Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas

Investigación: Las plazas en las guarderías públicas siguen siendo insuficientes

·La calidad y seguridad de las escuelas infantiles es, en general, buena
·La tarifa media de las guarderías privadas por cuidar a los niños durante ocho horas diarias, con comida y merienda, es de 310 euros mensuales. Las públicas tienen un sistema de tarifas muy diverso, difícilmente comparable
1 septiembre de 2009
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Investigación: Las plazas en las guarderías públicas siguen siendo insuficientes

“¿Aún no habéis buscado guardería?”. La inquietud invade a los padres primerizos cuando, tras el nacimiento de la criatura, comprueban que las felicitaciones y enhorabuenas de familiares y amigos vienen acompañadas de un insistente interés por un servicio que los desprevenidos progenitores daban por supuesto. Sin embargo, la carencia de plazas continúa caracterizando la oferta de jardines de infancia y de escuelas infantiles en nuestro país, en especial la de los centros gestionados por las administraciones públicas. Casi un millón ochocientos mil niños de hasta 6 años, franja de edad en la que la escolarización es voluntaria, acudieron en el curso 2008-2009 a alguna de las 6.843 escuelas infantiles o guarderías registradas en España. Un 67% fueron atendidos en un centro de titularidad pública y el resto tuvo que matricularse en uno privado o concertado, en muchos casos tras comprobar que la guardería pública que les correspondía había colgado el cartel de completo. CONSUMER EROSKI, tras analizar 164 escuelas infantiles (83 públicas, 69 privadas y 12 concertadas) de 18 provincias, ha constatado que el problema de las guarderías y escuelas infantiles no es de calidad, sino de cantidad. La oferta de centros de titularidad pública no cubre la demanda, deficiencia que apenas ha mejorado. En un estudio similar elaborado por esta revista en 2005, la situación era muy similar. Esta carencia adquiere relevancia por dos razones: las escuelas infantiles públicas son más baratas y, en líneas generales, son mejores que las privadas, cuyo nivel, no obstante, es satisfactorio.

Las tarifas de las guarderías públicas son diferentes en cada caso y dependen de los baremos que se apliquen, muy vinculados a los ingresos y a la situación de la familia. En las privadas, el precio medio de los centros analizados por una jornada completa (ocho horas) que incluye comida y merienda es de 310 euros al mes (un 22% más que los 254 euros del estudio de 2005). Sin embargo, las diferencias son notables (se hallaron mensualidades inferiores a 200 euros y cuotas superiores a los 400 euros). Esta disparidad se mantiene entre las 18 provincias estudiadas (de los 410 euros de media que exigen en Barcelona hasta los 200 euros -no los alcanzan- al mes de Córdoba) y dentro de la misma provincia: en Murcia, Sevilla y Alicante 240 euros mensuales separan la guardería privada más cara y la más asequible frente a los 45 euros de Vizcaya o los 60 euros de La Rioja.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en los tres grupos de edad estudiados (niños de hasta un año, de entre uno y dos años, y de entre dos y tres años) y también disponen en mayor proporción de patio o jardín propio. Sin embargo, los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles y ofrecen la posibilidad de que los niños puedan quedarse hasta dos horas más del horario oficial, que es de ocho horas. El 96% de las guarderías infantiles públicas (proporción idéntica a la de 2005) aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales, mientras que sólo el 88% de las privadas contempla esa posibilidad (pese a todo, ha mejorado respecto al 81% de 2005). En lo que coinciden tanto centros públicos como privados es en la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Las 164 escuelas infantiles evaluadas (83 públicas, 69 privadas y 12 concertadas) se ubican en A Coruña, Álava, Alicante, Asturias, Barcelona, Córdoba, Granada, Guipúzcoa, La Rioja, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza. Técnicos de la revista, haciéndose pasar por padres y madres que buscaban guarderías para sus hijos, visitaron los 164 centros y completaron la información obtenida en estas visitas con llamadas telefónicas realizadas previamente a los responsables de las guarderías (algunas escuelas infantiles de titularidad pública no pudieron visitarse sin el permiso de los directores de los centros o de las propias instituciones públicas, por lo que tuvieron que identificarse como colaboradores de la revista).

Precios y horarios

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas es de 127 euros (casi el doble que hace cinco años, un 48% más), aunque también se han constatado diferencias (de los 215 euros de media en la provincia de Álava a los 65 euros de media en Asturias).

A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, especialmente entre las escuelas infantiles de titularidad privada. Entre los extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la Asociación de Padres o incluso la calefacción. En ocho de las guarderías privadas estudiadas (en ninguna de las públicas) se cobra por calentar y servir la comida que los niños llevan de casa. En concreto, cinco escuelas de Sevilla, y una de Zaragoza, Asturias y A Coruña piden entre 10 euros y 80 euros mensuales por este concepto.

Tarifas de centros públicos

Debido a la escasez de plazas en las guarderías públicas, resulta imposible cubrir la demanda. Por ello, las administraciones que se encargan de la gestión de estos centros establecen criterios o baremos de acceso más o menos comunes. Así, la adjudicación viene determinada por la renta per cápita de los progenitores, la proximidad al domicilio o al lugar de trabajo de los padres, por ser familia numerosa, por la situación laboral de los progenitores, si algún miembro de la familia sufre algún tipo de discapacidad o si tiene hermanos o hermanas matriculados en esa escuela pública. Estos criterios también marcan la cuota mensual que se tendrá que pagar en concepto de escolaridad, matrícula y comedor. La mayoría de las públicas cobran una cantidad mensual que incluye jornada completa y servicio de comedor. Las diferencias de precio fueron notables entre los centros municipales estudiados (de los 367 euros de Vitoria a los 136 euros de Murcia) y también entre las guarderías gestionadas por las comunidades autónomas (de los 279 euros de los centros de la Junta de Andalucía a los 198 euros de los centros concertados entre los ayuntamientos y el Gobierno vasco).

Estos precios públicos representan tarifas máximas que rara vez se aplican. La escasez de plazas es tal que la mayoría se cubren con las familias que disponen de menos recursos económicos, a las que se les subvenciona la mayor parte del gasto.

Horarios muy diversos

La disponibilidad horaria media en las escuelas es de ocho horas por cada día, tanto en las públicas como en las privadas. No obstante, hay centros cuyo horario no supera las seis horas y también se han encontrado guarderías, la mayoría privadas, que acogen a los niños y niñas hasta 10 horas diarias. El horario ampliado (la posibilidad de que el niño o niña permanezca en el centro más horas de las inicialmente previstas) sólo se oferta en la mitad de las escuelas analizadas (en el 39% de las públicas y en el 70% de las privadas). Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (35 euros mensuales de media, 9 euros más que hace cuatro años).

Otra opción es el horario flexible de entrada y salida de los niños de las escuelas infantiles, de forma que puedan adecuarse al horario de sus progenitores, siempre y cuando no interfiera en el ritmo habitual de la guardería. La posibilidad de adaptación es más frecuente en los centros privados (el 69% de los analizados cuenta con horario flexible de entrada y salida) que en los públicos (la proporción se reduce al 25%). Casi siete de cada diez guarderías visitadas permanecen abiertas de septiembre a julio (incluso un 10%, sobre todo privadas, abren sus instalaciones durante el mes de agosto), aunque muchas de ellas cuentan con un horario más reducido en los meses estivales y cierran en periodos como Semana Santa, Navidades y fiestas locales.

La adaptación y seguimiento también corresponden a los padres

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Durante toda la etapa de educación infantil, pero especialmente hasta los tres años, los padres juegan un papel fundamental. La función educativa del centro debe estar en estrecha relación con la que ejerce la familia y es importante que los progenitores se impliquen en las actividades en las que participa su hijo. En primer lugar, hay que ayudar al menor en el ‘proceso de adaptación’. Los primeros días en la escuela o guardería suelen ser los más duros, aunque hay consejos generales que pueden servir a padres y madres:

  1. Al principio, el niño o niña acudirá sólo algunas horas a la escuela infantil y, poco a poco, se irá ampliando el horario. En algunos centros, los padres pueden permanecer los primeros días un rato en el aula para ayudarle a conocer a los educadores, a sus compañeros y el nuevo entorno.
  2. Hay que mostrarse comprensivos y entender la inquietud de los niños, que desaparecerá con el tiempo.
  3. No deben prolongarse las despedidas y es mejor llevarles a la escuela sin prisas para que vayan tranquilos.
  4. Al acabar la jornada en la escuela, se debe animar al niño a compartir lo que ha aprendido y demostrarle entusiasmo por sus progresos.
  5. Se pueden expresar las dudas y los sentimientos con los educadores, son profesionales que nos orientarán y tranquilizarán.

