Parques infantiles: estudiados 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas

El mantenimiento de uno de cada tres elementos de juego es insuficiente

La seguridad de las zonas de juego es buena, aunque precisa mejoras
1 abril de 2010
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El mantenimiento de uno de cada tres elementos de juego es insuficiente

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Arriba, abajo, arriba, abajo… Los parques infantiles han adquirido en los
últimos años un aspecto futurista, con intrincados aparatos y un diseño,
cuando menos, llamativo. Pero la esencia de su estilo no ha cambiado:
arriba, abajo, arriba, abajo… Niños y niñas que suben, niños y niñas
que bajan. En esta demostración constante de los efectos de la ley
de la gravedad, es fundamental que estas zonas se encuentren en las
mejores condiciones para evitar los sustos y los vuelcos de corazón de
muchos padres cuando ven que sus hijos ‘aterrizan’ demasiado rápido
o de forma poco ortodoxa. A tenor de los resultados de la investigación
realizada por EROSKI CONSUMER, el servicio que ofrecen las zonas
infantiles de nuestro país aprueba, pero por los pelos. Su valoración
es un pobre ‘aceptable’, idéntica a la obtenida en un estudio similar
elaborado hace cinco años. Aunque se han observado mejoras, distan
de ser las deseables. Entre las razones de esta calificación, sobresalen
el deficiente mantenimiento registrado en uno de cada tres elementos
de juego (falta de pintura, partes oxidadas, astilladas, rotas o sueltas)y
el hecho de que más de la mitad de las áreas de recreo no cuenten con
carteles que informen del grupo de edad al que están destinados los
juegos. Sí se ha registrado una mejora en seguridad: en siete de cada
diez áreas de recreo las superficies son de caucho reciclado y el 84%
de las zonas de juego están delimitadas.

EROSKI CONSUMER analizó entre finales de enero y principios de febrero un total de 739 aparatos de juego de 132 zonas públicas de juego infantil ubicadas en 18 ciudades: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Córdoba, Granada, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. Se valoró la seguridad, estado de mantenimiento, información y accesibilidad de un total de 40 balancines, 50 toboganes, 129 estructuras multijuego, 254 asientos de columpios y 262 muelles. La mitad de estas zonas infantiles se encontraban en el centro de las ciudades y la otra en la periferia o en barrios no céntricos. Asimismo, se solicitó información a los ayuntamientos sobre el número de parques infantiles y presupuesto destinado a su mantenimiento.

Las zonas infantiles visitadas con mejores calificaciones han sido las de Cádiz, Barcelona, Córdoba, Vitoria, Pamplona y Granada (con un ‘bien’). Bilbao, Madrid, Murcia, San Sebastián, Valencia, Zaragoza, A Coruña, Alicante y Málaga han recibido un ‘aceptable’. El suspenso recae en las zonas infantiles estudiadas en Oviedo, Sevilla y Valladolid (‘regular’).

Saber comportarse

Los parques infantiles atraen a niños y niñas por su combinación de diversión y riesgo. Sin embargo, los más pequeños no son realmente conscientes de los peligros a los que se pueden enfrentar. De ahí que para que estas zonas sean seguras, no sólo sea importante el mantenimiento y buen estado de cada elemento de juego, sino la educación de los padres y las normas de comportamiento que deben transmitir a sus hijos:

  • Respeto. Los niños y niñas no deben empujarse mientras juegan con los equipos de juego. Lo conveniente es que lo disfruten sin prisa y, en la medida de lo posible, con orden.
  • Cuando utilicen los juegos, deben hacerlo correctamente: por ejemplo, al lanzarse por el tobogán, tienen que hacerlo sentados, con los pies hacia delante y no se recomienda ponerse de pie en los columpios.
  • Hay que tener cuidado con la ropa: no es conveniente llevar ropa muy holgada, con cordones o cuerdas cuando se juegue en un parque infantil. Puede convertirse en un serio peligro, ya que se pueden quedar enganchados en el aparato y causar lesiones al menor.
  • Es recomendable avisar a niños y niñas de que tienen que fijarse en las superficies que pisan y agarrarse firmemente en las estructuras de trepar. Se evitarán así resbalones y sustos.
  • Los niños menores de tres años deben ir acompañados constantemente de un adulto, que no les dejaran solos en ningún momento.

Seguridad en la zona de juegos

En nuestro país, no hay una legislación que regule cómo debería ser la seguridad de los parques infantiles. Tan sólo Andalucía y Galicia han avanzado en esta materia con el desarrollo de decretos basados en la normativa comunitaria vigente: UNE-EN 1176 y 1177. Con estos textos como referencia, EROSKI CONSUMER comprobó que la seguridad de los parques continúa siendo ‘buena’, igual que en el estudio elaborado en 2005 por esta revista. Sin embargo, y al igual que entonces, aún quedan aspectos por mejorar.

Un parque infantil debe estar acotado de forma segura y separado del tráfico rodado. Sin embargo, en tres de cada cinco parques infantiles analizados había tráfico cerca, aunque eso sí, el área estaba correctamente delimitada. Además, la superficie debe estar compuesta por materiales blandos que permitan la absorción de impactos y amortigüen golpes. Los expertos recomiendan el caucho reciclado o los suelos naturales (como la arena, el césped o la corteza de árbol), aunque con un mantenimiento adecuado. El caucho está instalado en dos de cada tres parques infantiles visitados, por encima de otros suelos naturales como la arena (único material en el 26% de los casos), el garbancillo, el césped y la corteza de árbol. Pese a lo arriesgado que resulta, todavía se utilizan materiales duros y con muy poca capacidad para absorber impactos como el adoquín (en una zona de Zaragoza).

La seguridad de las zonas de juego
es buena, aunque
precisa mejoras

Se comprobó también el estado de conservación de los aparatos de juego (si había partes rotas o sueltas, tornillos que sobresalían, elementos oxidados, zonas astilladas, aristas peligrosas y estructuras mal ancladas al suelo) y se evaluó el riesgo de atrapamiento (cuerdas trepadoras demasiado anchas y en las que un niño puede meter la cabeza; aberturas en forma de V con peligro de que el niño se enganche la ropa o, lo que es peor, el pelo; superficies con aberturas excesivas o cadenas de columpios demasiado anchas con lo que los niños pueden tener la “curiosidad” de meter el dedo entre las arancelas, entre otros).

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Por lo que respecta a los anclajes que fijan los aparatos al suelo, se constató que, salvo en el 3% de los muelles y balancines observados, el resto estaban bien fijados al pavimento. Tan importante como el anclaje es que sus componentes estén correctamente unidos. La normativa de seguridad de aparatos infantiles determina que los tornillos deben estar en buen estado, protegidos o redondeados y, en el caso de que sobresalgan, que esa medida no exceda de los 8 milímetros máximos permitidos. Así sucedía en la gran mayoría de los casos. En líneas generales, los mejores aparatos en materia de seguridad se localizaron en los parques infantiles visitados en Pamplona y Córdoba (ninguna deficiencia en las áreas evaluadas), y los peores en Sevilla y Oviedo. Y es que en Sevilla, más de la mitad de los elementos de juego se encontraban en mal estado de conservación y en uno de cada cinco se observó la posibilidad de que el niño se pillase los dedos o se quedase su ropa enganchada. En Oviedo, en uno de cada seis aparatos se detectaron elementos que podían hacer que los niños se hiciesen daño al utilizarlos.

Limpieza y mantenimiento de las áreas de recreo

El mantenimiento de un parque infantil implica dinero y esfuerzo. La inversión está condicionada por el tamaño de la población y la extensión urbana de la ciudad: va desde los 9’6 millones de euros de Madrid a los 40.000 euros de Cádiz. Los técnicos de EROSKI CONSUMER certificaron que la mayoría de los parques infantiles se encontraba en un estado general correcto, sólo un 12% de ellos tenían deficiencias. Destacaban negativamente Oviedo y Valladolid, donde ocho de las doce zonas visitadas estaban sucias, con pintadas, desperdicios, cristales, excrementos de perro y colillas.

Pese a que la mayoría de los 739 elementos de juego examinados por los técnicos de la revista funcionaban correctamente y podían usarse sin problemas, no faltaron deficiencias: cadenas de sujeción rotas o en muy mal estado, estructuras endebles, desgaste de rampas y muelles no del todo óptimos. El vandalismo es, sin lugar a dudas, la causa más importante del deterioro y estado del juego. En un 12% de los aparatos, los graffitis o pintadas decoraban el elemento de juego, una proporción inferior a la del informe de 2005. Pese a todo, estas pintadas no enmascaran el mal estado de algunos de estos elementos de juego que se han quedado obsoletos y pendientes de una buena revisión. Entre los aparatos con defectos de mantenimiento (que representan casi la tercera parte del total analizados) la falta de pintura era llamativa en uno de cada cinco casos, en casi el 10% de los juegos infantiles se observaron elementos oxidados y, en un 5% había zonas astilladas, rotas o sueltas. Por ciudades, en los parques analizados en Córdoba y Pamplona no se vieron este tipo de deterioros; al contrario que en Oviedo, A Coruña y Sevilla, donde los había en más de la mitad de los espacios infantiles.

Los elementos de juego, uno a uno

Columpios, toboganes, muelles, estructura multijuego y balancines. EROSKI CONSUMER ha analizado uno a uno los cinco elementos de juego más habituales en estos recintos para comprobar posibles carencias en materia de seguridad.

  • Estructuras multijuegos: Los aparatos con mas problemas de seguridad, ya que en casi una de cada diez (en total se tomaron en cuenta 129) no había barandillas ni asideros para subir a las plataformas superiores o agarrarse, así como partes del juego rotas o sueltas (en un 5% de los casos) o tornillos que sobresalen y no están debidamente tapados (en un 3%).
  • Columpios: Uno de los aparatos de juego con claros defectos en materia de seguridad. Las carencias más significativas se corresponden con el estado de las cuerdas o cadenas donde están suspendidos los asientos, ya que en el 12% de los 254 columpios evaluados no estaban tapadas y en algunos casos se hallaron huecos por donde los niños podían meter los dedos y hacerse daño.
  • Balancines: La mitad de los 40 balancines analizados no cuenta con reposapiés y sólo dos de cada diez disponen de elementos bajo el asiento para amortiguar la caída.
  • Muelles: Sólo en el 13% de los 262 muelles analizados se observó en su parte inferior un elemento para amortiguar una posible caída. Los anclajes que fijan este aparato al suelo se encontraron en mal estado en un 3% de los casos.
  • Toboganes: De los 50 toboganes analizados, un 16% no disponían de barandilla para subir y además un 8% no contaba con asideros en la plataforma superior donde los niños esperan para bajar por el tobogán. Sin embargo, el estado de rampas y peldaños era adecuado en la mayoría de estos elementos.

Información, accesibilidad de las zonas de juego y tabla comparativa

En los parques infantiles deben figurar carteles que indiquen las obligaciones de los usuarios en el disfrute de los elementos de juego, así como información fundamental en caso de emergencia, todo ello de forma legible.

Una información imprescindible para los usuarios de los parques infantiles es a qué grupo de edades se destina. Sin embargo, estos datos sólo se proporcionaron en el 46% de los casos y, por ciudades, no se vieron en ninguno de los parques analizados de Córdoba, Murcia, Valencia y Valladolid. Asimismo, es fundamental que el cartel refleje el número de teléfono al que llamar en caso de urgencia por accidente, así como cuáles son los centros sanitarios más próximos. En el primer caso sólo se vio en el 45% de las zonas de juego (sobresalen Cádiz, Granada y Vitoria; no así Alicante, Valencia y Valladolid); y el segundo, tan sólo en uno de cada cinco parques (destacan Granada y Cádiz). Tampoco se informaba en la mitad de las zonas de juego sobre la prohibición de introducir animales de compañía. Es el caso, por ejemplo, de Málaga y Pamplona, donde no se vieron en ninguno de los parques visitados.

