Animales de compañía: cómo nos comportamos con ellos

Los animales exigen cuidados y atenciones que no siempre les damos

Los animales domésticos aportan compañía, devuelven sobradamente el afecto que reciben e introducen en niños y jóvenes los necesarios conceptos de rutina y responsabilidad
1 septiembre de 2000
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Los animales exigen cuidados y atenciones que no siempre les damos

Los animales nos ponen en contacto directo con un ser vivo rico único e irrepetible en necesidades, apetencias, gracias y todo tipo de detalles. Además, con frecuencia, los animales domésticos inducen a pasear a personas poco predispuestas a hacerlo, e incluso pueden constituirse en valiosa ayuda para quienes padecen problemas psicológicos o largas enfermedades.

Aportan un efecto tranquilizante y, según recientes investigaciones, con su presencia producen en ciertas personas una disminución en la presión arterial y el nivel de ansiedad. “Son una gozada” exclamaría convencido el niño al que acaban de regalar el ansiado y solicitadísimo perrito, pero ¿cómo nos portamos con nuestras mascotas? ¿Las alimentamos y mantenemos adecuadamente, las llevamos periódicamente al veterinario, les proporcionamos un espacio y un tiempo suficiente para su diversión y relaciones con otros animales de su especie…?

Mediante una encuesta a nivel nacional a 626 personas que poseen una o varias mascotas, CONSUMER se ha acercado a las actitudes y comportamientos de quienes poseen animales de compañía, tanto en las grandes ciudades (Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia y Bilbao) como en urbes medianas (Pamplona, A Coruña, Santander, Badajoz, Jaén…), pequeñas (Aranda de Duero, Calpe, Chipiona, o Eibar), y en pueblos (como Agurain, Arévalo o Carboneras) e incluso en varios de menos de 2.000 habitantes, como Quel (La Rioja) o Mayorga (Valladolid).

No es esta, la de dónde reside el propietario de un animal de compañía, una cuestión intrascendente. Al contrario: a lo largo de toda la encuesta se comprueba que, en general, en las grandes ciudades los dueños de las mascotas son más escrupulosos con la alimentación y el cuidado sanitario de los animales, mientras que este esmero decrece conforme lo hace el número de habitantes de la localidad. Dos ejemplos para esta aseveración: si, de media, sólo un 4% de los propietarios de un perro carecen de la cartilla sanitaria correspondiente, esta proporción se triplica, llegando al 12% en los pueblos de menos de 2.000 habitantes. Y el segundo: si en las grandes ciudades sólo el 27% de los encuestados da frecuentemente a su perro restos de comida (según los expertos, es mejor alimentarlos exclusivamente con piensos), la proporción se dispara hasta el 64% cuando estos viven en un pueblo pequeño .

El control sanitario que ejerce sobre el animal su propietario difiere mucho según la mascota de que se trate y de dónde resida con su dueño (en la ciudad o en un pueblo pequeño). En concreto, los perros se cuidan mucho mejor que los gatos: tan sólo el 4% de los dueños de perros no poseen cartilla sanitaria de su can, frente al 39% de propietarios de gatos que admiten no contar con esa cartilla. La proporción de gatos sin cartilla se eleva hasta el 67% en los pueblos.

Algo similar sucede con las vacunas. Entre quienes poseen gatos, siete de cada diez les vacunan, pero en pueblos con menos de 2.000 habitantes sólo tres de cada diez cumplen con esa medida preventiva tan recomendable. A los canes se les vacuna mayoritariamente: en más del 90% de los casos, pero este porcentaje desciende notablemente en las pequeñas localidades.

Cómo se alimenta a las mascotas

La mayoría de los propietarios de gatos (84%) les dan piensos preparados, la mejor manera de alimentarlos, ya que contienen todo lo que nutritivamente necesitan y les ahorran los muy diversos problemas que les causa la ingestión de sobras de nuestra comida. Estos piensos son menos utilizados en las localidades pequeñas, aunque también están muy extendidos en ellas (61%), si bien es donde más sobras de comida se dan a los gatos. Lo mismo ocurre con los perros: un 83% de los encuestados dice que alimenta a su can con piensos, cuyo consumo está muy implantado en ciudades y en pueblos (algo menos). Ahora bien, los dueños de perros que habitan en grandes ciudades les facilitan sobras de comida en sólo un 27% de los casos, mientras que en los pueblos esta proporción alcanza el 64%.

Otra conclusión es que el perro es el animal más caro de mantener: de media, más de cinco mil pesetas al mes. Le sigue el gato, que sale a unas 3.300 pesetas. Y la tortuga es la más barata: 615 pesetas al mes. Por otro lado, este pasado verano amigos y familiares fueron el recurso más común para quienes viajaron y no se llevaron a su animal de compañía. La otra alternativa más habitual fue dejar al perro (20% de los casos) o al gato (36%) solo en casa. El recurso a centros especializados que acogen y atienden a animales de compañía (con un coste cercano a 1.000 pesetas el día) es todavía muy minoritario: 4% en perros y 1% en gatos.

Bien aceptados en casa

La mitad de los entrevistados por CONSUMER asegura, por otra parte, que en el espacio donde reside no cuenta con suficientes espacios verdes para el paseo y esparcimiento de sus perros. Y sólo una cuarta parte afirman que su animal de compañía le genera problemas en su hogar. Los más comunes son destrozos en el mobiliario, suciedad y disminución de la libertad personal. Otro dato interesante: la mujer se encarga de atender a diario a la mascota familiar en doble proporción que el hombre.

Esta encuesta, por último, ha detectado algunos hábitos incorrectos entre propietarios de mascotas. Veamos algunas: un 25% de quienes tienen aves instala la jaula en la cocina, el lugar menos adecuado. La mitad de quienes poseen un hámster o un conejillo de indias no le facilita unas piedras para que pueda roer y evitar así el crecimiento desproporcionado de sus dientes. Y un 32% de quienes disfrutan de peces reconoce que en alguna ocasión éstos han padecido hongos, lo que indica falta de higiene en el acuario o pecera.

Control municipal sobre los perros, insuficiente

El número de perros sin registrar en el ayuntamiento de la localidad donde residen sus dueños (el 46% de los encuestados) supera al de los que están censados (el 41%), lo que indica que las autoridades municipales no controlan a un buen número de canes, ni, por supuesto, cuenta con información sobre las razas a que pertenecen.

Y ello ocurre a pesar de que prácticamente ninguno de los propietarios de perros encuestados discuta la necesidad y la obligatoriedad legal de registrar a los canes, y de que un 2% de ellos reconoce que su perro está calificado de peligroso. Por otro lado, sólo un 31% asegura que su perro porta un microchip electrónico con su identificación. El uso de este sistema está más generalizado en las grandes ciudades (53%) que en las localidades pequeñas (9%). La obligatoriedad de este microchip varía según comunidades autónomas, pero su utilización garantiza el registro del animal en el ayuntamiento correspondiente. El veterinario que coloca el microchip electrónico al perro trasmite sus características al ayuntamiento. El precio medio de este microchip es de 4.562 pesetas.

A los municipios les corresponde la elaboración de un censo municipal de perros cuya finalidad es el control y localización de cada animal. Porque son los ayuntamientos quienes se encargan de retirar de la circulación los animales extraviados o abandonados para que no representen un peligro para otros animales ni para los vecinos. La autoridad municipal podrá confiscarlos cuando existan indicios de maltrato o tortura, y ordenar su aislamiento si se les diagnostica alguna enfermedad trasmisible al hombre. También tiene la potestad de emitir unas tasas por la tenencia y disfrute de mascotas con el fin de obtener recursos para sufragar los servicios municipales destinados a los animales domésticos .

El perro, la mascota preferida

Más de la mitad de las personas que poseen un animal doméstico tienen un can como mascota. La segunda especie con más adeptos son los pájaros (el 25% de los encuestados) y el tercer puesto lo ocupan los gatos (22%). Los perros y los gatos son, con mucha diferencia, los animales más frecuentes en poblaciones pequeñas. El resto de mascotas (hámsters y conejos de indias, especies exóticas y tortuga) son casi exclusivas de familias que viven en urbes más pobladas.

Por otro lado, el 64% de las personas entrevistadas tiene un solo animal, mientras que el 16% cuenta con dos y el 7% con tres. Pero es muy común que las mascotas de un hogar sean de la misma especie: sólo el 12% de quienes poseen mascotas disfruta de dos especies diferentes de animales y sólo un 3% llega a tener tres. El gato sin pedigrí es el más abundante entre los amantes de los felinos (un 50%), seguido del siamés (32%) y el persa (12%). Entre los perros, también los que carecen de pureza de raza demostrable predominan (33%), seguidos del pastor alemán (10%). Las razas consideradas peligrosas, como dogo , presa mallorquín, doberman y el rotwailler, apenas representan el 2% del total de perros en nuestro país, según los datos de la encuesta de CONSUMER..

Ya en otra especie, el canario es el rey de las aves (49%), delante del periquito (27%), el loro (6%) y el jilguero (4,5%). Más de la tercera parte de las personas que tienen una pecera o acuario desconoce a qué especie pertenecen sus ejemplares. Entre los que contestaron, un 17% aseguraron que poseían peces de agua fría, mientras que un 24% eran de agua caliente. Por otro lado, dos de cada tres propietarios de tortugas aseguraron que su especie es de agua, mientras que un 25% dijeron que era de tierra.

Dejar la mascota en una residencia, una rareza

Los amigos y familiares son el recurso más habitual entre quienes desean irse de viaje y no se llevan a su mascota (70% en el caso de las personas con perros y 48% en las que tienen gatos). La otra alternativa más común es dejar al perro solo en casa (20%), lo mismo que con los gatos (el 36%). Esta segunda opción es la más habitual en quienes viven en localidades pequeñas, mientras que la primera es la favorita de los habitantes de las grandes urbes. Ahora bien, de los que dejan sola a su mascota, el 10% lo hace con la tranquilidad de que alguien pasará por casa en su ausencia. La opción de las residencias para mascotas está muy poco extendida, y es algo más frecuente en los perros (4%) que en el de los gatos (1%). Su uso es casi exclusivo, en ambos casos, de los dueños de mascotas que viven en grandes ciudades.

Viajar con mascota

El Código de Circulación establece que los animales no viajarán en el asiento delantero del coche. Lo harán sólo en el trasero y con una protección que impida el paso a la parte delantera. Pero según el medio de transporte, puede variar la norma. Sólo los perros lazarillo pueden acompañar siempre a su propietario. Los autobuses, metro y trenes de cercanías tienen prohibido el acceso de animales, con las excepciones que el conductor o revisor determinen bajo su propia responsabilidad. En trenes de larga distancia y barcos, están permitidos los animales de compañía, pero deben viajar en el departamento de equipajes y en el interior de una jaula especial para ellos.

Cada empresa de transporte es más o menos tolerante con los animales de pequeño tamaño (menos de cinco kilogramos) y puede permitir que éstos acompañen al propietario en su asiento, pero el revisor tiene la potestad de anular este privilegio. El avión es el medio que mayor aceptación muestra ante las mascotas de pequeña talla, y las de mayor peso deberán facturarse con el equipaje. El responsable de la aeronave tendrá, en caso de duda, la última palabra y decidirá si el animal viaja con su dueño o debe ir en la bodega con el equipaje. La UE exige, para la circulación de los animales de compañía entre los diversos países comunitarios, la cartilla sanitaria con el certificado de vacunación antirrábica, el certificado oficial de salud en cualquiera de los idiomas oficiales y la identificación por uno de los métodos que reconoce la UE: tatuaje o chip.