Durante la estancia del menor en la guardería o escuela, los padres deben estar informados sobre el rendimiento, progreso y logros de su hijo. La relación continuada entre ambas partes es fundamental para que la educación que el niño recibe en el centro no sea contradictoria con la vida familiar. Esta relación se verá facilitada por medio de:

  1. Una entrevista inicial de padres y madres con los educadores para conocer, desde el principio, cómo es el niño o niña y su ambiente.
  2. Es conveniente que los padres visiten el centro de forma periódica para observar cómo es su funcionamiento, el trato de los educadores con los pequeños, las actividades que se realizan, etc.
  3. Es importante participar en las reuniones con los educadores del centro, así como proponer entrevistas personales en caso de necesidad.
  4. Los progenitores deben participar en las actividades o eventos que se organicen en el centro.

Preparación de los educadores y acondicionamiento de los centros

Educadores preparados

La preparación de los profesionales que trabajan con estos pequeños en las escuelas puede calificarse como adecuada (todos ellos cuentan con las titulaciones de Magisterio en Educación Infantil, de Técnico Especialista en Jardín de Infancia o de Técnico Superior en Educación Infantil). Uno de cada tres centros dispone de especialistas en psicomotricidad y psicólogos, mientras que sólo el 11% incluye terapeutas. Las que no cuentan con este tipo de profesionales en nómina sí que reciben asesoramiento externo, que se complementa con pediatras (en el 41% de los centros), nutricionistas y logopedas (en ambos casos en un 45%).

Además de la titulación específica, una de las premisas fundamentales para la atención y cuidado de los más pequeños es el número de niños a cargo de cada educador. Pese a que algunas legislaciones autonómicas establecen, según edades de los pequeños, unos mínimos más amplios, lo recomendable es que haya al menos un educador por cada 8 niños menores de un año y otro educador por cada 13 alumnos de entre uno y dos años. Esta relación varía notablemente si tienen de dos a tres años: cada educador podrá hacerse cargo de una veintena de niños, que pasan a 25 cuando tienen ya de tres a seis años.

A tenor de los datos facilitados por los centros a CONSUMER EROSKI, hay un cuidador por cada 6,3 niños en las guarderías públicas y por cada 6,9 en las privadas en el caso de menores de un año. En el siguiente grupo (pequeños que tengan entre uno y dos años), la relación entre cuidador y alumno también es óptima, ya que la ratio es 9 niños en el caso de los centros públicos y un 9,8 en los centros de titularidad privada. Y lo mismo ocurre para los niños de mayor edad de primer ciclo de educación infantil (entre dos y tres años), ya que según el estudio de la revista, a cada cuidador o educador le corresponden 12 niños (no hay diferencia entre centros de titularidad privada y los de titularidad pública).

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados es buena y ha mejorado con respecto al estudio elaborado en 2005. La inmensa mayoría de las guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia, aunque menos de la mitad (tanto centros públicos como privados) realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma en una gran mayoría de las 164 instalaciones seleccionadas, aunque se echaron en falta puertas cortafuego o sistemas de detección de fuego.

La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, así como suelo antideslizante tanto en las aulas como en los aseos de estas escuelas infantiles.

En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado.

¿Cómo saber si es la guardería o escuela infantil adecuada?

Una de las decisiones más difíciles de los padres es confiar el cuidado de sus hijos pequeños en manos de otra persona. Siempre surgen miedos que sólo se despejarán si se dedica tiempo a la elección de la guardería adecuada. Y, para ello, es fundamental prestar atención a los siguientes aspectos:

El centro

  1. Visite varias escuelas o guarderías: así podrá comparar los servicios que prestan, su infraestructura, su horario, etc.
  2. La cercanía del centro educativo al domicilio es un elemento fundamental porque el niño sigue en contacto con el medio social en el que vive.
  3. Es preferible que el centro cuente con un horario flexible; eso sí, sin interrumpir el desarrollo normal de funcionamiento de la escuela.
  4. Si dispone de servicio de comedor, hay que valorar su higiene y la calidad y adecuación de los menús a las necesidades nutricionales de los niños.

El personal y la oferta educativa

  1. Los niños deben estar agrupados por edades. La ratio adecuada de niños por cuidador es:

    1. Para niños de hasta 1 año: un educador como mínimo por cada 8 niños.
    2. Para niños de 1 a 2 años, un educador por cada 13 niños.
    3. Para niños de 2 a 3 años, un educador por cada 18 ó 20 niños.
  2. Compruebe que los encargados de los niños son profesionales con la formación correspondiente: Maestros con la especialización en Educación Infantil, Técnico especialista en Educación Infantil o en Jardines de Infancia.
  3. El personal de una guardería debe tener paciencia, suavidad y firmeza en el trato de los niños. Fíjese en cómo actúan.
  4. Pregunte por el programa educativo del centro: debe tener actividades orientadas a la experimentación y al aprendizaje musical y sensorial. La oferta de idiomas es un valor añadido.
  5. Pregunte si periódicamente informan a padres y madres sobre la evolución del niño, por escrito y/o en entrevistas personales.

Las instalaciones

  1. Preste atención a si el centro se ubica en locales de uso exclusivamente educativo y si cuenta con un acceso independiente desde el exterior.
  2. Asimismo, debe cumplir con todas las condiciones higiénicas, sanitarias, de habitabilidad, seguridad y accesibilidad exigidas para obtener la licencia municipal de apertura.
  3. Las aulas deben estar bien iluminadas, a ser posible con luz natural, ser espaciosas y limpias. Cada una de ellas debe tener su propia zona de aprendizaje y, en concreto, las destinadas a niños menores de 2 años deben contar con un área específica para el descanso de los menores y otra para la higiene.
  4. Observe si el centro dispone de un aseo por sala visible y accesible desde la misma. El aseo para el personal docente debe estar separado de los servicios de los niños.

La seguridad

  1. Fíjese en suelos y paredes: los suelos deben ser cálidos, bien rematados para evitar tropiezos, de material no resbaladizo y fáciles de limpiar. Las paredes, lisas, sin salientes y también de fácil limpieza.
  2. Preste atención a la superficie de juego. El suelo del patio debe ser suave y seguro, nunca de piedra rugosa ni arenosa. Así se evitan heridas e infecciones.
  3. Las ventanas tienen que estar situadas fuera del alcance de los niños o, en su defecto, provistas de rejas. Los cristales han de ser irrompibles.
  4. Las escaleras tendrán un pasamanos a la altura de los más pequeños.
  5. Las puertas (bisagras y marcos) deben contar con un sistema apropiado para evitar pellizcos en los dedos.
  6. Los enchufes han de estar situados a una altura inalcanzable por los pequeños.
  7. Los productos nocivos deben guardarse en armarios cerrados.
  8. Las mesas y el resto del mobiliario no deben tener esquinas peligrosas.

Participación de los padres, comedores y tablas comparativas

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Sin embargo, sólo un 6% de los centros visitados facilitan informes escritos con carácter mensual (hace cuatro años, ese porcentaje ascendía hasta un 20% de las guarderías). El 44,5% afirma facilitar información oral todos los días (hace cuatro años la proporción era de un 64%) y un 2,4% (un 7% en el anterior informe) admite que esta comunicación únicamente se realiza cuando son los padres los solicitan ese encuentro con los responsables del centro para conocer la evolución de su hijo. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en seis de cada diez escuelas infantiles.

Comer en el centro

Los niños pueden comer en el 93% de las guarderías visitadas. En cuanto a las alergias, los centros recomiendan que los niños que hayan contratado el servicio de comedor y sean alérgicos a algún tipo de alimento lleven su propia comida en aquellas ocasiones en las que el menú del centro no se adapte a sus necesidades. Por eso, también es importante que los progenitores conozcan el menú destinado a sus hijos.

Las escuelas infantiles consideran que el tiempo de la comida es también una oportunidad para educar a los niños sobre la adquisición de correctos hábitos de alimentación, autonomía y relación. Algunos centros implican a los padres en este proceso, de modo que pueden colaborar en la creación de los menús.

Lo que no es tan habitual es que estos pequeños alumnos merienden (en dos de cada diez no lo hacen) o desayunen en el caso de que sus padres les lleven a la guardería antes de que comience el horario del centro (en un 66% de los 164 centros visitadas se ofrece esta opción). Estos dos últimos servicios son más comunes en los centros de titularidad privada que en los de fondos públicos.

18 ciudades una a una

A Coruña

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 8 en A Coruña

Las guarderías privadas coruñesas, entre las más baratas del país

Las privadas analizadas en A Coruña cobran de media 246 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 21% menos que la media española. Las públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de A Coruña, donde se han estudiado las características y prestaciones de 8 escuelas infantiles (4 públicas y 4 privadas), los progenitores que ingresen a sus hijos en las guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 246 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda incluidas (apenas un 1% más que hace cuatro años). Esta tarifa supone un 21% menos que la media de las 18 provincias. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre las guarderías coruñesas se encontraron diferencias: el precio mínimo era de 195 euros, mientras el máximo se situaba en 340 euros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en A Coruña asciende a 168 euros (el doble que hace cuatro años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (entre el precio máximo y mínimo hay una diferencia de 120 euros). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 125 euros de media. Entre otros extras, también se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En la provincia gallega, los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niño en los tres grupos de edad estudiados: uno por cada 5,9 en pequeños de hasta un año (8,7 en los privados), uno por cada 11,4 (12 en los privados) en pequeños de entre uno y dos años, y un cuidador por cada 10,3 niños de entre dos y tres años (20 en las privadas).