La información a los
usuarios es deficiente

En la inmensa mayoría de las zonas analizadas se podía acceder con un cochecito o con sillas de ruedas. También es recomendable que los elementos de juego se pinten con colores llamativos para que los identifiquen niños con deficiencias visuales. Sin embargo, durante la visita, los técnicos comprobaron que no lo estaban en uno de cada diez parques infantiles. Menos habitual aún es encontrar aparatos a ras de suelo para que jueguen niños con dificultades de movilidad (tan sólo se hallaron en un 22% de las áreas infantiles analizadas), ni tampoco carteles en braille (sólo se vieron en un parque infantil de Barcelona).

El parque 10

El parque infantil ideal ofrece seguridad a los padres y entretenimiento a los más pequeños. Por su condición de equipamiento al aire libre, su mantenimiento debe ser continuado para garantizar al menos 5 años de vida útil. Estas son algunos de los aspectos en los que hay que fijarse:

  • Área protegida: la ciudad es un lugar lleno de peligros para los niños. Los parques infantiles son pequeños espacios en los que los menores pueden divertirse con seguridad. Por ello:

    • Deben estar situados en lugares sin una elevada contaminación atmosférica y acústica, y alejados de tendidos eléctricos, vertederos o canalizaciones de agua de gran capacidad.
    • Deben estar acotados y separados del tráfico rodado (mínimo a 30 metros).
  • Juegos atractivos, seguros y resistentes: los juegos deberán ser seguros y resistentes, así como visualmente atractivos, de forma que resulten estimulantes para los más pequeños. Para ello:

    • El suelo deberá estar compuesto de materiales blandos que amortigüen caídas, como el caucho reciclado o suelos naturales como césped y corteza de árbol.
    • Los elementos de juego deben estar elaborados con materiales que no sean metálicos, tóxicos, ni conductores de la electricidad. Además, deben tratarse para que, con el uso y el paso del tiempo, no se astillen y se generen ángulos peligrosos.
    • Los anclajes y sujeciones de los elementos de juego al firme serán estables.
    • Entre los juegos deberá existir una distancia mínima de seguridad con espacios libres de obstáculos.
  • Inspección y mantenimiento: las áreas de juego deben mantenerse en condiciones de limpieza para que sean completamente seguras. Sus propietarios son los responsables de su mantenimiento y conservación y se deben realizar inspecciones y revisiones anuales.
  • Señalización: es fundamental indicar la edad de los menores que pueden utilizar los juegos, dónde acudir en caso de detectarse desperfectos o situaciones de peligro, así como la ubicación de los centros sanitarios más próximos. Para ello, deben instalarse carteles en los que, al menos, se señale:

    • La recomendación de uso de los juegos por tramos de edad
    • La prohibición de uso de los juegos a los mayores de edad
    • La prohibición de entrada a animales domésticos
    • La ubicación del teléfono público más cercano
    • La localización del centro sanitario más próximo y la indicación del número de teléfono de las urgencias sanitarias, en caso de accidente
    • El número de teléfono del servicio encargado del mantenimiento y reparación de desperfectos del parque infantil.
    • La prohibición de circulación de vehículos de motor, y la limitación de uso de bicicletas, patinetes y similares.
  • Accesibilidad: los parques infantiles deberán ser accesibles, en especial para personas discapacitadas. Así, entre otras cosas, las entradas y salidas deberán estar libres de obstáculos y deberán instalarse rampas en caso de que haya escaleras para acceder al recinto. Asimismo, si la superficie es de difícil acceso, es conveniente instalar rutas accesibles hasta los elementos de juego.
  • Vehículos a excesiva velocidad: debe estar prohibida la circulación de cualquier vehículo cuya velocidad pueda causar daños personales. Por ejemplo, vehículos a motor, bicicletas, patinetes, etc.

18 ciudades una a una

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A Coruña

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de A Coruña

Los parques infantiles visitados en A Coruña son seguros y limpios, pero fallan en información

  • La seguridad de las zonas de juego evaluadas en A Coruña recibe un ‘muy bien’, aunque el mantenimiento de tres de cada cuatro aparatos de juego es mejorable
  • Solo uno de los recintos estudiados, el Parque de Marte, suspende el examen propuesto por la revista

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-coruna.gifEn el caso de A Coruña, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (Parque Carlos Casares, Jardines Méndez Núñez I, Parque de Marte, Los Rosales, plaza de A Cubela y Área Biosaludable Parque de Eirís) y 52 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento coruñés, la ciudad cuenta con 81 zonas de juegos infantiles (el año pasado se renovaron una decena de espacios para el juego de los más pequeños). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, fue un pobre ‘aceptable’, en la media del conjunto del estudio. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que tres de cada cuatro elementos de juego tenían defectos considerables y apreciables a simple vista: más de la mitad se encontraban en regular o mal estado de mantenimiento, en dos de ellos se observaron huecos por donde los niños pueden meter los dedos con el consiguiente peligro de que quedasen atrapados y en la mitad de los casos se necesita mejorar la pintura o arreglar las partes oxidadas de estos aparatos. Pese a todo, el técnico no apreció elementos peligrosos, tornillos que no estuviesen protegidos o juegos que se moviesen por no estar perfectamente anclados al suelo.

En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, la mejor calificación fue a parar al apartado de seguridad (‘muy bien’), una nota compartida en este sentido con los parques visitados en Alicante, Granada, Madrid, San Sebastián y Valencia; mientras que la limpieza se valoró con un satisfactorio ‘bien’. Lo que ya no resulta tan destacable es la nota que se desprende del análisis de la información disponible y las medidas adoptadas para garantizar la accesibilidad ya que en ninguno de los dos casos escapa de un aprobado muy justo (‘aceptable’). Si se compara con la visita de hace cinco años, la seguridad ha mejorado, la limpieza se mantiene en parámetros similares y la información, aunque aprueba el análisis, no escapa de una calificación mediocre.

Las zonas de juego visitadas en A Coruña con mejores valoraciones fueron Parque Carlos Casares, Jardines Méndez Núñez I, Los Rosales y Área Biosaludable Parque de Eirís ya que recibieron un satisfactorio ‘bien’ en todos los casos. Sin embargo, no puede decirse lo mismo de la mediocre calificación del recinto infantil ubicado en la plaza de A Cubela (‘aceptable’) ni del suspenso que mereció el Parque de Marte (‘regular’).

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación.

En la mayoría (5) de los parques visitados en A Coruña se indicaba la prohibición de jugar con bicicletas, monopatines o balones en esa zona de juego infantil, los teléfonos o localización de los centros sanitarios más cercanos en caso de que se produjese un accidente. Sólo en un caso se observó constancia de la fecha de la última inspección realizada en dicho parque infantil y en uno de cada tres sí se indicaba la prohibición expresa de que mayores de edad utilizasen estos aparatos destinados, únicamente, para los más pequeños.

Por lo que respecta a las medidas para garantizar la accesibilidad, dos de cada tres parques no disponía de juegos a ras de suelo para que puedan jugar niños con problema de movilidad y ni uno solo de los recintos infantiles contaba con carteles escritos en braille (sólo se encontró en uno de los 132 parques analizados en el país). Pese a todo, el acceso a estas zonas infantiles para personas con problemas de movilidad estaba garantizado. l nivel de seguridad de las áreas de juego visitadas en la ciudad coruñesa merece destacarse de forma positiva: en ningún elemento de juego se observó riesgo evidente de atrapamiento (dedos, ropa o pelo de los más pequeños); la distancia entre los juegos era suficiente; el área de juego de todos los parques con tráfico en los alrededores estaba convenientemente separada y delimitada; y en más de la mitad de los parques no se vieron pintadas en los elementos de juego. Según los datos facilitados por el ayuntamiento gallego, cada año se invierte más de 200.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo, aunque no precisaron la periodicidad de las inspecciones.

Los elementos de juego, uno a uno

Todos los balancines analizados en A Coruña funcionaban correctamente, aunque tres de cada cuatro se encontraban en un estado de mantenimiento regular. Asimismo, los siete balancines estudiados necesitaban ser pintados de nuevo y la mitad de ellos necesitaban unas mejoras debido a que contaban con zonas oxidadas. Por lo que respecta a los columpios, las cuerdas y asientos de todos ellos se encontraban en buen estado. La valoración de los toboganes también es positiva: nada de aristas o elementos peligrosos, los bordes de la rampa de bajada estaban redondeados en todos los casos, los tornillos convenientemente protegidos y el pavimento se encontraba en buenas condiciones de mantenimiento. Lo mismo sucede con las estructuras multijuego: todos están equilibrados y bien anclados al suelo, no se vieron aristas ni elementos punzantes o peligrosos, aunque el estado de mantenimiento de tres de cada cuatro era mejorable.

Por el contrario, ninguno de los 13 muelles analizados en la capital coruñesa disponía de un elemento bajo el asiento para amortiguar la caída; uno de los muelles no tenía ni reposapiés ni asideros para que los niños pudiesen agarrarse y en más de la mitad se vieron partes oxidadas.

Alicante

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Alicante

Los parques infantiles visitados en Alicante son seguros y limpios, pero suspenden en información

  • Los fallos más significativos en el análisis de los aparatos de juego se observaron en el caso de las estructuras multijuego y muelles
  • La valoración global se queda en un ‘aceptable’, en la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-alicante.gifEn el caso de Alicante, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (ubicados en la plaza de la Pipa, plaza Doctor Carlos Van der Hofstadt, Plaza Morant, calle Virgen de La Salud, avenida Federico Soto y Jardín Campoamor) y 21 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento alicantino, la ciudad cuenta con 193 zonas de juegos infantiles. La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un pobre ‘aceptable’ e igual que hace cinco años cuando se realizó un informe similar. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que apenas había defectos de mantenimiento en los 21 aparatos estudiados: en dos falta una mano de pintura y en otros dos hay zonas astilladas que pueden ser peligrosas para los niños. En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘bien’ y ‘muy bien’, respectivamente), mientras que la información disponible y las medidas adoptadas para garantizar la accesibilidad adoptadas no aprueban el examen de la revista (‘regular’). Respecto al estudio realizado en 2005, el apartado de limpieza se mantiene sin cambios y las medidas de seguridad han mejorado (de un ‘bien’ han pasado a un ‘muy bien’). Sin embargo, el apartado de información y señalización ha pasado de un ‘mal’ en 2005 al ‘regular’ actual, con lo que la mejoría no es del todo positiva.

Las zonas de juego visitadas en Alicante con mejores valoraciones fueron las de la plaza de la Pipa y plaza Doctor Carlos Van der Hofstadt (‘bien’). No pasaron del ‘aceptable’ los recintos localizados en el Plaza Morant, calle Virgen de la Salud y Jardín Campoamor, mientras que suspendió el análisis realizado por EROSKI CONSUMER el parque infantil visitado en la avenida Federico Soto (‘regular’).

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en cinco de las seis zonas no se observó un cartel que prohibiese la entrada de animales domésticos en el recinto y en ninguno se localizó un indicativo con el teléfono al que deben llamar los padres en caso de una situación de emergencia ni de aviso de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente. Por lo que respecta a la accesibilidad, todos los parques infantiles tienen accesos libres de obstáculos, pero dos de cada tres no cuenta con juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno. Entre los elementos positivos más destacados: sólo uno de los parques no estaba delimitado, pero no había tráfico cerca; en todos los recintos, el pavimento es de caucho o sintético y la distancia entre los elementos de juegos era la adecuada.

Los elementos de juego, uno a uno

En el conjunto del estudio, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Alicante (21), los técnicos comprobaron cómo las carencias no eran tan importantes, en dos faltaba una mano de pintura y en otros dos había partes astilladas que pueden ser peligrosas para los niños. Una realidad que mejora la proporción de hace cinco años cuando el 19% de los aparatos tenían defectos (ahora es el 8%). Según los datos facilitados por el ayuntamiento alicantino, los servicios municipales inspeccionan cada mes y medio estos parques infantiles. En ellos se pretende invertir este año 378.000 euros para garantizar un mantenimiento óptimo (aunque aún no se han aprobado los presupuestos).

