puertas de acceso. En un futuro próximo, se probará el sistema de lectura de matrículas. Para los que no vivan en estas zonas, se establecen multas de 42 euros en caso de cometer dicha infracción.

Seguridad

En la mayoría de las calles seleccionadas para la muestra de San Sebastián (Getaria, San Marcial y Elcano) se vieron las señales específicas que advierten de su condición de calles peatonales. Dos de las vías (San Marcial y Getaria) se cruzan con otra vía que sí tiene tráfico y en las dos se ha instalado un semáforo para el paso seguro de los peatones, aunque éste no es sonoro. En ninguna se vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones (pavimento resbaladizo, adoquines sueltos y en mal estado, coches a excesiva velocidad, alcantarillas, etc.), el mobiliario urbano estaba colocado correctamente sin obstaculizar el paso de los peatones. Sólo un pequeño detalle: en cuanto a las papeleras, en Getaria, Elcano y Mayor su dotación se consideró escasa y en ninguna de las cinco calles analizadas se hallaron papeleras de reciclaje (con dos o tres espacios para dividir el papel y cartón, del plástico, envases y la basura orgánica). Eso sí, su estado de mantenimiento y limpieza era correcto. Por su parte, la dotación de bancos y de árboles se consideró suficiente en todas las vías examinadas, excepto en Mayor.

Sevilla

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas seis de Sevilla

Las calles peatonales sevillanas destacan por el control de acceso de vehículos, pero precisan mejoras en limpieza y mantenimiento

La valoración global se queda en un discreto ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas

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En Sevilla, se analizaron seis calles peatonales de la ciudad: San Eloy, Sierpes, Puente y Pellón, Tetuán, Velázquez y Avenida de la Constitución. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI fue de un ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. Por apartados, la señalización, la seguridad y accesibilidad, la dotación de mobiliario urbano y la limpieza y mantenimiento apenas consiguen un discreto ‘aceptable’, mientras que el de infracciones se valora como uno de los mejores del estudio, un ‘muy bien’ (junto con Almería y Córdoba). Algunas carencias observadas y que justifican estas mediocres notas: en el pavimento de Tetuán, Sierpes y San Eloy se halló suciedad y en Sierpes, de nuevo, y en la Avenida de la Constitución se encontraron irregularidades, baldosas y adoquines sueltos, o con agujeros que propiciaban la formación de charcos, o que podían suponer un riesgo de caída para los peatones. Asimismo, no se encontró papelera alguna en la calle San Eloy y en las calles Velázquez y Sierpes su dotación se consideró escasa. Estas calificaciones varían calle por calle: mientras San Eloy, Sierpes, Puente y Pellón y Tetuán aprueban con un ‘aceptable’, y Velázquez y Avenida de la Constitución reciben un ‘bien’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y mantenimiento de esta característica sobresale en el caso de Sevilla, que recibe un ‘muy bien’. Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder y estacionar únicamente a la calle San Eloy sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen. En el resto no fue posible. Además, en una visita posterior el técnico de CONSUMER EROSKI comprobó que no había ningún automóvil estacionado fuera del horario de carga y descarga en ninguna de las seis calles.

Seguridad

Únicamente en la Avenida de la Constitución aparece con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. Esta misma calle se cruza con otra vía que sí tiene tráfico, pero se ha instalado un semáforo para el paso seguro de los peatones, aunque éste no es sonoro para los viandantes que tienen algún tipo de discapacidad visual. La dotación y ubicación del mobiliario urbano es acertada en todas las calles seleccionadas en Sevilla. Sin embargo, en la mitad de las calles analizadas (Sierpes y Avenida de la Constitución) se vieron elementos de riesgo para la integridad física de los peatones, en concreto adoquines sueltos y en mal estado, y un árbol cortado obstaculizando el paso. Asimismo, en las dos calles (Sierpes y Avenida de la Constitución) se hallaron terrazas de bares o restaurantes que no obstaculizaban el paso de los viandantes.