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, las ocho guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

Tres de cada cuatro centros analizados en A Coruña permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela y en la misma proporción sólo lo permiten en el horario de entrada de la guardería. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (en las escuelas visitadas en la provincia gallega no se especificó a cuánto ascendía, pero la media nacional es de 35 euros mensuales). Seis de las ocho guarderías visitadas en la provincia gallega permanecen abiertas once meses, tan sólo dos abren también en agosto. Además, a diferencia de la norma general, seis guarderías permanecen abiertas en Semana Santa y la mitad también durante las vacaciones de Navidad.

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en A Coruña es buena: todas disponen de un plan de emergencia, aunque sólo tres realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, así como suelo antideslizante. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. En A Coruña, dos de cada tres centros visitados facilitan informes escritos con carácter diario, el resto asegura hacerlo de forma aleatoria. La participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en tres de las ocho escuelas infantiles visitadas en la provincia coruñesa.

Álava

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos ocho de Álava

Las guarderías privadas alavesas, entre las más caras de todo el país

·Las privadas analizadas en Álava cobran una media de 356 euros al mes por una jornada de ocho horas con comida y merienda, un 15% más que la media nacional
·Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante
·La dotación de personal de las escuelas infantiles alavesas, superior a la media

En Álava (se estudiaron ocho centros: cuatro privados y cuatro públicos), el coste mensual es de 356 euros, 46 euros más que la media del resto de centros privados analizados en las otras 17 provincias. En comparación con el informe realizado en 2005, los precios mensuales se han encarecido en un 17%. Existen, eso sí, notables diferencias entre los centros visitados en Álava, con desembolsos que oscilan entre los 395 euros de máximo y 270 euros de mínimo.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas que se han visitado cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. En el caso de los centros alaveses el desembolso es mayor que en la media del informe, 215 euros por inscripción frente a los 127 de la media del informe. Un precio bastante alejado de los apenas 65 euros de media que se paga en las escuelas analizadas en Asturias. A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte. Entre los extras se incluyen el comedor (93 euros mensuales de media en Álava, una cifra un 20% inferior a la media nacional), el uniforme, las actividades extraescolares, las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más niños por cuidador en dos de los tres grupos de edad estudiados. En la franja de edad de hasta un año la media nacional es de 6,3 niños por cuidador en los centros públicos y 6,9 en los privados. Una ratio que mejora en el caso de los centros estudiados en Álava (4 en los públicos y 6,5 en los privados). Algo similar ocurre con los pequeños de uno a dos años: de media nacional hay un educador por cada 9 niños en los centros públicos (7 en el caso de Álava) y 9,8 en los privados (8,3 en las escuelas infantiles alavesas). En la franja de edad de niños de entre dos y tres años no hay diferencias a nivel nacional, ya que la media es de un responsable por cada 12 niños. En Álava vuelven a sobresalir las escuelas públicas, con 9,8 niños por cuidador, frente a los 13,4 niños por educador de los centros privadas.

El 100% de las guarderías infantiles visitadas en Álava aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales. Asimismo, en lo que también coinciden tanto centros públicos como privados es en la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Aunque los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles en los centros públicos, en el caso de las escuelas infantiles alavesas, el 100% permite un horario más amplio para atender a las necesidades de los padres. Mientras cinco tienen horario flexible por las mañanas, las tres restantes disponen de esta posibilidad tanto por las mañanas como por las tardes. En los centros visitados en Álava la tarifa media a pagar al mes es de 34 euros por cada hora diaria de más que el niño se encuentre en las instalaciones. Todas las guarderías visitadas en Álava permanecen abiertas de septiembre a julio, con lo que agosto es el único mes que cierran sus puertas, y cinco abren durante las vacaciones de Semana Santa y Navidad (unas facilidades que especialmente se ofrecen en los centros de carácter privado).

Instalaciones seguras y limpias

Todas las escuelas visitadas en Álava disponen de un plan de emergencia, aunque tan sólo uno de cada cuatro centros realizó el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma, así como de medidas más específicas para niños de muy corta edad como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura y suelo antideslizante. En líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado en todas las escuelas infantiles visitadas en la provincia (siete disponen de patio y la restante cuenta con jardín además de un patio propio para el recreo y ocio de los más pequeños).

Participación de los padres

En una de cada cuatro escuelas infantiles visitadas en Álava se facilitan a los padres informes escritos de carácter diario sobre la evolución de su hijo o hija (el resto de los centros opta por informar a los padres cada cierto tiempo, cuando se considera oportuno o cuando son los padres los que solicitan ese encuentro con los responsables del centro). La participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta nula o muy escasa en la mitad de las ocho escuelas infantiles seleccionadas en la provincia alavesa para este estudio.

Alicante

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos ocho de Alicante

Las guarderías privadas de Alicante, algo más caras que la media nacional

Las privadas analizadas en Alicante cobran una media de 327 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 5% más que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Alicante (se estudiaron ocho centros: cuatro privados y cuatro públicos), los precios son, de media, un 5% más elevados que la media del informe. En los centros privados las diferencias oscilan entre los 414 euros de máximo y 224 euros de mínimo. En general, las instalaciones son seguras y están limpias y bien acondicionadas. La asignatura pendiente de la educación infantil sigue siendo la participación de los padres, que es nula o escasa en gran parte de los centros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro, 127 euros de media. En Alicante el desembolso es superior y se acerca a los 150 euros. Un precio que, por ejemplo, duplica con creces los escasos 65 euros que, de media, se pagan en las escuelas analizadas en Asturias. A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte como el comedor (128 euros de media en las escuelas infantiles privadas alicantinas, un 14% más que la media del informe), el uniforme, las actividades extraescolares, las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Al contrario de lo que ocurre en la mayoría de provincias visitadas, en Alicante los centros privados visitados cuentan con más cuidadores por niño que los públicos. En la franja de edad de hasta un año la media nacional es de 6,3 niños por cuidador (6,9 en los privados). En Alicante la ratio en los centros privados es mejor (5,3 niños por cuidador) y peor en los públicos (8,8 niños por educador). Entre los pequeños de uno a dos años la media nacional es de un educador por cada 9 niños en los centros públicos (dos niños más en el caso de Alicante) y 9,8 en los privados (8,7 en las escuelas infantiles visitadas en la provincia). Por último, en la franja de edad de niños de entre dos y tres años no hay diferencias a nivel nacional ya que la media es de un responsable por cada 12 niños en centros privados y públicos (15,3 en el caso de las escuelas infantiles públicas estudiadas en Alicante y 11,2 en los centros privados).

Sólo una de las guarderías infantiles visitadas en esta provincia valenciana no acepta matricular a niños con necesidades educativas especiales. En lo que coinciden los ocho centros es a la hora de evaluar la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Aunque los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles que en los centros públicos, en el caso de las escuelas infantiles alicantinas, siete de las ocho escuelas infantiles permite un horario más amplio, aunque este servicio se paga aparte (el coste son 42 euros por hora, por encima de la media nacional de 35 euros). Todas las guarderías visitadas en Alicante permanecen abiertas de septiembre a julio y cierran en agosto, salvo una que abre todo el verano aunque con horario reducido.

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados, es buena, ya que, salvo dos, todas las demás guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia. Sin embargo, sólo tres hicieron un simulacro de emergencia el año pasado. En lo que sí coinciden los ocho centros estudiados es en la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma. Además cuentan con medidas de seguridad más específicas para niños muy pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, ventanas a mayor altura, etc. En líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado en todas las escuelas infantiles visitadas en la provincia.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Sin embargo, en Alicante, tan sólo dos de las ocho escuelas infantiles visitadas facilitan informes escritos de carácter diario (los centros restantes optan por informar a los padres cada cierto tiempo, cuando se considera oportuno o cuando son los padres los solicitan ese encuentro con los responsables del centro para conocer la evolución de su hijo). Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en menos de la mitad de las escuelas infantiles seleccionadas en la provincia alicantina para este estudio. Sin embargo, los centros que sí mantienen un contacto más fluido con los padres utilizan para ello el Consejo Escolar o las asociaciones de padres de alumnos.