En las estructuras multijuego se encontraron algunas deficiencias: en uno de los siete analizados se echó en falta una barandilla en las escaleras o en las zonas de paso de la estructura, la altura de la plataforma superior de cinco de ellos se encontraba a más de un metro con respecto al suelo y cuatro no disponen de elementos a ras de suelo para que puedan utilizarlos niños con problemas de movilidad. Los diez muelles observados en Alicante funcionaban con normalidad, aunque uno de ellos presenta un regular aspecto exterior. Además, en la mitad existe la posibilidad de que los niños se pillen los dedos en algún hueco al descubierto y en dos, el aparato no estaba bien anclado al suelo. Todos los balancines analizados en Alicante contaban con asideros para que los niños puedan agarrarse, sin embargo no ocurre lo mismo en el caso de los reposapiés (no había en dos de cada tres). Aunque los muelles de estos aparatos estaban en perfecto estado, en ningún parque se vio que debajo del asiento hubiesen colocado algún tipo de material para amortiguar la caída. La valoración de los toboganes fue también positiva: peldaños y barandillas no estaban desgastados ni rotos, todos ellos contaban con una rampa de bajada en correcto estado y no se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (aristas vivas, bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.).

Barcelona


EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 12 de Barcelona

Los parques infantiles visitados en Barcelona son seguros y limpios, pero necesitan mejorar en información

  • Una de cada cuatro áreas suspende el examen propuesto por la revista debido a la gravedad de los fallos encontrados
  • La valoración global, un ‘bien’, mejora la media del informe de las 18 capitales

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-barcelona.gifEn el caso de Barcelona, se estudiaron 12 zonas de juegos infantiles (parc Can Dragó, parc de la Barceloneta, plaza de la Sagrada Familia, Jardines de la Amistad, plaza de los Heroínes de Girona, plaza Sant Miquel, plaza Mossen Clapés, plaza Garrigó, plaza Sant Josep de Calassanz, plaza Castelao, plaza Gaudí y paseo de La Habana con la calle Barceloneta) y 57 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento de la ciudad condal, Barcelona cuenta con 706 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en 4 los nuevos recintos que se inaugurarán, además de reformar uno ya existente). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, alcanza un ‘bien’, por encima de la media del estudio, un ‘aceptable’, y se sitúa entre las capitales con mejores valoraciones. Idéntica calificación que hace cinco años, cuando se realizó un informe similar. Las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘bien’), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas se quedaron en un ‘aceptable’. El apartado de limpieza y seguridad se mantienen sin cambios en relación al estudio realizado en 2005, pero la nota de la información disponible y de las medidas de accesibilidad mejora, de un ‘regular’ a un ‘aceptable’.

Las zonas de juego visitadas en Barcelona con mejores valoraciones (‘bien’) fueron las de parc Can Dragó, parc de la Barceloneta y parque de la Sagrada Familia; no superan el ‘aceptable’ en los casos de Jardines de la Amistad, plaza de los Heroínes de Girona, Mossen Clapés, plaza Garrigó, plaza Castelao y plaza Gaudí. Las tres restantes suspenden con un ‘regular’.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación.

Respecto a la información, en dos de los 12 parques no se había instalado un cartel en el que se prohibiese la entrada de animales en este recinto para niños, en la misma proporción no aparecía especificado un teléfono de emergencia en caso de accidente o peligro para los más pequeños mientras que en ninguno de ellos tampoco se mostraba la dirección de los centros sanitarios más cercanos. En cuanto a la accesibilidad, en dos recintos infantiles era necesario utilizar escaleras (no se habían habilitado rampas) y en una decena de los parques no se vieron juegos a ras de suelo para los niños con problemas de movilidad. Sin embargo, merece destacarse que fue un parque barcelonés el único de todo el estudio donde se observaron carteles escritos en braille.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno: sólo uno de los parques estaba cercano a una zona de tráfico y no contaba con una delimitación segura; también en uno de los parques, el suelo necesitaba una limpieza y todos los elementos de juego pueden presumir de encontrarse en buen estado de mantenimiento general.

Los elementos de juego, uno a uno

En el conjunto del estudio, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados mostraban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Barcelona, compuesta por 57 aparatos, los técnicos comprobaron cómo sólo tres de ellos tenían defectos de mantenimiento, en uno se vieron elementos peligrosos y la necesidad de renovar su pintura y en una decena estaban a la vista huecos por donde los niños podían meter los dedos y quedar atrapados. Una realidad que mejora no obstante la proporción de hace cinco años cuando el 43% de los aparatos tenían defectos. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento de Barcelona, los servicios municipales realizan una inspección preventiva cada día y una más en profundidad cada tres meses. El mantenimiento de las áreas de juego de la ciudad está incluido en una contrata que engloba bancos, papeleras, mesas de picnic, mesas de ping-pong, vallas y señalización. El pasado año, el consistorio invirtió más de dos millones de euros en este cometido.

Un presupuesto que debería invertirse, especialmente, en las estructuras multijuegos observadas (casi una decena), ya que son los elementos que más carencias tenían: las cuerdas de uno de estos juegos estaban rotas, desgastadas o a punto de romperse; el estado de conservación de dos de ellos no era muy satisfactorio, en la misma proporción resultaba complicado que los niños trepasen o subiesen a las plataformas superiores y en un aparato de los nueve analizados por la revista faltaban barandillas para que los niños se agarrasen con mayor seguridad. Todos los balancines analizados en Barcelona funcionaban correctamente, destacaban por su óptimo estado de mantenimiento y no presentaban problemas de anclaje al suelo; sin embargo la limpieza de todos ellos era regular, en ninguno se vieron reposapiés ni tampoco algún material o elemento bajo el asiento para amortiguar la caída. Por lo que respecta a los columpios (se analizaron 22 asientos), el técnico no observó mayores defectos salvo alguna parte astillada en dos de ellos y cuerdas desgastadas y sin proteger en cuatro de los columpios analizados. La valoración de los toboganes también es positiva: peldaños, rampas y barandillas en perfecto estado de mantenimiento, tornillos bien protegidos y el pavimento colocado alrededor del aparato sin ningún fallo a la vista. Por último, los 21 muelles observados en Barcelona funcionaban con normalidad, sólo dos de ellos precisaban reformas debido a la falta de pintura o la presencia de zonas astilladas y deterioradas y en ningún caso se vio la posibilidad de que el aparato se moviera del suelo ya que se encontraba muy bien anclado.

Bilbao

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 8 de Bilbao

Los parques infantiles visitados en Bilbao son seguros y limpios, pero suspenden en información

  • Los fallos más significativos en el análisis de los aparatos de juego se observaron en el caso de las estructuras multijuego
  • La valoración global se queda en un ‘aceptable’, en la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-bilbao.gifEn el caso de Bilbao, se estudiaron ocho zonas de juegos infantiles (Campo Volantín, Plaza de San Pedro, Guggenheim-Abandoibarra, Ribera de Deusto-Puente Euskalduna, Calle Islas Canarias, Calle Arbidea-Txurdinaga, Calzadas de Mallona-Begoña y Campas Escuelas Uribarri) y 40 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento bilbaíno, la ciudad cuenta con 128 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en 16 los nuevos recintos que se inaugurarán este año). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un pobre ‘aceptable’ e igual que hace cinco años cuando se realizó un informe similar. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que seis de los 39 aparatos tenían defectos de mantenimiento, cuatro están oxidados, en dos falta una mano de pintura y en otro más hay partes astilladas que pueden ser peligrosas para los niños. En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘bien’), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas no aprueban el examen de la revista (‘regular’). Mientras el apartado de limpieza se mantiene sin cambios, en relación al estudio realizado en 2005, las medidas de seguridad no han conseguido mantener el ‘muy bien’ otorgado entonces. Por último, aunque ha mejorado algo el apartado de información y señalización (un ‘mal’ en el pasado estudio), lo cierto es que la realidad sigue siendo negativa.

Las zonas de juego visitadas en Bilbao con mejores valoraciones fueron las de la Plaza de San Pedro, Guggenheim-Abandoibarra, Ribera de Deusto-Puente Euskalduna y la de las Campas Escuelas Uribarri (‘bien’). No pasaron del ‘aceptable’ los recintos localizados en la calle Islas Canarias, Campo Volantín y Calzadas de Mallona en el barrio de Begoña), mientras que suspendió el análisis realizado por EROSKI CONSUMER el parque infantil visitado en la calle Arbidea en Txurdinaga (‘regular’).

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En tres de cada cuatro zonas no se observó un cartel en el que se prohibiese la entrada de animales domésticos en el recinto, en la misma proporción no se localizó un indicativo con el teléfono al que deben llamar los padres en caso de una situación de emergencia y en ninguno de estos parques infantiles se avisa de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente. Por lo que respecta a las medidas para garantizar la accesibilidad, uno de los parques infantiles cuenta con escaleras para su acceso que no están salvadas por rampas, no se cuenta con juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad y en la misma proporción, los técnicos no encontraron carteles escritos en braille.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno. Entre los elementos más destacados: sólo uno de los parques no estaba delimitado, y eso que existía tráfico cerca; en todos los recintos, el pavimento es de caucho o sintético y la distancia entre los elementos de juegos es la adecuada.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Bilbao (39), los técnicos comprobaron cómo seis de ellos necesitaban una reforma, ya que cuatro estaban oxidados, en dos faltaba una mano de pintura y en otro más había zonas astilladas que pueden ser peligrosas para los niños. Una realidad que mejora la proporción de hace cinco años cuando el 25% de los aparatos tenían defectos (ahora es el 15%). Según los datos facilitados por el ayuntamiento bilbaíno, los servicios municipales inspeccionan cada día estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 475.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

Todos los balancines analizados en Bilbao cuentan con asideros para que los niños pueden agarrarse, sin embargo no ocurre lo mismo en el caso de los reposapiés (no había en uno de cada tres). Aunque el muelle de estos aparatos está en perfecto estado, en ningún parque se vio que debajo del asiento hubiesen colocado algún tipo de material para amortiguar la caída. Por lo que respecta a los columpios, el estado de las cuerdas, asientos y anclajes es óptimo (apenas haría falta una pequeña mano de pintura y reformar las zonas astilladas presentes en dos de ellos)

La valoración de los toboganes también es positiva: peldaños y barandillas no están desgastados ni rotos, todos ellos cuentan con una rampa de bajada en correcto estado y no se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (aristas vivas, bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.).

En las estructuras multijuegos se encontraron algunas deficiencias: en uno de los nueve analizados se echó en falta una barandilla en las escaleras o en las zonas de paso de la estructura y la altura de la plataforma superior de dos de ellos se encontraba a más de un metro con respecto al suelo.

Por último, los cinco muelles observados en Bilbao funcionan con normalidad y presentan un buen aspecto exterior, no existe la posibilidad de que los niños se pillen los dedos en algún hueco al descubierto y en anclaje al suelo es correcto.

Cádiz

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Cádiz

Los parques infantiles visitados en Cádiz son seguros y limpios, pero la información es escasa

  • Los fallos más significativos en el análisis de los aparatos de juego se observaron en el caso de los estructuras multijuego y los columpios
  • La valoración global es de un ‘bien’, mejor que la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-cadiz.gifEn el caso de Cádiz, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (ubicadas en el parque Varela-Avenida Andalucía, plaza de San José, Plaza Toros-plaza Asdrúbal, Guillén Moreno, plaza La Habana y San Severiano-Avenida Juan Carlos I) y 21 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento gaditano, la ciudad cuenta con 36 zonas de juegos infantiles. La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, es mejor que la nota media, un ‘bien’ frente al ‘aceptable’ global, y que la que obtuvo hace cinco años cuando se realizó un informe similar (un ‘aceptable’). Las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘bien’), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas se quedan en un ‘aceptable’. Los apartados de limpieza y mantenimiento, así como el de seguridad no han variado en cinco años. Por su parte, el apartado de información, aunque ha mejorado, lo ha hecho de manera insufienciente (del ‘mal’ al ‘regular’).