Valencia

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas seis de Valencia

Las calles peatonales de Valencia mejoran en señalización, accesibilidad y dotación de mobiliario urbano, pero se mantiene la invasión de vehículos

Las vías valencianas pasan del rotundo ‘mal’ recibido hace cinco años al ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas

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En el caso de Valencia se estudiaron seis calles: Gregorio Gea, Monduber, Don Juan de Austria, Ribera, En Sanz y Músico Peydró. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI se saldó con un discreto ‘aceptable’, igual a la media del conjunto de las 18 ciudades. Con todo, el estado de estas vías ha mejorado de forma considerable si se tiene en cuenta los resultados obtenidos en un informe similar elaborado en 2004, cuando suspendieron con un rotundo ‘mal’. Por apartados, las mejores notas corresponden a la señalización, accesibilidad y seguridad de las calles (‘muy bien’) y a la dotación de mobiliario urbano (‘bien’). Sin embargo, la limpieza de estas calles no pasa de ‘aceptable’ y el control de acceso de vehículos a estas vías reservadas para los peatones recibe un suspenso (la misma calificación de 2004, aunque antes fuese un ‘muy mal’ y ahora un ‘regular’).

El hecho de que varios de los bancos de la calle Músico Peydró necesiten un arreglo, que se vieran alcantarillas y papeleras deterioradas en Monduber o que el técnico observara suciedad en zonas del pavimento y farolas pintadas en la calle Gregorio Gea sirven de ejemplos para explicar la mala nota otorgada a este apartado.

Las principales mejoras se han registrado en la dotación de mobiliario urbano (de un ‘aceptable’ a un ‘bien’) y en la valoración de la señalización, accesibilidad y seguridad (de un ‘aceptable’ a un ‘muy bien’).

Por calles, las mejores valoraciones fueron para las calles Don Juan de Austria y Gregorio Gea (‘bien’). Músico Peydró, Del Monduber, Ribera y En Sanz no logran más que un ‘aceptable’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y mantenimiento de esta característica recibe en Valencia un suspenso. La razón: se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en cuatro de las seis calles (Músico Peydró, En Sanz, Del Monduber y Gregorio Gea). Además, ninguno de estos vehículos estaban multados. Al igual que en el informe anterior, la calle Del Monduber destacó por la cantidad de infracciones cometidas (en esta última visita se contabilizaron una docena de automóviles). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder y estacionar en todas las calles, salvo en el caso de Don Juan de Austria, sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiese.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Valencia es de 7 a 11.00 horas. El Ayuntamiento facilita a los residentes tarjetas magnéticas para que puedan entrar en estas calles a cualquier hora del día o de la noche. Para los que no vivan en estas zonas peatonales e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el Consistorio valenciano establece multas de entre 300 y 600 euros, según la gravedad de la infracción (la cuantía más alta de las 18 ciudades estudiadas).

Seguridad

En todas las vías para transeúntes estudiadas en Valencia aparece con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivamente de los peatones. En cinco calles, Gregorio Gea, Ribera, Músico Peydró, Del Monduber y En Sanz se localizaron cruces con otras calles que sí estaban abiertas al tráfico (en todas estas intersecciones se hallaron semáforos para facilitar el paso de los peatones, salvo en Gregorio Gea y Músico Peydró, pero en ningún momento se apreciaron dispositivos sonoros en dichos semáforos para los viandantes con discapacidad visual). Sí se encontraron elementos que obstaculizan o mobiliario urbano mal colocado son otros de los peligros que puede poner en riesgo la integridad física de los viandantes. Así, en la mitad de las calles estudiadas en la capital valenciana, las alcantarillas obstaculizaban el paso ya que estaban abiertas o deterioradas (esto sucedía en Del Moduber, Ribera y en Músico Peydró).

Valladolid

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Valladolid

Las calles peatonales de Valladolid, entre las mejores del país

  • La valoración global alcanza un satisfactorio ‘bien’, por encima de la media de las 18 capitales estudiadas (un ‘aceptable’)
  • La dotación de mobiliario urbano y el control de acceso de vehículos, principales carencias

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En el caso de Valladolid se estudiaron cinco calles: Santiago, Mantería, Núñez Arce, Teresa Gil y Héroes del Alcázar. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI se saldó con un satisfactorio ‘bien’, mejorando la media del conjunto de las 18 ciudades (‘aceptable’). Por apartados, las mejores notas (comparten un ‘bien’) fueron a parar a la limpieza y mantenimiento de estas calles y a su señalización, seguridad y accesibilidad. Peores son las calificaciones, un discreto ‘aceptable’, de la dotación de mobiliario urbano de estas cinco zonas peatonales y el control de acceso de vehículos. Así, faltan jardineras en Núñez de Arce y Teresa Gil, ni rastro de fuentes de agua potable en estas cinco calles y escasa la dotación de papeleras en las calles Teresa Gil y Núñez de Arce. Por calles, Santiago, Mantería y Núñez de Arce reciben un ‘bien’, mientras Teresa Gil y Héroes del Alcázar se quedan en el ‘aceptable’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y cumplimiento de esta característica se queda en Valladolid en un ‘aceptable’. Las causas: se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en la calle Héroes del Alcázar (ninguno de estos vehículos estaban multados). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar con un automóvil fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder a las calles Teresa Gil, Núñez de Arce y Héroes del Alcázar sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Valladolid es de cuatro horas por la mañana. Para el acceso de los residentes, el Ayuntamiento no cuenta por el momento con ningún dispositivo generalizado, pero proyectan para un futuro identificar a los automóviles autorizados con un distintivo especial. Las infracciones de las ordenanzas de tráfico en las vías peatonales se sancionan con multas de 60 euros.

Seguridad

Salvo en tres casos (Héroes del Alcázar, Santiago y Mantería), en el resto de calles estudiadas en Valladolid aparece con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. Dos calles, Santiago y Teresa Gil, cuentan con cruces con otras calles que sí tienen tráfico, pero sólo en la primera había semáforo para facilitar el paso de los peatones de forma segura y un dispositivo sonoro para los viandantes con discapacidad visual. También se comprobó la presencia de elementos que obstaculizan el paso o de mobiliario urbano mal colocado que suponga un riesgo la integridad física de los viandantes, problemas que no se hallaron en ninguna de las cinco calles de la capital castellana.

Vitoria

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas cinco de Vitoria

Mejora la señalización y accesibilidad de las calles peatonales de Vitoria, aunque el control de acceso de vehículos es insuficiente

La valoración global se queda en un discreto ‘aceptable’, en la media de las 18 capitales estudiadas

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En el caso de Vitoria se estudiaron cinco calles: Dato, San Prudencio, Cuchillería, Siervas de Jesús y General Álava. La valoración es de un discreto ‘aceptable’, en la media del conjunto de las 18 ciudades. El resultado es idéntico al de un estudio similar realizado en 2004 (se estudiaron entonces las mismas vías, excepto General Álava). ‘Aceptable’ es la valoración que merece la limpieza y mantenimiento de esas zonas peatonales (papeleras deterioradas en cuatro de las cinco calles y pavimento con socavones en una de las vías lastraron la nota); calificación que empeora en el caso del control de acceso de vehículos a estas vías reservadas para uso del peatón (‘regular’). Las mejores valoraciones son para la dotación de mobiliario urbano y la señalización, accesibilidad y seguridad de estas calles (en ambos casos comparten una nota de ‘bien’). Si comparamos estas mismas notas con las valoraciones obtenidas hace cinco años, el único apartado que mejora es el de señalización y accesibilidad (de un ‘regular’ pasa a un ‘bien’).

Por calles, las mejores son Siervas de Jesús y San Prudencio (‘bien’); sin embargo, no puede decirse lo mismo de las carencias encontradas durante la visita realizada a General Álava y Dato (de ahí el ‘aceptable’ logrado). La peor valoración, un suspenso (‘regular’), le corresponde a la calle Cuchillería, debido especialmente a la ausencia de limpieza observada y a las numerosas infracciones cometidas por automóviles fuera del horario de carga y descarga.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y mantenimiento de esta característica es muy mejorable en el caso de Vitoria, ya que se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en las calles Dato y Cuchillería (ninguno de estos vehículos estaban multados). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI pudo acceder a las calles San Prudencio, Dato y Cuchillería sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen.

El horario de carga y descarga que se establece por orden municipal en las calles de Vitoria es de 7 a 12 horas (una hora más cuando se trata de una calle peatonal localizada en el Casco Viejo de la capital alavesa). El Ayuntamiento facilita a los residentes tarjetas magnéticas para que puedan entrar en estas calles a cualquier hora del día o de la noche (ese acceso también puede realizarse gracias a las cámaras instaladas en dichas vías y que actúan comprobando la matrícula del vehículo que pretende circular por esta calle). Para los que no vivan en estas zonas peatonales e incumplan con las ordenanzas de tráfico, el Consistorio vitoriano establece multas de entre 45 y 92 euros, según la gravedad de la infracción (claro que si el abono se hace lo antes posible, esa amonestación se reduce a 32 y 62 euros, respectivamente).