Asturias

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 8 en Asturias

Las guarderías privadas asturianas, de las más caras de todo el país

Las privadas analizadas en Asturias cobran 367 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda. Sólo las de Barcelona, Madrid, La Rioja y Navarra fueron más caras. Las públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En Asturias, donde se han estudiado las características y prestaciones de 8 escuelas infantiles (4 públicas y 4 privadas), se debe pagar una mensualidad media de 367 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda. Esta tarifa supone un 18% más que la media de las 18 provincias, y en el estudio sólo la superan Barcelona (413 euros al mes), La Rioja (389 euros), Madrid (375 euros al mes) y Navarra (368 euros). Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre las ocho guarderías escogidas se encontraron diferencias: el precio mínimo era de 333 euros, mientras el máximo se situaba en 87 euros mensuales más.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en Asturias asciende a 65 euros (el más económico del estudio y un 49% más barato que la media), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (entre el precio máximo y mínimo hay una diferencia de apenas 20 euros). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 83 euros de media (entre las tarifas más baratas del estudio después de la de Navarra). Entre otros extras, también se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En el Principado de Asturias, los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en dos de los tres grupos de edad estudiados: uno por cada 4,3 (7 en los privados) en niños de hasta un año y uno por cada 6,5 (9,8 en los privados) en pequeños de entre uno y dos años, y un cuidador por cada 9,5 niños de entre dos y tres años en las guarderías privadas (en las públicas 10,3).

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, siete de las ocho guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

Siete de los ocho centros analizados en Asturias permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela y únicamente una lo permite en el horario de entrada de la guardería. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (20 euros mensuales, más económico que la media nacional de 35 euros mensuales). Además, seis guarderías visitadas en la provincia asturiana permanecen abiertas de septiembre a julio, sólo una abre en agosto, y todas cierran en los periodos como Semana Santa, Navidades y fiestas locales.

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Asturias es buena: la mayoría disponen de un plan de emergencia, aunque sólo dos realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, así como suelo antideslizante. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Siete de los ocho centros visitados facilitan informes escritos con carácter mensual, semanal, trimestral o anual, y el resto asegura hacerlo de forma oral. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en cuatro de las ocho escuelas infantiles visitadas en territorio asturiano.

Barcelona

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 12 en Barcelona

Las escuelas infantiles privadas de Barcelona, entre las más caras de todo el país

Las privadas analizadas en Barcelona cobran una media de 413 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 33% más que la media nacional y un 10% más que las madrileñas. Las públicas tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Barcelona, donde se han estudiado las características y prestaciones de 12 escuelas infantiles (6 públicas y 6 privadas), los progenitores que ingresen a sus hijos en las guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 413 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda incluidas (un 40% más que hace cuatro años). Esta tarifa es la más alta del estudio y supone un 33% más que la media de las 18 provincias analizadas y un 10% más que las guarderías madrileñas. Entre las escogidas en Barcelona había pocas diferencias: el precio mínimo era de 370 euros, mientras el máximo se situaba en 465 euros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en Barcelona asciende a 173 euros (un 59% más que hace cuatro años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (entre el precio máximo y mínimo hay una diferencia de 114 euros). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 164 euros de media (de nuevo, una de las tarifas más altas del estudio, después de Madrid). Entre otros extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En Barcelona, los centros públicos cuentan con más cuidadores por niño en dos de los tres grupos de edad estudiados: uno por cada 6 (6,8 en los privados) en niños de hasta un año; uno por cada 8,1 (10,9 en los privados) en pequeños de entre uno y dos años, y un cuidador por cada 9,5 niños de entre dos y tres años en las guarderías privadas (en las públicas 10,3).

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, once de las doce guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

Sólo uno de cada cuatro centros analizados en Barcelona permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela y el resto lo permite sólo en el horario de entrada de la guardería. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (49 euros mensuales, un 53% más que en 2005). Además, las doce guarderías visitadas en la provincia barcelonesa permanecen abiertas de septiembre a julio (la mayoría, salvo dos excepciones, cierra en los periodos como Semana Santa, Navidades y fiestas locales).

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Barcelona es buena: todas disponen de un plan de emergencia y tres de cada cuatro realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como radiadores e interruptores protegidos, suelos antideslizantes, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzadas por los más pequeños. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado (todas las escuelas visitadas en Barcelona contaban con un espacio de recreo propio, ya fuese patio o jardín).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. La mitad de los centros visitados en Barcelona facilitan informes escritos con carácter mensual o semanal, y el resto asegura hacerlo de forma anual. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en seis de las doce escuelas infantiles visitadas en la provincia catalana.

Córdoba

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos ocho de Córdoba

Las guarderías privadas de Córdoba, entre las más baratas de todo el país

Las privadas analizadas en Córdoba cobran de media 191 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, frente a los 310 euros de la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En Córdoba (se estudiaron ocho centros, cuatro privados y cuatro públicos), los precios de las guarderías privadas son de media, un 38% más baratos que la media nacional. En Córdoba, de todos modos, hay grandes diferencias: una guardería privada cobraba 140 euros al mes y otra exigía 273 euros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas, del total estudiadas en toda España, cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro, 127 euros de media. En Córdoba el desembolso es similar, 130 euros que se sitúan, sin embargo, muy por encima de los 65 euros que se pagan, de media, en los centros analizados en Asturias. A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como el comedor (98 euros mensuales de media en las escuelas privadas de Córdoba, 14 euros menos que la media nacional), el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en dos de los tres grupos de edad estudiados. En la franja de hasta un año la media nacional es de 6,3 niños por cuidador (6,9 en los privados), una ratio casi idéntica a la de Córdoba (6 en los públicos y 7 en los privados). No se puede decir lo mismo con las aulas de pequeños de entre uno y dos años: la media nacional es de un educador por cada 9 niños en los centros públicos (uno más en Córdoba) y 9,8 en los privados (13,3 en las escuelas infantiles visitadas en la provincia). En la franja de edad de niños de entre dos y tres años no hay diferencias a nivel nacional, ya que la media es de un responsable por cada 12 niños en centros privados y públicos (13 en las escuelas públicas de Córdoba y 15 en las privadas).

Todas las escuelas infantiles cordobesas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales. También coinciden a la hora de evaluar la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Aunque los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles en los centros públicos, en el caso de las escuelas infantiles cordobesas, casi todas (siete de las ocho estudiadas) permiten un horario más amplio que se paga aparte (los centros, sin embargo, no facilitaron precios a esta revista). Todas las guarderías visitadas en Córdoba permanecen abiertas de septiembre a julio y cierran en agosto y la mitad de ellas abre durante las vacaciones de Semana Santa y Navidad (unas facilidades que ofrecen, sobre todos, los centros privados).

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados, tanto a nivel nacional como en el caso de las visitadas en la provincia andaluza, es buena, ya que, todas las guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia. Sin embargo, sólo dos centros realizaron pasado curso un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma y sistemas de seguridad específicos para niños muy pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, aunque algunos centros presentan deficiencias en este sentido.

En líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado en todas las escuelas infantiles visitadas en la provincia.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Así, más de la mitad de las escuelas infantiles visitadas en Córdoba optan por informar a los padres cada cierto tiempo, cuando se considera oportuno o cuando son los padres lo solicitan ese encuentro con los responsables del centro para conocer la evolución de su hijo). Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en apenas dos de las ocho escuelas infantiles seleccionadas en la provincia cordobesa para este estudio. Los otros seis centros restantes que mantienen una conversación más fluida con los padres se sirven del Consejo Escolar o las asociaciones de padres y madres de alumnos.

Granada

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 8 en Granada

Las guarderías privadas de Granada, algo más baratas que la media nacional

Las privadas analizadas en Granada cobran una media de 289 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 7% menos que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Granada, donde se han estudiado las características y prestaciones de ocho escuelas infantiles (cuatro públicas, tres privadas y una concertada), los progenitores que ingresen a sus hijos en las guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 289 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda incluidas. Esta tarifa es de las más económicas del estudio, de hecho, es casi un 7% más barata que la media de las 18 provincias analizadas. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre las guarderías escogidas se encontraron diferencias: el precio mínimo era de 230 euros, mientras el máximo se situaba en 118 euros mensuales más.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en Granada asciende a 127 euros, aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (entre el precio máximo y mínimo hay una diferencia de 120 euros). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 101 euros de media. Entre otros extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En Granada, los centros públicos tienen más cuidadores por niño en la franja de edad de entre cero y un año. Cuentan con 5,8 cuidadores por niño en los centros públicos y 8 en los privados. Sin embargo, en los grupos de 1 a 2 años y de 2 a 3 años, los centros privados estudiados en la provincia granadina superan a los gestionados por la Administración pública: en el primer grupo, hay un cuidador por cada 7,8 alumnos (en las guarderías públicas este índice asciende a 11) y, en el segundo, hay uno por cada 11 niños (12,8 en los públicos).

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, las ocho guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

Sólo tres de los ocho centros analizados en Granada permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela (el resto tiene horario flexible sólo por la mañana). Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (18 euros por hora frente a los 35 de media, el precio más bajo del estudio por este servicio). Además, la mitad de las guarderías visitadas en la provincia andaluza permanecen abiertas de septiembre a julio, tan sólo dos abren en verano, pero seis de ellas no cierra en las vacaciones de Semana Santa ni tampoco durante las Navidades.

