¿Los transgénicos son nocivos para el medio ambiente?
Hay un enorme aval científico del daño de los organismos modificados genéticamente (OMG) al medio ambiente y la biodiversidad: introducción de genes en otras especies, daños por toxinas producidas por el gen Bt a la biodiversidad, aumento de resistencia a herbicidas, aparición de plagas secundarias, etc. En América Latina están destruyendo la agricultura sostenible, expulsando a la gente de las zonas rurales y poniendo en manos de tres empresas los recursos de la humanidad. Gobiernos como el francés, alemán o austriaco lo han tenido en cuenta para paralizar cultivos en sus territorios.
¿Y para la salud?
Solo encuentra quien investiga, y hoy en día de ello se ocupa en un 99% la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, una institución pública altamente vinculada a la industria de los transgénicos. Aún así, hay estudios de algunos científicos valientes que demuestran daños al riñón, al hígado, al sistema reproductivo, inmunológico, etc. Estos datos deberían valer para paralizar los transgénicos, y sobre todo el maíz Bt que se cultiva en España.
Se les acusa de basarse en datos no demostrados científicamente para atacar a los transgénicos. Los estudios a los que se refiere, ¿están publicados en revistas científicas?
Diversos científicos en Europa que defienden la moratoria para los transgénicos testimonian las enormes presiones que sufren para no publicar sus resultados o para que no sigan investigando.
¿Pero son investigaciones que siguen métodos objetivos, científicos?
En la web de Greenpeace hay una recopilación de artículos de científicos de varios países sobre los daños. También le diré que estamos en un mundo en el que
ha desaparecido ese modelo de ciencia neutro y se ha impuesto otro dirigido
por la industria. La investigación pública desaparece y se sustituye por los
proyectos de las multinacionales, camuflados a través de la universidad. Y se
aprueba todo. Además, sobre transgénicos puede opinar todo el mundo, desde el ama de casa sin estudios hasta el científico de bata blanca que parece que todo lo sabe.
¿Se consumen transgénicos en España?
Desde hace más de una década. España cultiva transgénicos, un maíz de la multinacional Monsanto cuya aprobación fue fraudulenta. Este año asciende a 97.000 hectáreas. Es el único país de la UE que cultiva transgénicos, salvo unas pocas hectáreas en países como Portugal o Eslovaquia. Y hasta siete países han planteado moratorias en donde el maíz es estratégico. Wikileaks ha demostrado la connivencia entre ciertos cargos políticos y la industria de los transgénicos.
¿Algún producto más?
Directa o indirectamente a través de los animales a los que se suministra ese maíz. También llega maíz del exterior, sobre todo de Estados Unidos, Argentina y Brasil, y enormes cantidades de soja. Entre el 60% y el 70% de la soja utilizada en España es de Monsanto.
¿Cuántos transgénicos llegan a España?
España importa al año unos seis millones de toneladas de transgénicos que se incorporan en nuestros alimentos. Nos los encontramos en lecitina, harinas, almidones, derivados de soja y maíz, que si no nos demuestran lo contrario, son transgénicos. De ahí que publicáramos la Guía Roja y Verde de Alimentos Transgénicos. En ella aparecen dos listas de marcas, productos y fabricantes en función de su política en materia de transgénicos. Por cierto, EROSKI se encuentra en la lista verde. En 2012 lanzaremos una campaña de análisis aleatorio de todos los productos del mercado.
¿Consumimos transgénicos sin saberlo?
Sí. La legislación europea obliga a informar de forma clara en la etiqueta de los alimentos si llevan transgénicos o derivados. Sin embargo, los gobiernos central y autonómicos no la aplican correctamente. Además, esta legislación no obliga a etiquetar los productos derivados de animales que han comido transgénicos, y que nos llegan en forma de carne, leche, huevos, etc.
¿Qué pueden hacer los consumidores?
Pueden exigir a sus marcas de productos que no utilicen transgénicos de dos formas: no comprar a los que lo utilizan, y comprar a quienes no los utilicen. También pueden consumir productos locales, ecológicos, frescos, apoyar a las ONG ecologistas, hablar con los políticos locales para que declaren su municipio zona libre de transgénicos… Hay muchas opciones pero no es fácil. Ninguna lucha lo es.