Las zonas de juego visitadas en Cádiz con mejores valoraciones fueron las del parque Varela-Avenida Andalucía, plaza de San José, Guillén Moreno y San Severiano-Avenida Juan Carlos I (con un ‘bien’). No pasaron del ‘aceptable’ los analizados en la Plaza de Toros-Plaza Asdrúbal y el de la plaza La Habana.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en todos los parques infantiles visitados había un cartel prohibiendo la entrada de animales domésticos en el recinto e informando de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente así como del teléfono al que deben llamar los padres en caso de haber una situación de emergencia. Sin embargo, la situación empeora en las medidas para garantizar la accesibilidad, ya que una de las áreas de recreo estudiadas no tenía un acceso fácil y libre de obstáculos. Además, en cinco no se vieron juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad y los carteles escritos en braille brillaban por su ausencia.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno. Entre los elementos positivos más destacados: cinco de los seis parques estaban delimitados, en todos el pavimento era de caucho o sintético y la distancia entre los elementos de juegos era la adecuada.

Los elementos de juego, uno a uno

En el conjunto del estudio, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Cádiz (21), los técnicos comprobaron que seis de los 21 aparatos necesitaban una reforma, cinco estaban oxidados, a uno le faltaba una mano de pintura y otro tenía zonas astilladas que podrían ser peligrosas para los niños. Una realidad similar a la proporción de hace cinco años cuando el 13% de los aparatos tenían defectos. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento gaditano, los servicios municipales inspeccionan cada dos semanas estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 40.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

En las estructuras multijuego se encontraron algunas deficiencias: uno se encontraba en un estado de mantenimiento regular, en tres de los analizados se echó en falta una barandilla en las zonas de paso de la estructura y la altura de la plataforma superior de dos de ellos se encontraba a más de un metro con respecto al suelo. Por lo que respecta a los columpios, el estado de los asientos y anclajes era óptimo, no así el de las cuerdas. Además, en dos de cada tres aparatos los niños podían pillarse los dedos. Eso sí, no había elementos peligrosos y todos los columpios funcionaban con normalidad. Todos los balancines analizados en Cádiz contaban con asideros para que los niños puedan agarrarse, sin embargo no ocurre lo mismo en el caso de los reposapiés (no había en ninguno). En ningún parque se halló debajo del asiento algún material para amortiguar la caída. Los muelles observados en Cádiz funcionaban con normalidad y mostraban un buen aspecto exterior. Sin embargo, en tres de ellos no había reposapiés y en ninguno había sistemas en el asiento para amortiguar la caída.

Córdoba

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Córdoba

Los parques infantiles visitados en Córdoba son seguros y limpios, pero la información es escasa

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-cordoba.gifEn el caso de Córdoba, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (ubicadas en la plaza Alcaldia, Elena Moyano, El Cairo, Jardín de los Poetas, plaza Colón y paseo de La Ribera) y 37 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento cordobés, la ciudad cuenta con 120 zonas de juegos infantiles. La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, es mejor que la nota media, un ‘bien’ frente al ‘aceptable’ global. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que ninguno de los aparatos necesitaba una reforma (no estaban oxidados, ni les faltaba una mano de pintura ni había zonas astilladas que podrían ser peligrosas para los niños). En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘muy bien’ y ‘bien’ respectivamente), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas aprobaron con un ‘aceptable’.

Las zonas de juego visitadas en Córdoba con mejores valoraciones fueron las de la plaza Alcaldia y Elena Moyano. No superaron el ‘aceptable’ las situadas en El Cairo, Jardín de los Poetas, plaza Colón y paseo de La Ribera.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en uno de cada tres parques infantiles visitados no se vio cartel alguno en el que se prohibiese la entrada de animales domésticos en el recinto, sólo en uno había indicativos que informasen de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente y en la mitad de las zonas de recreo estudiadas se señalaba el teléfono al que deben llamar los padres en caso de emergencia. La situación se mantenía en las medidas de accesibilidad: aunque todas las áreas de recreo estudiadas tenían un acceso fácil y libre de obstáculos, en ninguna se halló juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad ni carteles escritos en braille.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno. Entre los elementos positivos: dos de cada tres parques estaban delimitados y los que no lo estaban se encontraban muy lejos del tráfico; en todos los recintos, el pavimento era de arena limpia y sin desperdicios y la distancia entre los elementos de juegos era la adecuada.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados tenían defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Córdoba (37), los técnicos comprobaron que ninguno de los aparatos necesitaba una reforma (ni estaban oxidados, tampoco les faltaba una mano de pintura ni había zonas astilladas peligrosas para los niños). Según los datos facilitados por el Ayuntamiento cordobés, los servicios municipales inspeccionan a diario estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 400.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

Los muelles observados en Córdoba funcionaban con normalidad y tenín un buen aspecto exterior. Sin embargo, en dos de ellos no había reposapiés y en ninguno había sistemas en el asiento para amortiguar la caída. La valoración de los toboganes fue positiva: peldaños y barandillas no estaban desgastados ni rotos, todos ellos contaban con una rampa de bajada en correcto estado y no se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (aristas vivas, bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.). En las estructuras multijuego no se hallaron deficiencias: el estado de mantenimiento de todos los aparatos analizados era bueno y en ninguno se echó en falta una barandilla en las zonas de paso de la estructura. Sin embargo, en cuatro la altura de la plataforma superior se encontraba a más de un metro con respecto al suelo.

Por lo que respecta a los columpios, todos funcionaban con normalidad y el estado de los asientos, las cuerdas y los anclajes era óptimo. Además, no se vieron elementos peligrosos, ni la posibilidad de que los niños se pillasen los dedos. Todos los balancines analizados en Córdoba tenían asideros y reposapiés. Los muelles de estos aparatos estaban en perfecto estado, aunque en ningún parque se vio debajo del asiento algún material para amortiguar la caída.

Granada

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Granada

Los parques infantiles visitados en Granada son seguros y limpios, pero la información es escasa

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-granada.gifEn el caso de Granada, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (ubicadas en Camino Bajo de Huétor, plaza Fontiveros, plaza de Gracia, Avenida García Lorca, parque Cruz de Lagos y plaza de la Concordia) y 24 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento granadino, la ciudad cuenta con 78 zonas de juegos infantiles. La valoración final que recibieron estos espacios tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, un ‘bien’, es mejor que la nota media, lo que le sitúa entre las capitales con las mejores instalaciones de la investigación. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que ocho de los 24 aparatos necesitaban una reforma, a seis les faltaba una mano de pintura y en dos había zonas astilladas que podrían ser peligrosas para los niños. En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘bien’ y ‘muy bien’ respectivamente), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas aprobaron con un ‘aceptable’. La zona de juego visitada en Granada con mejor valoración fue las de la plaza Fontiveros. No superaron el ‘aceptable’ las situadas en Camino Bajo de Huétor, plaza de Gracia, Avenida García Lorca y parque Cruz de Lagos. Sólo una suspendió la prueba de EROSKI CONSUMER: plaza de La Concordia (‘regular’).

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en todos los parques infantiles visitados se vio un cartel que prohibiese la entrada de animales domésticos en el recinto, así como indicativos que informaban de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente. Sin embargo, no se señalaba de forma expresa que el uso correcto de los juegos queda bajo la responsabilidad de los padres y acompañantes adultos. La situación empeoraba en accesibilidad: aunque todas las áreas de recreo estudiadas tenían un acceso fácil y libre de obstáculos, en ninguna se vieron juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad ni carteles escritos en braille. Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó entre muy bueno y bueno. Entre los elementos positivos más destacados: cinco parques estaban delimitados y el que no lo estaba se encontraba muy lejos del tráfico; en todos los recintos, el pavimento es de garbancillo (un tipo de grava) limpia y sin desperdicios y la distancia entre los elementos de juegos era la adecuada.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Granada (24), los técnicos comprobaron que nueve de los 24 aparatos necesitaba una reforma, a seis les faltaba una mano de pintura y en dos había partes astilladas que podrían ser peligrosas para los niños. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento granadino, los servicios municipales inspeccionan semanalmente estos parques infantiles. En ellos se invirtieron el año pasado más de 205.000 euros para garantizar un mantenimiento óptimo.

Los muelles observados en Granada funcionaban con normalidad. Todos tenían asideros, pero uno no contaba con reposapiés y en ninguno había sistemas debajo del asiento para amortiguar la caída. En las estructuras multijuego también se encontraron algunas deficiencias: el estado de mantenimiento de dos aparatos analizados era malo o regular y en tres se echó en falta una barandilla en las zonas de paso de la estructura. Además, la altura de la plataforma superior de dos de ellos se encontraba a más de un metro con respecto al suelo. Por su parte, todos los balancines analizados en Granada contaban con asideros para que los niños pudiesen agarrarse, pero la mitad no tenía reposapiés. El muelle de estos aparatos estaba en perfecto estado, aunque en ningún parque se vio debajo del asiento algún material para amortiguar la caída. Todos los balancines analizados en Granada contaban con asideros para que los niños pudiesen agarrarse, pero la mitad no tenía reposapiés. El muelle de estos aparatos estaba en perfecto estado, aunque en ningún parque se vio que debajo del asiento algún material para amortiguar la caída. La valoración de los toboganes también era positiva: peldaños y barandillas no estaban desgastados ni rotos, todos ellos contaban con una rampa de bajada en correcto estado y no se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.). Por lo que respecta a los columpios, todos funcionaban con normalidad y el estado de los asientos, las cuerdas y los anclajes era óptimo. Además, no se vieron elementos peligrosos, ni la posibilidad de que los niños se pillasen los dedos.

Madrid

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 12 de Madrid

Los parques infantiles visitados en Madrid son seguros y limpios, pero suspenden en información

  • Los fallos más significativos en el análisis de los aparatos de juego se observaron en el caso de las estructuras multijuego
  • La valoración global es de un ‘aceptable’, en la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-madrid.gifEn el caso de Madrid, se estudiaron doce zonas de juegos infantiles (las ubicadas en el parque Manuel Becerra, parque de Carlos Arias Navarro, Avenida de Andalucía 21-Villaverde, Parque Sur, Caramuel 58, parque Calero, parque de Berlín, Castellana 132, Parque de la Vaguada, Plaza de Aluche, Jardines de Gregorio Ordóñez y parque Roma) y 102 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento madrileño, la ciudad cuenta con 1.825 zonas de juegos infantiles. La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un pobre ‘aceptable’. Las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘muy bien’), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas no aprueban el examen de la revista (‘regular’). Los dos apartados de limpieza y seguridad obtuvieron un ‘bien’ en un estudio similar realizado en 2005 y el de información se mantiene igual (también suspendió con un ‘regular’). Las zonas de juego visitadas en Madrid con mejores valoraciones fueron el parque Manuel Becerra, parque de Carlos Arias Navarro, Avenida de Andalucía 21-Villaverde, parque Sur, Caramuel 58, parque Calero y parque de Berlín (‘bien’). No pasaron del ‘aceptable’ los recintos localizados en la Castellana 132, Parque de la Vaguada, Plaza de Aluche, Jardines de Gregorio Ordóñez y parque Roma.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en la mitad de las zonas estudiadas no se observó un cartel que prohibiera la entrada de animales domésticos en el recinto, en tres de cada cuatro no se localizó un indicativo con el teléfono al que deben llamar los padres en caso de una situación de emergencia y en ninguno de estos parques infantiles se avisaba de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente. Por lo que respecta a la accesibilidad, sólo uno de los parques infantiles contaba con escaleras en su acceso aunque están salvadas por rampas; once no tenían juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad y en ninguno se encontraron carteles escritos en braille.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como muy bueno. Entre los elementos más destacados: en todos los recintos, el pavimento era de arena limpia y sin apelmazar, y la distancia entre los elementos de juegos es la adecuada. También se hallaron reparos: uno de los parques no estaba delimitado, y eso que existía tráfico cerca

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Madrid (102), los técnicos comprobaron cómo apenas hay desperfectos: a uno le faltaba una mano de pintura y en otros dos más había partes rotas o sueltas. Una realidad que mejora la proporción de hace cinco años cuando el 38% de los aparatos tenían defectos (ahora es el 3%). Según los datos facilitados por el ayuntamiento madrileño, los servicios municipales inspeccionan cada dos o cuatro días estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 9,6 millones de euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

En las estructuras multijuego se encontraron algunas deficiencias: en cuatro de los diecisiete analizados se echó en falta una barandilla en las escaleras y en las zonas de paso de la estructura, la altura de la plataforma superior de seis de ellos se encontraba a más de un metro con respecto al suelo.

