Análisis del gasto familiar en 17 comunidades autónomas, así como de la renta media percibida y las carencias materiales de los hogares

El gasto familiar crece tímidamente por primera vez en seis años

Cada hogar desembolsó en 2014 una media de 27.000 euros; el 59% lo destinó a vivienda, a alimentación y transporte
1 septiembre de 2015
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El gasto familiar crece tímidamente por primera vez en seis años

Tras una crisis económica compleja y muy larga, las familias parecen respirar de nuevo con algo más de libertad y han activado su consumo. Aun así, es una leve mejoría. Y es que los ingresos de los hogares continúan cayendo, de modo que, mes a mes, sigue siendo extremadamente difícil mantener en positivo el balance de los presupuestos familiares.

Una vez más, EROSKI CONSUMER ha querido comprobar cómo son las cuentas de las familias españolas y de qué forma han evolucionado desde 2006 (año en el que aún la economía española no se encontraba en crisis). Para llevar a cabo este análisis, se han utilizado los datos actualizados de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) y también los de la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV), ambas elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

La primera (la EPF) suministra información anual sobre la naturaleza y destino de los gastos de consumo, así como sobre diversas características relativas a las condiciones de vida de los hogares. El tamaño de muestra es de aproximadamente 24.000 hogares al año.

Por su parte, la ECV también tiene una frecuencia anual y proporciona información sobre la distribución de ingresos y la exclusión social. En este caso, el tamaño muestral es de alrededor de 13.000 hogares y 35.000 personas.

Gasto moderado

Cada hogar gastó en 2014 una media de 27.038 euros. Entre los diferentes tipos de familias que los componen, las parejas con un hijo o más realizaron el esfuerzo económico más importante (desembolsaron más de 31.000 euros), a diferencia de las personas solas (gastaron menos de 20.000 euros).

Por comunidades autónomas, el gasto medio de los hogares vascos, madrileños y navarros fue aproximadamente un 17% mayor que la media (más de 31.300 euros), mientras que los extremeños y los canarios se situaron en la cola e invirtieron un 15% menos que la media general (poco más de 23.000 euros).

Cambio de tendencia

Desde 2006, el gasto medio de las familias fue creciendo ininterrumpidamente hasta 2009. Un año antes, habían alcanzado su cénit, un desembolso medio de 31.700 euros, y, desde entonces, esta cifra no se ha vuelto a recuperar. A partir de ese año, las familias comenzaron a revisar más sus cuentas y a retener más el consumo. Hasta que, en 2013, se tocó fondo y el gasto cayó a sus valores más bajos, 27.098 euros.

No obstante, tras cinco años de caída, en 2014, se produjo una ligera recuperación, eso sí, con matices. Si se tiene en cuenta la variación de los precios, ese año, el gasto medio de los hogares cayó un 0,2% con respecto a 2013. Pero si se dejan a un lado estas fluctuaciones, cada hogar aumentó su presupuesto un 0,5%. Aun así, desde 2006, la caída de la inversión familiar ha sido importante: un 10,5% tomando en consideración la variación de los precios y un 22%, sin tenerla en cuenta.

Por lo general, en estos ocho últimos años, la inversión de los diferentes tipos de hogares han mantenido una tendencia similar a la de la media: una bajada generalizada, especialmente, desde 2008. Desde ese año y hasta 2014, la caída del gasto se situó entre el 5% de las parejas sin hijos y el 23% de las parejas con tres o más hijos. Solo las personas solas de 65 años o más aumentaron su presupuesto y, en seis años, gastaron un 10% más.

Asimismo, en todas las comunidades autónomas ha descendido el gasto medio de los hogares con respecto a 2006 entre un 1% (en La Rioja) y un 17% (en Canarias). Sin embargo, en un año (entre 2013 y 2014), ha aumentado casi en una de cada dos: Canarias, Baleares, Navarra, Extremadura, Asturias, Castilla y León, Cataluña y Andalucía. Aunque no ocurrió lo mismo en los hogares aragoneses y madrileños, donde ese gasto medio ha disminuido entorno al 3%, la mayor caída.

¿En qué invierten los hogares?

