Nueva etiqueta energética: eficiencia de la A a la G

Este mes de noviembre, algunos países de la Unión Europea –entre ellos, España–, estrenan etiquetas de eficiencia energética para los electrodomésticos. Desaparecen las divisiones de la clase A, para dar la bienvenida a una nueva escala hasta la G. Una buena ayuda a la hora de renovar los aparatos.
1 noviembre de 2020
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Nueva etiqueta energética: eficiencia de la A a la G

Desde su implantación en 1995, la etiqueta energética de la Unión Europa (UE) ha ayudado a los consumidores en la búsqueda y selección de productos más eficientes. El éxito en estos 25 años ha sido indudable: el 85% de los consumidores europeos la reconocen y la utilizan en el momento de la compra, según datos de la UE. El esquema de etiquetado actual incluye seis clases energéticas, que van de la A a la D. Esta escala cuenta con etiquetas mixtas, pues la clase A se divide en A+++, A++ y A+.

Los avances en innovación han provocado que la mayoría de los productos en el mercado se encuentren hoy en esas dos o tres primeras categorías. Esto puede dificultar la tarea de distinguir los productos más eficientes (los que gasten menos en generar un kW de consumo energético). Por ejemplo, se podría pensar que un frigorífico de la clase A+ es uno de los más eficientes cuando la realidad es la contraria, pues ya se han eliminado del mercado los de las categorías inferiores.

Cambios en las etiquetas

Para facilitar la compra a los consumidores y hacer que tomen una decisión lo más informada posible, la UE ha decidido actualizar las categorías e introducir varios cambios: se eliminan los tres signos más (+++) que acompañan a la A y se amplía la escala hasta la G. Sí se mantienen las barras horizontales de colores donde la A, la más eficiente, será de color verde y la G, la menos, tendrá color rojo. Hay que tener en cuenta que, en el momento en que se introduzca la nueva etiqueta en las tiendas, no habrá productos pertenecientes a la clase A. Esta categoría se mantendrá vacía para dejar espacio a la innovación y a la mejora. Por tanto, los electrodomésticos más eficientes, que actualmente se sitúan en la A+++, pasarán a ser de clase B o C. Además, para evitar cualquier otro cambio en la escala, los criterios de las clases A a G serán revisados periódicamente en función de la evolución del mercado.

¿Cuándo entran en vigor? 

Noviembre de 2020 es el mes en el que los fabricantes deben incluir la nueva etiqueta, aunque no se expondrá todavía al público. Las dos clasificaciones convivirán hasta el 1 de marzo de 2021, momento en que los consumidores europeos podrán ver el etiquetado actualizado en las tiendas físicas y online. Pero no todos los productos serán reescalados en esta primera etapa. El cambio afectará, de momento, a cinco tipos de electrodomésticos: lavadoras y lavadoras-secadoras, frigoríficos, lavavajillas, bombillas y televisores. El resto de los productos, como aires acondicionados, secadoras, estufas o calderas, deberán estar adaptados antes del 2 de agosto de 2030, según se detalla en el reglamento europeo sobre este etiquetado.

Ahorro para los consumidores

El principal objetivo es que este etiquetado sirva de guía para el ahorro de energía de los hogares europeos. Los consumidores podrán notar el cambio en sus bolsillos, ya que la compra de electrodomésticos más eficientes equivale a un ahorro directo de dinero. Por ejemplo, si tenemos en cuenta el consumo de energía y agua en 10 años, entre una lavadora de clase B (antigua A+++) y una C (antigua B) el ahorro puede ser hasta de 500 euros en una década. En el caso de optar por una televisión de clase B (antigua A++) frente a una de categoría C, el ahorro será de 270 euros durante su vida útil, según datos del proyecto Label 2020, creado para dar a conocer este nuevo etiquetado.

Radiografía de un cambio

Información común a todos los electrodomésticos 

1. Código QR con el que los consumidores podrán obtener información adicional oficial (no comercial) escaneando dicho código con un smartphone. Este elemento es nuevo. La base de datos estará accesible a partir de marzo de 2021 y, entre sus funcionalidades, permitirá la comparación de datos entre productos y el cálculo de los costes de uso. 2. Nombre del proveedor o de la marca. 3. Identificador del modelo de producto. 4. Escala de eficiencia energética de la A (los más eficientes) a la G. Estamos acostumbrados a encontrar en las tiendas muchos electrodomésticos de clase A (+, ++ o +++). Esto ya no será así. Al principio, no habrá productos de la clase A. La intención es dejar esa categoría vacía para dar espacio al desarrollo tecnológico. Los productos más eficientes y con las antiguas etiquetas aparecen como A+++ se corresponderán (aproximadamente) con la nuevas clases B o C. 5. Clasificación energética del producto. Se basa en un índice de eficiencia energética que tiene en cuenta: el consumo anual de energía y el consumo en cada programa.