Todos los balancines analizados en Madrid contaban con asideros y reposapiés para que los niños puedan agarrarse. Aunque el muelle de estos aparatos está en perfecto estado, tan solo en la mitad de los parques se vio debajo del asiento algún tipo de material para amortiguar la caída. Por lo que respecta a los columpios, el estado de las cuerdas, asientos y anclajes era óptimo, no había elementos peligrosos y todos funcionaban con normalidad.

La valoración de los toboganes también fue positiva: peldaños y barandillas no estaban desgastados ni rotos, todos ellos contaban con una rampa de bajada en correcto estado y no se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (aristas vivas, bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.).

Por último, los 39 muelles observados en Madrid funcionaban con normalidad y, excepto uno, el resto presentaban un buen aspecto exterior. Además, no existía la posibilidad de que los niños se pillen los dedos en algún hueco al descubierto y en anclaje al suelo era correcto en todos. Sin embargo, sólo en uno se encontró un sistema debajo del asiento que amortiguaba la caída.

Málaga


EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 8 de Málaga

Los parques infantiles visitados en Málaga son seguros, pero fallan en información y limpieza

  • Las deficiencias más significativas en el análisis de los aparatos de juego se observaron en el caso de las estructuras multijuego
  • La valoración global se queda en un ‘aceptable’, en la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-malaga.gifEn el caso de Málaga, se estudiaron ocho zonas de juegos infantiles (las ubicadas en la calle Unión, Pintor José Ribera, Avenida del Arroyo de los Ángeles, calle Jerusalén, Avenida Dr. Mañas Bernabeu, Avenida Europa-El Torcal, Enrique Herrera Moll y Guillermo Carrera Rubio) y 32 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento malagueño, la ciudad cuenta con 307 zonas de juegos infantiles (más cuatro recién construidas este año). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un pobre ‘aceptable’, aunque mejor que hace cinco años cuando se realizó un informe similar y obtuvo un ‘regular’. La mejor calificación recayó en el apartado de seguridad (‘bien’), mientras que la limpieza y mantenimiento se quedaron en el mediocre ‘aceptable’ y la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas no aprobaron el examen de la revista (‘regular’). Los apartados de limpieza y mantenimiento y seguridad mantienen la situación de hace cinco años, no así el de información y accesibilidad que obtuvo entonces un ‘muy mal’. Las zonas de juego visitadas en Málaga con mejores valoraciones fueron las de la avenida del Arroyo de los Ángeles, calle Jerusalén y la de Avenida Europa-El Torcal, y ninguna supera el ‘aceptable’. El resto suspende con un ‘regular’ (Pintor José Ribera, avenida Dr. Mañas Bernabeu, Enrique Herrera Moll y Guillermo Carrera Rubio) o con un ‘mal’ (La Unión).

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en ninguna de las zonas estudiadas se observó un cartel que prohibiera la entrada de animales domésticos en el recinto, en cinco no se localizó un indicativo con el teléfono al que deben llamar los padres en caso de emergencia y en tres de cada cuatro de estos parques infantiles no se avisaba de los centros médicos más cercanos si se produce un percance. Por lo que respecta a la accesibilidad, sólo uno de los parques infantiles contaba con escaleras en su acceso aunque están salvadas por rampas; siete no tenían juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad y en ninguno se encontraron carteles escritos en braille.

La limpieza y mantenimiento de las áreas de juego analizadas se calificó con un ‘aceptable’. Y es que aunque los elementos de juego se encontraban en buen estado general, el caucho que cubría el suelo de los parques infantiles estaba roto en seis áreas y había perdido su elasticidad en otras tres. Por el contrario, el nivel de seguridad de las zonas de juego estudiadas era bueno. Entre los elementos más destacados: en todos los recintos, el pavimento era de caucho o corteza de árbol y la distancia entre los elementos de juegos era la adecuada. También se hallaron reparos: dos de los parques no estaban delimitados, y eso que había tráfico cerca.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Málaga (32), los técnicos comprobaron cómo cuatro de los 32 aparatos necesitaban una reforma, uno estaba oxidado, a dos les faltaba una mano de pintura y en otros dos más había partes rotas o sueltas. Una realidad que mejora la proporción de hace cinco años cuando el 24% de los aparatos tenían defectos (ahora es el 14%). Según los datos facilitados por el ayuntamiento malagueño, los servicios municipales inspeccionan cada semana estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 900.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

En las estructuras multijuego se encontraron algunas deficiencias: en la mitad de los aparatos analizados se echó en falta una barandilla en las escaleras o en las zonas de paso de la estructura y la altura de la plataforma superior de tres de cada cuatro se encontraba a más de un metro con respecto al suelo. Todos los balancines analizados en Málaga contaban con asideros para que los niños puedan agarrarse, pero ninguno tenía reposapiés. Aunque el muelle de estos aparatos está en perfecto estado, tan solo en la mitad de los parques se vio debajo del asiento algún tipo de material para amortiguar la caída. Por lo que respecta a los columpios, el estado de las cuerdas, asientos y anclajes era óptimo en todos excepto en uno. Eso sí, no había elementos peligrosos en ninguno y siete de los ocho funcionaban con normalidad. La valoración de los toboganes también fue positiva: peldaños y barandillas no estaban desgastados ni rotos, todos ellos contaban con una rampa de bajada en correcto estado y no se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (aristas vivas, bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.). Por último, los seis muelles observados en Málaga funcionaban con normalidad y, excepto uno, el resto presentaba un buen aspecto exterior. Además, no existía la posibilidad de que los niños se pillasen los dedos en algún hueco al descubierto y el anclaje al suelo era correcto en todos. Sin embargo, en ninguno se encontró un sistema debajo del asiento que amortiguara la caída.

Murcia

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 8 de Murcia

Los parques infantiles visitados en Murcia son seguros y limpios, pero suspenden en información

  • La valoración global se queda en un ‘aceptable’, en la media del informe
  • Uno de cada tres juegos analizados presentaba defectos de mantenimiento, la misma proporción que en un estudio similar realizado en 2005

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-murcia.gifEn el caso de Murcia, se estudiaron ocho zonas de juegos infantiles (Plaza Santa Isabel, Jardín la Seda, Parque Floridablanca, Jardín Antigua Valeo, Calle Olof Palme, Avenida Juan de Borbón, Calle Camilo José Cela y Parque de Fofó) y 68 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento murciano, la ciudad cuenta con 523 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en una decena los recintos que reformarán este año). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un pobre ‘aceptable’ e igual que hace cinco años cuando se realizó un informe similar. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que uno de cada tres juegos analizados (en total 68) presentaba defectos de mantenimiento: en siete de ellos, las piezas estaban rotas o sueltas; 18 de ellos se encontraban en regular o mal estado de mantenimiento y en once, el técnico observó elementos peligrosos como aristas o elementos punzantes.

En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘bien’), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas no aprueban el examen de la revista (‘regular’). Los apartados de limpieza y seguridad se mantienen sin cambios en relación al estudio realizado en 2005. Sin embargo, aunque ha mejorado algo el apartado de información y señalización (un ‘mal’ en el pasado estudio), lo cierto es que la realidad sigue siendo negativa en este sentido.

Las zonas de juego visitadas en Murcia con mejores valoraciones fueron las de localizadas en Jardín la Seda, Parque Floridablanca, Avenida Juan de Borbón y Parque de Fofó (‘bien’), mientras que el resto de calles analizadas deben conformarse con un mediocre ‘aceptable’.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En más de la mitad de las zonas no se observó un cartel que prohibiera la entrada de animales domésticos en el recinto, sólo en uno de los parques se localizó un indicativo con el teléfono al que deben llamar los padres en caso de emergencia y en ninguno de estos parques infantiles se informaba de los centros médicos más cercanos para llevar al menor en caso de accidente. Por lo que respecta a la accesibilidad, los técnicos no encontraron carteles escritos en braille, ni juegos a ras de suelo y en uno de cada cuatro parques, las rutas para ir de un juego a otro no eran accesibles. Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno. Entre los elementos más destacados: los elementos de juego estaban en buen estado, pocas pintadas en todos los parques, la distancia de separación entre los juegos en los ocho recintos es la adecuada y sólo en una de las instalaciones, con tráfico cerca, no existía una delimitación física (valla, arbustos, mobiliario urbano) para seguridad de los más pequeños.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Murcia (68), uno de cada tres juegos analizados presentaba defectos de mantenimiento: en siete de ellos, las piezas estaban rotas o sueltas; 18 de ellos se encontraban en regular o mal estado de mantenimiento y en once, el técnico observó elementos peligrosos como aristas o elementos punzantes. Una realidad que se mantiene sin cambios en relación al informe de hace cinco años. Según los datos facilitados por el ayuntamiento murciano, los servicios municipales inspeccionan mensualmente estos recintos y con más frecuencia cuando es necesario. Sin embargo, no facilitaron el presupuesto anual destinado para estas tareas de mantenimiento.

Por lo que respecta a los columpios, salvo uno de ellos, el resto se encontraban en buen estado de limpieza; la misma valoración positiva que merecen los asientos y cuerdas. Asimismo, todos ellos permanecían bien anclados al pavimento y en la misma proporción no se vieron elementos peligrosos para los más pequeños. Todos los toboganes estaban bien anclados al suelo y la rampa de estos elementos estaba en perfecto estado; sin embargo, en uno de cada tres los peldaños estaban deteriorados y en dos toboganes, el técnico observó cómo existían aristas peligrosas. En las estructuras multijuego se encontraron deficiencias: en la mitad de ellos no se vieron barandillas para que los niños se pudiesen agarrar y en la misma proporción, el estado de conservación de estos elementos se consideró como regular. Por último, los muelles observados en Murcia no funcionaban con normalidad en dos casos; el mantenimiento de cinco de ellos no era óptimo y aunque todos cuentan con asideros, no puede decirse lo mismo de los reposapiés ya que siete no tenían.

Oviedo

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Oviedo

Los parques infantiles visitados en Oviedo, por debajo de la media del país

  • Los espacios infantiles visitados en Oviedo únicamente logran una nota positiva en el apartado que estudia las medidas de seguridad
  • 36 de los 44 juegos analizados tenían defectos de mantenimiento

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-oviedo.gifEn el caso de Oviedo, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (Parque del Milán, Campilin, La Rodriga, Urbanización Villafría, Santa Susana y Parque Invierno) y 44 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento de la capital asturiana, la ciudad cuenta con 160 áreas de juegos infantiles y está previsto que, a este número, se sumen otras 5 que se inaugurarán este año. La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, empeora la nota media global (un ‘aceptable’) ya que suspende el informe de la revista con un ‘regular’. Una nota insuficiente que comparte con las conclusiones finales de los parques infantiles estudiados en Valladolid y Sevilla. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que casi la totalidad de los aparatos (36 de los 44 elementos de juego que se estudiaron en total) tenía defectos de mantenimiento: todos los que presentaban defectos de mantenimiento se encontraban en regular o mal estado, en dos de ellos los tornillos no estaban convenientemente protegidos, a casi la mitad del total les faltaba pintura y en cinco se vieron piezas rotas o sueltas. En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, la realidad es mejor en lo que al análisis de la seguridad y la limpieza se refiere (‘bien’ y ‘aceptable’, respectivamente), pero la información y la accesibiiidad recibieron un contundente ‘mal’.