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Granada es buena: la mayoría dispone de un plan de emergencia, aunque sólo cinco de realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños muy pequeños como enchufes e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura o suelo antideslizante. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado (siete escuelas visitadas en Granada contaban con un espacio de recreo propio, ya fuese patio o jardín).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Dos de los ocho centros visitados facilitan informes escritos con carácter mensual, el resto asegura hacerlo a través de los tablones y la pizarra. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en la mitad de las escuelas infantiles visitadas en la provincia granadina.

Guipuzcoa

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos ocho de Guipúzcoa

Las guarderías privadas de Guipúzcoa, algo más baratas que la media nacional

Las privadas analizadas en Guipúzcoa cobran una media de 304 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 2% menos que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Guipúzcoa (donde se estudiaron ocho centros, cuatro privados y cuatro públicos), los precios son un 2% más económicos que los 310 euros mensuales que se pagan de media en las 18 provincia. En comparación con el informe de hace cinco años, los precios se han encarecido un 23%. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre las guarderías guipuzcoanas privadas se encontraron diferencias: el precio mínimo era de 250 euros, mientras el máximo se situaba en 362 euros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas privadas visitadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. La media en Guipúzcoa es de 126 euros por inscripción, tan sólo un euro menos que la media del informe, aunque muy por encima de los escasos 65 euros que se pagan, de media, en los centros analizados en Asturias. A estos gastos deben añadirse extras como el comedor (la media nacional es de 112 euros mientras en Guipúzcoa es de 135 euros), el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en dos de los tres grupos de edad estudiados. En niños de hasta un año la media nacional es de 6,3 niños por cuidador en los públicos y 6,9 en los privados. En Guipúzcoa la ratio mejora en el primer caso, 5,6 en los públicos y 8 en los privados. Algo similar ocurre con los pequeños de uno a dos años: de media nacional hay un educador por cada 9 niños en los centros públicos (tres niños menos en el caso de Guipúzcoa) y 9,8 en los privados (8,3 en las escuelas infantiles visitadas en la provincia vasca). En la franja de edad de niños de entre dos y tres años no hay diferencias a nivel nacional ya que la media es de un responsable por cada 12 niños en centros privados y públicos (10,3 en el caso de las escuelas infantiles privadas de Guipúzcoa, ya que el dato de los centros públicos no se facilitó).

Sólo una de las guarderías infantiles visitadas en Guipúzcoa no acepta matricular a niños con necesidades educativas especiales. En lo que coinciden los ocho centros es a la hora de evaluar la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Aunque los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles en los centros públicos, en el caso de las escuelas infantiles guipuzcoanas, el 100% permite un horario más amplio en el caso de que los padres tengan que dejar a sus hijos antes en el centro o bien no puedan pasar a recogerlos hasta cierta hora. Mientras cinco de ellas aplica esta deferencia sólo por las mañanas, las tres restantes lo permiten tanto a la entrada como a la salida de los más pequeños. Una buena forma para los padres de compatibilizar familia y trabajo pero que, como es lógico, se paga aparte. En el caso de los ocho centros de la provincia guipuzcoana, no se especificó la tarifa correspondiente a esas horas de más que los niños permanecen en el centro. Todas las guarderías visitadas en Guipúzcoa permanecen abiertas de septiembre a julio, con lo que agosto es el único mes que cierran sus puertas, e incluso una de ellas abre durante las vacaciones de Semana Santa y Navidad.

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados en Guipúzcoa es buena, igual que en la media del estudio, ya que, salvo una, todas las demás guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia. En esa misma proporción de centros, siete, no se llevó a cabo el curso anterior un simulacro de evacuación. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma. La valoración positiva en las escuelas infantiles de Guipúzcoa se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, y suelos antideslizantes.

En cuanto a la limpieza y conservación de estas instalaciones, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado en todas las escuelas visitadas en la provincia (todas disponen de patio o de jardín, incluso dos de ellas cuentan con ambos espacios para el recreo y ocio de los más pequeños).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. En Guipúzcoa más de la mitad de las escuelas infantiles visitadas facilitan informes escritos de carácter diario (el resto optan por informar a los padres cada cierto tiempo, cuando se considera oportuno o cuando son los padres los solicitan ese encuentro con los responsables del centro). Sin embargo, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en casi tres de cada cuatro escuelas infantiles visitadas en Guipúzcoa

La Rioja


Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellas ocho de La Rioja

Las escuelas infantiles privadas riojanas, entre las más caras de todo el país

Las privadas analizadas en La Rioja cobran una media de 390 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 25% más que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de La Rioja (se estudiaron ocho centros: cuatro privados y cuatro públicos), los precios resultan un 25% más elevados, 389 euros de media, con diferencias que oscilan entre los 420 euros de máximo y 360 euros de mínimo.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas, del total estudiadas en toda España, cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. La inscripción cuesta, de media, 114 euros en La Rioja, frente a los 127 euros de la media nacional y muy por encima de los 65 euros que se cobran en Asturias. A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, extras como el servicio de comedor (110 euros mensuales de media en La Rioja, un par de euros menos que la media nacional), el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación, las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en dos de los tres grupos de edad estudiados. En la franja de cero a un año la media nacional es de 6,3 niños por cuidador en los centros públicos y 6,9 en los privados, una ratio que mejora en el caso de los centros estudiados en La Rioja (4,6 en los públicos y 6,3 en los privados). En las aulas de pequeños que tienen entre uno y dos años, La Rioja arroja cifras parecidas a la media nacional: 9 niños por educador en los centros públicos (en la provincia riojana es un cuidador por cada 7 niños) y 9,8 en los privados (en la provincia riojana es un cuidador por cada 10,1 niños). En la franja de edad de niños de entre dos y tres años la media del informe es de un responsable por cada 12 niños tanto en centros privados como en públicos; sin embargo, esa ratio es de 11,9 en el caso de las escuelas infantiles privadas de La Rioja y de 11,5 en los centros públicos.

Salvo una de ellas, todas las escuelas infantiles riojanas visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales. También coinciden a la hora de evaluar la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles en los centros públicos, aunque en el caso de La Rioja la tendencia a ampliar los horarios está generalizada: siete de los ocho centros visitados ofrecen este servicio (aunque los centros riojanos no facilitaron precios a esta revista) y permiten flexibilizar el horario de entrada y salida. También siete de las ocho guarderías visitadas en La Rioja permanecen abiertas de septiembre a julio, sólo una de ellas abre durante el mes de agosto, aunque con un horario más reducido.

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados, tanto a nivel nacional como en el caso de las visitadas en La Rioja, es buena, ya que, todas las guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia. Sin embargo, sólo cinco centros realizaron el pasado curso un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma, así como de medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como suelos antideslizantes, enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños.

En cuanto a la limpieza y conservación de estas instalaciones, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado en todas las escuelas infantiles visitadas en La Rioja.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Así, en siete de las ocho escuelas infantiles visitadas en La Rioja optan por informar mensualmente o trimestralmente y por escrito a los padres. Además, la participación de éstos de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en cinco de las ocho escuelas infantiles seleccionadas en la comunidad riojana para este estudio. Los tres centros restantes que mantienen una conversación más fluida con los padres se sirven para ello de reuniones con los docentes y responsables del centro.

Madrid

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 12 en Madrid

Las escuelas infantiles privadas madrileñas, entre las más caras de todo el país

Las privadas analizadas en Madrid cobran una media de 375 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 21% más que la media nacional pero un 10% menos que las de Barcelona. Las públicas tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En Madrid, donde se han estudiado las características y prestaciones de 12 escuelas infantiles (6 públicas, 5 privadas y una concertada), los progenitores que ingresen a sus hijos en las guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 375 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda (un 24% más que hace cuatro años). Esta tarifa media es de las más caras del país y supone un 21% más que la de las 18 provincias, pero un 10% menos que las de Barcelona. Entre las guarderías escogidas en Madrid había pocas diferencias en tarifas: el precio mínimo era de 340 euros, mientras el máximo se situaba en 415 euros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en Madrid asciende a 157 euros (un 21% más que hace cuatro años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (entre el precio máximo y mínimo hay una diferencia de 212 euros). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: en Madrid, la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 166 euros de media (en este caso, la tarifa más alta del estudio, superando en dos euros a Barcelona). Entre otros extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En Madrid, los centros públicos cuentan con más cuidadores por niño en los tres grupos de edad estudiados: uno por cada 5 (6,6 en los privados) en niños de hasta un año; uno por cada 7,9 (9,9 en los privados) en pequeños de entre uno y dos años, y un cuidador por cada 12,7 niños de entre dos y tres años (en las privadas 14,2).