Lavavajillas

1. Consumo de energía (kWh) estimado para 100 ciclos (con programa ECO). 2. Capacidad: número de cubiertos. 6 cubiertos es lo ideal para dos personas. Entre 6 y 12, para hogares de cuatro miembros. 3. Consumo de agua en litros por ciclo (con el programa ECO). 4. Duración del programa ECO en horas:minutos. 5. El ruido que produce en decibelios. Como novedad, el ruido se clasifica en una escala de A a D.

Lavavajillas

Lavadora

1. Consumo energético ponderado por 100 ciclos (kWh). 2. Capacidad de carga del programa ECO. Se recomienda lavadoras de hasta 8 kg para hogares de 1-2 personas. Para familias de 4 miembros, 8 kg. 3. Duración del programa ‘Eco 40-60’ (horas:minutos). 4. Consumo de agua ponderado por ciclo (litros). 5. Clase de eficiencia del centrifugado. 6. El ruido en decibelios (de la A a la D).

Lavadora

Frigorífico

1. Consumo energético anual (kWh). 2. Capacidad del congelador (litros). 3. Capacidad del refrigerador (litros). Se recomienda calcular una capacidad de 60 litros por persona. Así, una familia de 2 miembros necesitaría un frigorífico de 120 litros entre nevera y congelador, mientras que un hogar de 4 personas precisará 240 litros. 4. El ruido que produce en decibelios en una escala de A a D.

Frigo

Televisiones

1. Consumo energético en el modo de imagen estándar (SDR,standard dynamic range) por 1.000 horas (kWh). 2. Consumo energético en alta resolución (HDR, high dynamic range) por 1.000 horas (kWh). 3. Tamaño de la pantalla en centímetros y pulgadas. Resolución horizontal y vertical en píxeles.

Tele

Fuente: Proyecto Label 2020 y elaboración propia a partir de recomendaciones de asociaciones de consumidores y entidades como IDAE.

Marina Gros, experta en eficiencia energética de Ecodes

“Una clase más eficiente de frigorífico supone el ahorro de más de 400 euros”

Marina Gros es biotecnóloga y responsable de Políticas Públicas y Gobernanza Climática en Ecodes, Ecología y Desarrollo, una organización sin ánimo de lucro que trabaja hacia un desarrollo sostenible. Esta entidad es uno de los 20 socios europeos del proyecto Label 2020. Le preguntamos por las ventajas del nuevo etiquetado y por nuestros hábitos energéticos.

¿Qué es Label 2020?

Es un proyecto con financiación europea cuyo objetivo es ayudar y armonizar la transición al nuevo etiquetado energético. Estas nuevas etiquetas afectarán a una gran variedad de actores, desde fabricantes, administraciones públicas [implicadas en el cambio de normativa] y distribuidores hasta los propios consumidores. Label 2020 se acompañará de una gran campaña de comunicación que se va a desarrollar en 16 países europeos para dar a conocer y facilitar este cambio.

¿Por qué se cambia precisamente ahora?

El etiquetado energético europeo fue creado hace 25 años y, durante este tiempo, ha tenido un gran impacto. Por una parte, los consumidores han podido elegir de forma informada los productos más eficientes. Pero también ha servido para impulsar el desarrollo y la innovación por parte de los fabricantes. Este sistema no está obsoleto, pero ha llegado a un punto en el que las etiquetas más eficientes pueden generar cierta confusión. Por tanto, se va a hacer un reescalado para crear una nueva generación de etiquetado energético más claro.

Para el consumidor, ¿tiene alguna ventaja respecto al anterior etiquetado?