Con sólo un perro, que no es de raza y sale a 5.000 pesetas al mes

En nuestro país, el propietario más habitual de un animal de compañía responde al siguiente perfil: – Posee un perro que no es de raza – Gasta en manutención y atención sanitaria unas 5.000 pesetas al mes – Considera que en las ciudades no hay espacios verdes suficientes para paseo y esparcimiento de su perro – Si piensa ir de vacaciones sin su can, prescinde de las residencias para mascotas y opta por dejarlo al cuidado de amigos o familiares, o solo en casa – Cuida bien de su perro: la inmensa mayoría tiene su propia cartilla sanitaria y es vacunado cuando lo requiere – Lo alimenta con piensos, aunque en localidades pequeñas se recurre mucho a las sobras de comida – Quien lo atiende diariamente es una mujer de unos 40-50 años – En general, está satisfecho de su animal de compañía, pero si tuviera que quejarse de algo mencionaría los destrozos en el mobiliario, la suciedad que genera en la vivienda y la disminución de libertad personal que entraña su atención.

Cuando adquiera un animal de compañía…

  • Exija la factura. Solicite garantías. La garantía es la responsabilidad adquirida por el vendedor frente a las posibles anomalías o defectos ocultos del animal. Deben garantizarle que la mascota está libre de enfermedades hereditarias o de origen infeccioso durante un periodo de tiempo prudencial: de diez a quince días para enfermedades infecto-contagiosas y de por vida para los defectos hereditarios. Puede exigir una indemnización o rescindir el contrato de compraventa en el caso de adquirir un cachorro enfermo, pues su intención era la compra de un animal en perfecto estado de salud. Las garantías que le ofrecen deben constar por escrito, preferiblemente en la misma factura. Ojo con el pedigrí. El certificado de orígenes es un documento emitido por la Real Sociedad Central de Fomento de las Razas Caninas, en el que figuran los ascendientes del animal, identificando a sus padres, abuelos y bisabuelos, tanto paternos como maternos. Acredita también su calidad genética. Si le están vendiendo (y cobrando) un perro o gato como de pura raza, que lo demuestren.
  • La cartilla sanitaria, en regla. Es un documento individualizado para cada animal, cumplimentado por un veterinario. Deben figurar, en él, todas sus vacunas y las incidencias relevantes de su historial clínico hasta el mismo momento de su venta. Cualquier omisión o defecto de forma en su cumplimentación, la invalida, y el carnet pierde todo su valor.
  • Todos estos documentos son papel mojado si el animal no tiene una identificación o marca inequívoca que le distinga y le determine como único y singular. No hay certeza de que la documentación que nos entrega el vendedor pertenezca al animal que deseamos comprar si esos documentos describen muy vagamente al animal y éste responde de igual modo a la descripción de la cartilla. .

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Ficha Técnica

  • El objetivo de este informe era sondear cómo viven los animales de compañía en nuestro país y cómo se comportan respecto a ellos sus propietarios
  • Se realizaron 626 encuestas telefónicas a personas que tienen en su casa un animal doméstico. Siguiendo un cuestionario, elaborado tras consultas a veterinarios y especialistas en diversas especies animales, técnicos de CONSUMER les han entrevistado. – Se realizaron encuestas en localidades de más de 250.000 habitantes (Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla y Bilbao), de entre 50.000 y 250.000 habitantes (A Coruña, Santander, Pamplona, Albacete, Badajoz, Jaén, Lorca, Ciudad Real, Girona y Tarragona; de 10.000 a 50.000 habitantes: Calpe (Alicante), Aranda de Duero (Burgos), Chipiona (Cádiz), Burriana (Castellón), Lucena (Córdoba), Eibar, Huesca, Bembibre (León), Pinto (Madrid) y Llanes (Asturias); de 2.000 a 10.000 habitantes: Agurain(Alava), Carboneras (Almería), Arévalo (Avila), Santa Margalida (Baleares), Casar de Cáceres (Cáceres), Quintanar del Rey (Cuenca), Huescar (Granada), Cabanillas del Campo (Guadalajara), Alonso (Huelva) y Mollerusa (Lleida); y de menos de 2.000 habitantes: Quel (La Rioja), Pedrafita do Cebreiro (Lugo), Cortegada (Ourense), Alar del Rey (Palencia), Cantalpino (Salamanca), Cabezuela (Segovia), Cabrejas del Pinar (Soria), Albarracín (Teruel), Camuñas (Toledo) y Mayorga (Valladolid).
  • Las entrevistas se realizaron entre el 24 y el 25 de junio de 2000.
  • La muestra estadística ha recogido un total de 745 animales en las 626 encuestas realizadas que se agrupan así por especies: perros (351), pájaros (156), gatos (139), peces (41), tortugas (31), hámsters (13), animales exóticos (11) y conejos de indias (3).