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, nueve de las doce guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

La mitad de los centros analizados en Madrid permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela, en tres sólo lo permiten en el horario de entrada de la guardería y otros tres no ofrecen este servicio. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (30 euros mensuales, un 36% más que en 2005). Además, ocho de las doce guarderías visitadas en la provincia madrileña permanecen abiertas de septiembre a julio, mientras que el resto lo hace también en agosto. Sin embargo, todas, sin excepción, cierran en los periodos como Semana Santa, Navidades y fiestas locales.

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Madrid es buena: todas disponen de un plan de emergencia, aunque sólo siete realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado (sólo una de las escuelas visitadas en Madrid no contaba con un espacio de recreo propio, ya fuese patio o jardín).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. En Madrid, ocho de los doce centros visitados facilitan informes escritos con carácter mensual, semanal o anual, el resto asegura hacerlo de forma oral o a través del tablón de anuncios y pizarras. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en prácticamente las doce escuelas infantiles visitadas en la provincia madrileña.

Málaga

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 10 de Málaga

Las guarderías privadas de Málaga, algo más baratas que la media nacional

Las privadas analizadas en Málaga cobran una media de 286 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 8% menos que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Málaga (se estudiaron diez centros: cinco privados y cinco públicos), los precios son un 8% más económicos, con diferencias que oscilan entre los 310 euros mensuales y los 265 euros. En comparación con el informe realizado años atrás, los precios mensuales se han encarecido en un 22% en este tiempo.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas, del total estudiadas en toda España, cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. En Málaga la matrícula cuesta, de media, 87 euros, frente a los 127 de la media del informe y sólo por encima de los 65 euros que se pagan en Asturias. Entre los extras que deben pagar los padres cabe destacar el servicio de comedor (87 euros mensuales de media en las escuelas infantiles privadas de Málaga, 25 euros menos que la media del informe, el uniforme, las actividades extraescolares, las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en dos de los tres grupos de edad estudiados. En la franja de cero a un año, la media del informe es de 6,3 niños por cuidador en los centros públicos y 6,9 en los privados, mientras que en Málaga la ratio es algo peor, 8,7 en los centros públicos y 7 en los privados. Igual de negativa es la ratio de los docentes en las aulas en las que los pequeños tienen entre uno y dos años: de media nacional hay un educador por cada 9 niños en los centros públicos (un niño más en el caso de los cinco centros malagueños) y 9,8 en los privados (12,5 en las escuelas infantiles visitadas en la provincia andaluza). Por último, en la franja de edad de niños de entre dos y tres años la media nacional es de un responsable por cada 12 niños en centros privados y públicos. Los datos son peores en Málaga: 13 niños de media en las escuelas infantiles públicas y casi 17 en los centros privados (una de las peores ratios junto con las de las escuelas estudiadas en Zaragoza, Navarra y A Coruña).

Sólo una de las guarderías infantiles visitadas en Málaga no acepta matricular a niños con necesidades educativas especiales. En lo que coinciden los diez centros es a la hora de evaluar la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Aunque los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles que en los centros públicos, en el caso de las escuelas infantiles examinadas en la provincia, el 100% permite un horario más amplio en el caso de que los padres tengan que dejar a sus hijos antes en el centro o bien no puedan pasar a recogerlos hasta cierta hora. Este servicio cuesta 30 euros (tarifa media a pagar al mes del horario ampliado durante una hora diaria). Todas las guarderías visitadas en Málaga permanecen abiertas de septiembre a julio, con lo que agosto es el único mes que cierran sus puertas, e incluso dos de ellas abren durante las vacaciones de Semana Santa y Navidad (unas facilidades que especialmente se ofrecen en los centros de carácter privado).

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados, tanto a nivel nacional como en el caso de las visitas realizadas en Málaga, es buena, ya que todas las guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia. Sin embargo, sólo tres centros llevaron a cabo el año pasado un simulacro de evacuación. Es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma; además de las medidas de seguridad más específicas para niños muy pequeños como suelos antideslizantes, enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños.

En líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado en todas las escuelas infantiles visitadas en la provincia.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Así, más de la mitad de las escuelas infantiles visitadas en Málaga facilitan informes escritos de carácter mensual (los centros restantes optan por informar a los padres cada cierto tiempo, cuando se considera oportuno o cuando son los padres los solicitan ese encuentro con los responsables del centro). La participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en prácticamente la totalidad de las escuelas visitadas en Málaga.

Murcia

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 10 en Murcia

Las guarderías privadas de Murcia son de las más baratas del país

Las privadas analizadas en Murcia cobran una media de 264 euros al mes por una jornada completa de ocho horas diarias con comida y merienda, un 15% menos que la media española. Las públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Murcia, donde se han estudiado las características y prestaciones de 10 escuelas infantiles (5 públicas y 5 privadas), los progenitores que ingresen a sus hijos en las guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 264 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda incluidas (un 33% más que hace cuatro años). Esta tarifa es de las más bajas del estudio, de hecho, es un 15% más económica que la media de las 18 provincias analizadas, y sólo supera los 191 euros de media que se pagan en Córdoba, los 246 de A Coruña y los 230 de Zaragoza. Sin embargo, hubo diferencias entre las guarderías escogidas: el precio mínimo era de 132 euros, mientras el máximo se situaba en 206 euros mensuales más.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en Murcia asciende a 99 euros (un 68% más que hace cuatro años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (75 euros entre el precio máximo y mínimo). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como el comedor (la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 92 euros de media, una de las tarifas más bajas del estudio), el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En la franja de uno a dos años los centros públicos cuentan con más cuidadores por niño (uno por cada 11,2 niños en los públicos y 13 en los privados). En el grupo de 2 a 3 años la tendencia es la contraria, ya que mientras en los públicos hay un cuidador por cada 15,4 niños, en los centros de titularidad privada el índice es de 11,3. En el caso del grupo de niños de 0 a 1 año prácticamente no existen diferencias entre públicos y privados: hay un cuidador por cada 8 niños.

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, nueve de las diez guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

La mitad de centros analizados en Murcia permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela y el resto lo permite sólo en el horario de entrada de la guardería. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (31 euros mensuales, apenas un 3% más que en 2005). Además, las diez guarderías visitadas en la provincia murciana permanecen abiertas de septiembre a julio (la mayoría, salvo tres excepciones, cierra en los periodos como Semana Santa, Navidades y fiestas locales).

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Murcia es buena: la mayoría dispone de un plan de emergencia, aunque sólo seis realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura, así como suelo antideslizante. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado (todas las escuelas visitadas en Murcia contaban con un espacio de recreo propio, ya fuese patio o jardín).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Todos los centros visitados en Murcia facilitan informes escritos con carácter mensual o semanal. Sin embargo, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en cuatro de las diez escuelas infantiles visitadas.

Navarra

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 8 en Navarra

Las guarderías privadas navarras, entre las más caras de todo el país

Cobran en Navarra una media de 368 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 19% más que la media nacional. Las públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En Navarra, donde se han estudiado las características y prestaciones de 8 escuelas infantiles (4 públicas y otras tantas privadas), los progenitores que ingresen a sus hijos en guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 368 euros por una jornada de ocho horas con comida y merienda (un 19% más que hace cuatro años). Esta tarifa supone un 18,7% más que la media de todas las provincias estudiadas y en el estudio sólo la superan Barcelona (donde se pagan 413 euros al mes), La Rioja (389 euros) y Madrid (375 euros). Hay que tener en cuenta que entre las ocho guarderías navarras se encontraron diferencias: el precio mínimo era de 330 euros, mientras el máximo llegaba a 420 euros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en Navarra asciende a 93 euros (un 26% más que hace cuatro años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (apenas 20 euros entre el precio máximo y mínimo). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 81 euros de media (la tarifa más baja del estudio). Entre otros extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En la comunidad foral, los centros públicos cuentan con más cuidadores por niño en la franja de edad de entre dos y tres años: uno por cada 9,3 niños frente a la ratio de los colegios privados, que es de 18,5 niños por cuidador. Sin embargo, en los grupos de 0 a 1 año y de 1 a 2 años, los centros privados estudiados en Navarra superan a los gestionados por la Administración pública: en el primer grupo, hay un cuidador por cada 4,7 alumnos (en las guarderías públicas son 7) y, en el segundo, hay uno por cada 5,5 niños (7,8 en los públicos).

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, las ocho guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

Sólo uno de cada cuatro centros analizados en Navarra permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela y otro 25% sólo lo permite en el horario de entrada de la guardería. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (en las escuelas visitadas en Navarra no se especificó a cuánto ascendía, pero la media nacional es de 35 euros mensuales). Además, las ocho guarderías visitadas en la provincia navarra permanecen abiertas once meses (cierran en agosto y en los periodos como Semana Santa, Navidades y fiestas locales).