Seguridad

Salvo en las calles Cuchillería y San Prudencio, en el resto de calles estudiadas en Vitoria aparece con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivo de los peatones. Dos de las vías, Dato y General Álava, se cruzan con otra calle que sí tiene tráfico. En ambos casos cuentan con semáforos para facilitar el paso de peatones, pero sólo los de la calle Dato disponen de señales sonoras. La dotación y ubicación del mobiliario urbano es acertada en casi todas las calles seleccionadas en Vitoria, excepto en Dato y San Prudencio donde la de papeleras se consideró escasa. El técnico observó que sólo en San Prudencio algunas entorpecían el paso de los peatones, una situación que se repetía en la calle Dato, debido a las terrazas de los bares o restaurantes allí ubicados.

Zaragoza

Zonas Peatonales: estudiadas 100 de las principales calles restringidas al tráfico de 18 ciudades, entre ellas seis calles de Zaragoza

Las calles peatonales de Zaragoza, por encima de la media del país pese a sus carencias en limpieza y mantenimiento

La dotación de mobiliario urbano, la señalización, accesibilidad y seguridad, y el control de acceso de vehículos reciben una valoración de ‘bien’

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En el caso de Zaragoza se estudiaron seis calles: Alfonso I, Temple, Cinco de Marzo, Julio García Condoy, Pablo Iglesias y Sor Juana de la Cruz. El balance global de la observación realizada por los técnicos de CONSUMER EROSKI se saldó con un satisfactorio ‘bien’, mejorando la media del conjunto de las 18 ciudades (‘aceptable’). Por apartados, las mejores notas (comparten un ‘bien’) correspondieron a la dotación de mobiliario urbano, la señalización, accesibilidad y seguridad, y el control de acceso de vehículos a estas calles reservadas para uso de los viandantes. No puede decirse lo mismo del suspenso (‘regular’) que se merece la limpieza y mantenimiento de estas calles zaragozanas: suciedad en el pavimento de las calles Temple, Julio García Condoy y Sor Juana de la Cruz, zona verde un tanto descuidado en Julio García Condoy y papeleras con basura en el suelo en Pablo Iglesias. Por calles, las mejores valoraciones se reservan para Pablo Iglesias y Alfonso I (‘bien’). Sin embargo, Temple, Cinco de Marzo, Julio García Condoy y Sor Juana de la Cruz no pasan del ‘aceptable’.

Automóviles fuera de hora

Si hay algo que distingue a una zona peatonal de cualquier otra de la ciudad es la ausencia de vehículos circulando y estacionados. El control y mantenimiento de esta característica en la capital aragonesa recibe un ‘bien’. La razón: no se localizaron automóviles aparcados fuera del horario de carga y descarga en ninguna calle zaragozana (lo mismo ocurrió en las calles visitadas en Almería, Barcelona, Córdoba, Granada, Oviedo y Sevilla). Para comprobar el control del acceso en coche a estas zonas, se intentó entrar fuera del horario permitido para carga y descarga en todas las vías peatonales y, una vez en cada vía, aparcar el coche durante 15 minutos. El técnico de CONSUMER EROSKI sólo pudo acceder a las calles Temple y Cinco de Marzo sin que elementos de mobiliario urbano, bordillos, pivotes o la propia policía municipal se lo impidiesen.

Para los residentes, el Ayuntamiento no establece un sistema de acceso restringido como en otras capitales (pivotes automáticos o cámaras lectoras de matrículas). ?Entrar con cautela para no causar ningún peligro a los peatones? es la consigna dada por el consistorio zaragozano. Las infracciones de la ordenanza de tráfico en Zaragoza se sancionan con multas de entre 60 y 82 euros, en función de las molestias ocasionadas al tráfico.

Seguridad

En todas las calles estudiadas en Zaragoza aparece con claridad una señal específica que indica que se trata de una calle para uso exclusivamente de los peatones o bien un indicativo de dirección o circulación prohibida. Sólo en dos calles, Sor Juana de la Cruz y Alfonso I, hay cruces con otras calles que tienen tráfico pero no se vieron semáforos para facilitar el paso seguro de los viandantes. Tampoco se observaron en las seis calles analizadas elementos que obstaculizasen el paso o mobiliario urbano mal colocado.