La zona de juego visitadas en Oviedo con la valoración más satisfactoria se encontraba en el Parque del Milán (‘bien). Un aprobado muy justo (‘aceptable’) se merecen, según los técnicos encargados de la visita, los espacios para niños analizados en Campilin, La Rodriga, Urbanización Villafría, Santa Susana. Por el contrario, suspende el análisis el Parque Invierno (‘regular’).

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En más de la mitad de los recintos no se observó un cartel que prohibiera la entrada de animales domésticos en el recinto, sólo uno de los de los parques seleccionados disponía de señales la prohibición de jugar en estos recintos con bicicletas y balones, pero en ninguno se había colocado un indicativo para que no se permitiese a los mayores de edad utilizar dichos juegos reservados a los más pequeños. Además, sólo en uno de los espacios se avisaba con un cartel del teléfono de urgencias en caso de accidente. Tampoco la situación es mucho mejor a tenor de las conclusiones que se desprenden de la observación de la accesibilidad: ni rastro de carteles escritos en braille, más de la mitad de los parques no tenían los juegos pintados con colores llamativos para que resulte más fácil su uso para discapacitados visuales y no había juegos a ras de suelo.

Algo mejor es la valoración otorgada en el caso de la limpieza y mantenimiento de estas zonas de recreo así como las medidas de seguridad adoptadas. Con todo, los técnicos de EROSKI CONSUMER detectaron defectos de importancia: en un parque se vieron tuberías o conductos sin proteger, ninguna zona tenía separados los diferentes juegos según la edad de los niños y en cinco de los seis recintos infantiles, los bancos estaban demasiado lejos como para poder vigilar a los niños con seguridad desde ellos. Esto en lo que respecta a las carencias en seguridad, mientras que las faltas que se observaron en cuenta a la limpieza se resumen en que el suelo de uno de cada tres parques tenía desperdicios, en la misma proporción el caucho sintético del pavimento está roto o que no se encontraron aseos públicos cerca de estas zonas infantiles.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Oviedo (44), casi la totalidad de los aparatos (36 de los 44 elementos de juego que se estudiaron en total) presentaba defectos de mantenimiento: todos los que tenían defectos de mantenimiento se encontraban en regular o mal estado, en dos de ellos los tornillos no estaban convenientemente protegidos, a casi la mitad del total les faltaba pintura y en cinco se vieron piezas rotas o sueltas. Según datos del propio Ayuntamiento, las zonas con más uso se inspeccionan cada semana y el resto, una vez al mes. Para garantizar el mantenimiento de estos parques infantiles se invierte de media 317.086 euros anuales.

Todos los balancines analizados en Oviedo funcionaban correctamente, aunque estaban en mal estado de mantenimiento y no disponían debajo del asiento de un sistema de amortiguación de la caída. Por lo que respecta a los columpios, los defectos de mantenimiento más apreciables durante la visita fueron el mal estado de más de la mitad debido a la falta de pintura, piezas oxidadas, partes rotas o sueltas y pintadas. Deficiencias que se repiten en las estructuras multijuego analizadas, ya que en uno de cada cuatro se vieron pintadas, partes rotas o sueltas y falta de pintura así como el mal estado del pavimento de caucho sobre el que se asientan la mitad de estos aparatos. Lo mismo sucede en los muelles estudiados: uno de ellos no estaba correctamente anclado al suelo, en la misma proporción se observaron huecos por donde los niños podían meter los dedos y más de la mitad de los muelles necesitaban una buena limpieza.

Por último, la inspección a los toboganes concluyó con las siguientes valoraciones: el estado de limpieza de todos ellos no era muy satisfactorio debido a las pintadas existentes, aunque las rampas, peldaños y barandillas se encontraban en perfecto estado de mantenimiento y conservación.

Pamplona

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Pamplona

Los parques infantiles visitados en Pamplona son seguros y limpios, pero la información es escasa

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La valoración global es de un ‘bien’, por encima de la media del informe, un ‘aceptable’

En el caso de Pamplona, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (ubicadas en el parque El Mundo, la plaza Ilargui, plaza Compañía, plaza Nuevo Baztán, San Roque-plaza Palacio de Justicia y plaza Félix Huarte) y 29 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento pamplonés, la ciudad cuenta con 93 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en 3 los nuevos recintos que se inaugurarán este año). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, es un ‘bien’, por encima del ‘aceptable’ global, e igual que hace cinco años cuando se realizó un informe similar. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que ninguno de los aparatos necesitan una reforma (no están oxidados, ni les falta una mano de pintura, ni hay zonas astilladas peligrosas para los niños). En la zona de juegos, las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘muy bien’ y ‘bien’, respectivamente), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas se quedaron en un ‘aceptable’. Mientras el apartado de información se mantiene sin cambios en relación al estudio de 2005, el estado de limpieza y mantenimiento ha mejorado visiblemente (hace cinco años tenía un ‘aceptable’), aunque la seguridad ha pasado de tener un ‘muy bien’ al ‘bien’ actual.

Las zonas de juego visitadas en Pamplona con mejores valoraciones fueron las del parque El Mundo, plaza Ilargui, plaza Nuevo Baztán, San Roque-plaza Palacio de Justicia y plaza Félix Huarte (con un ‘bien’). El único parque que se quedó en un ‘aceptable’ fue el de la plaza Compañía.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación.

En materia de información, en ninguno de los parques infantiles visitados se observó un cartel que prohibiese la entrada de animales domésticos en el recinto ni tampoco el que informa de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente y, además, en dos no se localizó un indicativo con el teléfono al que deben llamar los padres si se produce una situación de emergencia. Sin embargo, la situación mejora en la accesibilidad: todos tienen un acceso fácil y libre de obstáculos, los elementos de juego están pintados con colores llamativos y en la mitad de las zonas visitadas se vieron juegos a ras de suelo para niños con problemas de discapacidad. Eso sí, los carteles escritos en braille brillaban por su ausencia.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno. Entre los elementos positivos más destacados: sólo uno de los parques no estaba delimitado, y eso que existía tráfico cerca; en todos los recintos, el pavimento es de caucho o sintético y la distancia entre los elementos de juegos es la adecuada.

Los elementos de juego, uno a uno

En el conjunto del estudio, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Pamplona (29), los técnicos comprobaron que ninguno de ellos necesitaba una reforma (no estaban oxidados, ni les faltaba una mano de pintura ni tampoco había zonas astilladas peligrosas para los niños). Una realidad que mejora la proporción de hace cinco años cuando el 44% de los aparatos tenían defectos. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento pamplonés, los servicios municipales inspeccionan cada semana estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 250.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

Los muelles observados en Pamplona funcionaban con normalidad y su aspecto exterior era bueno. Sin embargo, en dos de ellos no había reposapiés ni sistema alguno en el asiento para amortiguar la caída. También en las estructuras multijuegos se encontraron algunas deficiencias, pese a su buen estado general: en uno de los analizados se echó en falta una barandilla en las zonas de paso de la estructura y ninguno disponía de elementos a ras de suelo para que puedan utilizarlos niños con problemas de movilidad. Por último, por lo que respecta a los columpios, el estado de las cuerdas, asientos y anclajes era óptimo.

San Sebastián

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de San Sebastián

Los parques infantiles visitados en San Sebastián son seguros y limpios, pero suspenden en información

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La valoración global se queda en un ‘aceptable’, en la media del informe

En el caso de San Sebastián, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (Plaza Etxebarri, Alberdi Eder, Plaza Zuberoa, Plaza Olaeta-Calle Aragón, Parque Álava y Plaza del Sauce) y 56 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento donostiarra, la ciudad cuenta con 131 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en 3 los nuevos recintos que se inaugurarán este año, además de otros dos que ya se están reformando). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un ‘aceptable’, peor que hace cinco años cuando se realizó un informe similar y logró un ‘bien’. Las mejores calificaciones recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘muy bien’), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas no aprobaron el examen de la revista (‘regular’). En cinco años, el apartado de seguridad se ha mantenido sin cambios, la limpieza y mantenimiento ha mejorado el ‘bien’ otorgado en 2005 (ahora obtiene un ‘muy bien’) y la información y señalización no ha variado: mantiene el ‘regular’.

Las zonas de juego visitadas en San Sebastián con mejores valoraciones fueron las de Alderdi Eder, parque Álava y plaza Olaeta, con un ‘bien’. Por el contrario, apenas lograron un ‘aceptable’ los parques infantiles de la plaza Etxebarri y la del Sauce; y el único parque infantil que suspendió la prueba fue el de la plaza Zuberoa (calificado con un ‘regular’).

Información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información y accesibilidad, en dos de las seis zonas no se observó un cartel prohibiendo la entrada de animales domésticos en el recinto, en la misma proporción no se localizó un indicativo con el teléfono al que deben llamar los padres en caso de una situación de emergencia y en ninguno de estos parques infantiles se avisaba de los centros médicos más cercanos para llevar al niño en caso de accidente. Por lo que respecta a las medidas para garantizar la accesibilidad, la mitad de los parques no estaban pintados con colores llamativos para que los identificasen niños con deficiencias visuales y en ninguno se encontraron carteles escritos en braille. Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como muy bueno. Entre los elementos positivos más destacados: cuatro de las seis instalaciones visitadas estaban lejos del tráfico y los otros dos que no lo estaban se encontraban correctamente delimitados. Además, los suelos eran de caucho reciclado y no se encontraron huecos donde los niños pudiesen quedar atrapados.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de San Sebastián (56), los técnicos comprobaron cómo cinco de ellos necesitaban una reforma y en cuatro faltaba una mano de pintura. Una realidad que mejora la proporción de hace cinco años cuando el 29% de los aparatos tenían defectos (ahora es el 9%). Según los datos facilitados por el ayuntamiento donostiarra, los servicios municipales inspeccionan cada 15 días estos parques infantiles. En ellos, se invirtió el pasado 2009 un total de 160.000 euros para garantizar un mantenimiento óptimo, además de destinar otros 100.000 euros para la reforma de parques viejos y obsoletos.

En las estructuras multijuegos se encontraron algunas deficiencias: el estado de mantenimiento era regular en cuatro de ellos, la altura de la plataforma superior de la mitad se encontraba a más de un metro con respecto al suelo, pero el estado de conservación de todos los aparatos era bueno y estaban bien anclados al suelo.

Por su parte, todos los balancines analizados en San Sebastián contaban con asideros. No ocurre lo mismo con los reposapiés (no había en dos de cada tres). Además, en dos de cada tres no se vio ningún elemento debajo del asiento para amortiguar la caída.

Por lo que respecta a los columpios, el estado de las cuerdas, asientos y anclajes es óptimo. Algo similar ocurre con los muelles: funcionan con normalidad y muestran un buen aspecto exterior, no existe la posibilidad de que los niños se pillen los dedos en algún hueco al descubierto y en anclaje al suelo es correcto.

La valoración de los toboganes también es positiva: peldaños y barandillas no están desgastados ni rotos, todos ellos cuentan con una rampa de bajada en correcto estado y no se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (aristas vivas, bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.).

Sevilla

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 8 de Sevilla

Los parques infantiles visitados en Sevilla, por debajo de la media del país en seguridad, limpieza y mantenimiento

  • Los espacios para niños estudiados en la capital hispalense sólo superaban el examen, con un ajustado ‘aceptable’, en los apartados que estudian la seguridad y la limpieza
  • Más de la mitad de los juegos analizados presentaban defectos de mantenimiento

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-sevilla.gifEn el caso de Sevilla, se estudiaron ocho zonas de juegos infantiles (La Alameda de Hércules, calle Rayo de Luna en el barrio de las Golondrinas, calle Maestra en el barrio de Pino Montano, calle Arjona en El Barranco, Plaza de la Alfalfa, calle Eduardo dato, Plaza de la Concordia-Gavidia y Plaza San Martín de Porres) y 36 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento de la capital andaluza, la ciudad cuenta con 241 áreas dependientes del departamento de Parques y Jardines (no se incluyen los que pertenecen a distritos, gerencia de urbanismo?). Se estima que este año se inaugurarán otras cuatro zonas. La valoración final que recibieron estos espacios tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados fue de un suspenso (un ‘regular’) por debajo de la media del estudio, un ‘aceptable’. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que más de la mitad de los aparatos (se estudiaron en total 36 elementos de juego) mostraba defectos de mantenimiento: el 67% se mantenía en regular o mal estado de conservación, en cinco de ellos se observaron elementos peligrosos para los niños y se encontraban mal anclados al suelo, a casi la mitad les hacía falta renovar la pintura y en seis de ellos se detectaron partes oxidadas, rotas y astilladas.

La limpieza, mantenimiento y seguridad de las zonas visitadas en Sevilla recibieron un pobre ‘aceptable’ y en información disponible y medidas de accesibilidad ni siquiera consiguieron superar el examen propuesto por EROSKI CONSUMER (‘regular’).

La zona de juego de las visitadas en Sevilla con la valoración más satisfactoria fue la de La Alameda de Hércules (un ‘bien’). Un aprobado muy justo (‘aceptable’) se merecen, según los técnicos encargados de la visita, los espacios para niños analizados en la Barriada de las Golondrinas, calle Arjona en El Barranco, calle Eduardo Dato, Gaviria-Plaza de la Concordia y Plaza San Martín de Porres. Por el contrario, suspenden el análisis de EROSKI CONSUMER los localizados en la calle Maestra de Pino Montano y en la plaza de la Alfalfa (ambos con un ‘regular’).

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en uno de cada cuatro recintos no se observó un cartel que prohibiera la entrada de animales domésticos en el recinto y en la mitad de los parques seleccionados no se hallaron señales con la prohibición de jugar en estos recintos con bicicletas y balones. Sólo en la mitad de estos espacios se avisaba con un cartel del teléfono de urgencias en caso de accidente. Tampoco la situación es mucho mejor a tenor de las conclusiones que se desprenden de la observación de medidas de accesibilidad: ni rastro de carteles escritos en braille y el acceso a uno de los ocho recintos no era accesible para personas con problemas de movilidad.

Aunque la limpieza y mantenimiento de estas zonas de recreo, así como las medidas se seguridad adoptadas, recibieron un aprobado, los técnicos de EROSKI CONSUMER detectaron deficiencias: en uno de cada cuatro parques, el suelo estaba sucio; en una de cada tres zonas con pavimento de caucho éste no era uniforme y estaba roto; en siete de las ocho ocasiones no se vieron fuentes de agua potable; un parque no estaba vallado y eso que había tráfico cerca y en dos instalaciones el técnico halló situaciones de peligro debido al estado general del parque.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Sevilla (36), el estudio concluye que el 67% de los aparatos (se estudiaron en total 36 elementos de juego) arrastraba defectos de mantenimiento: la mitad se mantenía en regular o mal estado de conservación, en cinco de ellos se observaron elementos peligrosos para los niños y anclajes al suelo defectuosos, a cuatro de ellos les hacía falta renovar la pintura y en seis se detectaron partes oxidadas, rotas y astilladas.

Todos los balancines analizados en Sevilla funcionaban correctamente, pero la mitad estaba en mal estado de mantenimiento y no se encontraban bien anclados al pavimento, con el consiguiente peligro para los niños. Por lo que respecta a los columpios, los defectos de mantenimiento más apreciables durante la visita fueron el mal estado de las cuerdas en la mitad de ellos y que uno de cada cuatro precisaba tareas de mejora y reparación debido al óxido de sus elementos. Deficiencias que se repiten en las estructuras multijuego analizadas: la mitad tenía un aspecto sucio y deteriorado y en uno de cada cuatro elementos no había barandilla para subir a la parte superior. En los muelles estudiados en estos ocho parques infantiles sevillanos, la mitad permanecían con aristas rotas y peligrosas y cuatro de ellos se balanceaban por no estar bien anclados al suelo y tres tenían los tornillos sin la debida protección. Por último, la inspección a los toboganes concluyó con las siguientes valoraciones: rampas y barandillas en mal estado en la mitad de ellos y falta de limpieza de los aparatos en la misma proporción.

Valencia

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 8 de Valencia

Los parques infantiles visitados en Valencia son seguros y limpios, pero suspenden en información

  • Los defectos de mantenimiento en los juegos son escasos, pero el estado general de los parques precisa ciertas mejoras
  • La valoración global se queda en un ‘aceptable’, en la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-valencia.gifEn el caso de Valencia, se estudiaron ocho zonas de juegos infantiles (Jardín de Ayora, calle Guillem de Castro, calle Fernando el Católico 26, Calle Archena, Cabañal, plaza de La Glorieta, Abben Al Abbar y Fernando el Católico 78) y 32 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento valenciano, la ciudad cuenta con casi 400 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en 17 los nuevos recintos que se inaugurarán este año). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un pobre ‘aceptable’, algo peor que hace cinco años cuando se realizó un informe similar y obtuvo un ‘bien’. Con todo, el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que los fallos en los 32 aparatos estudiados son escasos: uno de cada tres estaban en un estado de mantenimiento regular y en dos de ellos se vieron huecos donde los niños pueden meter los dedos. En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, la valoración ya no es tan positiva pese a que en los apartados de seguridad y limpieza, la calificación es de ‘bien’ y ‘muy bien’ respectivamente: sin embargo, la información disponible y las medidas de accesibilidad suspenden (‘regular’). Los apartados de limpieza y seguridad mantienen las valoraciones obtenidas cinco años atrás, mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad no han mejorado el ‘regular’ que también se les otorgó entonces.

Las zonas de juego visitadas en Valencia con las mejores valoraciones son las de Jardín de Ayora, calle Archena y en la plaza de La Glorieta (‘bien’); sin embargo en el resto de parques evaluados la nota se quedó en un pobre ‘aceptable’.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

Sólo en la mitad de las zonas analizadas se encontraron carteles que prohibieran la entrada de animales en dichos espacios; sin embargo, en ninguno de los parques el técnico observó indicación alguna sobre la edad aconsejada para utilizar esos juegos, así como el teléfono o ubicación de centros sanitarios cercanos para casos de emergencia. Por lo que respecta a las medidas para garantizar la accesibilidad, no se hallaron carteles escritos en braille y en más de la mitad de los parques estudiados no disponían de juegos a ras de suelo para niños con discapacidad.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como muy bueno y bueno, respectivamente. Las razones: los parques donde había tráfico cerca estaban convenientemente vallados y separados, ninguno de estos recintos disponía de suelo a base de adoquín, hormigón o asfalto; la mitad de los recintos estaban libres de pintadas y ni uno solo de los juegos estaba desgastado o deteriorado.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Valencia, los fallos en los 32 aparatos estudiados son escasos: uno de cada tres estaban en un estado de mantenimiento regular y en dos de ellos se vieron huecos donde los niños pueden meter los dedos. Una realidad que mejora la proporción de hace cinco años cuando el 11% mostraba irregularidades. Según los datos facilitados por el ayuntamiento valenciano, los servicios municipales inspeccionan cada una o dos semanas, según la necesidad, estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 260.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

La valoración de los elementos de juego es algo mejor que la inspección general del parque infantil. Por ejemplo, en el caso de los balancines analizados: todos ellos funcionaban, estaban en perfecto estado de mantenimiento y en ninguno de ellos se vieron tornillos sin proteger. En el caso de los muelles, en uno de ellos se detectaron puntas o aristas salientes con el consiguiente peligro y ninguno de los 14 analizados contaba con sistema amortiguador bajo el asiento. En el resto de juegos analizados, las carencias y fallos más evidentes se concretan en que la mitad de las estructuras multijuego tenían los columpios muy juntos entre sí, en dos columpios se observó la posibilidad de que los niños se pillasen los dedos en los huecos que había y la mitad de los toboganes estudiados precisaban una mayor limpieza.

Valladolid


EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Valladolid

Los parques infantiles visitados en Valladolid están por debajo de la media del país en seguridad, limpieza y mantenimiento

  • Estos espacios para niños únicamente superaban el examen, con un ajustado ‘aceptable’, en el apartado que estudia las medidas de seguridad
  • Uno de cada tres juegos analizados presentaban defectos de mantenimiento

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-valladolid.gifEn el caso de Valladolid, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (plaza de Los Vadillos, plaza San Juan, Ciudad de La Habana 3, calle Juan García Hortelano, paseo Zorrilla y Acera Recoletos en la esquina con plaza Colón) y 35 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento de la capital castellana, la ciudad cuenta con 143 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en 6 los nuevos recintos que se inaugurarán este año). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, empeora la nota media global (un ‘aceptable’) y suspende el informe de la revista con un ‘regular’. Una nota insuficiente que comparte con las conclusiones finales de los parques infantiles estudiados en Sevilla y Oviedo. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que uno de cada tres apartaos (se estudiaron en total 35 elementos de juego) presentaba defectos de mantenimiento: una docena de ellos se encontraban en regular o mal estado de conservación; otro no tenía convenientemente protegidos los tornillos con el consiguiente peligro para los menores; en diez de ellos se encontraron huecos por donde los niños pueden meter los dedos y quedar atrapados; y en tres aparatos se vieron piezas astilladas, rotas o sueltas.

La zona de juego tampoco sale bien parada: la limpieza y mantenimiento se calificó como mala y en información disponible y medidas de accesibilidad tampoco consigue superar el examen propuesto por EROSKI CONSUMER (‘regular’). Las medidas de seguridad, aunque pasan el análisis, se quedan sin embargo en una nota mediocre (‘aceptable’).

Las zonas de juego visitadas en Valladolid con las valoraciones más negativas fueron las localizadas en el paseo Zorrilla y la Acera Recoletos en la esquina plaza Colón: suspenden el análisis de EROSKI CONSUMER con un contundente ‘mal’. Tampoco aprueban las situadas en la plaza San Juan, Ciudad de La Habana y la calle Juan García Hortelano. El único espacio para niños que logra el aprobado es el situado en la plaza de Los Vadillos. El técnico de la revista, tras su visita, le otorgó una nota de ‘aceptable’.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En materia de información, en cinco de las seis zonas no se observó un cartel prohibiendo la entrada de animales domésticos en el recinto y en la totalidad de los parques seleccionados no aparecieron señales que indicaran la prohibición de jugar en estos recintos con bicicletas y balones o de su uso por adultos. Tampoco disponían de un cartel con un teléfono de urgencias o de la situación de los centros de salud más cercanos en caso de que algún niño sufra un accidente. La accesibilidad también se catalogó como insuficiente: ni rastro de carteles escritos en braille, en más de la mitad de los parques analizados, la ruta para ir de un juego a otro no resultaba accesible para una persona en silla de ruedas y uno de los recintos no tenía ni juegos a ras de suelo ni aparatos de juego pintados en colores llamativos para discapacitados visuales.