Mascota más habitual en función del tipo de población donde residen sus dueños

Más de 250.000 habitantes De 50.000 a 250.000 habitantes De 10.000 a 50.000 habitantes Total
Perro 50% 53% 58% 56%
Gato 24% 19% 16% 22%
Pájaro 24% 27% 25% 25%
Pez 5% 10% 9% 7%
Tortuga 8% 4% 5% 5%
Hámster 3% 3% 2% 2%
Conejo de
indias
2% * * 1%
Exótico 3% 1% 2% 2%
Más de 250.000 habitantes Menos de 2.000 habitantes Total
Perro 61% 66% 56%
Gato 26% 36% 22%
Pájaro 29% 12% 25%
Pez 2% 4% 7%
Tortuga 3% 2% 5%
Hámster 2% (*) 2%
Conejo de
indias
* * 1%
Exótico 2% * 2%

Porcentaje de las 626 personas encuestadas

*No hubo muestra suficiente para obtener un porcentaje significativo

Control sanitario de las mascotas más habituales
No tienen
cartilla sanitaria
No han ido al veterinario
en el último año
No lo tienen
vacunado*
Les dan sobras
de comida
Perro 4% de los
encuestados
9% de los
encuestados
2% de los
encuestados
21% de los
encuestados
Gato 39% de los
encuestados
64% de los
encuestados
30% de los
encuestados
14% de los encuestados

* En perros no los vacunan de rabia, moquillo y leptospirosis.
-En gatos no los vacunan de rabia, leucemia y contra catarros.

Dónde se queda el animal doméstico cuando los dueños viajan sin él
Perro Gato Tortugas Hámster Especies
exóticas
Con amigos
y familiares
69% 48% 25% 50% 18%
En casa,
y alguien la visita
8% 10% 20% 10% 1
Sola
en casa
19% 36% 30% 10% 46%
En una
residencia
4% 1% 1 1 1

1 No hubo muestra suficiente para obtener un porcentaje.

Cuánto cuesta al mes mantener una mascota
En poblaciones de
más de 250.000 habitantes
En poblaciones de
50.000 a 250.000 habitantes
En poblaciones de
10.000 a 50.000 habitantes
Coste medio
Tortuga 777 ptas. 366 ptas. 525 ptas. 500 ptas.
Pájaro 689 ptas. 787 ptas. 453 ptas. 619 ptas.
Pez 490 ptas. 1.179 ptas. 593 ptas. 350 ptas.
Hámster 1.060 ptas. 650 ptas. 225 ptas. 2.100 ptas.
Gato 3.278 ptas. 2.714 ptas. 2.923 ptas. 2.162 ptas.
Perro 5.359 ptas. 4.467 ptas. 6.087 ptas. 4.303 ptas.
En poblaciones de
2.000 a 10.000 habitantes
En poblaciones de
menos de 2.000 habitantes
Coste medio
Tortuga 500 ptas. 500 ptas. 614 ptas.
Pájaro 619 ptas. 550 ptas. 625 ptas.
Pez 350 ptas. 1.150 ptas. 800 ptas.
Hámster 2.100 ptas. 1 965 ptas.
Gato 2.162 ptas. 950 ptas. 2.549 ptas.
Perro 4.303 ptas. 3.531 ptas. 4.972 ptas.

1 No hubo muestra suficiente para obtener un precio medio.