Uno de cada tres euros a vivienda

Y ¿en qué gastan las familias? Los poco más de 27.000 euros se destinan principalmente a vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles. Esta partida supone el 32% del gasto medio total (más de 8.700 euros al año). En segundo lugar, los hogares invierten en alimentación y bebidas no alcohólicas un 15% de su presupuesto (algo más de 4.000 euros). Y el tercer tipo de gasto más importante son los transportes, suponen un 12% (más de 3.200 euros).

A partir de aquí, al resto de partidas constituyen entre un 1% y un 9%: hoteles, restaurantes y cafés; ocio, espectáculos y cultura; artículos de vestir y calzado; mobiliario, equipamiento del hogar y gastos corrientes de conservación de la vivienda; salud, comunicaciones, bebidas alcohólicas y tabaco; enseñanza y otros bienes y servicios.

En líneas generales, en ocho años, también ha disminuido la inversión para cada una de las partidas, aunque a ritmos diferentes. Por ejemplo, mientras el gasto en mobiliario y equipamiento del hogar ha caído un 38% y el de artículos de vestir y calzado, un 33%; la alimentación apenas ha disminuido un 6%. No obstante, hay tres tipos de gasto que sí han aumentado desde 2006 hasta 2014: la enseñanza (un 33%), la vivienda y sus distintos suministros (un 16%) y la salud (un 9%).

Más familia, más gasto

Por regla general, las parejas con dos o más hijos son el tipo de familia que más invierte en cada una de las partidas que componen el presupuesto global. A diferencia de las personas solas, que son las que menos.

En vivienda y sus suministros, apenas hay una diferencia del 37% entre un tipo de hogar y otro. Sin embargo, en el resto de conceptos, los gastos pueden multiplicarse por dos (en salud), por ocho (transportes) o, incluso, por cien (en enseñanza).

Por ejemplo, en salud, las personas solas con menos de 65 años gastaron 526 euros de media en 2014, mientras que las parejas con tres hijos o más invirtieron 1.168 euros. En transportes, las familias integradas por una sola persona con 65 años o más desembolsaron 587 euros, a diferencia de las parejas con dos hijos que se dejaron 4.823 euros. Por su parte, las personas solas con más de 65 años gastaron apenas 10 euros en enseñanza, una cifra muy lejana de los 1.235 euros que gastaron las parejas con tres hijos o más.

Por comunidades autónomas, si se tienen en cuenta las tres principales partidas con más peso en el presupuesto general, son los hogares vascos los que más invirtieron en vivienda y en sus suministros, a diferencia de los canarios, los que menos gastan en este sentido de en la lista de las 17 comunidades tenidas en cuenta. La diferencia de gasto entre ambas es del 64%: en el País Vasco invierten más de 11.100 euros y en Canarias, 6.800 euros.

En alimentación, los hogares gallegos y también los vascos destinan un 27% más que los extremeños, los que menos (más de 4.400 euros los primeros y 3.500 euros los segundos). Por último, en materia de transporte, son las familias madrileñas quienes gastan más, un 41% por encima de las aragonesas (más de 3.700 euros las primeras y 2.680 euros las segundas).

El podio de los gastos: vivienda, alimentación y transportes

Para alcanzar la cifra del presupuesto familiar global, se analizaron un total de 115 tipos de gastos, clasificados en doce grupos. Entre los 20 con mayor presencia, el 39% tienen que ver con la vivienda, otro 18% están relacionados con los alimentos y las bebidas no alcohólicas, el 14% con los transportes y el 11% con los hoteles y los cafés.

Así, los tres más importantes fueron los alquileres imputados a la vivienda en propiedad (las familias gastaron en 2014 más de 5.400 euros), los restaurantes y cafés (se destinaron más de 2.000 euros) y los carburantes y lubricantes (casi 1.300 euros). El listado continúa así:

  1. Alquileres imputados a la vivienda en propiedad: 5.446,16 euros
  2. Restaurantes y cafés: 2.075,27 euros
  3. Carburantes y lubricantes: 1.296,29 euros
  4. Prendas de vestir: 986,67 euros
  5. Carne: 982,67 euros
  6. Alquileres reales (vivienda principal): 762,76 euros
  7. Servicios de teléfono, telégrafo y fax: 733,11 euros
  8. Automóviles: 729,56 euros
  9. Electricidad: 701,44 euros
  10. Pan y cereales 621,60 euros
  11. Mantenimiento y reparaciones: 610,38 euros
  12. Leche, queso y huevos: 501,87 euros
  13. Pescado: 473,91 euros
  14. Seguros ligados al transporte: 441,64 euros
  15. Servicios relativos a la vivienda, garajes y trasteros (gastos comunitarios, #limpieza de la escalera, alumbrado, porteros, jardinería, mantenimiento de #ascensores, etc.): 436,76 euros
  16. Servicios de dentistas: 427,01 euros
  17. Productos, aparatos y equipos médicos: 400,13 euros
  18. Aparatos, artículos y productos para los cuidados personales: 398,96 euros
  19. Hortalizas incluyendo patatas y otros tubérculos: 386,22 euros
  20. Frutas: 373,55 euros