Este reescalado va a hacer que sea un sistema más transparente. Así, los consumidores podrán informarse y comparar más fácilmente unos productos con otros y elegir los más eficientes. También podrán escoger los que más se adecuen a sus necesidades, porque las nuevas etiquetas incluyen información importante para conocer la usabilidad del producto. Por ejemplo, en el caso de una lavadora, sabremos cuánto ruido emite o cuánto dura el programa ECO antes de comprarla.

¿Realmente ayudan estas etiquetas a ahorrar energía?

Los productos eficientes consumen menos energía al ser utilizados y, por lo tanto, la repercusión en la factura de la luz del consumidor es directa y positiva. Además, tienen un menor impacto ambiental, que se puede apreciar en la disminución de los gases de efecto invernadero que emiten.

¿Cuánto ahorra un consumidor si, por ejemplo, se compra un electrodoméstico A frente a otro con una clasificación menor?

Los frigoríficos menos eficientes que hay ahora mismo en el mercado pertenecen a la clase A+. Si comparamos un frigorífico A+++ que sea combi, con una capacidad de 200 litros en la parte de frigorífico y 100 en la de congelador, con uno de las mismas características, pero A+, el consumidor ahorrará 1.500 kWh. Si se toma como referencia el precio medio europeo del kilovatio, que es 0,27 kWh, supondría un ahorro en la factura de 405 euros en toda la vida útil del electrodoméstico.

¿Existe algún cálculo aproximado del impacto que tendrá el nuevo etiquetado en el ahorro energético global?

Según las estimaciones de la Comisión Europea, se calcula que el ahorro podría ser de 38 tWh [teravatio hora] hasta 2030. Es decir, en 10 años se ahorraría la energía equivalente al consumo anual de toda Hungría.

¿Cuál es la partida de gasto energético más grande en los hogares?

En general, la partida más grande suelen ser los sistemas de calefacción y de refrigeración, aunque depende de la zona climática. Y, precisamente, estos no serán reescalados en esta primera fase. La eficiencia de los aparatos que tenemos en casa es clave. Pero, para ahorrar, también es importante desarrollar hábitos eficientes de utilización. Puedo tener un frigorífico muy eficiente, pero si lo fijo a una temperatura superior a la que necesito, deja de serlo. O puedo comprar un frigorífico con capacidad para una familia de cuatro o cinco personas cuando convivo solo o con mi pareja. Además, es importante que nuestro hogar esté bien aislado, tanto para el verano como para el invierno, porque reduciremos el uso de calefacción y aire acondicionado.

¿Cuál es la asignatura pendiente de los hogares españoles?

El parque de viviendas en España es, en general, bastante antiguo e ineficiente. Y sus calderas, también. Además, tenemos aparatos eléctricos que consumen mucho.

A la hora de contratar el servicio de una compañía de electricidad, ¿en qué aspectos debemos fijarnos?

El primer aspecto que debemos tener en cuenta es la potencia contratada. Se trata una cuota fija que pagamos con independencia del consumo, por lo que es imprescindible que esté ajustado a nuestro consumo y sea adecuada con nuestras necesidades, y no mayor. También podemos acogernos a la tarifa del mercado regulado por el gobierno o PVPC (Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor) [disponible para los usuarios con una potencia eléctrica inferior a 10 kW]. Y comprobar si tenemos acceso al bono social.

¿La tarifa eléctrica nocturna supone algún tipo de ahorro?

Sí, también es importante la discriminación horaria. Se trata de una tarifa en la que el precio del kilovatio por hora se divide en dos franjas. En las horas punta se paga más que en las horas valle. Si el consumidor puede organizarse para poner lavadoras o lavavajillas en horario valle, se notará en la factura de la luz. Incluso si es imposible, hay que recordar que los grandes electrodomésticos están enchufados día y noche, por lo que una gran parte del día estarán en el horario más barato. Sea como sea, la discriminación horaria suele ser muy beneficiosa para todo tipo de hogares.

Cómo ahorrar energía en casa

Los hogares españoles consumen la quinta parte de toda la energía empleada en el país. Pequeños gestos en todas las estancias nos ayudarán a reducir este gasto. Apunta.

Aire acondicionado

Las instalaciones centralizadas (conductos instalados en el falso techo) son mucho más eficientes. Consejos para ahorrar:

  • Fija la temperatura de refrigeración en 26º.
  • Cuando enciendas el aire acondicionado, no lo ajustes a una temperatura más baja de lo normal: no enfriará la casa más rápido y se provoca un consumo excesivo e innecesario.
  • Un ventilador, preferentemente de techo, puede ser suficiente para mantener el confort.
  • Puedes ahorrar hasta un 60% de energía instalando toldos en las ventanas y aislando adecuadamente los techos y muros.