Peor es la valoración otorgada en el caso de la limpieza y mantenimiento de estas zonas de recreo para los niños: el estado general de limpieza de más de la mitad de los parques era regular o malo; en tres de cada cuatro ocasiones en las que el suelo era de arena, ésta se encontraba con desperdicios y excrementos; en una de cada tres zonas donde el pavimento era de caucho, éste estaba roto y sólo dos de ellos estaban libres de pintadas. La seguridad es el único apartado que logra un aprobado. Aun así, el técnico también observó deficiencias: dos parques se encontraban cercanos a una zona de tráfico y no estaban delimitados, obras sin proteger y cercanas a uno de estos parques y alcantarillas rotas y deterioradas en los alrededores de una de las zonas de juegos.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Valladolid (35), los técnicos comprobaron cómo uno de cada tres aparatos presentaban defectos de mantenimiento: una docena de ellos se encontraban en regular o mal estado de conservación, otro no tenía convenientemente protegidos los tornillos con el consiguiente peligro para los menores; diez de ellos tenían huecos por donde los niños pueden meter los dedos y quedar atrapados, además de zonas con falta de pintura. En tres aparatos se vieron piezas astilladas, rotas o sueltas. Según los datos facilitados por el ayuntamiento vallisoletano, los servicios municipales inspeccionan cada tres días los juegos destinados a niños menores de 8 años y dos semanas aquellos dirigidos a menores de entre 8 y 15 años estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 210.492 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

Todos los balancines analizados en Valladolid funcionaban correctamente y estaban limpios, sin embargo en la mitad de ellos se podía dar la posibilidad de que el niño se quedase atrapado con sus dedos, ropa o pelo en huecos que se detectaron a simple vista. Por lo que respecta a los columpios, los defectos de mantenimiento más apreciables durante la visita fueron la falta de pintura en más de la mitad y zonas astilladas en dos de cada diez.

Deficiencias que se repiten en los toboganes analizados, ya que algo menos de la mitad de ellos estaban fabricados en materiales poco resistentes. En dos de ellos las rampas, peldaños o barandillas no se encontraban en un correcto estado de conservación. En el caso de los muelles, se encontraron aristas peligrosas en uno de ellos y ninguno disponía de sistema de amortiguación debajo del asiento. En la inspección a las estructuras multijuegos se comprobó la ausencia de defectos y su buen estado de funcionamiento y mantenimiento. Sin embargo, en todos, la plataforma estaba a más de un metro de altura.

Vitoria

EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 6 de Vitoria

Los parques infantiles visitados en Vitoria son seguros y limpios, pero fallan en información

  • Las deficiencias más significativas se hallaron en el análisis de los aparatos de juego se observaron en el caso de las estructuras multijuego
  • La valoración global es de un ‘bien’, por encima de la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-vitoria.gifEn el caso de Vitoria, se estudiaron seis zonas de juegos infantiles (Plaza Santa Bárbara, calle Vicente Goikoetxea, calle Uralmendi, confluencia de las calles Arana y Pedro Orbea, Parque del Prado y Calle Chile) y 22 elementos de juego. En total, según datos facilitados por el Ayuntamiento vitoriano, la ciudad cuenta con 131 zonas de juegos infantiles. La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, mejora tanto la nota media global actual, un ‘bien’, mejor que la otorgada hace cinco años, cuando se realizó un informe similar (logró un ‘aceptable’). Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que apenas tres de los 22 aparatos tenían defectos de mantenimiento, siete se encontraban en regular o mal estado, tres de ellos necesitaban una mano de pintura y sólo se observaron zonas astilladas en un aparato.

Las mejores calificaciones de las zonas de juego visitadas en Vitoria recayeron en los apartados de limpieza-mantenimiento y seguridad (‘bien’), mientras que la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas se quedaron en un pobre ‘aceptable’. Los apartados de limpieza y seguridad se mantienen sin cambios, en relación al estudio realizado en 2005, pero la nota de información y señalización ha mejorado de un ‘mal’ al ‘aceptable’ actual.

La zona de juego visitada en Vitoria con la peor valoración era la localizada en la calle Chile, con un ‘aceptable’, mientras el resto de recintos infantiles aprobaban con comodidad el análisis propuesto por la revista (‘bien’). Precisamente, y semanas después de la visita de los técnicos de EROSKI CONSUMER, el Ayuntamiento reformó el parque para niños instalado en la calle Chile: han cambiado el caucho del suelo, pintado los juegos y arreglado algunas maderas que estaban rotas y obsoletas.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación.

En ninguna zona visitada en Vitoria aparece un cartel que informe a los padres de la responsabilidad que tienen de vigilar a los menores de 3 años, ni tampoco una señal con los centros sanitarios más cercanos en caso de accidente, o un indicativo en el que se prohíba el juego en esa zona para niños con bicicletas, monopatines o balones. Por lo que respecta a las medidas para garantizar la accesibilidad, los juegos de una de las zonas no estaban pintados con colores llamativos para que pudieran verlos niños con problemas visuales.

Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno. Entre los elementos más destacados: sólo uno de los parques no estaba delimitado, y eso que existía tráfico cerca; en todos los recintos, el pavimento era de caucho o sintético y la distancia entre los elementos de juegos era la adecuada.

Los elementos de juego, uno a uno

En líneas generales, casi la tercera parte de los 739 elementos de juego analizados presentaban defectos de mantenimiento. En el caso concreto de la muestra de Vitoria (22), los técnicos comprobaron que tres aparatos tenían defectos de mantenimiento, siete se encontraban en regular o mal estado, tres de ellos necesitan una mano de pintura y en uno se observaron partes astilladas. Una realidad que mejora considerablemente la proporción de hace cinco años cuando casi la mitad de los juegos tenía defectos. Según los datos facilitados por el Ayuntamiento vitoriano, los servicios municipales inspeccionan cada semana estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 350.000 euros anuales para garantizar un mantenimiento óptimo.

Por aparatos de juego, las mayores deficiencias se hallaron en las estructuras multijuegos (se analizaron nueve). En dos de ellas, los tornillos sobresalían y no estaban convenientemente protegidos, con el riesgo evidente de accidente; en uno de los juegos, se vieron huecos por donde los niños podían quedar atrapados con sus ropas, dedos o pelo; en otro se hallaron partes rotas, sueltas o astilladas, y en tres sería necesaria una mano de pintura. En lo que respecta a los siete muelles examinados por EROSKI CONSUMER en estos parques vitorianos, en tres se observó falta de pintura o elementos astillados y en dos de ellos no se hallón ningún material debajo del asiento para amortiguar la caída. Dos de los siete columpios no funcionaban con normalidad y su estado de mantenimiento era regular. En cuanto a los balancines, su estado era satisfactorio.

Zaragoza


EROSKI CONSUMER analiza 739 aparatos de juego de 132 áreas de recreo de uso público ubicadas en 18 ciudades españolas, entre ellas 8 de Zaragoza

Los parques infantiles visitados en Zaragoza son seguros y limpios, pero suspenden en información

  • Casi uno de cada tres aparatos de juego tenía defectos de mantenimiento
  • La valoración global se queda en un ‘aceptable’, en la media del informe

http://static.consumer.es/revista/imgs/20100401/mapa-zaragoza.gifEn el caso de Zaragoza, se estudiaron ocho zonas de juegos infantiles (Parque del Paseo Echegaray, Parque del Respeto, plaza San Francisco, plaza Los Sitios, Parque Castillo Palomar, Parque Alfajería, plaza Reina Sofía y Paseo Sagasta) y 32 elementos de juego. Según datos facilitados por el Ayuntamiento de la capital aragonesa, la ciudad cuenta con 250 zonas de juegos infantiles (la previsión municipal cifra en una decena, aproximadamente, los nuevos recintos que se inaugurarán este año). La valoración final que recibieron estos espacios, tras analizar la zona de juegos así como los aparatos seleccionados, se mantiene idéntica a la nota media global, un pobre ‘aceptable’. Y es que el análisis de EROSKI CONSUMER concluye que nueve de los 32 aparatos presentaban defectos de mantenimiento: dos de ellos se encuentran en mal estado de conservación, en cinco de ellos se vieron elementos peligrosos, y en la misma proporción, el técnico observó zonas astilladas y oxidadas en estos juegos donde se divierten los más pequeños.

En lo que se refiere a la visita de la zona de juegos, la mejor calificación corresponde a la limpieza y mantenimiento de las mismas (‘muy bien’), nota compartida en este sentido por los parques infantiles analizados en Córdoba, Madrid, Pamplona y San Sebastián. Tras ella, la otra nota positiva se otorgó tras el análisis de la seguridad de estos recintos (‘bien’); mientras que el apartado de la información disponible y las medidas de accesibilidad adoptadas no aprueban el examen de la revista (‘regular’).

Las zonas de juego visitadas en Zaragoza con mejores valoraciones fueron las del Parque del Paseo Echegaray, Parque del Respeto, plaza San Francisco, plaza Los Sitios y Parque Castillo Palomar (en todos los casos con un satisfactorio ‘bien’), mientras que las otras tres zonas examinadas (Parque Aljafería, plaza Reina Sofía y Paseo Sagasta) no escapan de un mediocre ‘aceptable’.

Zonas de juegos: información y accesibilidad mejorables

No hay una legislación en nuestro país que regule cómo han de ser los parques infantiles en materia de seguridad y calidad de aparatos y zonas. Por esta razón, EROSKI CONSUMER se ha basado en la normativa comunitaria vigente (UNE-EN 1176 y 1177) y en el asesoramiento solicitado a expertos en la materia para establecer criterios de evaluación. Buena parte de las deficiencias detectadas en los aparatos de juego tienen su referencia en estas normativas.

En información, ninguna de las ocho zonas evaluadas tenía carteles con la localización de los centros sanitarios más cercanos en caso de que hubiese alguna emergencia (sólo en un parque habían colocado un indicativo con el teléfono de los servicios de urgencia). En ningún parque se observaron indicaciones en las que se prohibiese a los adultos utilizar estos juegos o que las bicicletas pasasen por estas zonas. Por último, en tres de cada cuatro recintos de juegos infantiles no se especifica la edad a la que están destinados dichos juegos infantiles o la recomendación de que los animales no entren en estas zonas acotadas.

Por lo que respecta a las medidas para garantizar la accesibilidad, todos los parques infantiles contaban con acceso calificados como accesibles para personas con discapacidad. Sin embargo, no había juegos a ras de suelo para niños con problemas de movilidad y en ningún parque se vieron carteles escritos en braille. Por el contrario, el nivel de seguridad y de limpieza de las áreas de juego visitadas se calificó como bueno y muy bueno respectivamente. Según los datos facilitados por el ayuntamiento de Zaragoza, los servicios municipales inspeccionan cada día estos parques infantiles. En ellos se invierte una media de 127.716 euros al año para garantizar un mantenimiento óptimo.

Los elementos de juego, uno a uno

Todos los balancines analizados en Zaragoza funcionaban a la perfección y se encontraban en buen estado de limpieza, sin embargo la mitad de ellos presentaba carencias debido a la falta de pintura en alguno de sus elementos. Asimismo, todos los tornillos estaban protegidos y los balancines contaban con asideros aunque en ningún caso se habían instalado reposapiés. Por lo que respecta a los columpios, el estado de los asientos y del aparato en general era óptimo, aunque no puede decirse lo mismo de las cuerdas y cadenas: todas ellas muy deterioradas y sin proteger, con lo que los niños pueden meter los dedos entre los huecos de las cadenas y hacerse daño. La valoración de los toboganes también es más positiva que los columpios: nada malo que decir de peldaños, barandillas y rampas ya que no están desgastados ni rotos. Tampoco se encontraron elementos potencialmente peligrosos en su estructura (aristas vivas, bordes en la rampa de bajada no redondeados, etc.). Lo mismo puede decirse de los 13 muelles analizados, cuya única pega es que cuatro de ellos no tiene reposapiés y uno precisa una reforma. Por último, en el caso de las estructuras multijuego, las conclusiones que se desprenden tras su análisis son positivas, aunque en uno de los aparatos se echaron en falta dos barandillas y la altura de las plataformas de un elemento era superior a un metro. Éstas son las únicas pegas que pueden ponerse en este sentido.