Ingresos, dificultades y privaciones de las familias

Los ingresos disminuyen

Cada hogar ingresó de media 26.154 euros en 2013, un 2% menos que el año anterior (cuando la renta media era de 26.700 euros) y un 13% menos que en 2006 (se percibieron unos 30.000 euros de media).

En este sentido, las familias que más dinero ingresaron son las compuestas por dos adultos con uno o más niños dependientes (los menores de 18 años y las personas de 18 a 24 años económicamente inactivas para las que al menos uno de sus padres es miembro del hogar). En total, percibieron más de 31.200 euros, a diferencia de los 14.500 euros de las familias integradas por una sola persona. Al igual que la renta media general, por tipo de hogar, estos ingresos también han caído, desde 2008, entre un 7% y 10%.

Por comunidad autónoma, los hogares que más dinero ingresaron en 2013 fueron los vascos, 34.240 euros. Los extremeños, por su parte, fueron quienes menos percibieron, poco más de 19.300 euros. La diferencia entre unos y otros es de un 77%.

En un año (entre 2012 y 2013), las caídas más fuertes ha sido las de las rentas medias de los hogares extremeños y murcianos (en ambos fue un 8%). Por su parte, entre 2008 y 2013, descendieron de forma más precipitada los ingresos medios de las familias cántabras (un 23%) y, de nuevo, las murcianas (un 20%).

La dificultad de llegar a final de mes

Dos de cada tres familias reconocen que, en 2014, llegaban a fin de mes con dificultades, el 37% de ellos aseguraba incluso que con muchas dificultades. El tipo de hogar que mayores problemas tuvo fue el compuesto por un adulto y uno o más niños dependientes (el 81%).

Por comunidades autónomas, los hogares canarios y los andaluces destacan por ser los que más complicado lo tuvieron el año pasado en este sentido (en torno al 80% admitía llegar con dificultades a final de mes), al contrario que los navarros, (el 35%).

En ocho años, la situación no ha cambiado en exceso. En 2006, el 61% de los hogares ya aseguraba tener dificultades para llegar a fin de mes. Y, de nuevo, se repetía la tendencia de que fuesen los hogares compuestos por un adulto con uno o más niños dependientes los que mayores problemas tuvieron.

Aun así, resulta característico que, en tan solo un año, haya aumentado en 10 puntos porcentuales la proporción de hogares con un adulto con uno o más niños dependientes con serias dificultades para llegar a fin de mes: ha pasado de un 48% en 2013 a un 58% en 2014.

Sin viajes ni imprevistos

A pesar de que se haya reactivado tímidamente el consumo, las familias aún se privan de muchas cosas. Por ejemplo, un 45% de los hogares no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año (un 6% más que en 2006) y otro 42% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (un 9% más que hace 8 años). Además, alrededor del 7% no puede permitirse disponer de un ordenador personal (un 4% menos que en 2006) o de un automóvil (apenas ha variado la proporción en ocho años).

Entre otras carencias más graves, un 11% no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada (sin cambios con respecto a 2006), otro 10% ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal (hipoteca o alquiler, recibos de gas, comunidad, etc.) en los últimos 12 meses (ha aumentado del 5% al 10% en ocho años) y un 3% no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días (la proporción ha bajado 1%).

Por tipos de familias, las compuestas por un adulto con un niño dependiente o más destacan sobre el resto. Un 62% de ellas no pueden permitirse irse de vacaciones ni tampoco tienen la capacidad para afrontar gastos imprevistos. Un 22% ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda en los últimos 12 meses, un 16% no puede permitirse disponer de un automóvil y el 13% tampoco de un ordenador personal. Además, casi un 7% no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días.