Lámparas e iluminación

La luz es una de las necesidades más importantes de un hogar, y supone una quinta parte de nuestro consumo eléctrico total. Consejos para ahorrar:

  • Considera colocar dispositivos auxiliares para el control de la iluminación: detectores de presencia, temporizadores…
  • No dejes luces encendidas en habitaciones donde no estés.

Televisor 

Es el segundo dispositivo que más consume, hasta un 7,5% de todos los electrodomésticos. Consejos para ahorrar:

  • No dejes el aparato en modo ‘espera’ (stand by).
  • Conecta todos los equipos (televisores, dvd, tdt…) asociados a un ladrón o base de conexión múltiple. Te será más sencillo apagarlo. Con estas acciones podrás conseguir ahorros superiores a 40 € anuales.

Frigorífico

Si el gasto de todos los electrodomésticos es el 45% de todo el consumo del hogar, el frigorífico representa el 18%. Es decir, es el que más energía consume por su uso constante. Consejos para ahorrar:

  • No compres un equipo más grande del que necesitas.
  • No introduzcas alimentos calientes en la nevera. Si los dejas enfriar fuera, ahorrarás energía.
  • Limpia, al menos una vez al año, la parte trasera del aparato.

Microondas

Casi las 3/4 partes de los hogares españoles cuentan con un horno microondas, que no dispone de etiqueta energética. Consejos para ahorrar

  • Utilizar un microondas en lugar de un horno convencional supone un ahorro de un 60% de energía.

Pequeños electrodomésticos 

Secador de pelo, freidora, batidora, tostadora, plancha… Por lo general, los pequeños electrodomésticos que realizan acciones mecánicas como batir o trocear, tienen potencias bajas. Sin embargo, los que producen calor (plancha, tostadora…) cuentan con potencias mayores y dan lugar a consumos importantes. Consejos para ahorrar:

  • Optimiza el uso de los aparatos eléctricos. Por ejemplo, si tu tostadora es de dos ranuras ponla siempre con dos tostadas.
  • Plancha grandes cantidades de ropa de una vez para aprovechar la energía que se gasta en el calentamiento.

Horno

Es un gran consumidor de energía, ya que genera calor a altas temperaturas en poco tiempo. Pero su consumo en el hogar no es de los mayores, ya que se utiliza con menos frecuencia. Consejos para ahorrar:

  • No abras el horno innecesariamente para revisar la comida. Cada vez que se hace se pierde un mínimo del 20% de la energía acumulada.
  • Apaga el aparato poco antes de finalizar la cocción: el calor residual será suficiente para acabar.

Lavavajillas

En muchas ocasiones el uso de este electrodoméstico es más económico (en agua y energía) que el lavado tradicional a mano, siempre y cuando se utilice cuando esté lleno. Consejos para ahorrar:

  • Limpiar el filtro y revisar los niveles de abrillantador y sal. de manera periódica mejora el rendimiento.
  • No es necesario aclarar la vajilla antes de meterla, solo retirar los restos sólidos. Esta acción puede comprometer la eficiencia de los sensores de suciedad que determinan la cantidad de agua que se usa.

Cocción

En general, las cocinas eléctricas son menos eficientes que las de gas. Consejos para ahorrar:

  • Gestiona con criterio los recursos a la hora de cocinar. Utilízalos por orden de prioridad: primero, el microondas; luego, la olla a presión y, por último, el horno.
  • Procura que el tamaño del fondo de los recipientes sea ligeramente mayor que la zona de cocción para aprovecharlos al máximo.
  • Cocina con un recipiente con tapa: te ayudará a ahorrar hasta un 25% de energía.

Lavadora 

Es el tercer electrodoméstico que más energía consume. En general, se ponen entre 3 y 5 lavadoras a la semana. Consejos para ahorrar:

  • En el lavado, aplica programas de baja temperatura. Consumen menos al reducir la energía utilizada.
  • Elige una lavadora termoeficiente: reduce el tiempo de calentamiento del agua, lo que supone un 25% menos de tiempo en el lavado y se traduce en un ahorro de energía.

Fuente: Guía de la Energía de IDAE (Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía).