Cuidado de los más pequeños

Guardería o canguro

La demanda social de niñeras y guarderías es cada vez mayor. La elección de un servicio u otro depende de factores personales o económicos, pero siempre se deben tener en cuenta las necesidades de cada familia y las características concretas del menor
1 marzo de 2008

Guardería o canguro

Un beso de despedida y un beso de bienvenida, eso sí, mientras los niños duermen. Este es el ritual de muchos padres que, de lunes a viernes, se ven obligados a conciliar vida laboral y familiar. En España el 33% de las mujeres llega a su puesto de trabajo antes de que las puertas del colegio se abran y el 59% termina su jornada laboral cuando los pequeños ya han finalizado sus actividades en el centro educativo. Una situación que requiere la contratación de “terceros” en el cuidado de los pequeños, sobre todo a partir del cuarto mes de su nacimiento, cuando la madre finaliza la baja laboral por maternidad. Las familias más afortunadas cuentan con una ayuda “de primera”, la de abuelos o familiares que cubren las horas en las que los padres no pueden hacerse cargo en persona de los hijos. Pero la mayoría debe decantarse por utilizar los servicios de guardería o contratar una niñera o canguro. El primer criterio de elección es económico. Por regla general, la guardería (cuyos precios van desde la gratuidad hasta los 490 euros) es menos onerosa que una niñera (desde 360 euros al mes por media jornada hasta los 900 euros). Sin embargo, aunque relevante, el precio no es el único elemento, ni el más importante, a tener en cuenta.

Indicios de que “algo” no marcha bien

Delegar la seguridad y el bienestar de un hijo en manos de una persona desconocida es una gran responsabilidad que requiere la dedicación de mucho tiempo y esfuerzo en seleccionar a la persona adecuada y comprobar su trayectoria y referencias, tanto si la elección es la de lo que en lenguaje coloquial se conoce como canguro o de una guardería.

Entre las principales preocupaciones de los padres, una vez elegida la persona o el centro donde los hijos pasarán buena parte del día, se halla la de comprobar las garantías que estos servicios ofrecen sobre sus cuidados. ¿Cómo se puede detectar que el trato que reciben los niños es correcto? Los expertos dicen que el primer paso para averiguar si el niño se encuentra a gusto o no con una persona es observarlo y estudiar sus reacciones. Aunque el niño no sepa disimular bien sus sentimientos, en el momento en que tiene un problema no siempre sabrá comunicarlo. Por ello, hay que saber identificar que algo va mal si el niño muestra un comportamiento distinto al habitual. Estos indicios pueden manifestarse a través de una pérdida de apetito, de llanto injustificado, de agresividad hacia los demás, de actitud asustadiza, de ojos tristes o de dibujos inquietantes, entre otras actitudes en apariencia injustificadas. Además, la falta de higiene o los análisis que indican una mala alimentación son claras muestras de que el niño está desatendido.

Ante cualquier sospecha de que el menor no está recibiendo el trato adecuado es necesario entrevistarse con los encargados de cuidar al pequeño. E incluso, aparecer por sorpresa en casa si está al cuidado de una niñera- para comprobar cómo es el día a día, sobre todo si hay algún signo de violencia -un simple chichón, por ejemplo- o de descuido, como un eccema en la zona de los pañales.

Más plazas de guardería

En España hay cerca de un millón y medio de niños menores de 3 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística. De ellos, alrededor del 17% (es decir, unos 234.500) cuentan con una plaza en un centro infantil, frente a una demanda del 43%, y un 9% que están al cuidado de canguros, según el Ministerio de Asuntos Sociales. Para reducir esta desproporción entre una oferta exigua y una gran demanda, nuestro país se ha comprometido con un mandato de la Unión Europea (Cumbre de Barcelona, 2002): ofrecer en el año 2010 una plaza escolar a 33 de cada 100 niños menores de tres años.

En fechas recientes se ha hecho pública la intención de crear 300.000 nuevas plazas para niños de 0 a 3 años, lo que supondría un incremento sobre la oferta actual del 128%. Se podría así ampliar el acceso a la escuela de casi todos los niños de dos años, que rondan el medio millón, cuando en la actualidad sólo unos 130.000 ya tienen plaza en una guardería. Pese a este esfuerzo, aún quedarían 40.000 menores sin plaza, y eso sólo en el tramo de dos a tres años. Como dato que muestra el largo camino que queda por recorrer, la demanda en el siguiente tramo de edad, de 3 a 6 años enseñanza obligatoria-, está cubierta en el 99%.

Pautas para elegir el canguro ideal

  • Entreviste personalmente a todas las candidatas a cuidadoras antes de tomar una decisión.
  • No se fíe de las apariencias. El bienestar de su hijo está en juego, así que no dude en ser exigente. Verifique con cuidado todas las referencias aportadas.
  • Compruebe que la aspirante a niñera tiene la edad adecuada para cuidar de un niño. No es recomendable que sea menor de 18 años. Además, si su hijo tiene menos de dos años, lo ideal es que haya estudiado puericultura.
  • En la entrevista personal debe valorar la iniciativa, la paciencia, la responsabilidad, la vocación, la madurez y la actitud cariñosa, entre otros aspectos. Otras cualidades de una buena niñera es que priorice los intereses del niño.
  • Plantéele una situación imaginaria de emergencia para ver cómo reaccionaría.
  • La seguridad de su hijo debe aparecer constantemente a lo largo de la entrevista para asegurarse que entiende dónde están los peligros y cómo le cuidaría para prevenirlos.
  • Los hijos deben formar parte de la entrevista. De esta manera ambos se conocerán desde el primer momento y los padres podrán estudiar cómo se relacionan mutuamente.
  • Una vez elegida la niñera establezca un periodo de prueba de entre una semana y un mes. Durante ese tiempo indíquele las pautas a seguir y ayúdele a realizar el trabajo tal y como le gustaría a usted. Su hijo aceptará mejor a su cuidadora si está usted delante hasta que se acostumbre.
  • Redacte un contrato por escrito en el que establezca las obligaciones, horarios, salario, etc.
  • Mantenga una comunicación constante con la niñera. Esté al día de sus inquietudes y preocupaciones respecto a sus hijos. Es fundamental conocer si trabaja contenta, cuáles son los progresos del niño, revise su programa de actividades, rutina, etc.
  • Estudie todos los días la actitud de su hijo. No se confíe.

Pautas para elegir guardería

La cercanía al domicilio, las instalaciones y, sobre todo, el personal son los elementos claves para tomar una decisión acertada.

  • Visite varios centros e infórmese de su organización y funcionamiento.
  • Tómese su tiempo en cada centro, y observe la relación del personal con los niños. Cómo hablan con ellos, si sus palabras son “tiernas” o “duras”. Recuerde que los niños pequeños necesitan abrazos, cariño y dulzura. Preste atención también a cómo les hablan los niños a ellos, y si les dan muestras de cariño y de cercanía.
  • Si su hijo tiene algún tipo de necesidad educativa especial, el centro deberá tener recursos humanos y materiales de apoyo determinados por la administración educativa correspondiente.
  • La cercanía al domicilio es un elemento a tener muy en cuenta. El trayecto a recorrer será menor y el niño seguirá en contacto con el medio social en el que vive, ya que sus compañeros de guardería serán también sus amigos del barrio.
  • Los cuidadores/educadores que atiendan a los niños entre 0 y 3 años deben tener, como mínimo, un título de Jardín de Infancia, y los que atiendan a los niños entre 3 y 6 años deben ser Maestros de Educación Infantil.
  • Asegúrese de que el número de niños por educador cumpla la normativa vigente. La ley establece que los responsables de los menores de un año deben tener un máximo de 8 niños por aula, los de 1 a 2 años, un máximo de 13 niños, y los de 2 a 3 años, 20 niños por clase.
  • Infórmese de si la guardería hace su propia comida, visite la cocina y, si es posible, conozca al cocinero. Si por el contrario se la sirve una empresa especializada, pregunte quién decide los menús.
  • Interésese sobre cómo organizan la hora del descanso, tan vital en esta etapa, cuántos educadores se encargan de la vigilancia, y qué hacen cuando un niño no quiere dormir o se despierta antes de hora.
  • Elija una buena guardería que no se limite a “vigilar” a los niños, sino que les proporcione un ambiente acogedor en el que profesionales formados dispongan de una base adecuada para su desarrollo.

Aspectos a tener en cuenta en la relación

Padres/niñera

  • No es fácil encontrar la niñera ideal pero una vez que se da con ella hay que cuidar la relación sus necesidades también tienen que ser tenidas en cuenta- y mantener una constante comunicación con la cuidadora desde el principio. Ella se sentirá valorada, los progenitores estarán tranquilos y el niño se beneficiará de todo ello.
  • Es importante trabajar en equipo y no crear rivalidades. Aunque el pequeño cree vínculos afectivos fuertes con su cuidadora, el papel de la familia es insustituible. Los roles deben de estar muy definidos y no deben superponerse. Los padres son los padres, aunque estén unas horas ausentes.
  • Si la cuidadora es inmigrante (se estima que alrededor del 50% de quienes ofrecen el servicio de cuidado de personas son inmigrantes de origen sudamericano), se debe comprobar que entiende bien las indicaciones de los padres. En numerosas ocasiones las diferencias culturales y de lenguaje causan graves malentendidos

Padres/guardería

  • Si el niño tiene que ir a la guardería, se recomienda que empiece a acudir antes de los ocho meses, porque el pequeño se adapta mejor, o después de los dieciocho meses, cuando ya ha adquirido el suficiente control de sí mismo como para enfrentarse sin problemas con el nuevo medio.
  • Acudir al centro elegido con el niño antes de que éste se quede allí es una forma de que se vaya familiarizando con el lugar, los compañeros y los profesionales.
  • En los primeros días de guardería, basta con que los pequeños acudan sólo durante una o dos horas. En todo caso, no es deseable que pase más de cuatro o cinco horas diarias en el centro, y nunca debe permanecer en ella más de ocho.
  • Desde que el niño llega por primera vez a la guardería, los cuidadores siguen muy de cerca su desarrollo afectivo, intelectual y motor, por lo que los padres deben establecer con ellos un contacto continuo, y unas relaciones cordiales y de cooperación.
  • Si el pequeño no consigue adaptarse a la guardería, no es necesario esperar a que presente una cuadro de ansiedad o pánico para tomar medidas. Ante esta situación hay que hablar con la profesora, pasar más tiempo con el niño, e incluso, buscar otro centro en el que se sienta mejor, o a una persona que le cuide en casa.

Ventajas e inconvenientes de la elección de niñera o guardería

Niñera

Ventajas

  • El niño está en un ambiente familiar y conocido.
  • El trato que recibe es individualizado, lo que facilita que el niño cree un vínculo fuerte y estable que facilitará su desarrollo emocional.
  • Los bebés necesitan toda la atención, al menos en su primer año de vida, y con una niñera la atención hacia él es constante y personalizada.
  • La canguro, en principio, sigue las pautas que le dicta la madre respecto a los cuidados que debe recibir, lo que tiene que comer, las horas de sueño, su rutina, etc.
  • Si el niño es pequeño, y su sistema inmunológico no es todavía lo suficientemente fuerte, evitará algunas de las enfermedades que se trasmiten por el contacto con otros niños.

Desventajas

  • Es difícil encontrar y, sobre todo, conservar una buena niñera. Cambiar a menudo puede crear inestabilidad en el niño.
  • El coste económico de contratar a una niñera es muy alto -una canguro a media jornada cobra, como mínimo, unos 360 euros mensuales, la jornada completa ronda los 600 euros al mes, que pueden llegar a 900 si la cuidadora está cualificada- sobre todo si se precisa una persona con formación profesional.
  • La socialización con niños de su edad es escasa. Para intentar paliar esta carencia, el niño debe acudir todos los días a jugar a un parque infantil, con otros pequeños de su edad.
  • Los padres deben estar personalmente pendientes de que la niñera ayude a crecer al niño, que cubra, en cada etapa, sus necesidades de desarrollo.

Guardería

Ventajas

  • La guardería ofrece más posibilidades para el desarrollo del niño, porque cubre todas sus necesidades educativas básicas. Además, se vigila su salud, tanto mental como psicológica y física.
  • La escolarización a partir del segundo año de vida refuerza en los niños la adquisición de destrezas sociales, emocionales, cognitivas y psicomotrices de gran utilidad para su trayectoria posterior.
  • Cuando el niño alcanza el año y medio o los dos años es esencial para el desarrollo de su sociabilidad el contacto con otros niños -sobre todo si es hijo único- En la guardería hace amigos y aprende las normas sociales, como por ejemplo saber comportarse, compartir los juguetes con los demás, comer de todo etc.
  • El niño está más controlado y atendido por profesionales con una formación sólida en educación infantil y/o puericultura.
  • Aunque contrae más enfermedades, su sistema inmune se fortalece.
  • Cada vez son más los centros infantiles que aceptan a niños desde los primeros meses de vida.
  • Las guarderías públicas ofrecen unas instalaciones bien cuidadas, y personal especializado a unos precios que oscilan entre 0 y 289 euros mensuales, y que varían según el tiempo de estancia, las comidas y los ingresos de los padres. En las guarderías privadas y escuelas infantiles los precios oscilan entre 120 y 479 euros al mes.

Desventajas

  • Las listas de espera para los centros públicos son muy largas, y muchas guarderías privadas también tienen su cupo completo durante meses.
  • Los horarios no se suelen adaptar a los de algunas profesiones. Quienes trabajan en turnos de tarde-noche y fines de semana no tienen cubiertas sus necesidades.
  • Por lo general, ninguna guardería se responsabiliza de un pequeño cuando está enfermo.
    Si el niño es muy pequeño es muy posible que se contagie con frecuencia de enfermedades infecciosas y que tenga que pasar largas temporadas en casa.