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Navarra es buena: todas disponen de un plan de emergencia, aunque sólo la mitad realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, así como suelo antideslizante. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Siete de los ocho centros visitados facilitan informes escritos con carácter mensual o anual, y el resto asegura hacerlo de forma oral. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en seis de las ocho escuelas infantiles visitadas en territorio navarro.

Sevilla

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 10 de Sevilla

Las guarderías privadas de Sevilla, algo más baratas que la media nacional

Las privadas analizadas en Sevilla cobran una media de 287 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 7% menos que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Sevilla (se estudiaron diez centros: cinco privados y cinco públicos), los precios resultan un 7% más económicos que la media, con desembolsos que oscilan entre los 410 euros y los 170 euros. Se sitúan así junto a los centros infantiles visitados en A Coruña, Córdoba, Granada, Guipúzcoa, Murcia, Málaga, Valencia, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza como los más ajustados de precio. Desde la última investigación de la revista, hace cuatro años, las tarifas mensuales se han encarecido en un 43%, el mayor crecimiento del informe.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas, del total estudiadas en toda España, cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas es de 127 euros, mientras que en el caso de los centros de la provincia sevillana tomados en cuenta, el desembolso es más económico: 108 euros. Entre los extras se incluyen el comedor (97 euros de media en las escuelas infantiles privadas de Sevilla mientras, apenas 15 euros menos que la media nacional), el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en dos de los tres grupos de edad estudiados. En la franja de cero a un año hay, de media, un cuidador por cada 6,3 niños (6,9 en los privados). Una ratio que, en el caso de los centros estudiados en Sevilla es de 6 niños en los públicos y 7,3 en los privados. En las aulas en las que los pequeños tienen entre uno y dos años de media nacional hay un educador por cada 9 niños en los centros públicos (un niño más en el caso de los cinco centros sevillanos) y 9,8 en los privados (11,5 en Sevilla). En la franja de edad de niños de entre dos y tres años la media del informe es de un responsable por cada 12 niños en centros privados y públicos. Peor valoración en el caso de Sevilla: 13 niños de media en las escuelas infantiles públicas y 16 en los centros privados.

Todas las guarderías infantiles visitadas en Sevilla aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales. En lo que coinciden los diez centros es a la hora de evaluar la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Aunque los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles que en los centros públicos, en el caso de las escuelas infantiles examinadas en la Sevilla, todas salvo una permiten un horario más amplio en el caso de que los padres tengan que dejar a sus hijos antes en el centro o bien no puedan pasar a recogerlos hasta cierta hora. Una buena manera para los padres de compatibilizar familia y trabajo pero que, como es lógico, se paga aparte. En el caso de los diez centros de Sevilla, esa tarifa es de 32 mensuales por cada hora de más que el niño esté en el centro educativo. Todas las guarderías visitadas en Sevilla permanecen abiertas de septiembre a julio y cierran en agosto. Ocho de ellas abren durante las vacaciones de Semana Santa y Navidad (unas facilidades que especialmente se ofrecen en los centros de carácter privado).

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados, tanto a nivel nacional como en el caso de las visitas realizadas en Sevilla, es buena, ya que todas las guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia. Sin embargo, ninguno de los diez centros visitados llevó a cabo un simulacro de evacuación el curso pasado. Existen de manera generalizada extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma; además de las medidas de seguridad más específicas para niños muy pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura y suelos antideslizante. En líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado en todas las escuelas infantiles visitadas en la provincia.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Así, nueve de cada diez escuelas infantiles visitadas en Sevilla facilitan informes escritos a los padres cada cierto tiempo, cuando se considera oportuno o cuando son los padres los solicitan ese encuentro con los responsables del centro. La participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en tres de cada cuatro del total de escuelas infantiles seleccionadas en la provincia andaluza para este estudio.

Valencia

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 10 en Valencia

Las guarderías privadas de Valencia son casi un 10% más baratas que la media del país

Las privadas analizadas en Valencia cobran una media de 280 euros al mes por una jornada completa de ocho horas diarias con comida y merienda. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Valencia, donde se han estudiado las características y prestaciones de 10 escuelas infantiles (5 públicas y 5 privadas), los progenitores que ingresen a sus hijos en las guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 280 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda incluidas (un 19% más que hace cuatro años). Esta tarifa es casi un 10% más económica que la media de las 18 provincias analizadas, distanciándose de precios como los de Barcelona (413 euros) o los de La Rioja (389 euros). Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre las guarderías escogidas se encontraron diferencias: el precio mínimo era de 180 euros, mientras el máximo se situaba en 155 euros mensuales más.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en los centros privados visitados en Murcia asciende a 124 euros (un 24% más que hace cuatro años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (entre el precio máximo y mínimo hay una diferencia de 80 euros). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 119 euros de media (un 19% más que hace cuatro años). Entre otros extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En la franja de edad de entre dos y tres años los centros públicos cuentan con más cuidadores por niño (la ratio es de 11,8 frente a 15 de los públicos). Sin embargo, en el grupo de 1 a 2 años la tendencia es la contraria, ya que mientras en los públicos hay un cuidador por cada 10,1 niños, en los centros de titularidad privada el índice desciende a 9,3. Por último, en el caso del grupo de niños de 0 a 1 años prácticamente no existen diferencias: hay un cuidador por cada 5,5 niños tanto en públicos como en privados.

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, las diez guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

Sólo uno de cada cuatro centros analizados en Valencia permite que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela, cinco lo permiten sólo en el horario de entrada de la guardería y el resto no ofrece este servicio. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (39 euros mensuales, un 63% más que en 2005). Además, las diez guarderías visitadas en la provincia valenciana permanecen abiertas de septiembre a julio y cierran agosto y durante los periodos como Semana Santa, Navidades y fiestas locales.

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Valencia es buena: la mayoría disponen de un plan de emergencia, pero sólo cuatro realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, así como suelo antideslizante.

En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado (todas las escuelas visitadas en Valencia contaban con un espacio de recreo propio, ya fuese patio o jardín).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Todos los centros visitados en Valencia facilitan informes escritos con carácter mensual, trimestral o anual. Sin embargo, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en seis de las diez escuelas infantiles visitadas en la provincia valenciana.

Valladolid


Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos ocho de Valladolid

Las guarderías privadas de Valladolid, algo más baratas que la media nacional

Las privadas analizadas en Valladolid cobran una media de 310 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 4% menos que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En Valladolid (se estudiaron ocho centros: cuatro privados y cuatro públicos), los precios resultan un 4% más económicos que la media del informe y se sitúan junto a los centros infantiles visitados en A Coruña, Córdoba, Granada, Guipúzcoa, Murcia, Málaga, Valencia, Sevilla, Vizcaya y Zaragoza como los más ajustados de precio. Los desembolsos que deben realizar los progenitores oscilan entre los 340 euros de máxima y 270 euros de mínima.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas, del total estudiadas en toda España, cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas es de 127 euros, mientras que en el caso de los centros de la provincia castellana tomados en cuenta, el desembolso es más económico: 108 euros. Entre los extras se incluyen el comedor (110 euros de media en las escuelas infantiles privadas de Valladolid, un precio similar a la tarifa media nacional), el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. Los centros públicos cuentan, de media, con más cuidadores por niños en los tres grupos de edad estudiados. En la franja de edad de entre cero y un año la media del informe es de 6,3 niños por cuidador en los centros públicos y 6,9 en los privados, una ratio que mejora en los centros estudiados en Valladolid, donde hay 7,3 niños en los públicos y 8 en los privados por cada cuidador. En las aulas en las que los pequeños tienen entre uno y dos años de media nacional hay un educador por cada 9 niños en los centros públicos (similar a la media de los cinco centros vallisoletanos) y 9,8 en los privados (igual que en Valladolid). Por último, en la franja de edad de niños de entre dos y tres años no hay diferencias a nivel nacional ya que la media es de un responsable por cada 12 niños tanto en centros privados como públicos. Pero en Valladolid vuelven a destacar los públicos: 11 niños de media por cada cuidador en las escuelas infantiles públicas y casi 12 en los centros privados.

Salvo una, todas las guarderías infantiles visitadas en Valladolid aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales. En lo que coinciden los ocho centros es a la hora de evaluar la idoneidad del perfil profesional de sus cuidadores (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil).

Aunque los horarios de los centros privados son, en general, más flexibles que en los centros públicos, en el caso de las escuelas infantiles examinadas en Valladolid, todas salvo una permite un horario más ampliado en el caso de que los padres tengan que dejar a sus hijos antes en el centro o bien no puedan pasar a recogerlos hasta cierta hora. Una buena manera para los padres de compatibilizar familia y trabajo pero que, como es lógico, se paga aparte. En el caso de los ocho centros de Valladolid, esa tarifa es de 30 mensuales por cada hora de más que el niño permanezca en las instalaciones educativas. Todas las guarderías visitadas en Valladolid permanecen abiertas de septiembre a julio, con lo que agosto es el único mes que cierran sus puertas salvo en dos centros que no cierran ni ese mes estival.

Instalaciones seguras y limpias

La seguridad de los centros visitados, tanto a nivel nacional como en el caso de las visitadas realizadas en Valladolid, es buena, ya que todas las guarderías y escuelas infantiles disponen de un plan de emergencia. Sin embargo, sólo tres centros realizaron el curso pasado un simulacro de evacuación. Es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma; además de las medidas de seguridad más específicas para niños muy pequeños como suelos antideslizantes enchufes, radiadores e interruptores protegidos y pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura.

En líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. El mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado.

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Así, más de la mitad de las escuelas infantiles visitadas en Valladolid facilitan informes escritos de carácter diario (los centros restantes informan a los padres cada cierto tiempo, cuando se considera oportuno o los padres los solicitan un encuentro con los responsables del centro). La participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en tres de cada cuatro del total de escuelas visitadas en Valladolid.

Vizcaya

Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 10 en Vizcaya

Las guarderías privadas vizcaínas, entre las más baratas de todo el país

Las privadas analizadas en Vizcaya cobran una media de 265 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 14% menos que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En el caso de Vizcaya, donde se han estudiado las características y prestaciones de 10 escuelas infantiles (5 públicas y 5 privadas), la mensualidad media de una jornada completa con comida y merienda es de 265 euros, un 14% menos de lo que se paga, de media, en las 18 provincias estudiadas, sólo por encima de lo que se paga en Córdoba (191 euros), Zaragoza (230 euros), A Coruña (246 euros) y Murcia (264 euros). Sin embargo, los precios han aumentado un 10% con respecto a 2005. La diferencia de tarifas entre la guardería más asequible (que cuesta 250 euros) y la más cara es la menor del informe, apenas 45 euros.

La cuota no es el único gasto

Entre las escuelas privadas, nueve de cada diez cobran la matrícula o inscripción. En Vizcaya este gasto asciende, de media, a 105 euros (un 57% más que hace cinco años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (70 euros entre el precio máximo y mínimo). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 130 euros de media (una de las tarifas más altas del estudio, junto con Barcelona, Guipúzcoa y Madrid). Entre otros extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En el territorio histórico vizcaíno, los centros públicos analizados cuentan, de media, con más cuidadores por niño en dos de los tres grupos de edad estudiados: uno por cada 6,3 alumnos (7,4 en los privados) en niños de hasta un año; uno por cada 6,6 alumnos (9,6 en los privados) en pequeños de entre uno y dos años, y un cuidador por cada 10,5 niños de entre dos y tres años en las privadas (en las públicas no se proporcionó el dato). Además, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Por otra parte, las diez guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

La mitad de los centros analizados en Vizcaya permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente acordadas tanto a la entrada como a la salida de la escuela. La otra mitad sólo es flexible con el horario de salida. Este horario ampliado se paga aparte (en las escuelas visitadas en Vizcaya no se especificó a cuánto ascendía el coste de este servicio, pero la media nacional es de 35 euros mensuales). Además, las diez guarderías visitadas en Vizcaya permanecen abiertas de septiembre a julio (cierran en agosto, Semana Santa, Navidades y fiestas locales) y no reducen el horario en los meses estivales.

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Vizcaya es buena: la inmensa mayoría disponen de un plan de emergencia, aunque menos de la mitad realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes, radiadores e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, así como suelo antideslizante. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Sin embargo, el estado del patio o jardín era regular en tres centros (7 de las 10 guarderías analizadas en Vizcaya disponen de patio o jardín propio).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Sin embargo, sólo cuatro de los diez centros visitados en Vizcaya facilitan informes escritos con carácter trimestral, aunque el resto asegura hacerlo de forma anual. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta nula o escasa en seis de cada diez escuelas infantiles visitadas en el territorio histórico vizcaíno.

Zaragoza


Escuelas infantiles y guarderías: analizados 164 centros privados y públicos en 18 provincias españolas, entre ellos 10 en Zaragoza

Las guarderías privadas de Zaragoza, entre las más baratas del país

Las privadas analizadas en Zaragoza cobran una media de 230 euros al mes por una jornada de ocho horas diarias con comida y merienda, un 26% menos que la media nacional. Las guarderías públicas, que siguen siendo insuficientes, tienen un sistema de tarifas muy diverso, en función del nivel de ingresos del solicitante

En Zaragoza, donde se han estudiado 10 escuelas infantiles (5 públicas y 5 privadas), los progenitores que ingresen a sus hijos en las guarderías privadas deben pagar una mensualidad media de 230 euros por una jornada completa (ocho horas) con comida y merienda incluidas (un 8% menos que hace cuatro años). Esta tarifa es la más baja del estudio, sólo superior a los 191 euros que se pagan en Córdoba, y supone un 26% menos que la media de las 18 provincias. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que entre las guarderías zaragozanas se encontraron diferencias: el precio mínimo era de 130 euros, mientras el máximo se situaba en 270 euros.

La cuota no es el único gasto

Nueve de cada diez escuelas infantiles privadas cobran por la matrícula o inscripción del niño o niña en el centro. El precio medio de la matrícula en las escuelas infantiles privadas visitadas en Zaragoza asciende a 88 euros (apenas un 6% más que hace cuatro años), aunque también se han constatado diferencias dentro del propio territorio (entre el precio máximo y mínimo hay una diferencia de 70 euros). A estos gastos deben añadirse otra serie de servicios que se cobran aparte, como por ejemplo el comedor: la tarifa mensual por esta prestación se sitúa en los 93 euros de media (de nuevo, una de las tarifas más económicas del estudio). Entre otros extras se incluyen el uniforme, las actividades extraescolares (excursiones), las clases de natación (en las guarderías con piscina), las fiestas (Navidad y fin de curso), clases de psicomotricidad, asistencia psicológica, cuota de pertenencia a la asociación de padres o incluso la calefacción.

Pero pagar más no siempre significa recibir un mejor servicio. En Zaragoza, los centros públicos cuentan con más cuidadores por niño en dos de los tres grupos de edad estudiados: uno por cada 6 (8,5 en los privados) en niños de 1 a 2 años; y uno por cada 12,7 (18 en los privados) en pequeños de entre dos y tres años. Sin embargo, en el grupo de niños de hasta un año, la tendencia es la contraria: mientras en los centros públicos hay un cuidador por cada 7,6 niños, en la privada ese índice se reduce a 7.

Por otra parte, se constató que estos cuidadores tienen el perfil profesional adecuado (Magisterio en la especialidad de Educación Infantil, Técnico Especialista en Jardín de Infancia o Técnico Superior en Educación Infantil). Además, entre otras prestaciones, nueve de las diez guarderías infantiles visitadas aceptan matricular a niños con necesidades educativas especiales.

Horarios flexibles

La mitad de los centros analizados en Zaragoza permiten que el niño o niña permanezca más horas de las inicialmente previstas tanto a la entrada como a la salida de la escuela y el resto lo permite sólo en el horario de entrada de la guardería. Eso sí, los padres deben tener en cuenta que este horario ampliado se paga aparte (39 euros mensuales de media, un 63% más que en 2005). Además, ocho guarderías visitadas en la provincia zaragozana permanecen abiertas de julio a septiembre, excepto dos que abren también en agosto. Sin embargo, a diferencia del resto de provincias la mayor parte de los centros abre también durante los periodos de Semana Santa, Navidades y fiestas locales.

Instalaciones seguras y limpias

Tratándose de niños, es necesario prestar atención a la seguridad de las instalaciones, que en el caso de las escuelas infantiles visitadas en Zaragoza es buena: la mayoría dispone de un plan de emergencia, aunque sólo la mitad realizaron el curso anterior un simulacro de emergencia. También es generalizada la dotación de extintores, luces y salidas de emergencia, y sistemas de alarma. La valoración positiva se mantiene en las medidas de seguridad más específicas para niños tan pequeños como enchufes e interruptores protegidos, pestillos de las puertas y ventanas a mayor altura para que no puedan ser alcanzados por los más pequeños, así como suelo antideslizante. En cuanto a la limpieza y conservación, en líneas generales, las aulas eran amplias, disponían de buena luz y climatización, con espacios limpios y ordenados. Asimismo, el mobiliario y patio o jardín se hallaron en buen estado (todas las escuelas visitadas en Zaragoza contaban con un espacio de recreo propio, ya fuese patio o jardín).

Participación de los padres

Los padres demandan información sobre el comportamiento y la evolución de los niños durante sus primeras etapas de aprendizaje. Casi todos los centros visitados en Zaragoza facilitan informes escritos con carácter mensual, excepto dos, que utilizan la pizarra o el tablón de alumnos. Además, la participación de los padres de forma activa en las decisiones que se toman en la escuela y que afectan a sus hijos resulta más bien nula o muy escasa en cuatro de las diez escuelas infantiles visitadas en la provincia zaragozana.